Archivo cronológico
marzo 2009
junio 2008
mayo 2008
- Apasionada ciencia extrema
- ¿Qué ’11-S electrónico’?
- Un ‘post’ tras cada comida
- Por una hoja de papel vegetal
- Desesperada Microsoft
- Líbano: la guerra del teléfono
- Dos errores no suman un acierto
- Por fin, RTVE.es
- La policía sabotea el Día de Internet
- Una europea vergüenza
- La necesidad de un día
- Porque no quieren
- Hollywood vende humo (y Apple gana)
- Hindenburg: el fin de un sueño
abril 2008
- El doble mensaje de los chiles
- ¿Son suficientes 1.000 fans?
- 10.000 wikipedias al año
- La prueba de la astrología
- Cuando la Internet reviente
- Terminator, el retorno
- Infecciosa locura
- Hamburguesas sin vaca
- ¿A quién pertenece Harry Potter?
- Cuando la memoria es infinita
- La patente que mató a un satélite
- La Nube ataca
- Una Internet a su medida
- Salvar a las telefónicas (de sí mismas)
- Rápida sí, Internet no
- Semántica de combate
- ¿Quién teme al lobo feroz?
- Vulnerabilidad del cyborg
marzo 2008
- Desliz freudiano
- ¿Qué es una noticia?
- Los bien expulsados
- A través de la Gran Muralla
- La muerte y el ‘Mayor X’
- La Cienciología contraataca
- Cuando la religión ataca
- Tiempo de fans
- No manipularás ADN
- El día que todo pudo cambiar
- Profundidad del tiempo
- Violación de la privacidad con resultado de muerte
- Clonar no es fotocopiar
- El Síndrome de Dudáyev
- Gol de Airbus a Boeing
febrero 2008
- El cumpleaños de Supermán
- Matar el mar, matar el planeta
- El romanticismo contra la máquina
- Internet como amenaza
- Elefantes blancos voladores
- Microsoft: ¿tocar, o sólo mirar?
- Atracar 400 bancos sin salir de casa
- Los peligros de la nube
- Alcanzar el cielo (empatar a China)
- El canon y las razones equivocadas
- Anonymous y la nueva política
- 199 cumpleaños de Charles Darwin
- El último viaje del SS Independence
- ¿Terror bajo las olas?
- Una telaraña frágil
- Microsoft, Yahoo! y el fin del PC
- Periodismo obsoleto, y peligroso
enero 2008
diciembre 2007
noviembre 2007
octubre 2007
- Cultura digital
- El abuelo del superjumbo
- Los peligros del Nobel
- El ataque de los hombres azules
- Los datos de todos
- La nueva era de la música
- Cristianismo rampante
- La danza de la vida
- Un recado del precio de un piso
- Hace 20.403 años estalló un sol
- El convento de Apple
- Internet: hijos del Sputnik
- Una cuestión de principios
septiembre 2007
agosto 2007
julio 2007
- Imperio de aficionados
- Leyes peores que malas
- El retablo de las maravillas
- El futuro de la prensa es abierto
- La forma de lo que ha de venir
- Suerte de Europa
- De aquellos polvos y estos lodos
- Repudio de la esclavitud
- El triunfo de los Pequeños Hermanos
- iPhone y el Santo Grial
- Un millón y medio de mujeres menos
junio 2007
- Ciudadanía = transparencia + comprensión
- Nuevos combates
- La interactividad mata
- Chapuzas evolutivas
- Peces más grandes
- El cibercomercio, de vuelta
- Los protectores
- El fracaso de los profesionales
- Hasta un niño
- Bibliocentrismo
- Periódicos de mañana
- Caro por decreto
- Un estanco para Microsoft
- Rusia y la patente del AK-47
- Belleza de la mujer, blanca
mayo 2007
- El avión de los Mil Nombres
- La nueva sociedad
- Armas de incordio masivo
- ¿Ciencia?
- Merecido orgullo
- Enfermedades imaginarias
- Por fin, la civilización
- Un poco de cultura digital
- Darwin y la naturaleza salvaje
- El fin del último clíper del té
- La inocencia de la enfermedad
- Democracia en el estadio
- Cuatro nuevos proyectos
- Bolas contra el volcán
- Tiro al iraquí
- No salga de casa sin llevarlo
- El remolino y el clima
- Más barco, menos coral
- Dos cojos no hacen un velocista
- Por la ecuanimidad
- Un paseo por el corazón de Francia
abril 2007
- Violando las leyes
- El artículo del siglo
- La pérdida de una mente maravillosa
- Mejores leyes, mejor policía
- El planeta de los hongos gigantes
- 17 años de éxitos, y que siga
- Ojalá los libros fueran coches
- El fin de una empresa familiar
- La cerveza es civilización
- Civismo con carné
- Carburante
- Falso pánico en la colmena
- El verdadero primer paso
- El paleontólogo teólogo
- Sin candados; ley de vida
- El cielo zen
- Belleza letal
- El futuro oscuro
- Una cuestión de centrífugas
- Fuegos de artificio fractales
- Wifi en Madrid: un buen comienzo
- Tiempos de gorrinos aeronautas
marzo 2007
- El arma más horripilante del mundo
- En caída libre
- Gracias, Barón Lister
- Tres cuartas partes indolencia
- El hombre que comprendió el planeta
- El cuerpo de Internet
- Transparencia del estado
- Elogio del caos
- El porqué del ‘copyleft’
- La forma de la ciencia
- Evolución
- Tenemos gato nuevo
- El paseo marino de Craig Venter
- Fuegos artificiales heavy
- Abogados contra el ‘copyleft’
- Feliz cumpleaños, planeta azul
- Por un puñado de bolas
- Idiota es el que hace o dice idioteces
- Viva belleza interior
- Estrangulando el WiFi
- Todos por el canon
- La seguridad bien entendida…
febrero 2007
- El supercaza que no sabía contar
- Patentes y guerra nuclear
- El peor sordo
- Contra las minas
- La guerra en el cerebro
- El fin del periquito solidario
- La sucia táctica del canon ADSL
- El abono del barco holandés
- América y el origen de los chiles
- Todos monos
- El suicidio más cruel
- La locura de las discográficas
- El laboratorio que fracasó
- Feliz Día de Darwin
- Humanos en el espacio
- Y así empezó la invasión alienígena
- La bondad y el arsénico
- Descubriendo nueva vida
- Resurrección del Valle del Silicio
- La culpa es nuestra
- El sistema enfermo
enero 2007
- Comprar cerebro
- El inesperado panteísta
- Conquistar el cielo
- Eternidad de los datos
- El retorno del eterno sueño
- El problema somos nosotros
- El enemigo interior
- China contra los satélites
- La guerra en las galaxias
- La técnica del horror
- Donde hay un ‘hacker’
- La importancia de Second Life
- Católica Apple
- Primera ley de Gjertsen
- Promesa y amenaza de la adolescencia
- Presente de la guerra futura
- Cuestión de confianza
- Vecinos
- Internet y la vida mejor
diciembre 2006
- Cómo será el 2007
- Defensa
- Por suerte, los policías no mandan
- ¿Será 2007 el año?
- El arte de la destrucción
- Blackwater de caza
- Sofocar la creación
- No sin mi código fuente
- Élites
- La esencia del dinero
- ¿Qué darías por vivir un sueño?
- La estación, para el que la diseña
- Independencia
- El obispo y los fósiles
- Presidente Gates
noviembre 2006
- Contra los muros
- Vender en los tiempos del gratis total
- El método YouTube
- Países fuera de la Red
- Avalancha y cura del ‘spam’
- ¿A quién pertenece un idioma?
- El ordenador de 78 euros y sus críticos
- Microsoft ataca, Linux duele
- Y de postre, camionetas
- Filosóficos delitos en Second Life
- Moco gris en Second Life
- Zune y el futuro del candado
- Zune, la amenaza
- Nanotúbulos en la cimitarra
- Megacamiones en la macromina
- Google Imperator
- Robots armados: una gran idea
- El pulso de un país
- Islas nacientes
- Papa Noel viene de China (en barco)
- Reír por no llorar
- ¿Y si con la ley no basta?
- Duyail: ni contigo ni sin tí
- Descerebrado ancestro (sin gónadas)
- Es mucho peor, amigo Zin
- El ribosoma sicodélico
octubre 2006
- La Era de la Memoria
- El cortacéspedes de Mikhail
- Señales de peligro
- Gobiernos contra Internet, asalto XXV
- Turismo virtual, trabajo real
- Balada de Balad
- Cuadrar círculos
- El Alonso de la Lusitania
- Las hojas del rábano
- Guerra de tanques como relax
- La ampliación del corazón del comercio
- Uso problemático
- Afirmaciones extraordinarias
- Despreciando cuanto ignora
- El negocio solidario
- Autocanibalismo publicitario
- ¿Televisión tóxica?
- Gatillazo nuclear
- Antes a un mentiroso
- Ellas y la realidad virtual
- GooTube y la reforma del ‘copyright’
- No somos el futuro del pasado
- Para entender a Pyongyang
- Celebrando la ciencia a carcajadas
- El farol de Microsoft
- Un pequeño paso
- Contra la simplificación
- Hay otra forma
- Quien con máquinas vota…
- La ‘superbici’
septiembre 2006
- Recuperar el cielo
- La frenética ciudad; un homenaje
- Ilegal, inmoral, y engorda
- Control
- Nunca predigas, en especial el futuro
- Irán y el eco de Irak
- Importancia de la ciencia normal
- Tecnología post-11S: robots
- El tiempo de los ‘hackers’ de combate
- Mediterráneos del norte
- El suicidio de los ferreteros
- Lo peor
- Cielos de Aldebarán
- No, malos no son
- España en Líbano
- Plutón y la torre de marfil
- Tecnología post-11S: Irak y Afganistán
- Tecnología post-11S: ferretería pesada
- La política de la evolución
- Cebarse en la piratería
- Pantalla de dios
- Una de cal, cuatro de arena
- La política del 50,01%
- Mortensen y la ropera
- Una muerte extrema
- El precio de una canción
- El rumbo de Retiario
- Progreso
agosto 2006
julio 2006
- Retiario, cerrado por el calor
- Envidia de Apple
- Mucho más que periodismo
- El electrodeportivo
- La guerra del exceso de tecnología
- La biblioteca de Alejandría 2
- Yo me acuso
- Patente idiotez
- Cuando hasta la ministra
- Internet en Irak
- Tiembla, Hevia
- Balada de los misiles norcoreanos
- Bomberos pirómanos
- Una cuestión de confianza
- Erre que erre
- No se puede contar conmigo
junio 2006
- Riesgos del deporte ‘geek’
- No en mi nombre
- Abrazar al muerto
- Máquinas de espiar
- La marcha del millón de ‘routers’
- Ceguera
- Sadomasoquismo cultural
- La conversión del anticristo
- Primera tienda real del mundo virtual
- Puente de plata
- No al libertinaje de expresión
- Amos y esclavos
- La guerra es un infierno
- Menos lobos, guardián
- Declarar la victoria, volver a casa
- Google, a por el PC
- A un panal de rica miel
- El próximo mundial, de videojuegos
- Cómo matar a un Al Zarqawi
- Montículos de roca viva
- La novela del futuro presente
- Especial varones: la motonevera
- Vikingos del siglo XXI
- Sobre el computador de Antiquitera
- Frágiles; pero la vida menos
- ¿Está el enemigo? Que se ponga
- Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros
- 48 millones de creadores de contenido
mayo 2006
- La buena guerra biológica soviética
- La resurrección del Jardín del Edén
- El baile de los gigantes
- Flagelación de los creyentes
- Contra el Imperio del Candado
- La evolución de la generosidad
- Ciencia: unos tanto y otros…
- La televisión, contra Internet
- Aston Martin 43, Wright Flyer 36,5
- Una montaña de carreras
- Descárguese una cámara
- El mayor bocata, de mundo
- Sorpresas astronómicas antiguas
- Ojo por ojo, y todos ciegos
- Espías y la razón de la democracia
- La mitad mas uno
- Seguiremos sin Amazon.es
- Ecos de Bahía en el ‘fringe’ de las Vistillas
- NSA y la falacia del político
- Gratis, como la cerveza
- Vocaciones en el mar
- Warner Brothers nos toma por idiotas
- En 10 años uno de 6
- El cifrado, Beckham, el etarra y el capo
- Los Keystone Kops en Internet
- El silencio de las empresas
- Navegando gratis en Annapolis
- Cibersecuestro express
abril 2006
- Cuando sube la marea
- Barribotellón
- Tiempos de locura
- Internet punto Boom: el retorno
- Sobre el fenómeno blog
- Señales misteriosas del espacio interior
- El diseño y las caderas de la serpiente
- Miró en Google: de mis amigos líbreme dios
- Sic transit flota rusa
- Hordas de robots asesinos
- Todos somos autores
- Encriptación y sus consecuencias
- Internet no es el problema
- Un avión gravitatorio
- El poderío de la autoría
- Corsarios de la Red
- Carta a los intermediarios culturales
- P2P: el muerto que no muere
- La religión y la risa sanan, el rezo no
- Internet y la profesionalidad
- Sí, los neutrinos tienen masa
- El pimiento más picante del mundo
marzo 2006
- Va a resultar que la inteligencia existe
- Bibliotecas para el futuro
- Nuevos medios, nueva política
- Britannica contraataca
- Alguien tenía que hacerlo: Google Idol
- Juegos Alegría por el Mal Ajeno
- Ijon Tichy, huérfano
- Hollywood se pasa a la remezcla
- La búsqueda de extraterrestres necesita ayuda
- Crucifixión, el (ciber) Retorno
- Ay de los ateos
- La marca del candado
- B-52: cincuenta años de éxitos
- No es gratis
- Un gigante en siete minutos
- La pareja que quiso dejar de morir
- Cuidado; aterriza la LPI
- Ver nacer un mar
- Camino del ‘googleputer’
- Curando ratones ciegos
- Un robot con bandera española
- El ero es el ero
- Darwin ríe; nosotros evolucionamos
- Amigos como éstos
- China y la Red mascota
- El mensaje de Farré
- Esplendor y miseria de la publicidad online
- Pagar una vez, disfrutar ciento
- BlackStar: ¿una lanzadera de baratillo?
- Defensa del periodismo ‘amateur’
febrero 2006
- El absurdo y la arbitrariedad de la ley
- Australia y el ‘copyright’
- Bienvenido a casa, Mr. Soldado Robot
- Cuando las protecciones matan
- Un triunfo del diseño
- El fin del último M.A.S.H.
- La hermandad del candado
- Policía del pensamiento
- La bomba que taladra, y tranquiliza
- El blog más influyente en español, o cuando las medidas yerran
- Un crucero en las nubes
- La importancia política de Wikipedia
- ¿El inicio del principio del fin de la banca?
- Qué fácil es jugar con nosotros
- San Valentín y el celo de los Hombres-Lobo
- El rostro del fin del mundo
- El rubor como clave del color
- Libertad, y responsabilidad, de expresión
- Ver Cannas
- Espiar para nada
- AOL, Yahoo! y los peajes sobornables
- Ojalá Fon
- La suerte del alto, el bajo la desea
- Un coche que se conduce solo
- Supermegasiesta
- Periódicos contra buscadores; la raíz
enero 2006
- El espíritu censor
- Policía primate
- Se avecina trabajo para la SGAE
- Woody Allen por fin explicado
- La lógica y la ley
- Al Papa, lo que es del Papa
- Tiranía en el nombre de los niños
- Los gobiernos contra la Red
- El ministro Sevilla no se moja
- Videojuegos contra el crimen
- El 100% de los informes sobre videojuegos dice tonterías
- Pocos ‘hackers’, muchos incompetentes
- Quaero: Europa no se entera de nada
- El ‘Síndrome de Cuéntame’, o la vuelta a los 60
- La muerte, el divorcio y el PC
- William Gibson, novelista y hechicero
- Un millón de dólares de burbuja y atención
- Bienaventurados sean los hackers
- La millonaria campaña de la ministra Calvo
- La segunda extinción del fósil viviente
- ¿Están a nuestro alcance las estrellas?
- El instinto de espiar
- Del gusto y la adicción
- Los 1000 millones y el 2006
diciembre 2005
- Un mensaje cósmico, breve y oportuno
- Galileo; una cuestión de independencia
- El triunfo del Zorro de Fuego
- Cuidadito con los vasos pequeños
- Francia y el P2P
- Las trampas, la ciencia y Corea
- Para ligar, hay que bailar
- El honor de Wikipedia
- La nefanda obsesión del cobro por copia
- Si se tiene, se usa
- El retorno de los gigantes del cielo
- El cibercomercio y la paciencia nacional
- No es cosa de dinero, sino de libertad
- Multando a tus clientes
- La inexpugnable muralla del 35%
- Para solteros con reparos
- Lo mejor es enemigo de lo bastante bueno
- El Nobel del Guardián de la Escoba
- Control total
- Europa, hacia el infierno esquimal
- El espantaadolescentes
noviembre 2005
- Cuarenta a uno
- Ingeniería orbital a la brava
- Despotismo e incitación al acoso policial
- Morir de exceso (de tecnología)
- La gran expropiación que pide el PP
- Las llaves del PC
- El extraterrestre es mamá
- Buenas noticias en biología molecular
- Caca imantada
- Sony en agonía
- Big Brother on the road
- ¿Un universo con ‘recado’?
- Cuando Internet le plantó cara a EEUU
- La guerra de los ‘spoilers’
- Humo de fósforo blanco
- Mirar al mismo sitio, ver cosas distintas
- Meditar cambia el cerebro
- ‘Microganado’ contra el Sida
- Conquistar el mundo, real
- Un electrizante anticonceptivo
- Las tripas de la Estrella de la Muerte
- Qué sorpresa: la paternidad domestica
- Aparcar para salvar el mundo
- Se vende isla del (posible) tesoro
- Napster III: La Pertinacia de la RIAA
- Bueno para ti, bueno para todos
- Energía, a cambio de la Física
- A bocinazos con los piratas
- Enviar miedo a 100 siglos en el futuro
- Ganar dinero haciendo el ‘Turco’
- Sony reparte armas p’al pueblo
- Contra la alergia, arroz
- Cuando los robots ordeñan
- Su música no es de usted; su ordenador tampoco
octubre 2005
- Los vampiros salen por Halloween
- El mapa del genoma humano
- La humanidad teledirigida
- Gatos a prueba de pájaros
- Y 364 días más (365 los bisiestos)
- ¿El bolso de última moda?
- La flota subterránea de Madrid
- Una rata demasiado lista
- ¿A cuánto el kilo de blog?
- Dos tercios fuera de Internet
- Trafalgar y el fin de una era
- Absorba nicotina, cuide su piel
- En polvo te convertirás
- Star Trek se apunta otra predicción
- Un cerebro para la mentira
- Bustamante contra el ‘Top Manta’
- Otra forma de maltrato
- Criminalizando Internet
- Raro, pero que muy raro
- Internet y la pinza mortal
- De videojuegos y la degeneración
- Para el cerebro: sexo, droga y alcohol
- Resolver el problema equivocado
- De la dificultad de vender aviones
- Juegos de irracionalidad
- Regalar o morir
- Bombas que no precisan explosivos
- De tiburones y nuestra ignorancia
- La geopolítica del Hombre de Flores
- Un pitillito después de un infarto
- No hay mal que por bien no venga
- Wallace y Gromit, una tragedia menor
- Mucho más que una carrera
- Pantalones explosivos y otras maravillas; los premios Ig Nobel 2005
- Mundo-Gaza
- Arquímedes reivindicado
- Contra los ‘pacos’, robots
- Gripe española: resucitando al asesino
- Altavoces contra torpedos
- Creative Commons solicita ayuda
- Por fin: carreras de cohetes
- Cuando el mar brilla
- Nuevas ciudades: ¿utopías o distopías?
- La grasa mata
- Matar la gallina de los huevos de oro
- Caos en las fronteras del Sistema Solar
- Combatir viento con fuego
- Dermopantalla médica: buen concepto, mal diseño
- Eclipse: un apaño rápido y seguro
- Eclipse: Material y métodos
- Eclipse: los primeros minutos
- Eclipse: cada vez menos Sol
- Eclipse: que por bien no venga
- Eclipse: noche en pleno día
- Eclipse: coincidencia cósmica
- Eclipse: breve anillo
- Eclipse: malos presagios
- Eclipse: ojo a los ojos
- Eclipse: vuelta a la normalidad
- La buena noticia de Matanza Cofrade
- Ratones que regeneran órganos enteros
- Craig Venter explica su proyecto marino en Madrid
- Un Nobel revolucionario
- Google y el acceso gratis; que viene
- Eclipse: conocimiento
septiembre 2005