Bueno, a mí también me ha llegado el momento de tomarme un descanso. A mí y a este blog que lleva cinco años, día a día, contando las mil y una cuitas sexuales y amorosas que les pasan a mis amigos y a algunos de vosotros, para que todos pudiéramos comentar cómo nos va la vida.
Ha sido un tiempo intenso, en el que no sólo yo he desnudado mi alma, también vosotros lo habéis hecho y no nos ha ido mal. Cada cual ha opinado lo que ha creído sobre el tema en cuestión y aquí hemos seguido todos, entrando y saliendo según las épocas.
Por eso quiero daros las gracias a todos los que habéis dejado vuestros comentarios y a los que sólo habéis entrado a leer. En especial, a la gente que lleva aquí desde el principio: a Admi, a Armstrongfl, a la querida Eli Lugones y a sus compañeros del hospital, a Luna, a Ostra, a mis amigas las nudistas gaditanas, a las azafatas de Sevilla, al Vengador Calvo, a OTRAVEZ YO, Reverendo, Marga (imperdonables olvidos), Murmullo de cucas, Nomecreoná, Mimosita, BDS…, y a todos los que llevais tanto tiempo. A la entrañable Genoveva, a Amapola, a los leoneses… y también a los que habéis entrado en el último año (que no se me queje nadie más, que os llevo a casi todos en mi corazón), a mi Disfru… Gracias a todos.
Y como no me puedo ir de vacío, aquí dejo hoy un tema para el comentario, que resume lo que ha intentado ser este blog, un espacio de tolerancia, de disfrute de los sentidos, de naturalidad y de buen rollo, a pesar de algunos…

Hace poco menos de un año, una revista me pidió que escribiera por qué estoy a favor del nudismo en las playas. Y decía más o menos que si nacemos desnudos, ¿por qué luego cuesta tanto que nos dejen hacer pelotismo en las playas?
Hoy se celebra el día sin bañador y en un montón de playas van a proponer al personal que quiera que se lo quite.
A mí no me gustan las playas nudistas, porque son como guetos en los que te arrinconan para que no les enseñes lo que ellos llaman «tus vergüenzas», no me gusta ir a la playa y bañarme con bañador. Me gusta ir a una playa y que cada cual haga lo que quiera, usar bañador o quitárselo, sin que eso suponga un problema para nadie, como ocurre ahora en Cádiz capital y en otras muchas zonas de costa, que genera conflictos.
¡Con el gustito que da tomar el sol en bolas! Es una sensación como pocas, que yo aconsejo. Y para eso, algunas playas de la provincia gaditana, como Bolonia; o la playa de Torimbia, en Asturias.
Que paséis un buen verano, y que tengais mucho sexo y mucho amor. Es lo que voy a hacer yo, en vez de hablar -perdón, escribir- tanto, practicarlo mucho más. Ha sido un placer.
Hasta la vista.