Ciencia, tecnología, dibujos animados ¿Acaso se puede pedir más?

Terima kasih

El 4 de agosto de este año estábamos navegando en el Estrecho de Lembeh en el MV Serenade, un barco de cruceros de buceo legendario, aunque ya alejado de su gloriosa madurez. Llevábamos ya unos días buceando en una de las mejores áreas de arrecifes de coral del planeta, en el norte de la isla indonesia de Sulawesi (llamada Célebes en la historia y la leyenda).

Habíamos partido de Manado, una bulliciosa ciudad provincial indonesia casi carente de turísmo y, por tanto, de vitalidad natural. Desde allí nos dirigimos hacia el norte, hacia las Filipinas, por el arco del Cinturón de Fuego que separa el Mar de Célebes del Pacífico. Estábamos junto a las Molucas, en el área antaño conocida como Islas de las Especias que se repartieran en el siglo XV España y Portugal por decreto papal y sin que la opinión de los nativos fuera tenida muy en cuenta. Luego vinieron los holandeses y los británicos, seguidos de los japoneses y de nuevo los aliados. Nuevamente, sin preguntar a los locales, que siguieron pescando, navegando y cultivando sus tierras para vender especias a los blancos.

Nuestra expedición había llegado hasta Siau, una de las mayores islas del archipiélago de las Sangihe y fuera de las rutas turísticas casi por completo por su lejanía; y con más razón ahora que el volcán Karangetang estaba en alerta de erupción. Más de 4.000 habitantes habían sido evacuados, y desde el mar podían verse perfectamente por la noche las rocas incandescentes como pavesas que escupía el cráter. Tuvimos el privilegio de escuchar el rugido del volcán, una experiencia poco tranquilizadora, y también de bañarnos en abrasadoras aguas termales y de bucear en zonas de recientes coladas, donde la vida marina colonizaba ya la lava. Incluso disfrutamos de la oportunidad de visitar la cima de un volcán sumergido, cubierta de azufre y emitiendo aún burbujas sulfurosas. Incluso allí la vida se aferraba tenazmente a la roca.

En Lembeh estábamos por su mundialmente famoso ‘muck diving‘, o buceo en fango, aunque sus fondos son arenosos. Lo que no es normal es su fauna: Lembeh es conocido por los extrañísimos animales que viven allí. En fondos de poco más de 15 metros pueden contemplarse peces rana de múltiples colores, caballitos de mar pigmeos, peces diablo con sus inquietantes patas de tres largos dedos, peces polilla, pez cocodrilo… El anterior atardecer habíamos ejercido de ‘voyeurs’ en la vigorosa danza de apareamiento del pez mandarín, una diminuta joya viva multicolor.

Aquella mañana madrugamos para visitar el mercado de Bitung, la principal ciudad del estrecho. La zona norte de Sulawesi es mayoritariamente cristiana, pese a que Indonesia es un país musulmán, y la abundancia de iglesias dan fe de ello. El mercado era strictamente local, sin ninguna concesión al casi inexistente turismo, y como tal pleno de animación y colorido, aunque bastante crudo para las delicadas pituitarias occidentales. Allí podían encontrase desde peces de arrecife a todo tipo de especias (clavo y nuez moscada, pimienta, rabiosas guindillas), frutas desconocidas (como la ‘snakefruit‘, con piel de serpiente), pollos, arroces de diversos tipos, verduras inidentificables… y el plato de lujo local, el perro.

Después de tan instructiva visita, regresamos al Serenade para realizar la primera inmersión del día, en un lugar llamado ‘hairball’. Sería una inmersión tranquila, sin corrientes ni sobresaltos. Bajamos de dos en dos hasta el fondo y, como es habitual en el ‘muck diving’ nos dispersamos un tanto, ya que los puntos de interés están repartidos por el arenal. Allí estábamos, mirando monstruos marinos y algo separados del grupo, cuando Ken, uno de los ‘divemasters’, se me acercó con grandes aspavientos. Yo llevo una cámara de vídeo sumergible, así que cuando encuentran algo muy raro suelen llamarme para filmarlo. En esta ocasión los gestos eran muy espectaculares, así que la cosa debía merecer la pena de verdad. Puse en marcha el vídeo, seguí a Ken… y me encontré con esto, a 20 metros de profundidad en el Estrecho de Lembeh, Sulawesi Norte, Indonesia.

Hay peores maneras de cumplir 42 años.

Para Tono, Ken, Oni, Nacho, toda la tripulación del MV Serenade y el grupo de buceadores y amigos que compartieron la conspiración y el viaje (Roberto, Mari Luz, Toñi, Silvia, Sergi, Anna, Óscar, Álex, Ricardo, Maria Eugenia), sólo puedo decir: terima kasih. Gracias. En especial para tí. Corregido el 3/9/2006.

Nota: Retiario retomará su ritmo de publicación la semana próxima.

13 comentarios

  1. Dice ser rafanoplactonita

    Que guay tus vacaciones, que guay tu homenaje, que guay tu fino sentido del humor, que guay que por fin regreses.

    31 agosto 2006 | 23:30

  2. Dice ser J. Ruiz

    Señor Don Pepe. Eso es darse buena vida, sin peligro de huracanes.

    01 septiembre 2006 | 1:22

  3. Dice ser pepe lopez

    Felicidades señor Pepe. Me alegra su retorno. Eso son vacaciones, y no lo mio en Torrevieja. Saludos.

    01 septiembre 2006 | 3:07

  4. Dice ser Javier (n)

    Felicidades Pepe.¿Bajo el mar también se cumplen años?Qué agobio.Javier

    01 septiembre 2006 | 4:31

  5. Dice ser javitrino

    qué buenas vacaciones! enhorabuena por poder disfrutar tanto y tan agusto!lo del cumple, aunque algo horterilla es un puntazo, hombre…welcome back!

    01 septiembre 2006 | 8:42

  6. Dice ser enhiro

    Buen relato de unas buenas vacaciones, leerlo poniendo mentalmente la voz del narrador habitual de los documentales de National Geographic tiene su punto.Ahora bien, eso de:»casi carente de turísmo y, por tanto, de vitalidad natural»No lo acabo de pillar, ¿no es más bien al contrario?

    01 septiembre 2006 | 9:36

  7. Dice ser Retiario

    Estimado Enhiro:Mea culpa. La idea era subrayar que la vitalidad de la zona no se debe al turismo, que consta exclusivamente de un puñado de buzos, pero me he explicado mal. El regreso me está costando. ;)Muchas gracias por su atención, y un saludo.PP Cervera

    01 septiembre 2006 | 15:29

  8. Dice ser noemi

    Si, definitivamente hay peores formas de festejar…..

    02 septiembre 2006 | 6:08

  9. Dice ser edixon

    lol que bien 🙂

    02 septiembre 2006 | 18:08

  10. Dice ser rwx

    Fantástica historia Pepe 😉 Se te echaba de menos, no tardes en volver a escribir.

    03 septiembre 2006 | 13:37

  11. Dice ser Ricardo

    Fueron días inolvidables… y pensar que a 150 metros por debajo de la quilla del barco estaría en Manado Tua algún celacanto despistado ajeno a los acontecimientos de los últimos 200 millones de años…

    04 septiembre 2006 | 8:58

  12. Dice ser roberto y maria luz

    Vacaciones fantásticas (nada comparado con las del año que viene en Sipadan). Es un lujo para nosotros el poder contar con amigos tan fantásticos y que cuentan las cosas tan bien que parecen que son verdad.Un saludo…..

    04 septiembre 2006 | 13:27

  13. Dice ser poesía mexicana

    Me gusto mucho vuestro sitio, me gustaría que vieras el nuestro de poesía mexicana

    14 septiembre 2006 | 12:12

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