Mande usted un cohete con dos tripulantes a la Luna y moléstese en documentar el hecho con precisión desacostumbrada para el momento, sólo para que los desagradecidos de sus descendientes pierdan las cintas. O, lo que es peor, desactiven el último lugar donde el obsoleto formato de vídeo puede reproducirse [pdf]. La odisea de los vídeos originales de la primera visita humana a nuestro satélite demuestra que las bibliotecas y archivos históricos deben adaptar su tarea, y tienen que hacerlo ya: miles de millones de documentos (fotos, vídeos, textos, sonidos) se están archivando en formatos de software o soportes de hardware que en cualquier momento pueden quedar obsoletos. Lo cual significará la pérdida de parte de nuestro patrimonio, a no ser que alguien se dedique desde hoy a asegurar que todo fichero informático podrá leerse en el futuro. ¿Cuántos discos Zip, o disquetes de 3″ Amstrad, habrá por ahí repletos de datos hoy casi ilegibles? ¿Perderemos nuestros registros otra vez sin que haga falta incendiar una biblioteca siquiera, sólo por desidia?
La biblioteca de Alejandría 2
6 comentarios
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¿Que decir?, que estoy totalmente de acuerdo contigo.Por ello considero de inconsciencia total que la Sra. Ministra de Cultura, esté en contra de digitalizar y repartir por varias bibliotecas los fondos de la Biblioteca Nacional, con el fin, si no de divulgarlos como deberia ser la mision de la Biblioteca, al menos perservarlos para el futuro, pues seguro que entre ellos hay ejemplares únicos que se perderán en un palzo más o menos breve.Igualmente debiera iniciarse una Biblioteca de contenidos digitales. Periódiccos digitales y publicaciones en Internet, se merecen el mismo trato que los de papel.Debería existir ya una hemerotecas que guarde los cientos de periódicos digitales nacionales y locales que publican en Internet o que se recojan en bibliotecas digitales los escritos mportantes, como tesis doctorales, blog influyentes y webs de calidad que publican en Internet.Con solo que pusieran en conservar la obra de los intelectuales la mitad del entusiamo que pone la Ministra en que ellos recauden el canon,la cultura estaría mejor defendida.
18 julio 2006 | 13:10
A propósito de esta idea que aquí comentas, hace tiempo leí un artículo interesante sobre el tema. Lo enlazo aquí por si a alguien le interesa.Mejor que el gingko biloba. La lucha contra el copyright sienta bien a la memoria: http://biblioweb.sindominio.net/s/view.php?CATEGORY2=4&ID=108
18 julio 2006 | 19:04
Otro texto muy en la linea del tema:El monje digital y su quehacerpor Xavier Agenjohttp://jamillan.com/celage.htm
18 julio 2006 | 22:24
Pero no veis que, un registro de algo, sencillamente no interesa?A quien le interesa lo que paso en la anterior tregua? lo que paso en las negociaciones? Las palabras que cierto lider ultraderechista español utilizo entonces, son las que utilizan ahora los que entonces se sentaban en la mesa de negociacion… pero eso a quien le importa?No veis que ya estamos en 1.984 y que cambian las noticias a su antojo hasta de los propios archivos?Donde dije digo, digo diego..Y mientras tanto solo nos quedara fenecer…Todos esos momentos se perderan en el tiempo, como lagrimas en la lluvia…
20 julio 2006 | 19:33
porfa
19 agosto 2006 | 6:10
Retiario,Una vez más has dado en el clavo. Hace un tiempo que me preocupa el problema de qué pasará con la información que atesoramos hoy como nuestro principal recurso.A finales de los 1990 leí un artículo en Scientific American que ya esbozaba el problema: la información crece exponencialmente y la capacidad de almacenamiento también pero esta última es efímera: los CDs se rayan, los discos duros se estropean, los formatos de los ficheros quedan obsoletos.En el enlace siguiente tienes un artículo de 2004 del New York Times que con el título lo dice todo: «Even digital memories can fade».http://www.nytimes.com/2004/11/10/technology/10archive.html?ex=12…
22 agosto 2006 | 22:37