Ciencia, tecnología, dibujos animados ¿Acaso se puede pedir más?

Internet punto Boom: el retorno

Hace mucho tiempo se produjo una fiebre especulativa vinculada a Internet. Tan revolucionaria era la Red, y tan novedosa, que las mayores industrias del reino se veían amenazadas, aunque nadie sabía cómo ganar dinero con ella. Esto creó un caldo de cultivo ideal para los vendedores de viejas burras con nuevos nombres. Se crearon imperios basados en la nada; se invirtieron millones en hueras promesas, se edificaron empresas sin producto. Algunos, pocos, ganaron mucho dinero; otros, la mayoría, perdieron. Muchos profesionales resultaron quemados y estigmatizados. Ahora, años después, los ingentes beneficios de un Google despiertan el espectro de la fiebre bursátil punto com, esta vez con negocios de verdad, productos reales e ingresos ciertos. Contra las previsiones de muchos, el crash de la anterior burbuja especulativa no ha acabado con la Red. La amenaza sobre las industrias clásicas persiste; el futuro de Internet brilla. Pero esta vez hay que contener a los tiburones especulativos y los vendedores de humo. Esta vez el boom es de verdad.

3 comentarios

  1. Dice ser Michael

    Reconozco que esta vez parece de verdad pero ¿No tienes miedo de quemarte y estigmatizarte como se quemaron aquellos profesionales de antaño?

    25 abril 2006 | 10:47

  2. Dice ser Retiario

    Estimado Michael:El riesgo existe. Pero esta vez la especulación y la obtención de beneficios rápidos no serán el único juego. Muchas empresas están empezando a darse cuenta de que se trata de un asunto vital, de que hay que ir en serio en Internet, o corren el riesgo de perder su mercado a medio plazo. Los aventurerismos creo que serán esta vez controlados. Y además tenemos la experiencia de la otra vez… Profesionalmente es apasionante, porque permite crear nuevos mundos. Pero el riesgo existe, aunque si haces bien y con seriedad tu trabajo pase lo que pase nunca saldrás perdiendo.PP Cervera

    25 abril 2006 | 14:22

  3. Dice ser L.

    Estimado señor Cervera:Estoy con usted, esta vez es de verdad. Y el riesgo existe, pero también existen antecedentes de que una burbuja es el principio de un negocio floreciente (http://en.wikipedia.org/wiki/Internet_bubble), miren si hay trenes en Inglaterra y tulipanes en Holanda. La burbuja fue una desgracia para los pobrecitos inversores que desde entonces no tuvieron más remedio que invertir, por ejemplo, en ladrillos (van buscando las burbujas, es un vicio que tienen). Pero no para los usuarios. Los usuarios nos encontramos tras la burbuja el terreno abonado: unas inversiones en tecnología que permitieron abaratar nuestro uso de la Red, un montón de ruido eliminado (¿quién se acuerda de aquellos absurdos portales que antes parecían la única página de inicio posible y que sólo causaban perplejidad? Yo sigo sin saber para qué coño sirve terra) y, lo más importante, manga ancha para organizarse como buenamente les apeteciera, dado que las injerencias de los especuladores se retiraron con el rabito entre las piernas. Y ahora vuelven, sí, pero los usuarios ya estamos educados, ya no consentimos que nos vendan aire: o nos ofrecen servicios decentes, o nos dan cosas gratis (de ahí también lo rematadamente estúpido de sus candados), o se van a morir del asco. Todo, absolutamente todo lo que vale la pena en la Red de hoy está centrado en el usuario: en su satisfacción y en su participación. Porque se da el caso de que las reglas de la aritmética no se aplican, que 1 + 1, cuando de colaboración entre usuarios se trata, no es igual a 2, es igual a 3, y 500 + 500 es igual a 5000. ¿Y qué pasará cuando estemos todos conectados? Pues no sé, pero se me antoja que a lo mejor desaparecen los gobiernos, dado que no los vamos a necesitar. ¿Nos lo permitirán? Quizás peque de optimista, pero desde mi perspectiva, las oligarquías que nos gobiernan (y esto, en mayor o menor medida, vale para todos los mundos, independientemente del ordinal que los acompañe) son pescadillas que se muerden la cola porque se alimentan del mercado, y las prácticas mercantiles están cambiando (del mismo modo que lo están haciendo las prácticas culturales): hay que engordar a la bicha, pero si a la bicha le das sólo comida basura le acabarán reventando las venas de tanto colesterol. La bicha, por su parte, tampoco es idiota, prefiere «nova cuina» a «fast food», ni la oligarquía actúa en bloque o es homogénea y constante en el tiempo (a diferencia de los usuarios, que parecen cada vez más unánimes en que están hartos de mierda que les esquilma el bolsillo y condena al Prozac). Las empresas que lo entienden, se forran, y las que no, pierden cuota de mercado. «Don’t do evil» (http://investor.google.com/conduct.html) no significa ‘no siembres el mal’ (que se lo pregunten a Microsoft), significa ‘no le toques las pelotas al usuario’. Y el usuario manda, es un error dar las cosas por sentadas: Google Video no tiene la misma penetración que You Tube, y el diario El Mundo, en su versión digital, se merienda a El País (la necedad de Prisa es, por supuesto, incomparable con la claridad de ideas de todo lo Google, pero valen como ejemplos de que a los usuarios nos la pelan las marcas, queremos buenos servicios). El futuro de Internet brilla, de qué manera, y más que va a brillar cuantos más usuarios seamos. Quien no entienda eso, ya se puede hinchar a invertir millones, que le explotará otra vez la burbuja en la cara. Y quien lo entienda, bienvenidos sus euros: se multiplicarán, a modo de la parábola de los contenidos y los usuarios.Un saludo,

    26 abril 2006 | 11:02

Los comentarios están cerrados.