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Sobre el sexo oral y las arcadas

¿Sabéis de qué estoy harta? De las mamadas que te producen arcadas. No porque sea la reacción que desencadenan, no, sino por el tío de turno que te agarra el pelo de la nuca y te empuja la cabeza hacia su entrepierna, como si quisiera fusionarte con su cuerpo haciendo de tu cabeza un tercer testículo, hasta que, cuando ve que empiezas a regurgitar, relaja la presión.

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Lo que podemos reconocerle a las películas eróticas es que han construido una imagen para que una arcada en plena felación resulte estimulante para ellos, llegando incluso a tener una categoría específica de mujeres que las sufren practicando sexo oral. Y lo más fuerte es que es una de las categorías más vistas. ¿Gracias, porno? Todo lo contrario.

A fin de cuentas, una arcada es una reacción del cuerpo, unas contracciones de los músculos respiratorios y abdominales que realiza para provocar el vómito, movimientos que se han vuelto muy populares gracias al cine para adultos. Pero, si te paras a pensarlo, ¿cómo reaccionaríamos si tuviéramos una arcada y jamás hubiera aparecido en el porno?

-Ghhhhhh
-Perdona, Laura. ¿Estás bien?
-Real que casi echo las lentejas
-Tía, no te la metas tanto a ver si vas a potar
-Jajaja ¿te imaginas?

En mi cabeza así sería la reacción normal que tendríamos al respecto sin la ‘arcadización’ de las felaciones.

Imaginemos un caso a la inversa y que cada vez que nos hicieran un cunilingus, si apretáramos más su cabeza contra nosotras, les produjera un estornudo. A nadie le excita que las reacciones naturales del cuerpo hagan acto de presencia.

Que se empiece a toser o estornudar te saca del momento. Incluso si en pleno polvo a alguien le empezaran a dar arcadas nos preocuparíamos bastante (así como escaparíamos del alcance de un posible vómito).

Pero volvamos a ese chico que empieza a estornudar comiéndole todo a su novia. Imaginad que llega un director, decide hacer de eso algo erótico y se pone a grabar escenas constantemente de chicos estornudando mientras bajan al pilón.

¿No os parecería preocupante que una persona tuviera que estar estornudando hasta cinco o seis veces? Parece algo no solo agotador para el pobre chaval que tuviera que practicarlo, sino poco morboso (no conozco ninguna parafilia que consista en ver a gente estornudando).

Una encuesta rápida entre mis amigas, compañeras y hasta seguidoras, me confirma lo que llevo comprobando desde la primera vez que me tocaron la campanilla, las arcadas nos cortan el rollo.

De hecho, hay quienes se emocionan tanto en conseguir la ansiada reacción de película que hacen que termines medio asfixiada, algo que, creedme, hará que nos lo pensemos dos veces antes de volver a pasaros por la cama.

«Me encanta ver cómo disfrutas», se atreve a decir más de uno mientras notas cómo la tortilla del mediodía está empezando a emprender su camino hacia tu boca. Así que si todavía no ha quedado claro, lo voy a repetir: no disfrutamos.

Si de algo me siento afortunada es de haber entendido que, por mucho que el porno marque un camino, yo no tengo por qué seguirlo si no estoy cómoda físicamente o si no lo comparto por mis principios.

Y, os digo desde ya, que tener que sufrir espasmos no es algo que esté dispuesta a hacer. Rebelaos. Que las arcadas vuelvan a recuperar su significado y sucedan solo si hemos comido algo en mal estado.

Ya está bien de seguir promoviendo la imagen de que produce morbo ver mujeres sufriendo. La sensibilidad por parte de muchos hombres cada vez brilla más por su ausencia y lo que empieza por algo tan simple como puede ser tener una arcada chupándola termina en un grupo violando a una mujer.

¿Y todo por qué? Porque han aprendido que, si le salen lágrimas, está sin aire y se encuentra incómoda, es excitante.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).

Los errores que cometes (sin saberlo) cuando le haces una felación

¿Recuerdas lo que te costó de pequeña aprender a comer un helado sin mancharte? Tenías que evaluar rápidamente la forma, dimensiones y textura del dulce para saber cuándo y dónde dar el estratégico lametazo y evitar la traicionera mancha que tendía a acabar en tu camiseta.

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Con el tiempo descubres que si bien una felación no es exactamente lo mismo, es parecido. Tiene su aquel mucho más allá de lo que nos parece en un primer momento tan sencillo como llevarnos algo a la boca.

Yo, que soy curiosa por naturaleza hice de la pornografía la maestra sexual que no había tenido en cuando a técnica de sexo oral se refiere. Y ante la duda, ni corta ni perezosa, preguntaba si aquella era la forma correcta o podía mejorar de alguna manera.

Como de preguntona también tengo bastante, he querido reunir los que son, según ellos, los errores que cometemos cuando bajamos.

  1. No mostrar una buena predisposición: tiene que entrarnos en la cabeza que una felación no es solo un preliminar al que dedicarle unos segundos y ya está. Al igual que le dedicamos su rato a confeccionar un currículum en el sexo oral también tenemos que entregarnos totalmente. Hay que darlo todo desde el minuto uno y recordar que las cosas no están bien por hechas sino por bien hechas. De modo que si no estás convencida es mejor que no bajes a que lo hagas con…
  2. Cara de asco. Eso de estar haciéndolo y que se te note a disgusto es algo que no pasa desapercibido (por mucho que pienses que estás disimulando divinamente). Es mejor que digas en un primer momento que es algo con lo que no te sientes cómoda. De todas formas, recuerda que el sexo (sea como sea) no tiene nada de vergonzoso y que se trata de pasarlo bien.
  3. Ir a saco. Vale que a veces el momento te pide aquí te pillo aquí te absorbo el pepinillo. Tómate tu tiempo y prepara el terreno para la que se avecina.
  4. No cubrir los dientes. Imagínate restregando tu brazo contra una lija. Cuando notan tus dientes deslizándose tienen una sensación parecida. Puedes evitarlo fácilmente si los escondes con los labios. Dientes no, lengua sí.
  5. No usar las manos que son un aliado excelente. Además de que te resultará más fácil manejarte puedes hacer las combinaciones que se te ocurran: con ambas, con dos dedos, entre el índice y el dedo medio… Aunque tampoco te motives con el tronco porque uno de los grandes errores es…
  6. Olvidarse de la punta. Y es que esa zona de carne rosada es la zona más sensible y a la que tendrás que dedicarte especialmente con mimo y paciencia. Recuerda que su sensibilidad puede hacer que moleste si…
  7. Frotas sin lubricar previamente. Puedes hacerlo elegantemente mientras chupas, de manera más atrevida si te chupas un par de dedos y luego bajas o escupiendo directamente si lo que os va es el rollo duro.
  8. No controlar los mofletes es otro de los errores que no controlamos al principio. Las mejillas no puedes dejarlas flácidas como cuando te las pellizca tu abuela. No es necesario que sorbas como si estuvieras tratando de terminar el granizado de limón en un día caluroso, pero sí que crees dentro de tu boca sensación de vacío, que es la clave para que la succión resulte placentera. Eso sí, debes hacerlo con conocimiento de causa ya que…
  9. Succionar los testículos es doloroso. Nada de querer hacerle un chupetón en esa zona. Limítate a lamerlos, acariciarlos o metértelos en la boca.
  10. Responder borde si te agarra de la cabeza para que te la metas hasta el fondo. Vale que igual no es la sensación más placentera del mundo, pero es mejor si le quitas la mano sutilmente y la apartas que si en medio de la felación le sueltas un «¿Pero qué narices haces?». Si no capta la indirecta de que te suelte le dices, amablemente, que quieres encargarte tú.

Recuerda que en la dieta, en el sexo, en el armario y en la vida en general está en la variedad el gusto.

Duquesa Doslabios.

Guía útil para mamar como toca

Querid@s,

Qué importante es comer bien. Hablo de venéreos penes o suculentas pollas, qué más dará. Personalmente me considero/soy una comepollas, aunque no me instruí oportunamente hasta bien entrados los treinta. En cuanto a mis flirteos con las bajas pasiones masculinas no te vayas a pensar que me paso el día entregada a la rijosa causa, pero en esta vida a veces lo mejor que una puede hacer en un momento dado es abrir la boca, cerrar los ojos y tragar. Todo. Hasta el fondo. Y que sea lo que Dios quiera.

Linda Lovelace en Garganta Profunda

Mil y una son las motivaciones que nos alientan a aplicarnos con afán y dedicación al versado arte de mamar. Uno o una chupa con capricho y paladar porque es preciosa y sientes un implacable deseo de que sea toda para ti, porque el muy iluminado de tu amante no deja de empujarte la cabeza hacia abajo y ya que estás pues tragas, porque te hallas viviendo uno de esos momentos de tedio y por aquello de amenizar la velada, porque sí y punto pelota, para sentir cómo tus labios conversan con ella y sientes que apenas ha pasado un instante y su inmensidad caliente y humana inunda tu boca, explota todo su ser y acaba desahogándose en tu garganta. O porque simplemente también eres un/a comepollas como yo. Quizás sea la codicia la que se apodera de ti y te abandonas al arte de mamar para que en un quid pro quo de honestidad brutal te pague con la misma moneda y acabe comiéndote él a ti. Un win win que les gusta decir a los americanos. Sean los que sean los tus motivos personales he aquí mi granito de arena al sublime talento de la fellatio a través de esta practiquísima guía para comer sabiamente. Vamos por partes, como diría aquel bárbaro llamado Jack.

Hito número 1: Despójate de los miedos

La polla no es el enemigo. Repítetelo cual mantra sexual en voz alta mientras te miras fijamente en el espejo y te lo crees a pies juntillas. No abandones este cántico genital hasta que cause un impacto total en tu mente, es decir, hasta que le pierdas completamente el miedo al miembro viril. Una vez te sientas como Juan Sin Miedo da un nuevo paso adelante y achucha vigorosamente la idea de estrechar lazos más íntimos con el ella. Ábrete al ejemplar en cuestión y pronto descubrirás que se doblegará ante ti ante la mínima muestra de cariño y afecto.

Una vez te estés riendo en la cara del peligro frota, frota y vuelve a frotar sus pantalones como si fuera un perrito al que tienes mucho cariño. No te entretengas demasiado con las caricias, desabróchale el cinturón (si procede), bájale los pantalones con diligencia y ponte a la faena que la mamada es para hoy.

Hito número 2: Chupar/mamar como si te fuera la vida en ello. ¿Cómo te explicaría yo a lo que me refiero? Un supuesto; digamos que por fin ha llegado el día de la Apocalipsis zombie, en cuyo caso literalmente no hay un mañana para la humanidad, y esa belleza que se muestra ante ti fuera la única y última polla disponible sobre la faz del condenado planeta. ¿Me captas?

Presta atención ahora a la idiosincrasia del pene. Que yo sepa no es una gelatina, no es una pajita o un spaguetti, ni tampoco es un pincho moruno o un flash de la infancia. Simplemente es una polla, de toda la vida. De gran talento o de ridículas dimensiones, pero polla al fin y al cabo. Y como tal has de tratarla. Cógela con garbo, gracia y gentileza. Ya que estás con la actitud añádele una pizca de sensualidad, cuarto y mitad de ganas y toda la pasión que sientes por las cosas bien hechas y por las que te recordarán los tuyos cuando te hayas ido.

Hito número 3: Limpieza de los bajos fondos

Procede sin más dilación a una limpieza épica del cimbrel. Seas dama o caballero has de entregarte al desempeño del francés con carácter saleroso, generoso y dispuesto. Si tal es el brío con el que deleitas a tu pareja sexual probablemente surjan minucias como que se te desencaja la mandíbula o te entran arcadas. Daños colaterales, no le des más importancia y tú a lo tuyo.

Hito número 4: Mirada lasciva al canto. 

En general suele ocurrir que cuando estamos chupando nos da por cerrar los ojos, intuyo que con la intención de concentrarnos por completo en la mamada en sí. Yo te animo a que pruebes lo contrario y mantengas los ojos bien abiertos. Penétrale con una mirada lasciva de esas que dicen hola mi amor soy yo tu lob@, quiero tenerte cerca para comerte mejor mientras te la metes en la boca, la besas con tus labios, la humedeces y te la llevas hasta lo más profundo de la garganta.

Hito número 5: No muerdas, ¿por qué muerdes?

Haz como si no tuvieras dientes y si has de morder que sea únicamente sobre la tela del pantalón o del calzoncillo. Dientes en el prepucio nunca jamás de los jamases. Que duele un huevo y parte del otro.

Hito número 6: ¿Comer huevos?

Gran dilema donde los haya, sí querid@s. El asunto de que a uno le coman las pelotas también es cuestión de gustos. Ya cometamos hace unos meses que existen hombres a los que no les gusta nada que les chupen las pelotas o el pene y despellejamos la rareza de esa desgana por el capricho que supone para la mayoría de los mortales que a uno se la chupen. Antes de ponerte a con laa bolsitas colgantes pregunta al propietario si son comestibles o no. Si la respuesta es afirmativa hunde tu cabeza entre sus piernas y métete una en la boca, chúpala hasta dejarla bien mojada y devuélvela a su sitio. Haz lo mismo con la otra y repite hasta que lo consideres oportuno o hasta que a él se le desgasten las pelotas.

Hito número 7: La mamada propiamente dicha

  1. Primero regálale unos cuantos ósculos y lamidas pequeñitas por todas partes.
  2. Recórrela de arriba a abajo con la lengua. Deja la impronta de tu legua y que se note su humedad y su calor. Repite el recorrido. Puedes empezar ya si quieres a tocarle las pelotas.
  3. Métetela en la boca y chúpala con vigor, decisión y serenidad. Sácala. Repite este proceso e intenta combinar distintas velocidades e intensidades. Un toque de innovación en este sentido te garantizará el éxito.
  4. Es el momento ideal para que intervengan tus manos. Mientras sujetas o masturbas la base del pene con tu mano continúa chupando hasta nueva orden.

¿Y cuándo es eso? Cuando tiemble y crezca hasta que esté tan hinchada y tan dura que parezca que va a explotar. Entonces succiónala y hazle una de garganta profunda. Te recuerdo que sin arcada no hay mamada. Si le dejas con el orgasmo casi a puntito más de una vez recordará tu felación por toda la eternidad. Una vez que toda esa máquina sexual esté a puntito de reventar de ganas prepárate para la gran corrida.

Hito número 8: ¿Y la corrida…adónde va a parar?

La verdad es que casi cualquier sitio vale, pero a todos ellos les pone cantiduvi diseminar su particular leche blanquecina y viscosa en boca, cara, tetas, culo o coño. Básicamente, dónde le dejes. Lo de tragarse el semen, allá cada cual con su dieta. No es estrictamente necesario, pero recuerda que según los estudios beber semen pone el corazón feliz, contento y lleno de alegría. Para tu cultura general, he aquí las múltiples cualidades este producto sin par.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

Los mejores consejos sexuales para ellas según distintos países

Querid@s,

Vamos a dar una vuelta alrededor del mundo para ver cómo se lo montan en otros países.

¡Aya vamos!

AUSTRALIA dice que la regla número 1 para una buena mamada es utilizar boca y manos a la misma vez.

CHILE dice que nunca se ha de comer coliflor o chocolate antes de practicar sexo. La coliflor produce gases y el chocolate reduce temporalmente la libido y el apetito sexual femeninos.

VIETNAM dice que hay que mantener los ojos abiertos durante el acto sexual.

GRECIA dice que los amantes han de compartir sus fantasías. ¿Sexuales? Estas son las mías.

INDONESIA dice que para hacer el amor, mejor el suelo.

ALEMANIA dice que hay que sujetar el pene con la mano y hacer como quien ajusta un tornillo mientras se masturba el pene de arriba a abajo. La otra mano libre, a los testículos.

ITALIA dice que un poco de sexting cochino antes de una cita siempre es una buena idea.

LITUANIA dice que para una fellatio de élite hay que hacer lo que se conoce como la triple aspiradora: lleva la punta del pene hasta la boca y succiona hasta que se hundan las mejillas. Ve descendiendo hasta la base del pene sin abandonar la succión. ¡Siempre funciona!

FRANCIA dice que únicamente hay que hacer el amor con el hombre que se ama.

Seguimos…

MÉXICO dice que el sexo ha de entenderse como una forma de hacer ejercicio. Desde luego es mucho más divertido que hacer sentadillas.

FILIPINAS dice que cuando tengáis sexo en la ducha él tiene que sentarse en la bañera. Tú arrodíllate dándole la espalda. Déjate hacer mientras echas mano de  la alcachofa de la ducha para una estimulación extra el clítoris.

UCRANIA dice que hay que explorar en solitario el propio cuerpo y las zonas erógenas. Ya en compañía, hacerlas realidad y pasar a la acción.

REINO UNIDO dice que tenemos que dejar de preocuparnos de si nos huele el negocio a flores o si nos sobra o no pelo ahí abajo. A ellos no les importa, eso dicen, y nosotras disfrutaremos más cuando nos olvidemos del asunto.

¡A follar a follar que el mundo se va a acabar!

¿Es usted hombre y no le gusta que le chupen las pelotas o el pene? ¿Es usted un bicho raro?

Querid@s,

Yo creo que sí, que es raro de cojones, pero es solo mi humilde opinión. Me he puesto manos a la obra en mi particular empresa de hallar la respuesta a esta incógnita. Para ello me he sumergido durante horas en Internet y he encontrado poca o ninguna literatura acerca del dilema que les planteo en el título. Menos mal que he encontrado Forocoches, que además de ser la comunidad online más grande de España con 600.000 usuarios registrados y 200.000 cuentas activas, es el estercolero del ciberespacio donde encontrará lo peor de cada casa. Eso sí, gente sincera. Aquí los trolls foreros gozan de un anonimato tan real que acojona y pone los pelos de punta. Se vierten comentarios descontrolados, de mal gusto, incluso ilegales.

Bajo el titulo «No me gusta que me la chupen», un tipo que dice llamarse Ninotchka se sincera con los foreros y abre su corazón diciendo:

Es lo que me ha dicho un amigo esta mañana y me he quedado x1000 hay que decir que este chico solo ha tenido una pareja sexual en toda su vida, su actual novia, con la que lleva años.

El caso es que llevo todo el día con esto rondando por la cabeza, no veo nada normal lo de mi amigo, a todos los tíos que conozco les encanta y el dice que es algo que «no le mola».

Lo escribo aquí porque me han dicho que este foro es un campo de nabos y me interesan las opiniones masculinas, así que por eso os pregunto a vosotros… ¿Es normal lo de mi amigo? ¿Os pasa a alguno de vosotros?

El forero obtiene un vasto compendio de respuestas a su duda. No las he leído todas, pero al pobre le acusan y le dicen de todo: que tiene una novia desastrosa practicando el noble arte de la cetrería, que es raro de pelotas, que las mujeres somos todas unas putas, que lo que pasa es que la novia le deja el nabo como un pantalón de pana, que es gay, que es un troll, que es una chica fea que se hace pasar por hombre, etc… Los menos le apoyan diciéndole que eso de chuparla es algo humillante para la mujer, y le hace sentir vergüenza, o que lo de que te la chupen está sobrevalorado. El comentario #136 cierra diciendo algo no cuadra. Como ven, hay opiniones para todos los  gustos.

Personalmente y basándome en mi experiencia, siempre he creído firmemente que a los hombres en general y a todos en particular les excitaba que les chupen sensualmente y suavemente los huevos, o les laman el pene. También creía firmemente que cuando se le practica sexo oral a un hombre mientras se le mira a los ojos, el deseo se dispara en él al ver la pasión y la complicidad. Creía que era algo único, de lo mejorcito que le podía pasar a uno. Pero parece ser que me equivoco, que no a todos los hombres les va eso del sexo oral.

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Linda Lovelace en Garganta Profunda

¿Ustedes se excitan cuando alguien les hace eso? ¿Qué sensaciones sienten?

Algunos hombres, como el supuesto amigo del forero Ninotchka (vamos, el propio Ninotchka) no toleraba (el comentario data de 2008) que le chupasen los testículos, esos sensibles contenedores de amor y de vida. Entiendo que hay que tener cuidado con ellos al aproximarse a esta zona hipersensible a cualquier tocamiento, roce o mordisqueo excesivo, y que en el momento de mamar es mejor no enseñar dientes. Sé que hay que tratarlos con esmerada delicadeza. Nada de chupetones de pelotas que acojonan, nada de tirones como los que se daban en las orejas en los  días de cumpleaños y nada de procurarles succiones salvajes.

Las mamadas no son mucho mejor. A algunos hombres también les incomodan las cosquillitas que producen las mamadas y no ven nada sexy en el acto de meterse las pelotas de uno en la boca. Otros detestan esa mezcla de babas, ruido y la constante amenaza de unos dientes como los de Drácula acechando al pobre capullo.

Creo que lo que ocurre es que lo que no les gusta es que se la coman mal. Es decir, cuando se trata al pene como si fuera uno más, como si estuviéramos ante un ser inerte que ni siente ni padece y le damos un trato impersonal y autómata. Al pene, como a la vagina, hay que tratarlo con mimo, respeto y muchísimo cariño. Por ello la mamada (al igual que el cunnilingus) ha de ser generosa, desinteresada, elaborada con calma y atención; y con muchas ganas de pasarlo bien.

Desde luego, una mamada realizada con desgana pocas veces funciona y no suele terminar en corrida. Tanto en la vida como en el arte de mamar, hay que ponerle corazón y pasión, sino es mejor hacer una paja. Ser descuidada y brutita con los dientes tampoco ayuda. A veces las mujeres (al carecer de polla) no somos conscientes de lo terriblemente sensible que es todo el falo, y nos entregamos tanto a la causa y nos emocionamos tantísimo por tener es polla en nuestro poder, que nos pasamos sin darnos cuenta. Pero digo yo que si no le gusta, mejor dígalo. Que para algo tienen boca.

Que follen mucho y mejor.

Pokémon GO: Buscaba un pokémon y pilla a una pareja teniendo sexo

Querid@s,

Hay modas que jamás lograre entender, como la de Pokémon Go, vamos, lo que viene siendo capturar al vuelo pokémons con el móvil.

pokemon

La Fiebre del Pokémon está yendo demasiado lejos, a la gente se le está yendo el asunto un poco de las manos. El popular juego de Nintendo ya ha provocado una estampida en Nueva York , sido testigo de cómo un jugador ha escalado un hotel de Barcelona apara atrapar pokémon, y en Florida un hombre ha disparado contra dos jóvenes que jugaban ‘Pokémon GO’. ¿Estamos locos o qué?

Pero para locura la que alguien anónimo ha montado en las redes sociales.

Todo ocurrió en la avenida Rómulo Bentacourt, en Santo Domingo, cuando un joven se dedicaba a cazar algún pokémon y sin comerlo ni beberlo se topó con esta escena que decide grabar y subir a las redes. Con dos cojones. En el vídeo puede verse nítida y claramente la silueta de un hombre y una mujer desatando el estrés laboral tras una durísima jornada de trabajo. Al finalizar el fogoso coito, ella se arrodilla para regalarle una felación. Este impagable documento audiovisual se ha hecho viral y ha desencadenado un escandaloso revuelo nacional en la República Dominicana. Aquí lo tienen.

No le basta al jugador de Pokémon con grabar la escenita, sino que la cuelga por todas partes. Para mas INRI, acompaña la grabación con toda la explicación de la falla. ¿Creen que este joven ha obrado bien o mal? Sé que no me la han pedido, pero les daré mi opinión. Pase que grabe a una pareja follando en la oficina, es algo insólito que no vemos todos los días. Pase que se jacte del coito con sus colegas. ¿Pero subirlo a las redes sociales? Eso creo que ya no tiene pase. Eso no, eso sí que no. ¿Cómo lo ven ustedes? ¿Habrían hecho lo mismo? Solo espero que a la parejita no la pongan de patitas en la calle por culpa de la gracia del jugador. Fisgón. Mirón.

Se sabe que los incendiarios protagonistas del vídeo son empleados de la ya afamada consultora Bextro, pues se han reconocido la escena del viral polvo como las oficinas de la misma. Al parecer los fogosos amantes no se habrían percatado de que aunque el amor es ciego, los vecinos no son, dado que los cristales de las oficinas son tintados. Pero, y aquí es donde se les ha fastidiado el invento – no creo que fuera la primera vez que copulaban en la oficina-, la película que cubre el cristal y evita ver lo que ocurre al otro lado de la ventana sólo funciona de día. emoji

 

Por su parte, imagino que avergonzada de lo sucedido y temerosa de la fama que lo acontecido pueda otorgarle, la consultora ha pedido perdón en las redes sociales y ha asegurado que la situación será investigada para sancionar al empleado fisgón. Ahora, Pokémon, el joven anónimo y la pareja folladora están en boca de toda República Dominicana, incluso del mundo entero. Como la Gozadera. La cosa esta bien dura, la cosa esta divina…

Hacer el amor en la oficina no está mal, simplemente ándense con ojo y que no les pillen.

Y ahora…a bailar..

Miami me lo confirmo
Puerto Rico me lo regaló
Dominicana ya repicó
Y del caribe somos tú y yo
Y se formó la gozadera

Que follen mucho y mejor.

¿Nunca le han hecho una mamada, Zuckerberg?

Querid@s,

Facebook lo vuelve hacer. Vuelve a censurar. El gigante de Mark Zuckerberg no sabe por dónde va y el rollito moralista parece que le afecta más de la cuenta. Esta vez le ha tocado a un cuadro de 1964 por considerar su contenido demasiado explícito. Creación de la artista belga Evelyne Axell, lleva por título Ice Cream (Helado) y está expuesto en el Museo de Arte de Filadelfia.

Les ruego que lo observen un rato. ¿Qué hay de dañino o feo en este cuadro? ¿Me lo puede explicar alguien? El lienzo es a todas luces inofensivo. Retrata a una mujer chupando un helado con los ojos cerrados. La chica parece estar disfrutando del dulce placer de comerse un helado. Al verlo me dan ganas de comerme uno yo también y me recuerda que el verano está cada vez más cerca. ¡Qué ganas! Me gusta el contraste de su rosto en tonos grises y el resto del cuadro representado con colores vivos. Y me hace gracia ese chorretón de helado que cae por el cono y hasta le mancha la mano.

Pues ahora va Facebook, que siempre hace de su capa un sayo, y decide una semana después su publicación, retirarla del muro del Museo de Arte de Filadelfia por considerarla demasiado sugerente y violar las normas del caralibro. Qué duda cabe que esta artista es provocadora y su cuadro también lo es. Qué duda cabe también que no hay que ser muy listo para leer entre líneas y acabar interpretando esta chorreante pintura como una alegoría de la liberación de la mujer. Me da a mí que este es la auténtica censura.

Pero no entiendo el miedo, el peligro que puede representar esta alegoría. ¿Una mujer chupando pene y gozándosela? ¿Qué pasa Zuckerberg, qué nunca le han hecho una mamada?

facebook

Sepan ustedes que colgadas en el muro del censurado museo, había obras mucho más explícitas que Ice Cream. Eso sí, esta provocadora pintura, como casi toda su obra, desafía las convenciones artísticas y simboliza el liberado y característico espíritu lúdico de la revolución sexual de 1960.

 La obra de Axell se interpreta a menudo como una crítica al mainstream del pop, en el que las mujeres muchas veces se representan como objetos pasivos, puros elementos decorativos. Como una lampara o un jarrón.

Por el contrario, la belga destaca por representar en sus obras mujeres activas y seguras de sí mismas que persiguen su propia satisfacción y placer, como la protagonista de Ice Cream, que descaradamente disfruta de su chorreante helado.

Como ocurre con toda censura, más que acallar opiniones y evitar debate sobre el cuadro, ha avivado la llama y lo ha convertido en viral en pocos minutos, generado decenas de comentarios entre los internautas que se vieron sumergidos en un acalorado debate sobre la censura. A pesar de Facebook (que por ahora no tiene tanto poder) pueden disfrutar de Ice Cream y muchas otras obras en el Museo de Filadelfia. Le pese a quien le pese.

Que follen mucho y mejor. Usted también Mr. Zuckerberg.

¿Por qué las mujeres no entran a los hombres?

Querid@s,

Aprovecho la polémica desatada entre los más activos de los lectores de este blog. Discutían por estos lares algunos sobre por qué las mujeres no entran a los hombres.

Antes de adentrarnos en este terreno pantanoso, definamos que entendemos cada uno por entrar.

A. ¿Entrar es presentarse a alguien, demostrar interés en conocerle, levantar el teléfono y quedar para tomar algo?

B. ¿Entrar es acercarse en un bar/discoteca/pub (sobri@ o ebri@), quizás más de la cuenta, arrimar cebolleta y meter morro a la primera de cambio?

C. ¿Las dos cosas son entrar?

D. ¿Entrar no es nada de esto? Defina entrar.

He decirles que muchas féminas entran a los hombres, pero es cierto que la mayoría no lo hace. La mayoría de nosotras esperamos a que nos liguen, esperamos a que un caballero nos corteje y a que sea él quien mueva ficha. Pero no todas somos así. Ya les aseguro yo que a las mujeres no se las puede poner a todas en el mismo saco, pero creo aquella mujer que no entra a un hombre es:

A. Porque ese hombre no le gusta tanto.

B. Porque le puede la vergüenza y antes de sufrir en carnes propias una cobra es capaz de dejarlo escapar. Personalmente prefiero ahorrarme que me hagan una cobra o me den un abrazo koala. No quiero ser la pagafantas de turno, rol que por tradición histórica encajan mejor ellos que ellas. Por aquello de que están más acostumbrados que nosotras.

C. Porque su autoestima puede mejorarse: Una mujer segura de si misma, sin miedos, entra. Y por la puerta grande.

D. Porque tiene miedo al rechazo. Una mujer no entra (salvo que esté loca o borracha como una cuba) si no las tiene todas consigo. No es culpa de nadie, simplemente estamos acostumbradas desde que el mundo es mundo a que el hombre sea el que dé el primer paso, el que nos corteje y el que muestre interés. Por follar o por amor.

Mi madre (que no tiene razón en todo lo que dice, pero ante todo es mi madre) siempre me ha dicho que no tengo que ir detrás de ningún hombre. Mi abuela me decía «Al que le gustes lo sabrás y tan pesado será, que no te dejará en paz.»  Mi  abuela tampoco tenía razón, pero también me decía una verdad como un puño Sabe más el diablo por viejo que por diablo. ¿Qué quiero decir con esto? La educación, la cultura, la tradición y la religión tienen mucho que ver, nos guste o no.

No olvidemos que en la época de nuestros abuelos el divorcio era inaudito, incluso si la mujer era víctima de malos tratos. Menos mal que ya no lo es, aunque demasiadas mujeres tengan que seguir lidiando con la violencia de género. Hace treinta años los gays no estaban bien vistos. Menos mal que cada vez hay menos personas homófobas, que por pocas que sean, siempre serán demasiadas. No se puede cambiar toda esta herencia histórica en dos días, ojalá. Y si queremos, dejemos de ver paja en el ojo ajeno y empecemos por uno mismo. Yo empezaré por prometerles que al próximo hombre que me atraiga me lo ligaré. Aunque casi siempre lo hago, yo ya no me quedo con el «y si». A ustedes mujeres les pido lo mismo. Y a los hombres que hablan demasiado mal de las mujeres que dan el primer paso, que no se les llene la boca degradándolas a ellas y a su iniciativa.

Pero no vayan todos de modernos. Más de una vez he escuchado como hombres tachaban de zorras, frescas, guarrillas, putas a la mujer que da el primer paso y se lanza. No nos engañemos, la mayoría de los hombres no son tan liberales como creen y no están acostumbrados a que una mujer les ligue. La mayoría de los hombres son cazadores. Como a Cocodrilo Dundee les gusta detectar a la presa, localizarla, compararla con el resto, estudiarla y conquistarla. Si esa misma presa corre en su dirección y se desploma frente a usted y su arma, me lo juego todo a que en eso mismo instante, a muchos, deja de interesarles como mujer. Les ruego que sepan leer entre líneas, no estoy comparándonos con reptiles, aunque algunos de ustedes pienses que somos unas víboras.

Hay mujeres conquistadores, no lo duden. Y muy listas, actúan fastuosamente y conquistan al hombre que desean con tal maestría que les hacen creer que son ellos los que las han conquistado. Bravo.


Y ahora, espero ansiosa tod@s sus críticas. Les ruego que sean constructivas.

Que follen mucho y mejor.

Sin agua y jabón no hay bajada al pilón

Querid@s,

Anda que no nos gusta proporcionar y que nos proporcionen sexo oral, pero les digo que yo no me meto en berenjenales sin asear. Ni me dejo hacer teniendo mis partes como el coño de la Bernarda. Yo, desde luego, sin agua y jabón no me bajo al pilón. No digo que en esos momentos tan fascinantes de aquí te pillo aquí te mato con un partenaire de confianza, me salte la operación higiene, pero para todo lo demás, limpia, fija y da esplendor, como la RAE.

No es lo mismo una polla curiosa que una poco ventilada que huele que alimenta. Está claro que el sexo huele y punto, y así ha de ser. Pero otra cosa es que el asunto de la mandarina huela mal. Si yo no consiento que se amorre nadie si me huele a calamidad, le exijo lo mismo al dueño del pene que voy a hacer mío.

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No hace mucho me vi en el desagradable panorama de ir bajando para hacer lo propio y al aproximarme a las inmediaciones del falo he empezado a notar una aire caliente, cargado y casi nauseabundo que me dieron ganas de suicidarme. Ipsofacto me eché p’atrás y no me quedó otra que dar media vuelta y volverme por donde vine. Disimular, hacer como si nada, pasarme a los besos, las caricias , los tocamientos o consumar el coito rapidito. Porque si no hay demasiada confianza la verdad es que me resulta un tanto violento decirle «te huele fatal». A bacalao, a pescado podrido, a pilila sucia como dice mi madre.

Independientemente de si hay que ponérselo o no, (ya hablaremos de esto), se recomienda ser particularmente higiénico cuando con quien se practica el sexo oral es con un@ desconocid@ o con personas que no son una pareja estable para evitar las puñeteras enfermedades de transmisión sexual. La cosa es bien fácil, nada de rituales imposibles y liturgias enrevesadas.

Ellos

En el caso de ellos basta con una ducha cotidiana y aplicarse agua y jabón a gusto del consumidor en toda la zona exterior del pene, los testículos y el vello genital, además del perineo y el ano. A ver si hay suerte.

descargaEn los hombres no circuncidados, dentro del prepucio tiende a concentrarse una secreción blanca llamada esmegma, que con el tiempo provoca mal olor e incrementa el riesgo de infecciones. Es de agradecer para la pareja evitar que se amontone esa sustancia, por lo que hay que lavar retirando hacia atrás el prepucio y aplicando, con cuidado, agua en la cabeza del pene. Después de la ducha, dejen la zona genital bien sequita.

Ellas

En el caso de ellas, la ducha o baño cotidiano con agua. Unos dicen que hay que enjabonar, otros que hay que aplicar jabón íntimo con un ph neutro, y otros tantos que con agua vamos que nos matamos. Una vez terminad@ la ducha o el checo checo, sequen bien la zona para que las humedades no deriven en indeseables infecciones. No querrá tener candidiasis vaginal.

La persona que vaya a bajarse al pilón puede, aunque no es obligatorio, cumplir con su parte de higiene, en este caso la limpieza bucal.

Dientes limpios y sanos para evitar transmitir bacterias y posibles infecciones a los genitales. Aunque los expertos dicen que sí, opino que después de tener sexo oral, no es necesario que hombres y mujeres nos lavemos inmediatamente. Es una forma perfecta de romper la magia del momento. Salvo que eso sea precisamente lo que buscan.

Sean limpios y aseados. Que nadie les diga que nada le huele a lonja.

Que follen mucho y mejor.