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‘La mayoría de mujeres de occidente tenemos un suelo pélvico estresado y muy tenso’

La primera vez que oí hablar del suelo pélvico fue cuando me interesé por unas bolas chinas en una tienda erótica.

Por lo que me contaron, o empezabas a ejercitarlo a partir de cierta edad, o se terminaría descolgando flácido, como cuando sacas un bizcocho antes de tiempo del horno.

suelo pélvico

PEXELS

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Aquello me generó bastante agobio. ¿Por qué nadie me había hablado antes de la existencia de esta zona de mi cuerpo?

Y lo segundo, ¿cómo podía evitar llegar a ese punto, cuyas consecuencias no conocía, pero me imaginaba que serían terribles?

La neura se me fue pasando porque otras cosas más urgentes llegaron a mi vida (hola, volverme autónoma), pero el desconocimiento seguía ahí.

Así que hablar con Juncal Alzugaray del tema, que es fisioterapeuta especializada en suelo pélvico (es la fundadora de PelviClub.com), ha sido clave para conocer el mío un poco más.

Y, ya de paso relajarme al respecto de que me voy a levantar un día arrastrándolo por el suelo de lo mucho que ha descendido como si fuera un globo medio desinflado.

Lo primero que me comenta la experta es que no solo es el canal de parto. El suelo pélvico «trabaja en equipo con la faja abdominal para sujetar nuestras vísceras abdominopélvicas. Es quien se encarga de sacar para afuera nuestra sangre menstrual, nuestra orina y nuestras heces. Pero tampoco podemos olvidar su función sexual».

Ah, ¿que mi vida sexual está sujeta a algo de lo que apenas sabía nada? Como Juncal afirma «El estado del suelo pélvico repercute directamente sobre la sensibilidad, sobre la lubricación, la elasticidad… Y eso es crucial para todo lo demás.»

«Imagínate que una siente que no lubrica, que le duele el coito o que tiene tal hipersensibilidad en el clítoris que le produce dolor. Esa persona no va a querer comenzar cualquier relación sexual, ni siquiera una mirada, no vaya a ser que se desencadene todo ese infierno. Cualquier disconfort en nuestro suelo pélvico va a tener incidencia directa sobre nuestra salud sexual», dice.

Pero, ¿hasta qué punto es real ese mito de que tenemos que trabajarlo como quien entrena pectorales en el gimnasio para contrarrestar la espalda de la silla del ordenador?

A diferencia de lo que se cree, que lo tenemos débil, Juncal me confirma que en nuestro caso, es todo lo contrario.

«La gran mayoría de las mujeres de occidente tenemos un suelo pélvico estresado y muy tenso».

La copa menstrual, ¿amiga o enemiga?

Y aquí es donde entra la copa menstrual. Es un poco como la pescadilla que se muerde la cola. Sin un suelo pélvico sano, la copa se nos escurriría de la vagina.

Pero, al mismo tiempo, llevarla puesta demasiado tiempo, puede pasarle factura.

«Es importante darle un respiro a nuestro canal vaginal y no utilizar la copa 24 horas al día durante los días que sangramos. La vagina no está preparada para tener todo el rato algo insertado, se cansa, se congestiona y a la larga, puede que se contracture».

Además, la copa menstrual debe adaptarse a nosotras y no al revés. Por eso Juncal recomienda «elegir una copa menstrual adecuada a nuestra anatomía y al estado de nuestra musculatura».

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«Mi recomendación general es que no busquemos ni la más dura, ni la más blanda. Y, a poder ser, una que no sea muy larga. Pero eso es algo muy personal también… Sobre todo, una con la que nos sintamos cómodas».

Sí, aquí es donde las bragas menstruales, otro método que recomiendo, puede apañarte en los días de sangrado.

El mito por excelencia sobre el suelo pélvico es que solo debemos ponernos a trabajarlo tras el embarazo, pero la experta aconseja familiarizarnos con él mucho antes.

«Tenemos que conocer y reconocer esa parte de nuestro cuerpo, porque vivimos muy desconectadas. Tanto tiempo privándonos de nuestro placer ha hecho que desenchufemos esa parte de nuestra anatomía casi a nivel cerebral. Luego ya vendrá el trabajo, si es que hay que hacerlo. Pero integremos el suelo pélvico desde peques, por favor».

Solo de esa forma que propone, volviéndolo algo más de nuestra vida desde el comienzo de ella, conseguiremos que sea algo tan normal como es hablar de la próstata, por ejemplo.

Una razón que, según Juncal, se debe a la gran desigualdad que todavía existe entre hombres y mujeres: «Nuestros cuerpos solo importan como meros objetos bajo la mirada del ‘otro’. Nadie nos ha hablado de pequeñas, de adolescentes de que podemos ser dueñas de nuestro cuerpo, de nuestra sexualidad, de nuestro disfrute. Nadie nos ha dicho que podemos llevar el timón. Nos han llevado a pensar que nuestro cuerpo no nos pertenece».

«Por eso no se nombra, por eso no lo nombran. ¿Te imaginas qué pasaría si fuéramos las amas y señoras de nuestro disfrute? Buah, sueño con un mundo así. Hablemos más de nuestros suelos pélvicos y hablemos más de nuestra sexualidad… Cambiemos el mundo», propone.

¿Te sumas a su revolucionaria invitación?

Mara Mariño

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La copa menstrual que se vacía está muy bien, pero…

Llega un día en el que tu copa menstrual pide la jubilación y es el momento de darle el descanso que se merece después de ser tu fiel compañera en todas y cada una de las batallas (menstruales) a las que os habéis enfrentado juntas.

En mi caso tenía muy claro que su sustituta iba a ser la copa vaciable. Mis ganas de probarla desde que se la compró una de mis amigas eran infinitas.

copa menstrual vaciable

EUREKA CUP

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La principal diferencia, como su nombre indica, es que por mucho que se llene de sangre, puedes verter su contenido sin sacarla.

Gracias al pitorro puedes vaciarla casi en cualquier parte sin tener que preocuparte por llevar siempre contigo una botella de agua y pañuelos de papel en el caso de que no haya lavabo disponible a mano.

A la hora de introducirla es bastante fácil. Solo hay que doblarla y meterla. Ni siquiera hace falta que quede muy lejos del orificio de entrada a la vagina.

Y es que la silicona de las copas nuevas es más blanda que las de primera generación, así que incluso si quedan más cerca de la entrada, no notas ninguna molestia.

¿Cómo vaciar la copa?

El tema fue aprender vaciarla, algo que puse en práctica en una situación bastante extrema: el baño de un tren con el movimiento que eso conlleva, en la postura universal de hacer pis en un baño público medio acuclillada sin tocar la taza.

Consejo: no hagas como yo y dejes la mano debajo de la abertura o te verás jugando al reto de no mancharte la ropa como si salieras de una clase de preescolar de acuarelas.

Es decir, no sueltes el pitorro. Sácalo enfocándolo hacia abajo, mientras aprietas el conducto, y una vez está fuera y bien colocada, relajas la presión de los dedos.

La gravedad hace su trabajo y en unos segundos la tienes completamente vacía (sí, los coágulos de sangre también pasan).

Tal cual terminó de vaciarse -te darás cuenta del momento porque ya no gotea nada-, volví a meter el pitorro, limpié el desaguisado y aquí no ha pasado nada.

Aunque si eres un poco patosa, como yo, o tienes predisposición a mancharte, unas bragas menstruales junto a la copa te sacarán del paso.

Mi opinión es que es un buen sistema para cuando no quieres ponerte a vaciar la copa porque estás fuera de casa y sospechas que tu acceso al agua va a ser limitado (a los festivales les gusta esto).

Aunque también llegué a la conclusión de que la mejor forma de vaciarla era sentada en el váter, ya que ahí la saques hacia donde la saques, no va a manchar el suelo ni la ropa.

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Eso sí, nada de sobrepasar las 8 horas de uso (recuerda que el Síndrome del Shock Tóxico está ahí). Por todo lo demás, no vas a sentir ni padecer.

Respecto al pitorro, una vez le coges el truco, te das cuenta de que es igual de sencillo dejarlo pegado a la copa cuando la llevas puesta, que sacarlo con cuidado.

Intenta no ir con prisas y, en serio, si todavía no lo has hecho, dale una oportunidad a las copas. A la que quieras.

Recuerda que el plástico de tu primer tampón o compresa todavía sigue por ahí, rondando.

Mara Mariño

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Ya hay una copa menstrual que te permite tener sexo (y sin manchar nada)

Hace cinco años empecé a usar la copa menstrual y, desde entonces, hablo maravillas de ella. Es fácil, práctica, perfecta para disfrutar de un día de playa o de spa sin miedo y, sobre todo, respetuosa con el medio ambiente.

PIXABAY

En este tiempo han ido evolucionando. Ahora las encuentras con una especie de pitorro para poder vaciarlas sin tener que sacarlas de dentro, con aplicador y hasta con sistema antiderrames.

Aunque el modelo más sorprendente que he descubierto es aquel que te permite tener relaciones sexuales ¡con ella puesta!

Pero, en un mundo en el que el uso de la copa menstrual está cada vez más extendido, ¿por qué utilizar este modelo? Pilar Ruiz, responsable de Comunicación de Intimina, la marca responsable del Ziggy Cup, la copa pro sexo, nos lo cuenta.

Y es que por mucho que hayamos naturalizado tener relaciones sexuales durante esos días, y como la propia Pilar me confirma según datos del estudio que realizó la marca en 2019, ·todavía parece ser que no son compatibles: «Cerca del 70% de las mujeres considera que no es algo que le guste hacer especialmente durante esos días. De hecho, para los hombres la respuesta es muy similar.»

Que una copa menstrual se pueda llevar mientras se tienen relaciones, ¿es la forma de revertir esta situación?
Hemos lanzado al mercado esta copa menstrual para todas aquellas mujeres que quieren olvidarse de la regla en cualquier momento. De esta forma, las ayudamos a que se sientan más seguras, ofrece total libertad. Es extraplana y diseñada para proporcionar total comodidad, sin importar la actividad que se realice. Es muy suave y fina, y cuenta con un borde doble a prueba de fugas.

¿Por qué crear una copa en concreto que se puede dejar puesta con lo sencillo que es quitarla si se quieren tener relaciones?
Esta copa menstrual no bloquea el canal vaginal, ya que está apoyada contra el cuello uterino, muy similar a como lo hace un diafragma anticonceptivo. De todas formas, puede usarse también como una copa menstrual normal, no solo para mantener relaciones sexuales con la regla. De hecho, recoge el fluido protegiendo hasta 12 horas seguidas gracias a su gran capacidad, independiente de la cantidad de flujo. También está especialmente dirigida a mujeres que tienen el cérvix más alto para una total comodidad.

¿Puede llegar a proporcionar más placer a la mujer en el orgasmo?
Está diseñada para ofrecer un máximo confort sin tener fugas durante las relaciones sexuales. En este caso, no proporciona más placer, pero sí decimos que mantener relaciones sexuales con la regla es beneficioso. Al experimentar estimulación sexual, los niveles de oxitocina del cuerpo aumentan, haciendo que la glándula pituitaria bombee endorfinas que amortiguan cualquier dolor que puedas sentir por los cólicos. Mantener relaciones sexuales durante la menstruación puede aliviar en gran medida las molestias.

¿Es solo para utilizar durante el acto sexual o se puede llevar más horas puesta como es el caso de las copas convencionales?
Puede llevarse hasta 12 horas seguidas. Al igual que las copas menstruales convencionales, ofrece las mismas ventajas: se adapta al cuerpo y no se nota, es ultrasuave, hipoalergénica, se puede guardar en su funda higiénica y es reutilizable hasta dos años.

¿Dónde tenemos que colocarla para que no se note durante el sexo?
Se recomienda tener experiencia previa en el uso de otros modelos de copas menstruales. Si ya tienes práctica con ellas, estos son los pasos que recomendamos:

· Localiza la parte trasera de la copa (o más profunda) y asegúrate que esta parte queda apuntando hacia ti. Aprieta los bordes laterales hasta formar un 8.

· Siéntate cómodamente en el inodoro y relaja tus músculos vaginales. Inserta la parte trasera empujándola con el dedo hacia el coxis. Una vez el borde trasero haya pasado tu cérvix, empuja el borde delantero hacia arriba hasta colocarlo detrás de tu hueso púbico. La copa rodeará tu cérvix y recogerá tu flujo menstrual.

A la hora de introducirla, entiendo que se pliega como una copa cualquiera, pero ¿es sencillo sacarla?
Para extraerla, primero recomendamos lavarse las manos con agua y jabón. Tras ello, la usuaria debe sentarse cómodamente en el inodoro y relajar los músculos vaginales. Después, se tiene que insertar un dedo para enganchar la parte delantera. Posteriormente, hay que deslizar la copa suavemente y paralela al suelo para evitar derrames.

Duquesa Doslabios.

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