Entradas etiquetadas como ‘erotismo’

Algunas precauciones para probar el ‘sploshing’, la práctica erótica más deliciosa

Fíjate si hay relación entre el sexo y la comida que es casi imposible decantarse por una de las opciones, renunciando a la otra.

O, al menos, eso es lo que han averiguado desde LELO -la marca de juguetes eróticos de lujo-, con su último estudio donde pedían elegir y, como resultado, el 56% de los encuestados afirmaron elegir el placer carnal antes del alimentario.

sploshing

PEXELS

(¿Cómo que aún no me sigues en Instagram? Pues venga…)

Comida y sexo están conectadas hasta el punto de que «¿Qué es un beso sino degustar a tu pareja?», reflexiona la sexóloga y escritora Valérie Tasso en el evento organizado este jueves por la empresa sueca en Ditaly.

«La función del beso es ver si nos va a gustar la otra persona, ver si seremos compatibles sexualmente. Tiene mucho de canibalismo sexual», comenta la experta.

De hecho, que la gula se puede llevar también a la cama es algo que demuestra otro de los resultados del estudio que nos explica la sexóloga.

Un 27% personas entre 35 y 46 años fantasean con comida y sexo, lo que tiene nombre propio: sploshing.

Esta práctica erótica, que consiste en la estimulación a través de la comida, va desde el universal juego de untar un poco de nata o helado en alguna parte del cuerpo, a versiones más duras donde se ven involucrados mares de espagueti cubiertos en salsa de tomate.

Un auténtico festín.

Además es otra de las cosas que comparten un encuentro sexual o una comida, con la calidad de la materia prima -es decir, teniendo buenos ingredientes– poco más hace falta.

Que según el estudio el 91% de los españoles no conozcan el sploshing, aunque lo hayan puesto en práctica sin saberlo, hace evidente que hay que repasar una serie de básicos para poder practicarlo sin riesgos.

Recomendaciones de seguridad para el sploshing

Por lo pronto, todo lo que son alimentos picantes -especialmente salsas- deberían estar fuera del menú del encuentro sexual.

Las mucosas, ya de por sí sensibles, pueden verse afectadas hasta el punto de cargarnos por completo la flora íntima vaginal o anal.

Si queremos untar o escoger comida que repartir por el cuerpo, lo recomendable es hacerlo solo de uso externo.

Aunque, como bien me recuerda Valérie, en contextos de BDSM sí hay personas que buscan placer en el dolor, para evitar afectar a la salud, mejor evitar introducir alimentos por la uretra u otros orificios.

Otro ejemplo que se ha vuelto muy popular es el jengibre, cuyo efecto picor parece dar un plus a cualquier práctica, pero, por muy natural que sea, mejor utilizar solo en zonas como «los pezones», aconseja la sexóloga.

(Además, siempre puedes reciclar la raíz más adelante para hacerte una infusión.)

La higiene posterior es fundamental para evitar que los restos se introduzcan por donde no deben -y puedan derivar en una infección-.

Y otra recomendación de seguridad que apunta la experta es la de prestar especial atención a los recipientes que se usan para soportar los alimentos.

En pleno arranque pasional, mejor dejar todo lo que sea de cristal alejado de la zona de acción y optar por platos o fuentes de plástico (u otros materiales flexibles que no corran el riesgo de fracturarse).

Una vez tienes estas recomendaciones claras -y a punto- es el momento de pasar a la acción. Planea con antelación el encuentro, organízate para comprar todo lo necesario (nata, sirope, helado, yogur…) y disfruta.

Porque, como Valérie nos recuerda, también tenemos que implicarnos en la búsqueda de nuevas prácticas cuando estamos en una relación.

«La gente tiene tiempo de buscar un buen restaurante, pero no de trabajar en la intimidad de la pareja», afirma.

¿Te atreves a llevarle la contraria y montarte el show cooking erótico en casa?

Mara Mariño

(Y también puedes seguirme en TikTokTwitter y Facebook).

‘Antes el Salón Erótico de Barcelona era para hombres’

Han sido cuatro años desde la última vez que vine al Salón Erótico de Barcelona. El evento ha cambiado, y yo también. Quizás por eso tenía tanta curiosidad sobre nuestro nuevo encuentro.

mujeres salón erótico barcelona

Producción propia

Hay cosas que siguen igual en el Pabellón del Vall d’Hebron durante los días que dura la cita más caliente de la ciudad condal (ola de calor aparte).

Como el hecho de que se ven más tetas que en una película española o que siempre encuentras a algún asistente masturbándose -más o menos discretamente- en la calle, por los alrededores del lugar.

Pero muchas otras son distintas. Como el público, que esta vez es más joven que nunca. Predominan las parejas de mi quinta y, en lo que menos se paran, es en la parte de los espectáculos eróticos.

Las charlas son el principal reclamo, que han conseguido igualar, por primera vez, la proporción entre asistentes hombres y mujeres.

Las largas colas antes de que den comienzo y que todas las sillas se llenen (e incluso nos tengamos que sentar en el suelo para asistir a muchas de ellas) son la prueba de su popularidad.

De esto es muy consciente Montse Iserte, la sexóloga y coordinadora de actividades del evento: «Antes el salón era para hombres. Y de unos hombres muy específicos».

«Lo está partiendo todo lo que tiene que ver con técnicas eróticas o trabajar el deseo, la gente es lo que está buscando. Cuando hay temática de estas, las aulas se nos llenan», afirma la sexóloga.

Un programa para el gusto de todos ha sido la clave: «Hemos intentado traer más variedad como defensa personal femenina, twerking, trabajar el feminismo y las masculinidades. Aunque también hay clásicos que se repiten año tras año como tuppersex, charlas de erotismo, sensualidad, dificultades sexuales…»

El tema de las nuevas masculinidades, dentro del feminismo, es el que quiere convertirse en el centro de la edición de este año. Las mismas que protagonizan el anuncio del Salón de este año que se convirtió en viral al poco rato de ser posteado.

«Queremos trabajar las masculinidades y darnos cuenta de que los hombres hetero-cis deberían formar parte de este movimiento en vez de tomárselo como un ataque. Es para ayudarles a ellos también a deconstruirse de lo que la sociedad les ha impuesto, con todos los problemas que esto supone en el ámbito sexual y emocional, y reconstruirse para ser más felices y entendernos mejor», dice Montse.

Pero, y aquí entra una de las incongruencias del Salón, ¿es posible apoyar las nuevas masculinidades cuando el tema de la cosificación del cuerpo femenino, sigue siendo el gran protagonista de los shows de la zona porno?

Y lo pregunto porque son casi todo actrices las que dan el espectáculo, al estilo de cualquier película porno, ante un público mayoritariamente masculino.

Te puede interesar leer: ¿Es ético el porno con el que te masturbas?

«El Salón Erótico de Barcelona no deja de ser o había sido siempre una opción de ocio, entretenimiento, espectáculo. Es lo que encuentras cuando se practica sexo en vivo y merece la pena verlo, es algo que no ves en ninguno otro sitio», afirma la coordinadora de actividades.

«Este año en el escenario principal se ven espectáculos super bonitos, trabajados estéticamente y deconstruidos: muchos tipos de pareja y grupos, personas sin erección, etc. Además, una cosa son los espectáculos y otra las charlas. Hay 12 horas seguidas de charlas, estamos yendo mucho más allá de lo que se ve en el escenario y creo que es la forma de llegar a estas personas», declara Montse.

Y, como otros años, siempre te queda la opción de darte una vuelta por la parte superior del pabellón y conocer desde ilustradores a artesanos del cuero, que realizan artículos de BDSM, pasando por propuestas tan curiosas como es la de hacer tu propio book de fotos erótico o llevarte una réplica en bronce o escayola de tus genitales.

Así que sí, tres años de pausa después, el Salón Erótico se ha adaptado. Como me dijo Montse, estamos ante un evento más feminista e inclusivo.

Y aunque queda todavía mucho por recorrer, personalmente, confío en que siga la línea que ha tomado este 2022. Es el camino.

Mara Mariño

(Y también puedes seguirme en Twitter y Facebook).

Un paseo (diferente) por el Museo de la Erótica de Barcelona

Barcelona es sexy. Está mal que lo diga siendo de Madrid, pero la ciudad es como un flechazo a primera vista que no deja de sorprenderte y estimularte.

De ella, siempre quieres más.

Y uno de los rincones que hacen de la ciudad un lugar en el que recordar que estamos para disfrutarnos, es el Museo de la Erótica.

museo erótica Barcelona

Museo de la Erótica

(Inciso: ¿no me sigues en Instagram? ¡Pues corre!)

No hay muchos lugares en Europa de estas características. En Ámsterdam, París o Berlín podemos encontrar sitios similares, pero  yo voy a barrer para casa y contarte por qué, el de la Ciudad Condal, merece una visita.

El museo no pasa desapercibido. Es un lugar curioso en mitad de las Ramblas, un punto de encuentro entre despedidas de soltero, amigas que buscan un plan diferente y parejas de todas las edades.

Pero lo cierto es que no solo está el lado divertido de poder hacerte un selfie de recuerdo en una pared llena de dildos con ventosa (y conseguir que tu amiga te pida que le lleves uno, cuando le mandas la foto).

Me quedo con el recorrido que hacen a través de la historia del erotismo.

Como me explica Sarah Rippert, la propia gerente del museo, es increíble descubrir a través de grabados egipcios o cerámica de Pompeya que en vez de ir hacia delante, hemos avanzado hacia atrás.

A ser mucho más conservadores e ir escondiendo el sexo hasta convertirlo casi en un secreto.

Mo deja de ser curioso ver, de primera mano, lo que era el Onlyfans de antaño: una colección de fotografías eróticas que se mandaban a los soldados en el frente durante la guerra.

Si estos mandaban dinero, recibirían más imágenes de las modelos a cambio.

También resulta interesante analizar los primeros vibradores, más parecidos a unas pinzas de cargar la batería del coche que al estimulador de clítoris que tenemos (casi todas, espero) en casa.

O incluso algunas curiosidades de la propia ciudad de Barcelona, como las ‘carasses’ -unas esculturas con forma de cara femenina que se colocaban en las esquinas de los edificios señalando con su vista los burdeles o la pequeña selección de arte erótico, para que los fans de Picasso disfruten de dos grabados originales la serie Suite 347 del artista.

No falta tampoco una sección dedicada a la pornografía, el BDSM o incluso a los récords Guinness mundiales del sexo.

Te puede interesar: Así es un taller de iniciación al BDSM desde dentro

Como la propia gerente explica:  «En todas las ciudades debería haber un museo así. Si no vemos el erotismo como algo normal, no educaremos a las personas. Y, si todos tuviéramos esta educación, no sería ni un tabú ni tan complicado».

Quizás el hecho de que sea un lugar en el que la erótica se ve casi como un mix entre la parte histórica, artística y luego la parte curiosa o la parte más divertida, no termina de quedar muy claro hasta que punto es un sitio en el que ir a formarse o al que, simplemente, pasar un buen rato.

Lo que sí es cierto es que, justamente por ser un popurrí de tantas cosas, puede dar pie a un sinfín de temas de conversación. Y es algo de lo que el museo, puede sentirse orgulloso.

Mara Mariño

(Y también puedes seguirme en Twitter y Facebook).

Exígete menos en la cama para disfrutar(lo) más

Ya vale de tanto agobio. Vale de pensar que siempre tiene que apetecerte, que tienes que estar de humor.

Vale de exigirte que siempre tengas una erección infinita, la vagina siempre humedecida, los pezones en punta, la libido por las nubes, las ganas disparadas

PEXELS

No siempre va a ser así y no estar en tu momento más sexual, no significa que no puedas disfrutar lo demás.

Así que en vez de que te estreses porque ese día el orgasmo parece no llegar nunca, intenta olvidarte, perderlo de vista.

Se nos pide -o más bien exige- que perfeccionemos todo lo que esté en nuestra mano.

El trabajo, las relaciones de amistad, no olvidarte de ningún cumpleaños, ser la mejor pareja, hija y hermana, sacar tres veces al perro a la calle, tener lo bastante regadas tus plantas.

El nivel de demanda no debería afectar al terreno íntimo, no deberíamos plantearlo como otro campo más en el que lograr los objetivos.

Que si se consiguen, bienvenidos sean.

Pero tampoco hay ningún problema en que, por casualidad o no ser el día o cualquier otra razón que igual ni te viene a la cabeza, no seas capaz de dar el 100% de ti.

El sexo es mucho más que ver a la otra persona como un desafío, un puesto de feria: «Consigue que se corra en dos minutos y te llevas premio».

No funciona así.

El sexo es relajación, escape, pausa, conexión, comunicación, acuerdo y punto de encuentro.

Y si nos quedamos solo con su lado placentero, restándole la importancia a todo lo demás, seguiremos pensando que qué mal no haber logrado llegar y que la experiencia no ha merecido la pena.

Duquesa Doslabios.
(Ya puedes seguirme en Twitter y Facebook).

Necesitamos más lencería erótica masculina (y hombres que se atrevan a llevarla)

Cuando me compré lencería exclusivamente para el sexo fue para mi primera vez.

Y no pude haber elegido peor el diseño: un espantoso culotte con volantes en rosa y gris.

En aquel momento me parecía la mezcla perfecta entre atrevido y naíf, pero a la hora de la verdad ni era cómodo para llevar por debajo de la ropa y encima daba un calor increíble.

MACHOUNDERWEAR

Con los años mis gustos se fueron puliendo. Ya no buscaba tanto el estilo de fantasía, sino transparencias y máxima comodidad, por lo que los tangas de encaje cogieron el relevo.

Hubo incluso una vez que, animada por la perspectiva de ampliar horizontes, me hice con uno de esos diseños tipo body que se podían enganchar con las medias.

He de admitir que, por mucho que tuviera que dedicarle un buen rato a descifrar dónde iba cada extremo, verlo en acción merecía mucho la pena.

Sujetadores con tiras cruzadas, picardías, medias altas… En todos estos años en los que pasaba por mi cajón de ropa interior una variedad de diseños digna de desfile de Victoria’s Secret, lo que lucían mis acompañantes masculinos para esas situaciones era casi lo mismo.

El clásico boxer de algodón tipo pantalón corto ajustado con la cintura elástica que lleva el logo de la firma.

Vale que el color no era siempre el mismo. Además de negro podía darse la ocasión de toparme con un calzoncillo en azul o en rojo, pero no pasaba de ahí la variedad de ropa interior.

Estando en pareja, recuerdo que le dejé caer a mi novio lo mucho que me gustaría verle con lencería erótica.

Fantaseaba con él luciendo unos calzoncillos de cuero, algo tipo arnés rodeándole el pecho o incluso un tanga,

¿El único problema? Que a la hora de la verdad, de ir a buscar esos diseños que rondaban mi cabeza, no era ni tan fácil dar con ellos ni había tanta variedad.

Para empezar, si la lencería masculina de esas características no es sencilla de encontrar.

Que tengas que ir exclusivamente a una tienda erótica a encontrar variedad en lencería masculina (mientras que nosotras podemos dar con diseños atrevidos en casi cualquier tienda de ropa interior) deja claro que, para la sociedad, solo es el cuerpo de la mujer el que debe potenciar su sexualidad.

Además, lo que sueles encontrar yendo a los sex shops suele estar entre los diseños de broma al más puro estilo despedida de soltero o conjuntos más centrados en el BDSM.

Entre uno y otro extremo no hay tanta opción.

Así que lanzo un llamamiento no solo a las marcas, sino a los propios consumidores. Sí, el cuerpo masculino es igual de bonito que el femenino.

Y sí, a las mujeres también nos gusta que nuestra pareja se ponga sexy para nosotras.

El erotismo es una carretera de doble sentido.

Duquesa Doslabios.

(Ya puedes seguirme en Twitter y Facebook).

‘A las mujeres se les valora por su capacidad de resultar atractivas a los hombres, el resto suele ser secundario’

Ana Lombardía, psicóloga y sexóloga (la encontraréis en sexoenlapiel.com) tiene una visión muy clara no solo de la sexualización bajo la que vivimos, sino de lo que implica ser mujer en la era en la que el aspecto es la unidad de medida.

Partimos de que «La publicidad usa el sexo para vender casi todo», una de sus primeras afirmaciones con la que es imposible no estar de acuerdo (¿alguien se ha olvidado ya del anuncio de champú en el que la actriz gemía de placer?).

BIJOUX INDISCRETS FACEBOOK

Siendo mujeres, esto nos pilla por completo. «Una mujer puede ser brillante, una gran profesional, tener unos valores formidables, etc pero lo que más destaca de ella es su atractivo físico. Muchas mujeres, cuando quieren que sea su trabajo lo que destaque, tienden a vestirse discretas o a ocultar los rasgos que consideran más atractivos de su aspecto».

Pero, ¿cómo hemos llegado a este punto? ¿Por qué los hombres no viven tan sexualizados como nosotras? Ana me arroja luz sobre el asunto.

¿Por qué somos nosotras las más propensas a ser sexualizadas?
Por lo general, a los hombres se les valora por muchos de sus rasgos personales: carácter, profesión, valores, la confianza en sí mismo, dinero…. A las mujeres, muchas veces, por su capacidad de resultar atractivas a los hombres, el resto de rasgos suelen ser secundarios.

La figura de la mujer ha estado relegada, históricamente, a complacer las necesidades del hombre, aquellas domésticas y sexuales. Ese es uno de los motivos por los que en lo primero en lo que nos fijamos o destacamos es su atractivo físico. Da igual lo buena que sea una mujer en su trabajo, o en cualquier otro ámbito de su vida personal.

¿Crees que el cuerpo masculino está sexualizado de la misma manera?
El cuerpo masculino no está tan sexualizado como el femenino. A lo largo de la historia se ha erotizado el cuerpo de la mujer de dos modos: prohibiendo y adornando. Se ha prohibido que se vea el pelo, los tobillos, las rodillas, los hombros… Nos adornamos con pulseras, collares, telas de colores, nos teñimos el pelo, nos pintamos los ojos o los labios. Con el cuerpo masculino no se ha seguido el mismo proceso.

De los hombres se erotizan otras cosas: su profesión, su capacidad de liderazgo, su nivel ecónomico, incluso su nivel intelectual. El físico también es importante, pero ni muchísimo menos igual que en las mujeres. Por ejemplo, si pensamos en actores o cantantes famososo masculinos, podemos encontrar numerosos casos de hombres muy poco agraciados físicamente pero tremendamente atractivos y erotizados por su talento, su carisma, su personalidad…

Si nos fijamos en el ejemplo de los striptease, es también muy claro. Las mujeres se visten para esos espectáculos resaltando su cuerpo, mostrando zonas erógenas, con grandes tacones y muy maquilladas. Los hombres, en cambio, suelen disfrazarse ¡con profesiones! El policía, el bombero, el médico…

¿Dirías que socialmente la sexualización masculina se limita al pene?
La principal zona erógena del hombre es el pene. Es la parte del cuerpo que más se ha erotizado, la que hemos aprendido a estimular y las más utilizada a la hora de conseguir un orgasmo. Por ello, es también la zona del cuerpo masculino a la que más atención dedicamos en los encuentros sexuales. Igualmente, cuando se habla del atractivo de un hombre, se suele hacer referencia al tamaño de su pene. A mayor tamaño, mayor atractivo se le suele conceder. Incluso, a un pene grande se asocian (erróneamente) otra serie de atributos, como capacidad para ser buen amante, fortaleza, liderazgo, carácter fuerte, etc.

¿Cómo se consigue escapar de esa sexualización impuesta? ¿Por dónde empezamos?
Lo primero es hacer consciente esa sexualización, enumerar los distintos factores que la componen y empezar a abordarlos uno a uno. Cada uno de nosotros somos más susceptibles a unos o a otros, por lo que será un proceso muy individual. Podremos abordar las ideas preconcebidas que tenemos acerca del atractivo físico de las personas, qué características de personalidad les atribuimos por ello, qué tipo de personas escogemos como parejas, qué importancia le damos a nuestro propio atractivo físico, cómo nos valoramos según lo sexualizados/as que nos vea la sociedad o nuestro entorno cercano…

¿Algún consejo para sexualizar otras zonas del cuerpo más allá del pene en el caso de los hombres?
Se puede erotizar otras partes del cuerpo, y no limitarse al pene para obtener placer sexual. Existen otras zonas del cuerpo que tienen gran cantidad de terminaciones nerviosas y que pueden ser muy erógenas: los pezones, el cuello, las orejas, las ingles, los testículos, el ano, la zona perinal… Podemos jugar a descubrirlos utilizando, por ejemplo,un aceite de masaje o un gel lubricante. Funciona muy bien jugar a «prohibir» estimular el pene y, de este modo, descubrir el resto del cuerpo.

Duquesa Doslabios.

(Ya puedes seguirme en Instagram, Twitter y Facebook).

Audios sexuales, la tendencia que tienes que probar antes de que acabe 2019

Si algo he empezado a notar en 2019 es que la crisis del porno ha dado comienzo.

GTRES

Entre que representa una sexualidad muy limitada, la estructura y estimulación es la misma, los protagonistas siguen los mismos cánones estéticos -entre ellos depilaciones extremas e implantes en todas partes- y que es un producto dirigido para un sector muy concreto de la población (sí, hombres, hablo de vosotros), las alternativas a la que era la reina del erotismo por excelencia crecen como la espuma.

Hace unos meses ya os hablé de Quinn, un proyecto erótico alternativo que buscaba alejarse de las películas X o incluso de los cómics sexuales, aunque al final siguieran la línea marcada por el porno.

Así que como la sexualidad nos está invitando a alejarnos un poco del concepto ojo-mano, antes de que termine el año, quiero lanzar una nueva sugerencia y convencerte de que pruebes algo diferente.

Puede que te suenen familiares los mensajes de texto subidos de tono -que se lo digan al emoticono del melocotón o de la llama de fuego-, o incluso las videollamadas que terminaban con ropa por el suelo (Skype, gracias por tantos buenos momentos).

Mi reto es convencerte de que pruebes el que quiere ser el nuevo canal aliado del erotismo, el mensaje auditivo. Si hasta ahora los usabas simplemente para contarle a tu amiga de turno lo que pasó después de que se fuera a casa o para responderle a tu padre el mensaje de cómo reiniciar el router, te recomiendo que pruebes esta utilidad.

Y es que los audios eróticos consiguen alejarse del estímulo visual. Y, como bien dicen los expertos en materia, nuestro mayor órgano sexual es el cerebro. También lo bueno de tirar de imaginación es que no hay comparación con otros cuerpos. Se trata de pornografía personalizada y hecha a medida.

Pero, ¿cómo llevarla a cabo? Busca el momento y el lugar, el baño de la oficina o el Paseo de la Castellana a las cinco de la tarde no son las mejores situaciones para hacerlo. Relájate, respira, pon tu voz más insinuante y habla.

Sin prisa, con un ritmo agitado, con descripciones o con sonidos entrecortados.

Puedes narrar lo que te gustaría que te hicieran, una historia inventada de otras personas, una descripción exhaustiva de lo que llevas puesto (o no) e incluso empezar a tocarte, grabando solo tu respiración acelerada y tu orgasmo.

No solo consigues que la otra persona disfrute del factor sorpresa, preparas el terreno y varías en tu rutina sexual. Te garantizo que, desde ese momento, esperarás los audios con mucha más expectación.

Eso sí, asegúrate de que se lo estás mandando a la persona correcta. Tu tía no tiene por qué oírte describir esa fantasía sexual que merece una calificación por edades de ‘+18’ cuando solo te preguntó si ibas a su fiesta de cumpleaños del fin de semana.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).

6 cuentas de Instagram más excitantes que el porno para subir la temperatura

Las redes sociales son un poco como el mundo, tiene que haber de todo. Algo que pude comprobar cuando descubrí el perfil de Stephanie Sarley, quien se dedica a crear vídeos de alta carga erótica con fruta (puedes leer el artículo aquí si no sabes de qué hablo).

Marius Sperlich Facebook

Entre tanta cuenta de modelos, influencers, recetas de cocina sencillas o animales, se esconden, a la vista, los perfiles que forman la cara B de Instagram. Stephanie no es la única que ha hecho de la red social un sitio más caliente.

Artistas del pincel, de la edición digital, fotógrafos… La comunidad más X, dispuesta a disparar nuestra imaginación, también se encuentra al alcance del dedo.

Hoy quiero descubriros algunas de las cuentas expertas en subirle la temperatura a la fantasía.

Glamda Party

El universo de la erótica masculina se abre en este perfil, donde se recopilan imágenes de todo tipo de cuentas en las que, la sensualidad del cuerpo de los hombres sale a la luz en cada fotografía. Además de ropa interior y desnudos artísticos, las capturas pasan por planos de sumisión y hasta por tomas de deportes de contacto, la prueba de que no solo la piel es capaz de estimularnos mediante la vista.

 

Marius Sperlich

Siendo fotógrafo de la revista Playboy, si de algo sabe Marius Perlich es de erotismo. ¿La magia de sus fotografías? Que no salen solo las modelos sino que se combinan con elementos de la cultura actual. Una mezcla que busca, en su opinión, reflejar la sociedad contemporánea y crear controversia sobre los temas que nos rodean. De ahí que los pezones se conviertan en ojos que lloran, grupos de manifestantes o incluso bombas de relojería.

 

Watercolor Porn

Las películas no tienen la exclusiva en cuanto a mostrar imágenes con todo lujo de detalles. La prueba de ello son las acuarelas explícitas de Noomi Roomi son una ventana al mundo del erotismo a través de la pintura. Ojo, su trabajo no solo sirve para alegrarse la vista (también los amantes de las técnicas pictóricas encontrarán en esta cuenta algo de su agrado), sino para coger ideas que podemos poner en práctica en casa.

 

Brydie Mack

La fotógrafa detrás del perfil de @wolfcubwolfcub hace del cuerpo femenino el lienzo para transmitir su arte a través de la fotografía. Torsos llenos de mariposas o arena son algunas de las imágenes más importantes que podemos encontrar en su cuenta. Pero hay más. Las modelos con actitud inocente, capturadas en escenas cotidianas, recuerdan a diferentes mitos eróticos, como es el caso de Lolita.

 

Lana Prins

También es experta en sensualidad femenina, con la diferencia de que e imposible no sentirse empoderada cuando se navega entre sus fotografías. Si hace unos días os hablaba de la dendrofilia, la artista es experta en captarla a través de frutas maduras o flores que se cuelan por todos los sitios del cuerpo. Marcas de la ropa interior en la piel o pezones que se revelan a través de prendas mojadas son otros elementos que su objetivo capta.

View this post on Instagram

Im gonna take my time…

A post shared by RegardsCoupables™ (@regards_coupables) on

Regard Coupables

Con apenas unos trazos, la fantasía se dispara hasta límites insospechados, algo que confirman los dibujos de un artista que se mantiene en el anonimato. ¿Su magia? Que sus escenas se centran en la relación que se establecen entre los cuerpos, en el momento específico en el que una lengua entra en contacto con una vulva o con un pene, por lo que es imposible no sentir que algo se enciende al mirar sus minimalistas obras.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).

Del vídeo de Carlos Ríos comiendo sandía a solo pensar en el sexo con fruta

Hace dos días me llegó una historia de Instagram. En él aparecía Carlos Ríos, un conocido nutricionista, devorando una sandía. No como te la solían partir tus padres cuando eras pequeña -primero en rodajas, cada rodaja en trocitos y si eso, una vez dividida, está ya lista para ser degustada-, todo lo contrario. Con la boca a ras, usando todos los dientes y a dos manos.

@carlosriosq

 

No es que aquella noche estuviera especialmente receptiva, ni que yo sea una gran devota de la sandía, pero el vídeo me caló hondo. Hasta el punto de que fue casi el fin de mis ganas de dormir. Ya no tenía sueño, tenía la energía propia de cualquier día por la mañana.

«¿En qué me estoy convirtiendo si es ahora la fruta lo que me excita?», le pregunté a una amiga, esa que ya está acostumbrada a todas mis perversiones.

El momentazo del vídeo. @carlosriosq

Al menos tenía el consuelo -ese que si es de muchos, es de tontos- de que no era la única. En unos minutos, el vídeo se había convertido en uno de los temas más comentados en Twitter. Parecía que ninguna podía quitarle el ojo a la sandía.

Y, aunque no era una noche con las temperaturas especialmente altas en España, la sensación general era que todas nos moríamos de calor.

Ni vibradores del tamaño de caños maestros ni sexo entre cuatro personas con posturas de contorsionismo, el auténtico erotismo era eso. «Chúpate esa, pornografía», parecían querer decir esos tuits. «Te ha adelantado un hombre comiendo sandía».

Al poco, esa misma amiga a la que le preguntaba si estaba loca, me mandó una publicación de Instagram. Genial, en apenas minutos había pasado de desconocer el universo frutal, más allá de mi nevera, a excitarme con sandías y que también me alterara el ritmo cardíaco un mango tallado con forma de vulva.

View this post on Instagram

Yes I eat the fruit

A post shared by Stephanie Sarley (@stephanie_sarley) on

No me malinterpretéis. Como bloguera de sexo siempre estoy abierta a descubrir hasta dónde llegan las fronteras de mis fantasías. La intriga de por qué la fruta, era demasiado fuerte como para no buscar más información al respecto.

Lo que me pasa se llama dendrofilia, una atracción hacia árboles y plantas que incluye utilizar frutas o vegetales como elementos del juego sexual.

Sentirse excitada por ellos, algo que estaba experimentando en carnes, es uno de los efectos que engloba esta parafilia, algo que, en mi opinión, tiene tanto éxito porque en general las mujeres solemos sentirnos más estimuladas por la carga erótica de las imágenes que implican el uso de la imaginación.

¿La gracia del juego? Ponerse en el lugar de la fruta viendo esos vídeos.

Y si hasta ahora no había probado este tipo de experimentación, quizás este es un punto de inflexión y tengo que empezar más a menudo por el puesto de frutas del mercado (y ver si el calabacín está de oferta).

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).

«Las fotonovelas son una combinación entre los relatos eróticos y el porno común»

Las películas, las novelas, los relatos, las revistas… La pornografía se ha hecho con todas y cada una de ellas llevándolas a su terreno. No son las únicas. Existen géneros híbridos, igual de morbosos, que despiertan a partes iguales nuestra imaginación y nuestro deseo.

PIXABAY

Para Diego Duron, el fundador de Fotonovelasxxx.com, el atractivo de este formato reside en su erótica oculta: «En contar la historia más a fondo. La historia y la parte gráfica se complementan. Se puede ver la escena a todo color, pero también qué hay detrás de ella, como los diálogos o los pensamientos».

Eso es algo que, en su opinión, diferencia la foto novela de la pornografía convencional. «Yo pienso que las fotonovelas son como una combinación entre los relatos eróticos y el porno común, cogen lo mejor de ambas partes y lo combinan de la mejor manera posible», dice.

Y es que el valor añadido del erotismo que hay más allá del mero intercambio sexual es algo que pesa fuerte en la foto novela erótica.

«Tratamos de hacer darle al público un poco más de fantasía, de juego de diálogos, miradas, seducción, etc… No estamos en contra del porno explícito, pero sí pensamos que debe haber un balance entre la historia y el sexo. Que ambas partes sean importantes y que no se deje de lado una u otra», dice Diego asegurando que es lo que hace falta para destacar frente a las películas porno de las grandes productoras.

El trabajo del fotonovelista no se limita a buscar escenas de películas ya existentes, sino crear toda una historia a su alrededor: «Las fotonovelas son únicas porque hacen que el usuario se meta en la piel de los protagonistas, que la fantasía sea más viva ya que te mete en la historia».

Una característica en la que siente que también superan a la novela erótica, ya que según Diego: «No les puedes dar un rostro o un cuerpo a los protagonistas, algo que le quita un poco de encanto».

Convertirse en fotonovelista de erotismo está al alcance de cualquiera: «Nosotros le damos la oportunidad a todo el mundo de mostrar su trabajo. Aunque pedimos un cierto nivel de material, no somos muy exigentes, pero tampoco publicamos cualquier cosa».

De entre sus artistas, destaca dos autores de habla española hay varios autores que tienen mucha imaginación, algo imprescindible ya que los ingredientes, según él, son los siguientes: «Una buena narrativa, buenos diálogos, una historia consistente y, sobre todo buenos personajes. En una historia erótica los protagonistas deben tener personalidad, pero también ser atractivos físicamente».

Solo hay que leer un par de obras para descubrir que es un producto creado en su mayoría, para un público masculino con muchos tópicos machistas heredados de las películas X. El creador de la web es consciente y confía en poder girar las tornas en un futuro cercano.

«Estamos pensando en convertir una serie erótica que se supone fue creada para mujeres en fotonovela. Sería bastante bueno darle un enfoque femenino a este tipo de material», admite.

«Desafortunadamente, casi en su totalidad, los autores son hombres y eso ha hecho que sea cada vez más complicado encontrar cosas que podrían gustarle a las mujeres. Lo único que hace falta es que se interesen en esto y comiencen a escribir, ya que desde el punto de vista masculino a veces no se sabe a ciencia cierta qué es lo que a ellas les gusta», dice Diego.

¿La clave del cambio? En nuestras manos, afirma: «Hay muy pocas mujeres interesadas en crear porno, no solo en las fotonovelas sino en todo el porno en general. Para que el mercado erótico cambie, las mujeres deben comenzar a crear el material que a ellas les gustaría ver».

«El porno siempre ha sido un mercado egoísta donde lo único que buscamos todos es satisfacer nuestros deseos. Nos hemos enfocado durante mucho tiempo en crear películas solo para nosotros dejando a las mujeres de lado. Lo único que nos hace falta es una opinión femenina que nos guíe para poder incluir, cada vez más, el lado femenino de la fantasía erótica», dice Diego.

Y, mi opinión coincide con la suya. No basta con pedir material que nos gustaría, que nos excitaría o con el que nos sentiríamos realmente identificadas. Tenemos que empezar a crearlo nosotras mismas.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).