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Una exposición lésbica ‘demasiado explícita’: hablamos con la censurada fotógrafa Renée Jacobs

Me decía hace poco una psicóloga que nombrar algo, ponerle nombre, es conseguir que exista. El lenguaje modela nuestra realidad, nuestro pensamiento.

Es un ‘superpoder’ que tienen también las imágenes, por eso que sea tan importante que cuando hablamos de diversidad, no se quede solo en el discurso vacío, sino que nos rodee por todas partes.

Y eso incluye, claro, las fotografías.

Renée Jacobs

RENÉE JACOBS

(¿Cómo que aún no me sigues en Instagram? Pues venga…)

Pero, aunque este formato es perfecto para visibilizar desde las injusticias del mundo que nos ponen la piel de gallina o los cambios climáticos del planeta, no tiene la misma facilidad para abrirse camino cuando se trata de mostrar la homosexualidad femenina.

Hoy te hablo de Renée Jacobs, una fotógrafa que se encuentra actualmente exponiendo SeeingWOMEN en Barcelona, en el Museo de la Erótica, después de haber sido censurada por la galería en la que iba a mostrar sus obras inicialmente.

Pero antes de entrar en por qué ese cambio repentino, es interesante conocer cómo trabaja la estadounidense: «Le doy a las mujeres que fotografío el espacio para explorar sus fantasías y deseos así como explorar quiénes son y qué quieren

Y es que es de gran importancia ver a las mujeres en su ámbito íntimo y, para las mujeres, «de ser vistas en un nivel más profundo que el que nos han dicho que teníamos permitido».

La clara influencia de Helmut Newton, uno de los fotógrafos de la industria de la moda más reconocidos, se debe a que fue de los que popularizó las fotos ‘Lesbian chic‘, imágenes que a Renée se le quedaron grabadas.

Pero, a diferencia de las obras del australiano, es su trabajo el que ha encontrado ciertos problemas a la hora de ser expuesto.

La fotógrafa se quedó fuera de una galería en Barcelona por ser considerada, en palabras de la galería, más que fotógrafa «partidista del movimiento lésbico».

«Que las mujeres posean su propio deseo realmente asusta a ciertas personas. Es más normalizado pagar a mujeres para fingir deseo (especialmente hacia otro) para vender un producto. Así que es más desafiante para el status quo darle voz a ese deseo si es auténtico. Algunos hombres se sienten rechazados porque sienten que no pueden acceder a las mujeres de las fotografías y eso les molesta.»

Renée Jacobs

RENÉE JACOBS

Con la mirada masculina (o male glaze) hemos topado, esa narrativa audiovisual que muestra a la mujer desde el punto de vista de un hombre blanco heterosexual y la convierte en objeto de deseo cosificándola.

En palabras de la fotógrafa, esto es algo que sigue condicionando la cultura hoy en día.

«Están fosilizados, todavía piensan que una foto de estudio donde no salga la cabeza de la mujer y aparezca solo un trozo de su cuerpo -el culo, pecho o lo que sea- es la mejor forma de visualizar y representar a las mujeres. Rechazo eso. Creo que tenemos que cambiar las expresiones mirada masculina y mirada femenina con mirada empoderante o desempoderante. Apuesto por la empoderante creando un espejo para las mujeres en las fotos».

«Por esta razón necesitamos más diversidad. No solo en la creación de imágenes, sino también en quién trabaja en el mundo del arte.»

«La sexualidad femenina en general y la sexualidad lésbica en particular son a menudo borradas o explotadas, pero raramente empoderadas. Esta censura reciente es un ejemplo perfecto de ambas. No digo que Newton explotara a las modelos, pero sí, yendo a la definición del diccionario, ‘hiciera uso total y sacara beneficios de ello’. Los hombres pueden ‘hacer uso total y sacar beneficios’ de sus representaciones de la mujer. Nosotras no».

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Es imposible no pensar que la censura afecta de manera más dura a las mujeres, una idea que Renée comparte por completo. «Tengo que censurar mi trabajo para compartirlo en redes sociales. Me sorprende que aún así, eliminan algunas fotos. No hay duda de que son más duros con mujeres y la comunidad gay».

¿La razón? «Están perdiendo el control sobre nosotras y eso les enfada. Es muy arrogante que esos hombres heleros piensen que pueden seguir imponiendo sus ideas carcas y restricciones en quién son las mujeres, cómo nos presentamos, cómo expresamos nuestro deseo y cuáles son las ‘buenas’ fotos de mujeres y lesbianas. Y sobre todo que nosotras no tenemos nada que decir en esa discusión».

Pese a que la galería alegó que las fotos de Renée eran «demasiado explícitas para la audiencia de catalanes de más de 65 años y para niños» (mientras que las de Helmut Newton no tenían ese problema), la fotografía tiene un papel fundamental en visibilizar que existen diferentes orientaciones sexuales.

Y es que fue la fotografía lo que ayudó a Renée a «entender» su orientación sexual.

«Ver la variedad de sexualidades femeninas fue una revelación, y que cayera donde cayera en ese espectro, estaba bien. Necesitamos un contexto, una tribu, amigos, el apoyo de vivir nuestras vidas de manera auténtica. La censura que he experimentado es justo lo contrario, intentando cerrar ese contexto que es tan importante».

Normalizar el deseo femenino a través de los ojos de las mujeres no es posible si se oculta, es mi conclusión.

Algo que tiene mucha relación con el lema «Las mujeres no pueden ser escuchadas si no pueden ser vistas».

Una frase que acompaña eñ festival de fotografía (Photo de Femmes) que Renée ha arrancado con más artistas.

«Ocultamos nuestras verdaderas yo porque hombres como este galerista nos dicen que debemos hacerlo. Solo hombres blancos heteros tienen permiso de contar sus historias».

Y, mostrar es existir. Dejar de mantener en la sombra y permitir que todas las personas puedan vivir en un mundo libre y seguro.

Mara Mariño

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Ni desnudos ni actividad sexual, pero las redes sociales te censuran igual

Hoy es mi segundo día con la cuenta de Instagram bloqueada. Así que no tiene mucho sentido que os ponga el enlace a mi perfil.

Por primera vez, Instagram ha decidido desactivármela por, lo que puedo leer de las denuncias que he recibido, «ofrecer actividad sexual».

mujer teléfono móvil

PEXELS

Quienes me conocéis y habéis seguido en la red social estos meses, sabéis de sobra que, el tipo de contenido que publico, son memes sobre los temas de los artículos.

Con la única excepción del último de ellos, en el que reflexionaba sobre la violencia de género en relación con el caso de Johnny Depp y Amber Heard.

Lo siguiente que supe tras recibir una ristra de comentarios -bastante machistas en los que se me invitaba a cerrar la boca, dicho sea de paso-, era que mi cuenta había sido eliminada.

Así que me tocó despedirme de la plataforma que más utilizo para compartir mi trabajo en 20 Minutos.

Cuando eso sucedió, se sumó al veto que lleva mi cuenta de Facebook desde el 17 de mayo por subir una imagen de una chica en ropa interior sosteniendo un juguete sexual (puedes ver la imagen aquí, si te pica la curiosidad).

La imagen, que había salido en el diario acompañando la noticia, fue automáticamente eliminada y acompañada de una sanción de un mes sin poder publicar en mi perfil.

Y eso con la correspondiente coletilla de que, una vez recupere el acceso, mis publicaciones no van a salir a todos mis seguidores y mis comentarios, desde ese momento, aparecerán en los últimos puestos.

Por lo que, con el extra de Instagram que no me permitió recuperar mi cuenta pese a la apelación, admito que exploté.

Exploté porque me di cuenta de lo mucho que se defiende la libertad de expresión, siempre y cuando no se meta con el heteropatriarcado.

De la hipocresía de defender también la libertad de cada uno de hacer con el cuerpo lo que se precie, pero una foto de las redes de una marca de juguetes se ve como una amenaza, pese a no ser explícita.

Supongo que, 6 años después de empezar a escribir este espacio, ayer fui consciente -por primera vez-, de lo complicado que es tratar ciertos temas en alto.

Y de poder moverlos en plataformas sociales para que lleguen a tu comunidad.

La frustración por esta censura tan inquisitorial me pudo y busqué consuelo en mi madre, como hago siempre que me cuesta encontrarle sentido a las cosas.

¿De qué me habían valido las horas de esfuerzo, la dedicación a currarme memes divertidos que animaran a la lectura de los artículos o emplear cada día un rato a compartir mi trabajo en todas partes si recibía este trato, si hacían desaparecer todo de un plumazo?

Ella, mi fuelle feminista, lo resumió conciso y rápido antes de colgar: «la lucha sigue».

«La lucha sigue», me repito hoy por la mañana mientras escribo estas líneas. La lucha sigue porque no continuarla sería darle la espalda a las que no pueden volver a decir nada.

A las que han dicho suficiente y aún así han sido encarceladas.

A las que aún no han empezado a decir porque no saben cómo empezar a hacerlo y necesitan quien abra el melón primero.

«La lucha sigue» y no es fácil. Pero eso ya lo sabíamos en el momento que la empezamos y nunca nos frenó para continuarla.

Y esta vez no será la excepción.

La apelación en el caso de Instagram está hecha (queda todavía por ver si me devuelven la cuenta), en el caso de Facebook, solo puedo esperar a que pasen los días.

Mientras tanto, puedes puedes seguirme en Twitter. Sigo vetada de todo lo demás.

¿Nunca le han hecho una mamada, Zuckerberg?

Querid@s,

Facebook lo vuelve hacer. Vuelve a censurar. El gigante de Mark Zuckerberg no sabe por dónde va y el rollito moralista parece que le afecta más de la cuenta. Esta vez le ha tocado a un cuadro de 1964 por considerar su contenido demasiado explícito. Creación de la artista belga Evelyne Axell, lleva por título Ice Cream (Helado) y está expuesto en el Museo de Arte de Filadelfia.

Les ruego que lo observen un rato. ¿Qué hay de dañino o feo en este cuadro? ¿Me lo puede explicar alguien? El lienzo es a todas luces inofensivo. Retrata a una mujer chupando un helado con los ojos cerrados. La chica parece estar disfrutando del dulce placer de comerse un helado. Al verlo me dan ganas de comerme uno yo también y me recuerda que el verano está cada vez más cerca. ¡Qué ganas! Me gusta el contraste de su rosto en tonos grises y el resto del cuadro representado con colores vivos. Y me hace gracia ese chorretón de helado que cae por el cono y hasta le mancha la mano.

Pues ahora va Facebook, que siempre hace de su capa un sayo, y decide una semana después su publicación, retirarla del muro del Museo de Arte de Filadelfia por considerarla demasiado sugerente y violar las normas del caralibro. Qué duda cabe que esta artista es provocadora y su cuadro también lo es. Qué duda cabe también que no hay que ser muy listo para leer entre líneas y acabar interpretando esta chorreante pintura como una alegoría de la liberación de la mujer. Me da a mí que este es la auténtica censura.

Pero no entiendo el miedo, el peligro que puede representar esta alegoría. ¿Una mujer chupando pene y gozándosela? ¿Qué pasa Zuckerberg, qué nunca le han hecho una mamada?

facebook

Sepan ustedes que colgadas en el muro del censurado museo, había obras mucho más explícitas que Ice Cream. Eso sí, esta provocadora pintura, como casi toda su obra, desafía las convenciones artísticas y simboliza el liberado y característico espíritu lúdico de la revolución sexual de 1960.

 La obra de Axell se interpreta a menudo como una crítica al mainstream del pop, en el que las mujeres muchas veces se representan como objetos pasivos, puros elementos decorativos. Como una lampara o un jarrón.

Por el contrario, la belga destaca por representar en sus obras mujeres activas y seguras de sí mismas que persiguen su propia satisfacción y placer, como la protagonista de Ice Cream, que descaradamente disfruta de su chorreante helado.

Como ocurre con toda censura, más que acallar opiniones y evitar debate sobre el cuadro, ha avivado la llama y lo ha convertido en viral en pocos minutos, generado decenas de comentarios entre los internautas que se vieron sumergidos en un acalorado debate sobre la censura. A pesar de Facebook (que por ahora no tiene tanto poder) pueden disfrutar de Ice Cream y muchas otras obras en el Museo de Filadelfia. Le pese a quien le pese.

Que follen mucho y mejor. Usted también Mr. Zuckerberg.