Dos cervezas, tres, cuatro… Una conversación que se hilvana con otra hasta que, de tener los móviles bocabajo, os piden que salgáis del bar, que van a cerrar, que ya no son horas y que si quieres seguir de charla mañana es otro día.
Él te acompaña a casa y por un motivo o por otro, eso al final es lo de menos, no hay beso. Subes a casa con la sensación de que la velada ha estado bien, divertida y refrescante a partes iguales. Has pasado un buen rato pero te falta eso, la química, la magia, el je ne seis quoi, la atracción, lo que hace que cada vez que te encuentras con alguien que lleva su colonia, se te acelere el pulso.
Y piensas que ojalá te gustara, porque es divertido, tiene conversación, sentido del humor irreverente (como el tuyo) y una extraña afición a regañar a la gente que se pone a hablar en el cine. Pero si no hay química no hay tu tía. El corazón entiende a razones que hacen que la razón se exaspere por completo y tire la toalla pensando «Me mudo a otro cerebro».
Te escribe tierno, hasta un poco romántico queriendo saber si habrá una segunda cita. Con tacto, mimo y todo el cariño del mundo, procuras no pisar su seguridad en una conversación que para algunos se convierte en minas antiautoestima. Le dices que podéis quedar como amigos, ya que, muy a tu pesar no has sentido atracción por él pese a lo bien que te lo has pasado. Un perfecto sandwich de cumplidos.
«Ok», te contesta seco. «Me da igual. Tampoco eres tan guapa«.
Y vale que no eres la Marilyn Monroe de Bilbao, ni tan guapa como te insiste tu abuela, pero ¿de verdad hay necesidad de que te ataquen directamente la autoestima cuando tú has intentado ser lo más delicada posible?
Mi sorpresa es que este tipo de respuestas (que no sé si llamarlo «respuesta» o bautizarlo directamente como «ataque») abundan hoy en día en las relaciones personales:
Clases para ligar universal, funciona 100% no fake.
-Empiezas la conversación con un "ola wapa ;)"
-Seguido por un "¿kiere roio? o ¿Te gusto? :P"
-Y para cuando te rechace sueltas un "Tampoco eres tan guapa, una menos…"
Enhorabuena, aquí tenéis vuestro Doctorado en Gilipollas.— BAMF (@BAMF_Marius) February 20, 2018
Es que me agota decir que no treinta veces, y que se continúe insistiendo…
Y que encima, ante el no, la respuesta sea "no te lo tengas creído, que tampoco eres tan guapa".— Bastet 🌙🦋 (@MaribelB154) February 19, 2018
Ejejejeje eh guapa estás to buena vamos a pasarnos nudes ejejejeje y sino quieres eres una guarra y tampoco estás tan buena ejejejejeje
— medusa (@Invernalia_) February 5, 2018
ey hola
te hablé el otro y no me contestaste
ey
ey
eres muy guapa
me quedé con ganas de hablar más contigo
e
e
puta borde
creída
que tampoco eres tan guapa sabes xd— ya me jodería (@estoytristisima) February 4, 2018
Si ha mandarte 5 mensajes cada 30 minutos diciendo "hola guapa. hola. hola, guapa, eh, no me ignores" y cuando se aburre decir "tampoco eres tan guapa, zorra" te parece ligar, tienes un pequeño problema.
— Captain Valkyrie (@Valkyrie_lol) January 24, 2018
voy con ínfulas
de poeta
cuando solo cambio de renglón
te he invitado a una copa
y soy muy sensible
te he escrito un poema
mi musa
cómo que no me la chupas
pedazo guarra
tampoco eres tan guapa— Babs (@highwaytomuses) January 28, 2018
¿Por qué me tocan siempre estos putos pirados? pic.twitter.com/7xpKUmY1vI
— The lady of the Moon (@BellsIkiwa) January 23, 2018
(Y esto son solo los últimos tuits que he encontrado buscando en Twitter «Tampoco eres tan guapa».)
Es curioso que, cuando he vivido experiencias del estilo o que amigas cercanas las han compartido conmigo, se ha dado el caso de que siempre hemos y han sido las receptoras del ataque.
Y creedme, si personalmente me hubiera prestado a este juego, bien podría haberle dicho a más de uno que se ha portado mal conmigo: «Tampoco la tienes tan grande» «Tampoco estás tan fuerte» o «Tampoco eres tan bueno en la cama que no encontrarías el clítoris ni aunque estudiaras un grado del tema». La diferencia es que nunca me he sentido con la libertad de espetarle a nadie un comentario que pueda resultarle dañino.
Supongo que esto reside en la personalidad de cada uno. En que el ego del que muestra interés, que, en vez de encajar con madurez el rechazo, se queda con lo dolido de la respuesta, no encuentra otra salida que no sea la de responder con el berrinche propio de un niño de siete años sabiendo que, con su contestación, está tirando a dar.
Estés en el lado que estés, si, por lo que sea, te encuentras con un descarte del estilo, tómatelo con pragmatismo y recuerda que, en el caso de que recurras al «Tampoco eres tan guapa» solo estás haciendo gala de tu inmadurez (lo que, encima, le da más razón a la otra persona).
Y si por casualidad, has recibido la frasecita recientemente, da gracias de que has tomado la decisión correcta, porque esa persona que se retrata sola con semejante comportamiento, no merece ocupar más tiempo en tu vida.
Duquesa Doslabios.