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Naturist Cleaners: Se buscan mujeres para limpiar casas desnudas

El Reunido Unido, tras el Brexit, vuelve a dar de qué hablar, y es que una empresa británica ofrece servicios de limpieza desempeñados sólo por mujeres. Desnudas. La compañía se llama Naturist Cleaners («limpiadores naturistas») y ofrece, según sus propias palabras, «un servicio de limpieza profesional con creencias naturistas». Limpieza general como quitar el polvo, recoger los trastos, pasar la aspiradora, regar las plantas, hacer las camas, poner la lavadora, planchar o limpiar las ventanas. Vamos, la porno chacha (disculpad el improperio, pero no lo he inventado yo) de toda la vida. El cliente puede mirar, observar y deleitarse todo lo que quiera mientras no se acerque demasiado ni toque a la limpiadora, pues la empresa afirma que bajo ningún concepto las mujeres podrán ser grabadas, fotografiadas o tocadas. Todo un detallazo, sí señores.

El uniforme de las señoritas tiene poca tela. Guantes y zapatillas son las únicas prendas que las mujeres contratadas podrán llevar mientras se dedican a sus labores. Según declaró la propietaria Laura Smith a The Telegraph, la compañía busca mujeres «de todas las edades y apariencia» para limpiar en casas privadas. A cambio de limpiar en cueros, 52 euros por hora. «Las limpiadoras desnudas limpian de verdad, no lo están fingiendo, así que el cliente recibe el beneficio de una bonita experiencia y de una limpieza profesional durante una hora o por el tiempo que haya pagado» apunta Smith.

La empresa ofrece al cliente la posibilidad de elegir a la empleada que le dejará las casa como los chorros de oro. Para facilitar la selección, podrá ver fotografías de las mujeres de la base de datos  y elegir a la que más le convenga. Si alguna de vosotras, no olvidéis que a vosotros no se os contratará, queréis ganaros unas libras, es necesario rellenar un formulario en la web, subir unas fotos en bikini o directamente desnudas y, por supuesto, vivir en la Gran Bretaña. Para justificar el sexismo a la hora de la contratación, la propietaria argumenta que la mayoría de sus clientes son hombres solteros y algunas parejas, y que, por lo general, no buscan a otros hombres para realizar estas tareas. No os preocupéis por la discreción y la confidencialidad, tal y como exige la Ley de Protección de Datos, los datos personales de los clientes y de los trabajadoras son confidenciales.

Naturist Cleaners ofrece una interesantísima tipología de servicios: con el cliente desnudo, con la limpiadora desnuda y con ambos desnudos. La compañía, pionera en este tipo de servicios, asegura que sus clientes son, principalmente nudistas y que lo que ofrecen nada tiene ver con el sexo. Ni con el machismo o el sexismo añadiría yo, porque fíjate tú por dónde que no contratan a hombres para tan pulcros menesteres.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

El amor de los otros: Retales de un relato erótico

Querid@s,

Desaparecieron juntos. Cogidos de la mano, como dos quinceañeros escapándose del mundo. Entraron en una boite à nuit a la orilla del mar, en el paseo marítimo de la sucia y contaminadísima Casablanca, en el paseo de la Corniche. El la besó, Zaira cerró los ojos y disfrutó con sus labios pegados a los de Monsieur La Font. Bebiendo de su boca, sintiendo su aliento caliente y cercano. Estaba en el cielo. Aquel profesor, que apestaba a alcohol y a tabaco, le espetó con tono imperativo “Te llevaré a mi casa.”

Ella ardía en deseo por pasar la noche junto a él y le siguió. Era la primera vez que Zaira entraba en esa casa. Entraron al salón. El se sirvió una copa de whisky, demasiado cargada, con hielo y le ofreció otra a Zaira. Ella declinó la oferta. Ya había bebido demasiado. Monsieur La Font la agarró de la mano y la llevó hasta su piano, en medio de una enorme sala.

Era un Steinberg. Imponente, majestuoso, de color rojo. Él no dijo una palabra, ella tampoco. El salón respiraba un tono decadente y triste. Las paredes estaban cargadas de cuadros centenarios, personajes de la nobleza, escenas de cacería, y otros cuadros que reflejaban el costumbrismo decimonónico. A ella aquel escenario se le antojó un auténtico espanto. Una enorme lámpara de cristal de swarovski dominaba la estancia. Brillaba con fuerza. Bajo ella, ese piano que era la niña de sus ojos, y un Monsieur La Font sentado a su taburete. Zaira, de pie a su lado. Se sentía extraña, callada, miraba ensimismada ese salón, esa estancia en la que ese hombre pasaba largas horas componiendo, leyendo partituras, creando arte y vida. Contemplaba detenidamente lo que le rodeaba, su retina se detenía en cada detalle, quería llevarse consigo todo ese mundo secreto e íntimo de su profesor. Quería retenerlos para siempre: los recuerdos y a él.

Zaira era ingenua, muy ingenua, pero no tanto como para ignorar que esa noche iba a perder la virginidad. Estaba nerviosa, excitada. El poder que el maduro profesor ejercía sobre ella era inexorable. Se sentía una marioneta en manos de aquel pianista francés. Quería que la poseyera. Él estaba ansioso, extremadamente excitado. Su miembro se erigió duro. Sin levantarse del taburete, sin apenas mirarla a los ojos, la colocó encima del piano, haciendo sonar las teclas. Un trueno musical repentino catalizó aún más el deseo de Zaira. Empezó a deslizarla suavemente de un extremo a otro del piano.

Ella se dejó llevar, echando la cabeza hacia atrás y soltándose el cabello que hasta ahora tenía recogido en una perfecta cola de caballo. Sentía cómo la excitación recorría su cuerpo, le parecía estar volando. Tenía el sexo empapado. Zaira miró con dulzura a Monsieur La Font y le puso las manos en la cabeza. Él le respondió con una mirada lasciva y retomó la copa de whisky que reposaba en el piano, bebió con ansia y la lanzó al suelo. Gemía como un animal, incapaz de contener sus instintos más primitivos. Continuó arrastrando su cuerpo con violencia. La levantó de golpe y le dio la vuelta cogiéndola con una mano de la espalda y con la otra girando su cabeza. Tiró de su melena hacia atrás, mientras la besaba alrededor de la nuca, el cuello, la espalda. Ella sentía el olor de su aliento, el calor de su cuerpo. Cerró de nuevo los ojos y casi entró en éxtasis cuando posó su mano sobre su sexo ingenuo. Como si de una pieza musical se tratase, ella sentía como los dedos de Monsieur La Font se adentraban en esa zona suya, íntima, hasta ahora inexplorada.

Zaira se retorcía de un dolor excitante, desconocía las reacciones que su cuerpo caprichoso mostraba. Le arrancó la falda y le rompió las bragas. La masturbó. Ella jadeaba de puro placer, casi hasta la asfixia. Se mareaba, perdía el control y pensaba que iba a perder la consciencia. Monsieur La Font la giró de nuevo, la apretó contra él y metió su cabeza desesperadamente en el sexo de Zaira. Su lengua experta y tersa lo recorrió. Levantaba la vista y observaba a Zaira con ojos rojos, por culpa del alcohol; una mirada vidriosa que Zaira no supo reconocer. Una mirada perversa, sin un ápice de amor. Sin embargo, ella rebosaba ternura. Todos los sentimientos que pensaba que no existían o que tenía dormidos, encorsetados, rebosaron sin control. Con su profunda mirada, Zaira ya le estaba diciendo que lo amaba.

Tambaleándose por los excesos del alcohol, sacó su sexo sediento, ansioso por penetrar a Zaira, quien tímidamente le susurró su secreto, mitad avergonzada y encantada, pidiéndole que tuviera cuidado, que fuera sutil. Metió sus dedos en la boca de Zaira, la hizo callar y la penetró encima del piano. La embistió de nuevo, con fuerza, sin clemencia. El ritmo era cada vez más acelerado y en cada embestida, el profesor la penetraba más duro, más fuerte, más rápido. Mientras agarraba con fuerza sus pechos. Se los metió en la boca. Su lengua prácticamente absorbía sus senos, mordiendo sus pezones. Mientras tanto unas notas desordenadas sonaban bruscamente por el movimiento animal de los dos cuerpos.

Él se corrió encima, dejó caer su cuerpo exhausto sobre ella, y se quedó dormido.

Zaira estaba desorientada, desconocía que hacer con ese peso muerto sobre ella. Le apenaba despertarlo, pero no había otra opción. Le despertó sutilmente, con delicadeza.

-François, levántate, vamos a la cama.- Era la primera vez que no le llamaba de usted y le llamaba por su nombre. Después de perder la virginidad con él, pensaba que eso le daba el derecho a tutear a su tutor. Habían intimado y se sintió cómoda tuteándole en privado.

-Déjame, ve tú a dormir si quieres. Tu habitación es la de invitados, al fondo del pasillo. Ve ahí.- le espetó somnoliento un con un tono evidentemente malhumorado. A ella se le empañaron inmediatamente los ojos de lágrimas y obedeció las órdenes de Monsieur La Font. Atravesó el eterno pasillo que conducía a la habitación. Entró sin encender la luz, y en la oscuridad, se metió en la cama y cubrió su cuerpo desnudo.

Ella lo amaba de verdad, él le había robado el corazón, el alma, hasta la respiración. Él no era bueno, bebía demasiado. No la quería. No iba a funcionar.

Lumidolls: El primer burdel de sex dolls de Europa está en Barcelona

Querid@s,

No sé si os habéis enterado ya, pero en Barcelona, en el entresuelo de una callejuela cercana a la Rambla acaba de abrir sus puertas el primer burdel occidental de muñecas hinchables. Como os lo estoy contando. Garantizan que el cliente podrá cumplir sus fantasías más salvajes sin límites. La verdad es que no entiendo qué limites pueden ser esos. ¿Insultarla? ¿Pegarle una paliza? ¿Orinarse encima de ella? ¿Someterla?. Total, como estas muchachas ni sienten ni padecen, como no hablan. Esta peculiar agencia sexual lleva por nombre Lumidolls y ya hay cola. Hace un par de días me puse en contacto con ellos, tengo mucha curiosidad al respecto y se me pasaban por la cabeza miles de preguntas, una detrás de otra.

¿Cómo nace la idea de negocio Lumidolls? ¿Qué precio tiene cada muñeca? ¿De qué material están hechas? Teniendo en cuenta que se trata de muñecas, ¿Qué tipo de servicios se ofrece al cliente? Es inevitable que estas actividades empresariales despierten voces contrarias. ¿Qué les responderían? Este tipo de servicios también suscita cuestiones morales y muchos se echarían las manos a la cabeza clamando al cielo hasta dónde puede llegar el ser humano con tal de echar un polvo. La mayoría de la gente seguro que opina que los consumidores de estas barbies sexuales son enfermos. ¿Creen que lo son? ¿Qué perfil de clientela consume Lumidolls? ¿Tienen ya lista de espera? ¿A qué cree que se debe el éxito? ¿Ha habido alguna mujer entre la clientela de Lumidolls? ¿Por qué alguien (en su sano juicio) elegiría pasar un rato con una muñeca en lugar de con una mujer de carne y hueso? Pero por ahora no contestan a mis preguntas. Ante la avalancha de la prensa, hemos decidido cerrar la exclusiva con un periódico nacional para este viernes, por lo que no podemos aún responder a sus preguntas me responden textualmente.

Con la poca información que he podido indagar y sustraerle a la persona responsable de prensa, lo que sí puedo contaros es que el cliente puede escoger a una de las cuatro trabajadoras sexuales de plástico que habitan el pisito barcelonés de Lumidolls. El precio por una hora en compañía de una de ellas es de 120 euros, pero ahora son 80, es el precio promocional de apertura de negocio, al que auguro un gran éxito. La gente está muy loca.


También existe la posibilidad de pernoctar con la sex doll , incluso hacer un trío con la pareja, pero para estos servicios especiales desconozco las tarifas.

En Lumidolls el cliente es lo primero, y el personal prepara a la muñeca para que ella le reciba como él prefiera, qué tipo de outfit quiere que lleve para ese primer encuentro y en qué postura desea encontrarla. Para romper el hielo y que el vis a vis no sea demasiado frío, en cada alcoba el usuario encontrará una gran televisión de plasma donde podrá ver en la intimidad porno para ponerse a tono. Un poquito de cine porno, el fuego de unas románticas velas y la compañía de la sex doll; la noche puede salir a pedir de boca.

No perdáis detalle, porque en su afán por que luzcan lo más realistas y humanas posible, estas muñecas sexuales cuentan con tres cavidades: boca, vagina y ano, como todas. Eso sí, recuerdan al cliente que con cualquiera de sus cavidades deben utilizar siempre los lubricantes que encontrarán en cada una de las habitaciones. Están en todo estos de Lumidolls.

Asimismo, después de cada servicio, cada muñeca se desinfecta y se asea debidamente con jabones especiales antibacterias, por lo que la higiene esta ¿100%? garantizada. Recomiendan usar preservativos, que están disponibles en las habitaciones. Yo esto del preservativo, no lo entiendo muy bien, será para curarse en salud. Lo que me pregunto es, ¿la de quién?

Fabricadas de elastomero termoplástico, vamos la silicona de toda la vida, pesan 40 kilos y el parecido de estas muñecas a una mujer de carne y hueso es asombroso. Son elásticas, móviles, dinámicas y pueden cambiar de postura siempre y cuando se les eche una mano con las articulaciones. Juzgad sino vosotros mismos.

Katy, Leiza, Lyly y Aki

 

Katy, de rasgos europeos y penetrante mirada, es sexy y sexual. Mide 170, luce melena rubia, morritos calientes y un escote de infarto.

Leiza, africana, es la particular diosa de ébano del prostíbulo. Mide 168 y tiene un cuerpo escultural.

La dulce Lily es la asiática del staff, mide 161 y su aspecto es aniñado e infantil. Según describe la propia web, es «delgada, suave, con cintura de avispa y pecho totalmente natural al tacto. Su rostro angelical y su inocente mirada te cautivarán. »

Y para los fans del manga, tenemos a Aki (165cm), el personaje de anime japonés. De pecho voluptuoso y una larga melena azul, esta muñequita de tez blanca y suave, viene con unos modernísimos cascos incorporados.

No sé cómo contempláis todo esto, yo no sé todavía qué pensar. La verdad es que muy normal no lo veo, y aunque todas ellas son preciosas y el parecido con una mujer de verdad le deja a uno pasmado, o pasmada, no dejan de ser seres inanimados, muñecas, mujeres de mentira, objetos de plástico que ni sienten ni padecen. Y eso de follarse algo que no sea un ser humano no lo veo. Por mucho que intente abrir mi mente y ser progresista, más ancha de miras, no acabo de verlo claro. ¿Quién iba a imaginar que aquel tema de Aqua vaticinaría un desconcertante futuro en el que algunos hombres mantienen relaciones sexuales con una barbie sexual? Y encima pagan por ello.

¿Será que ha llegado la era de plástico?

Bueno, cosas peores se han visto.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

Aterriza en España la escuela del amor

Hola querid@s,

¿Sabéis que es posible conocer el algortimo que permite que dos personas se enamoren? Y es más, es posible saber de antemano la persona que mejor combina contigo, por aquello de ahorrarse tiempo, ilusión y lágrimas, y evitar acabar con el corazón roto. Pero para esto es clave conocer a qué perfil sináptico perteneces. ¡Hay hasta 12!

La Escuela Neurocientífica del Amor, especialistas en coaching de sinapsis interpersonal acaba de aterrizar en España y cuenta con tres centros, en Madrid, Barcelona y Valencia. El próximo mes de marzo se realizarán los primeros seminarios Love Sinapsis para enseñar la ciencia del amor a los asistentes

Según su directora, Camila Taube «el amor es una necesidad básica como comer y dormir. Entender quiénes somos, por qué actuamos y saber con quién somos compatibles y con quién no, es fundamental para encontrar el amor. Si no sabemos quiénes somos nunca podremos saber quién es el otro».

En busca del «perfect match»

Estos cursos de Coaching en Sinapsis Interpersonal no consisten en otra cosa que en facilitar las herramientas para saber elegir de quien enamorarse y evitar desengaños amorosos antes de pegárnosla. En el curso, los asistentes realizan un pormenorizado test, al que ya se han sometido más de 14 millones de personas en todo el mundo. Con preguntas muy concretas, se termina por determinar un tipo de perfil -entre los doce- y según unos algoritmos resultado de avances de neurociencia, biología y coaching personal, se encuentra ese otro perfil sináptico con el que se es compatible. Es el ansiado perfect match. Pero el test también revelerá ese o esos perfiles con los que no se compatible, ni se será jamás. ¿Chupado no?

¿De qué van los seminarios?

Los seminarios Love Sinapsis están impartidos por psicólogos y especialistas en biología y se basan en recientes estudios científicos del ámbito de las neurociencias que han demostrado que el amor es un algoritmo que puede ser enseñarse para que las personas se enamoren de la pareja perfecta. La prestigiosa doctora Helen Fisher, investigadora del MIT, antropóloga y neurocientífica, desarrolló en 2004 un algoritmo que permite a dos personas conocer el grado de compatibilidad que existe entre ambas.

El portal de citas Match.com es quién realizó el encargo de desarrollar este algoritmo y a partir de esta investigación se creó la aplicación Tinder y el Coaching en Sinapsis Interpersonal. La diferencia que existe entre la App móvil y lo que enseña la Escuela reside en que Tinder utiliza el algoritmo para presentarnos a aquellas personas que poseen algunos rasgos fisiológicos por los que nos sentimos atraídos. Sin embargo, esta información es incompleta y la prueba definitiva es la gran cantidad de citas o sexo casual que no acaban en absolutamente nada.

Los seminarios Love Sinapsis arrancan en marzo en Barcelona (cada jueves a partir del 9 de marzo), Valencia (11 y 12 de marzo) y Madrid (18 y 19 de marzo). Las sesiones se celebran en grupos de hasta 20 personas, duran unas diez horas que se impartirán en un sólo día y el precio es a partir de 150 €.

 ¿Qué voy a sacar en claro?

Básicamente enseñan a enamorarse bien y de la persona adecuada a través de los siguientes logros:

·Realizar tu Sinapsis Test para saber quién eres

·Convertir sexo en relaciones sinápticas de amor

·Optimizar las interacciones en plataformas virtuales como Tinder y tener mejores citas

·Aprender qué decir, cómo decirlo y en qué momento hacerlo

·Hacer un tratamiento D-Tox para superar rupturas emocionales

·Utilizar tu lenguaje corporal en la seducción, en la pareja y en la cama

·Aprender qué decir, cómo decirlo y en qué momento hacerlo, y

·Generar atracción de día, de noche y en redes sociales.

 

¿Os animáis a enamoraros y ser felices para siempre?

Mientras tanto, a follar a follar que el mundo se va a acabar.

Dirty talking: guía sobre cómo hablar sucio en la cama

Querid@s,

Oh sí sí, no pares sigue sigue, más rápido, mmm qué rico, ¿todo eso es para mí? qué grande la tienes… No es más que un breve muestrario del dirty talking, o lo que  es lo mismo, decir guarradas en la cama. Es maravilloso, estimulante, y una de las opciones alternativas (o complementarias) al omnipresente mete-saca. Unos susurros picantones al oído, que nos dediquen el mejor lenguaje obsceno en francés, en catalán o en un idioma desconocido, qué más da. El dirty talking nos pone malos, malísimos, malérrimos, y si viene acompañado de un chupetón o un mordisco con premeditación y alevosía en el lóbulo, mejor que mejor. Alguien sugirió alguna vez que “la mejor forma de llegar a los ovarios es por la trompa de Eustaquio”.

La mayoría de la gente no es consciente de que el cerebro es el órgano sexual más poderoso que la naturaleza nos ha brindado. Decir o escuchar palabras dotadas de una fuerte carga erótica estimula la transmisión de dopamina, que como sabéis juega un gran rol en la excitación sexual. Cuando hablamos, respiramos fuerte, jadeamos o gemimos, estamos acariciando el cerebro de nuestro amante y encendiendo el interruptor de su imaginación. El lenguaje soez y obsceno en la cama es uno de esos ingredientes afrodisíacos que aumenta el placer un potosí, así que decirle lo que te dejarías hacer por sus manos, por su boca, lo que tú le harías, con o sin su permiso, es una excelente manera de darle al ON.

Decid dirty things, sed un poco guarrillos. Sed insolentes y utilizad vuestra genialidad verbal para encender al otro.

Hombres vs mujeres

A los hombres les encanta la comunicación erótica y todos son unos guarros en la cama, al menos esto es lo que me confesó el otro día entre copas uno de ellos. Decirle gorrinadas y cositas calientes a vuestro hombre incrementará su ego, y eso es bueno para él, para los dos. Se sentirá deseado, pletórico, pleno y tú también. Confiésale lo muchísimo que te gusta como te toca, el sabor de su piel, el tacto de sus manos, que te enciendes con su cuerpo rozando el tuyo, su pene atravesándote, dile cuánto te enloquece su olor. Otro amigo me confiesa ahora mismo mientras hablamos por Facebook que esto del lenguaje obsceno a la hora de follar es una cuestión psicológica que denota perturbaciones mentales severas por parte de los que lo practican.  Al menos eso creo yo. A mí me pone mogollón.

Por el contrario, la mayoría de mujeres no se siente cómoda con el dirty talking. Os confieso que a mí me incomoda con un desconocido que de buenas a primeras me suelta la primera guarrada que se le pasa por la cabeza, pero cuando ando cachonda y hay confianza me pone de lo lindo que me dediquen palabras incendiarias. Cuando conoces un poquito más al otro, yo prefiero que el hombre me folle (unas veces duro, otras vainilla) y me hable sucio. Creo que a nosotras no nos pone tanto el lenguaje soez porque nos sentimos como putarrangueras en manos de clientes que ni nos aman ni nos desean, o quizá porque creemos erróneamente que al permitir y ser destinatarias de ese lenguaje sucio, ese hombre no nos respeta. Por eso las féminas preferimos hacer mutis por el foro durante el acto y gritar, gemir o jadear – que tampoco está mal, a ver si va a parecer que se están follando a una muerta-. Creo que deberíamos hacer oídos sordos a estos convencionalismos y dejarnos seducir por esas beldades indecentes que él (o ella) tenga a bien decirnos.

Hombres y mujeres, seducíos con la voz, ruborizaos a través de la fuerza de la palabra.

Arrancamos

Está claro que cada pareja tiene sus preferencias sexuales y es posible que el dirty talking no funcione para todas ellas. Puede que el arte de hablar sucio no sea lo vuestro, pero personalmente os animo a que lo probéis. Si no os gusta, pues a otra cosa mariposa, pero que no os lo tengan que contar. Si sois novatos en incursiones de este tipo, empezad con algo no demasiado subido de tono. Un precalentamiento del tipo “Llevo todo el día pensando en ti ” o «¿Qué quieres que te haga?» es una buena forma de dar vuestros primeros pasos en el dirty talking.

Eso sí, una advertencia. Todos podemos decir cosas en la cama, pero en la cama no se puede decir cualquier cosa. No way José. Si estamos follando, demasiado piropo cansa, demasiada palabra abruma y pasarse de la raya puede dejar el ambiente helado. Algunas palabras lanzadas desde la más ferviente pasión pueden ser recibidas como patanes insultos o intolerables faltas de respeto. Si la pareja no está en la misma onda, un ¿a que te gusta zorrra? es un ejemplo que me viene como anillo al dedo para explicar como una loca noche de sexo puede acabar en tragedia griega. Así que antes de hablar sucio, hablad.

 

Top ten guarradas

Esto del dirty talking es como todo; para gustos los colores. Cualquier opción puede ser válida y extremadamente excitante. Si este vocabulario indecoroso y no apto para delicados lo acompañamos con gemidos, jadeos o el sonido de nuestra agitada respiración, lograremos acelerar el frenesí de nuestra pareja. Aunque se llame dirty talking, no necesariamente han de ser todo palabras obscenas, ni mucho menos. Se trata de deshinibirse en la intimidad de esas cuatro paredes y de eliminar cualquier tabú que pueda haber entre los dos.

Frases como un encantador “quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos» o un codicioso “dame lo mío y lo de mi prima” son suficientes para entenderse y ponerse a andar juntos y revueltos hacia los placeres del dirty talking. Pero para conocer los top ten, tomad buena nota:

 Estoy (muy, súper, mega según el grado de acaloramiento que se lleve encima) cachond@/mojad@/caliente/perra/verrac@: Esta frase es estándar, tanto si se es novato como si sois el Marqués de Sade del dirty talking, y siempre, siempre, siempre funciona.

 Me encanta que me (beses, chupes, toques, acaricies, beses, comas) mi (lugar del cuerpo a la que se ha de prestar especial atención como genitales, pezones, piernas, culo, ombligo, pechito, etc.): Ideal para crear intimidad y que el ambiente vaya in crescendo.

• Insultos: Las palabras malsonantes del tipo perra, zorra, cerdito, cabrón, hijo de puta son bienvenidas, pero a la vez puede ser sumamente peligrosas, más que nada porque pueden cortar el buen rollito y joder el momento, en el peor de los casos para siempre. Permitidme por ello que os sugiera que negociéis estos términos previamente a la sesión. Como soltéis un perra cuando no toca podéis cagarla, pero bien. Dar por hecho ciertas cosas, también.

• El tono de voz y el cómo se dicen las cosas es altamente importante y la voz ha de modularse según la ocasión. No podemos ordenarle al otro “arráncame las bragas y cómeme entera” como quien llama a Movistar. Un poquito de actitud, por favor.

• Oh pon-aquí-su-nombre, oh, Cómo me pones pon-aquí-su-nombre, cómo me pones: Muy básico pero no falla.

• Que parte del dirty talking gire en torno a echarse unos jajas mola, pero no nos pasemos de graciosos que esto no es el festival del humor. Aquí hemos venido a follar.

 Me encanta tu pon-aquí-lo-que-te-encanta-del-otro: Hacer cumplidos acerca de su cuerpo o desempeño será excitante. Es de buena educación y saber estar reconocer las bondades y el buen hacer del otro.

Decir guarradas no es igual a narrar lo que va aconteciendo. Lo siento, pero tampoco es el momento para marcarse un monólogo sexual.

•Para calentarles a ellos: La tienes tan (dura, grande, colosal). Halagar su pene diciendo lo grande o lo duro que es (casi) siempre es un éxito garantizado.

 Y el básico hazmelo/fóllame (duro, fuerte, pero ya, ahora mismo) de toda la vida: Vale para todos los sexos y apenas salgan estas palabras por la boca, daos todos por follados.

En definitiva se trata de hablar sinceramente sobre lo que siente de verdad. Si nos inventamos y decimos guarradas por decir probablemente en lugar de caldear el ambiente lo que haremos es el ridículo. Eso sí, no os cortéis y expresad vuestros deseos con todo lujo de detalles. Si quieres que te ponga a cuatro patas, díselo. Si lo que te apetece es que te enseñe el culo, házselo saber. Si te vuelve loca que te lama los pezones o te coma las tetas, coméntale sin pudor. O que ella se quite las bragas, se toque y se corra para ti. Hablad por esa boquita.

Un poco de dirty talking y que se corra la voz.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

He visto ‘Cincuenta sombras más oscuras’ y me he reído de lo lindo

Querid@s,

Ayer fui a ver Cincuenta sombras más oscuras con mis hermanas y vaya si me reí. Yo y el resto del cine. Cincuenta sombras de Grey defraudó a Hollywood, a la crítica y hasta al público. Cincuenta sombras más oscuras lo vuelve a hacer, incluso más que la primera entrega, esa que encendió las salas de cine de todo el planeta con excelentes resultados: 571 millones de dólares de recaudación total, casi quince veces más de lo que costó. ¿Pues habrá que hacer una segunda no? De modo que Universal también decidió adaptar a la gran pantalla la segunda novela erótica de E.L. James. Cincuenta sombras más oscuras ataca justo cuando se acerca San Valentín. Qué casualidad.

Esta segunda entrega de la saga de las sombras tampoco se libra de paupérrimos diálogos y escenas tremendamente ridículas. Eso sí, te ríes de lo lindo. Si dudabais que la segunda pudiera ser todavía peor que la primera, estáis muy equivocados. Es todavía peor, aún más lamentable.

Vayamos por partes.

Anastasia, con su rostro de hastío perenne, desde el minuto 1 del filme, da muchísima pereza. Tan cansina ella, se asemeja a un fantasma que vaga sin rumbo por la ciudad hasta que se re encuentra con su ex en la exposición de fotografía de su amigo José (que lo tiene loco), en la que por cierto hay media docena de retrasos de Anastasia. Todos vendidos. No hay que ser muy avispado para saber que ha sido Gray quien los ha comprado todos. Será per diners. Tal y como le confiesa a la chica, se hace con todos ellos porque “No quiero otro te coma con la mirada. “

Tras su fortuito encuentro redefinen las cláusulas del contrato. De mutuo acuerdo deciden que esta vez no hay normas, ni mentiras. Christian, que reaparece a lo barbudo y bastante desmejorado por cierto, continúa con su loca obsesión de controlarla a ella, creyendo que es de su propiedad. Para variar, a ella se le hace el chichi Coca Cola con el solo roce del cuerpo su amado. En cuanto Christian la toca, flipa en colores y se pone a suspirar y jadear como una loca, como si le hubieran dado alguna droga de esas cachondas. O esta chica es muy caliente o finge como una bellaca.

Ah, esto es muy bueno. Todos sabemos que Christian, que fue testigo ocular de la muerte de su madre adicta al crack cuando era un criajo de 4 años, tiene el pecho lleno que quemaduras que alguien le hizo. Después de tanto follar a lo vainilla y en plan brutote como le pone a Christian, Anastasia, toda sorprendida, le pregunta ¿Eso son quemaduras? ¿Anastasia, reina mora, de qué árbol te has caído?

Más porno para mamás

Como se decía de la primera, esta es una historia de porno para mamás. Vayamos con las escenas de sexo, que es lo que os interesa a todos, calentorros. En cuanto a lujuriosas escenas sexuales, nada de nada. Las escenas de sexo están más o menos coreografiadas, pero no se ve demasiado tema explícito. Personalmente me falta sexo, más escenas tórridas he visto en Física y Química. Esta vez, por no verse, ni siquiera se vislumbra el miembro de Christian Gray, una pena. A ver si en la tercera entrega podemos vérselo.

La única escena que me pone es la del ascensor. Él la masturba sin bragas en un ascensor lleno de gente, mientras le dice que no se corra. Resulta que ella no lleva bragas, porque mientras cenaban en un restaurante de lo más elegante, él le pide a ella que se las quite. Y ya sabemos que ella, si Gray le dice ven, lo deja todo. Solo le faltó olerlas.

Los regalitos de él a ella

El millonetis (y pesado, porque es que es muy pesado) vuelve a regalarle a Anastasia un PC de los caros. ¿Pero si ya le habías regalado tecnología punta en la primera? Qué poco original. Pero claro, así él la vuelve a tener controladita en todo momento (en la tercera le instalará un chip intravenoso) y ella ya no tiene excusa para no mandarle mensajitos a su amado e informarle de hasta cuando va a cagar.

De verdad, ¿es que no nos damos cuenta? Christian Gray es un maltratador y no precisamente porque le dé azotes. Si no fuera porque él está buenísimo, viste elegante y es multimillonario, le veríamos como un depravado y le denunciaríamos.

¿Qué hay de nuevo?

No quiero ser una spoiler, pero lo voy a ser. Así que, si no queréis descubrir antes de tiempo los misterios de este peliculón estelar, dejad de leer. Deteneos.

  • En la segunda parte de la adaptación cinematográfica de la historia de amor, sexo y sado de E.L. James, a Jamie Dornan y Dakota Johnson se suman esta vez Luke Grimes (Elliot Grey) y Kim Basinger (Elena Lincoln). Elliot Grey encarna al jefe de Anastasia. Al principio mola, pero enseguida se le ve el plumero de malo de la película que está como un cencerro y que se quiere beneficiar a Anastasia de muy malas maneras. Por su parte, la Basinger, que se ha pasado con el botox o lo que sea que se haya inyectado, interpreta muy malamente a la pérfida y malvada ex ama de Gray, la Sra. Robinson, esa que solo le enseñó a follar. Ay Mrs. Robinson, quién te ha visto y quién te ve.

  • Para más INRI, aparece de las sombras del pasado una ex sumisa zumbada y desequilibrada que quiere cargarse a Anastasia porque ella duerme con Amo. Pero Gray, con sus dotes de amo sadomasoquista, logra calmarla y salva a Anastasia.
  • Él por fin se deja tocar: Al principio, con ayuda del maestro, Anastasia le dibuja con un pintalabios un mapa de ruta en su lindo pechito, marcando los límites de hasta donde está autorizada a tocarle. Pero luego Gray, temeroso de que ella le abandone, se entrega por completo a Anastasia y le dice que puede tocarle enterito. Qué envidia, nena.  Te vas a poner morada.

  • Ella pide mambo: La chica se va soltando la melena y le pide mambo a Christian. Que si dame unos azotes, que si llévame a la habitación roja… Parecía tonta la Anastasia.
  • Además de helicóptero, nos enteramos también de que tiene una casa en Aspen, un pisazo en Nueva York y un velerito. Lo normal, vamos.
  • Gray casi la palma: Normal, es que con esa manía suya de volar a todas partes con el helicóptero que en una de esas se adentra en la frondosidad del bosque y en algún momento se le quema un motor. Pero él es Christian, y se salva de una muerte segura.

Dicho esto, si lo que queréis es reíros, con o de la película (qué más da), ver Cincuenta sombras más oscuras es definitivamente un buen plan. La verdad es que me reí mucho. De Christian Gray, de Anastasia, de prácticamente todo el reparto y cada escena, cada frasecita que me entraba la risa floja, de los comentarios desternillantes de las chicas de la fila de atrás. Pero sobre todo con un señor de unas 70 primaveras que estaba sentado a mi lado. Fue al cine para darle gusto a su mujer y no se enteraba de la película. Pero esto es una película de sexo decía. Y cuando Anastasia toda ingenua le preguntaba a Gray ¿Dónde me llevas?, el hombre, pasmado, murmuraba…¿Dónde te va a llevar hija?…Al huerto.

Mala es un rato, pero las risas están aseguradas. ¿No pensaríais que la película va en serio?

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

El diván de Efrén: Reflexiones sobre las relaciones y la búsqueda del amor

Querid@s,

Hoy doy voz a mi amigo Efrén. Le apasiona reflexionar sobre las relaciones y la búsqueda del amor, y quiere compartirlo con vosotros.

Tengo 30 años, no tengo novia y soy feliz. Parece que esta afirmación es contradictoria, los dictámenes de la sociedad rezan que si tienes X años y no tienes novia o no estas casado eres un fracasado.

Señores, pensamos que lo peor es acabar solo, pero no, lo peor es estar con alguien que te hace sentir solo!!!
Ves a todo el mundo aparentemente tan feliz de la mano, pero de esos ¿Cuantos están verdaderamente enamorados? ¿Un 5 un 10%? La gente está por estar, porque no pueden estar con alguien mejor o porque no saben estar solos y me da mucha pena sinceramente. El típico síndrome de la chica liana, que salta de novio en novio y no sabe estar sola. Es importantísimo saber estar solo y pocas personas saben. Ni siquiera él.

Los que cuentan sus novias con todos los dedos de las manos o han tenido mucha suerte en la vida y se han cruzado con chicas que les han encantado que lo dudo o sinceramante no exigen mucho, quizá porque no tienen mucho que aportar. Yo sé como soy, lo que doy en una relación y se lo que quiero y me cuesta muchísimo encontrar a alguien afín ami, pero creo que si no eres exigente con la persona con la que en teoría vas a estar para siempre, ¿Con que lo vas a ser?

¿Que perverso es el tema verdad? En vez de premiar a quien quiere ser mejor cada día, tiene inquietudes, afán por aprender, por mejorar, hace mil actividades… Se le castiga. Yo me incluyo en este grupo, y cuanto más te trabajas a ti mismo y más activo eres, menos conformista eres y buscas a alguien que no sea una seta pocha!

Estoy aburrido de hablar con chicas y al preguntarles sus hobbys me digan: pues me gusta viajar, quedar con mis amigas y tomar cervezas… Ya, eso nos gusta a todos ¿Algo mas que puedas aportar por favor? Que me da igual los hobbys en serio puede ser tiro con arco, curling o triciclo, pero necesito que sea una mente ávida de conocimiento y nuevas experiencias. Me aburre lo normal, y cada vez más, necesito gente original. Igual que vosotras estáis cansadas de que os inicien una conversación por Tinder con un manido Ola guapi! Yo lo estoy de ver chicas que piensan más en cómo va a quedar la foto de instagram que de disfrutar del momento que están viviendo o de que coman 4 canónigos cuando salimos a cenar, o que no tengan ni temas de conversación ni iniciativa… Vamos que ni están ni se les espera.

Y en el otro bando 2 amebas (una mezcla de impotencia y frustración me invade) que no tienen inquietudes, metas, ni se preguntan cosas, y los 2 sumidos en su ignorancia, son felices para siempre.

¿Pero sabéis qué? No pienso rendirme ni pasar por el aro. No tengo necesidad de tener una novia, con que me vaya encontrando por el camino compañer@s de viaje tengo mas que de sobra. Resistiré, resisitiré, resistiré.

Y mientras sigo en la búsqueda de esa chica loca que ponga patas arriba mi vida, enumeraré a continuación lo que cualquier hombre cuerdo creo que buscaría en una mujer.

El decálogo de Efrén:

1) Que me atraiga (seamos realistas lo que primero entra es el físico), que me guste físicamente, que se cuide y no sea dejada. Hay que conquistar a tu pareja cada dia, eso es lo mas difícil de una relación y por lo que la mayoría de ellas se van a la mierda.

2) El trabajo me da igual, pero que sea curiosa, inteligente y culta, que se interese por temas diversos mas allá de Sálvame Deluxe. La inteligencia en una mujer me parece una cualidad muy sexy.

3) Cero celosa. Esto es condición sine qua non y se suele ver desde que empiezas a conocer a alguien. Los celos, como bien sabemos, son inseguridades en uno mismo.

4) Flexible, que sepa comportarse en todas las situaciones, con mi familia, con mis amigos etc.

5) Con iniciativa, activa, que le guste hacer cosas nuevas, planes etc… Tanto en vida normal, como en el terreno sexual.

6) Que tenga amig@s, que tenga su vida, yo la mía y una en común. Obvio puede salir con mis amigos o yo con los suyos, pero que sea independiente.

7) Que me sepa llevar, cuando me pongo tonto me diga «No pasa nada«, me dé un beso y sepa calmarme.

8) Que sea buena persona.

9) Que sea mi amiga, pueda contarle todo y pueda ser yo mismo.

10) Extrovertida y divertida. Ejemplo, que venga a una boda de un amigo mio y que no conozca a nadie, pues en vez de estar como una mochila a mi lado, que se vaya a pedir una copa, hable con chic@s haga amigas, baile y yo le vea pasándoselo bien y diga Joder, esa es mi chicaaaaaa!

¿Lo tengo jodido no?  Jajaja. Pero todo lo que se pide es porque se ofrece, claro está;).

P.D.: Si alguien cree que puede ser mi medio limón, por favor mándame una paloma mensajera urgentemente a herrero.efren@gmail.com.

¿Cuáles son los mejores signos zodiacales en la cama?

Querid@s,

La astrología afirma firmemente que el signo del zodiaco bajo el que hemos nacido es un factor determinante y definitorio de nuestra personalidad. Y de nuestra sexualidad también, ojo. Seáis o no unos descreídos en este sentido, los astros tienen su influencia sobre nuestro lado más caliente, por lo que hay signos más sexuales que otros.

Ya comentamos hace un tiempo cuáles eran los signos del zodiaco más infieles, pero…¿Qué pasa con los mejores en el terreno sexual? ¿Cuáles son? Algunos signos son capaces de aguantar muchísimo tiempo en la cama, mientras otros son amantes excelentes por la calidad de los revolcones con la que deleitan al contrincante. No sé cuál es vuestro caso, pero esto es lo que dicen por ahí de los signos del zodiaco más fogosos.

Escena empotradora de American Psycho

CAPRICORNIO (22 DE DICIEMBRE – 20 DE ENERO)

Así a bote pronto los capricornio tienen fama de ser displicentes, distantes y fríos, pero cuando se sienten seguros son los más incandescentes y ardientes del zodiaco. Pueden hacer que uno se excite tanto que se sorprenderá. Que no te lo tengan que contar, arrímate a un capricornio.

ACUARIO (20 DE ENERO-18 DE FEBRERO)

Los acuario tienen mucho tirón sexual porque son seres abiertos y sociales con una gran capacidad de relacionarse con el prójimo. Vale tanto para un amante pasajero como para algo más serio.

LEO (23 DE JULIO – 22 DE AGOSTO)

Leo es per se coqueto y abierto. Es difícil resistirse a sus encantos por la pasión que muestran hacia todo lo que hacen, hacia la vida y sobre todo hacia el amor. Llamadme flipada, pero como excelente leo que soy leo, siempre doy rienda suelta a mi imaginación y busco aunque sea un poquito de I+D+i en cada encuentro sexual.

ESCORPIÓN (23 DE OCTUBRE – 21 DE NOVIEMBRE)

Es el signo más sexy del zodiaco. Intensos y perturbadoramente temperamentales, transforman la agresividad en algo fascinante durante el sexo. Les apasionan las aventuras y se atreven con todo tipo de experiencias más allá del misionero o el misionero inverso. Dile a un escorpión que te ame como si te odiara y date por mega follad@. Verás lo que es bueno.

SAGITARIO (23 NOVIEMBRE-21 DICIEMBRE)

Los amantes de este signo aman las aventuras y quieren que su vida sexual sea única y especial. Son hombres entregados y por amor matan -estoy exagerando-, pero sí pueden llegar a límites inimaginables. Les vuelve locos el sexo salvaje, les van los juegos eróticos y por ello son amantes insaciables. Pon un sagitario en tu cama, será pura dinamita.

¡A follar a follar que el mundo se va a acabar!

Trucos para desenmascarar los falsos orgasmos de los hombres

Querid@s,

Ahora resulta que fingir orgasmos ya no es sólo cosa de mujeres. Así lo asegura una encuesta realizada en diez ciudades estadounidenses: según los datos arrojados por Trojan Charged Sex Life, el 60% de las mujeres admite haber fingido orgasmos, mientras que la proporción es solo del 19% en el sexo masculino. Los estudios de los portales AskMen.com y TresSugar.com realizados en 2012 entre 50.000 personas de Reino Unido, EEUU y Australia, revelan, sin embargo, cifras más preocupantes. Un 54% de las mujeres mienten entre las sábanas, frente a un alarmante 34% de los hombres. ¿O sea que uno de cada tres también miente como un bellaco?

Aunque las reinas del embuste orgásmico seguimos siendo nosotras por goleada (vergüenza debería de darnos), el 33% de los hombres ha simulado algún orgasmo, según otro estudio de la Universidad de Kansas. Con estas cifras queda bien clarito que la posibilidad de fingir orgasmos no es exclusividad de las féminas, pues los hombres son perfectamente capaces de simularlo. El orgasmo y la eyaculación, aunque hasta ahora quizá creyerais lo contrario, son dos procesos diferentes que no siempre van de la mano.

Nosotras fingimos orgasmos para satisfacer al hombre que yace a nuestro lado, para no herir su ego, o bien para acabar pronto la faena si estamos hartas de la sesión de folleteo ¿Pero para qué iba a querer un hombre fingir orgasmos? Pues por lo mismo, para quedar de machote, para no defraudar a la pareja, para no dañar sentimientos. Tampoco son pocos los hombres que fingen, fingen y fingen en el séptimo arte. Si sois unos incrédulos y no me dais crédito, entrad aquí. Encontraréis un carrete de clímax de más de 50 películas (no pornográficas), cortesía de Jezebel. Ya me diréis cómo os quedáis con los actores masculinos que desfilan en pantalla y exhiben orgasmo que parecen 100% reales.

Escena orgásmica de Jim en American Pie

Fingir orgasmos es jugarle una mala pasada al otro. Independiente de que sea el hombre o la mujer quien mienta, actuar cuando se trata de orgasmos está feísimo, y además no lleva a ninguna parte. A ver, no hay que sacar las cosas de quicio y una mentirijilla piadosa se entiende en ciertos momentos. Se entiende cuando se te ha ido la mano con los chupitos etílicos, te levantas junto a un cardo borriquero que hacía unas horas, con menos luz y muchas más copas, te parecía un auténtico pivón. ¿Quién no se ha visto en esta tesitura alguna vez? ¿O quien no ha sido en alguna ocasión el cardo borriquero para el otro? Actuar vale en ocasiones especiales y extraordinarias, ya se sabe que una vez al año no hace daño. Pero otra cosa muyyyyy distinta es perpetrar el engaño constantemente, y peor aún si es con la pareja habitual. Igual no te pone, igual ya no os entendéis, igual ya te has enamorado de otro o de otra. Háblale, dile, coméntale y reflexiona por qué finges orgasmo sin ninguna necesidad. Pero por Dios, deja de fingir; debería estar prohibido. 
¡Benditos orgasmos!
Cuando uno se abandona al placer del orgasmo, las reacciones que nos invaden nuestro cuerpo son inevitables y maravillosamente involuntarias, caemos en manos de una fuerza más allá de nuestro control y albedrío. En el caso de las mujeres se nos eriza la piel, nos tiemblan las piernas, se nos entrecorta la voz, ardemos por dentro (y quemamos por fuera), los pezones se nos ponen duros, se nos humedece la vagina, se nos nubla la vista, nos dan espasmos, se nos contrae la vagina a ritmos cadentes, y un larguísimo y lujurioso etcétera. Igual no todo junto, pero estas ocurren. Algunos de estos símbolos del clímax son imperceptibles (sólo nosotras nos enteramos), inimitables, mientras otros sí son susceptibles de ser imitados.

De todas formas, ellos lo tienen bastante más jodido esto de engañar, pero pueden engañarnos. Pensamos que si eyacula es que ha llegado al orgasmo, pero va a ser que no. “En el hombre el orgasmo está regido por el sistema nervioso parasimpático  -el que relaja-, mientras que la eyaculación pertenece al simpático –el que estimula- y para que ambos coincidan deben ponerse de acuerdo, que es lo que normalmente sucede. Pero si hay estrés, presión o excesivo afán de control este equilibrio se rompe y puede ocurrir que el hombre eyacule sin experimentar un orgasmo, lo que resulta bastante doloroso, o viceversa. Cada vez hay más casos de anorgasmia en el sexo masculino. Las mujeres nos quejamos de haber estado reprimidas en  este ámbito pero ellos tampoco lo han tenido fácil. La mayoría de los hombres incluyen en su autoestima su desempeño sexual. Algunos piensan que si la mujer no disfruta es porque hay algo que hacen mal. El eterno dicho de que no hay mujer frígida sino hombre inexperto, no los ha ayudado mucho”, comenta la psicóloga Pilar Cristóbal.

Si se finge, a no ser que lo que se pretenda es que la otra persona se dé por aludida, el embustero intentará no levantar sospechas y será harto complicado desenmascarar la farsa. Don’t panic porque aquí estamos para desvelaros esos viles truquitos que son claramente signos de engaño en su modus operandi habitual. Sin más preámbulos, he aquí el Manual para detectar en cero coma a esos hombres que nos quieran dar gato por liebre.
  • Grita demasiado y se pavonea: El hombre suele ser silencioso mientras folla, como mucho emite sonidos graves o agudos mientras se corre, pero poco más. Por eso, si grita demasiado ándate con ojo, por lo general es mala señal. Seguramente está actuando y exagerando su placer para contigo. No te dejes convencer, qué caramba.
  • Habla más de la cuenta: Que un hombre se dedique a la tertulia en exceso mientras está afanado en empotrarte quiere decir que está mintiendo. Como un bellaco. Si uno está a gusto y disfrutando no le da al palique como una cotorra, que no se puede estar en misa y repicando.
  • Te dice que se ha corrido sin demasiado emoción: A ver, que no somos tontos, y esas cosas de correrse se notan, se sienten. Si para que te quede claro te lo tiene que decir con palabras, mal vamos.

Prestad atención también en los momentos del after sex, porque también hay rastros de farsa.

  • Continúa empalmado: Obvio, si sigue empalmado es que ha fingido la petite mort. Cierto es que en algunos casos un hombre puede tener un orgasmo y a pesar de ello, mantener la erección del pene. No obstante, esa erección post coitum no dura eternamente; si dice que ha terminado y la erección sigue y sigue, te la está intentando colar.
  • Ni rastro de semen: Existen los orgasmo en los que el hombre alcanza el clímax y no eyacula, es lo que se llama orgasmo seco. Pero estos son casos excepcionaales y por norma general, si hay orgasmo tiene que haber semen, por huevos. No pretendo que te conviertes en la rastreator del semen, tampoco no es plan de ir buscando como una desesperada esta sustancia en el condón. Simplemente si no hay semen, querid@, no ha habido corrida.

Si crees que él finge los orgasmos nada mejor que una buena charla. Hablando se entiende la gente.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

Lubrícate: guía amiga para una óptima lubricación vaginal

Querid@s,

Hoy quisiera tratar un tema lúbrico y muy intimo. Por suerte hay hombres a los que basta mirar, ensoñar o desnudar con la mirada para lubricar como descosidas. Precisamente ayer disfruté muy bien humedecida de un delicioso rato conmigo misma pensando en las manos, los ojos y la boca de uno de ellos. Pero no todas y no siempre lubricamos como y cuando toca, y eso es una faena. En una relación sexual, cuánto más húmeda, engrasada, mojada -en definitiva, lubricada- esté la vagina, mejor os lo pasaréis en la cama.

Cuando las mujeres nos excitamos, entre otras cosas, ocurre que en cuestión de segundos (de 2 a 4 minutos en vaginas más maduras) se incrementa la producción de líquido vaginal secundario y aumenta la dilatación de los plexos vasculares subepiteliales. ¿Para qué? Pues para facilitar la penetración y las embestidas del pene dentro de la vagina y mantener un pH neutro que facilite la supervivencia de los espermatozoides. Luego la vagina aumenta de tamaño y el clítoris se expande para que nos lo estimulen mejor. Si esto no os ocurre ante un estímulo sexual, tenemos un problema.

¿Te notas las partes bajas apagadas? ¿Sientes que tu vagina está como deprimida? ¿Ni siquiera recuerdas la última vez que alguien te hizo mojar las bragas? Si ocurre esto lo que te está pasando es que estás padeciendo lo que científica y técnicamente se conoce como trastorno excitatorio femenino, el equivalente a la disfunción eréctil masculina que hace que al hombre se le quede el pene como un gusanito de blandiblú. La versión femenina consiste en tener el cichi más seco que la mojama y conlleva la disfunción lubricativa (falta de lubricación y resequedad vaginal, sin comprometer el deseo y el apetito sexual), y la disfunción eréctil clitoridiana en la que se reemplaza la reacción normal de placer y agrado con la estimulación del clítoris, por una sensación de dolor, intolerancia y de anestesia. Es decir, el clítoris no sale afuera y se siente menos. Al igual que les ocurre a ellos, nosotras tampoco nos libramos de los gatillazos en los momentos de la verdad.

La sequedad vaginal y la incapacidad para humedecerse cuando el cuerpo pide mambo puede aparecer en los episodios de la vida en los que atravesamos cambios hormonales como el embarazo, la lactancia o la menopausia. Tomar antidepresivos, ansiolíticos, o algunos anticonceptivos también pueden disminuir la producción de estrógenos. El estrógeno es un componente imprescindible en la lubricación. Con el pasar de los años, el estrógeno va disminuyendo hasta desaparecer completamente al alcanzar la etapa de la menopausia. Independientemente de las motivaciones, con la sequedad vaginal, además de complicarle la penetración a nuestro estimado pene, porque no se entra igual en una vagina húmeda que en una seca, el sexo puede resultar una experiencia dolorosa o un coñazo. El pene, en lugar de deslizarse libre y sin obstáculos, ha de esforzarse para atravesar ese secarral burgalés que tienes por vagina. Para aquellas de vosotras que tengáis el negocio más seco que la mojama, sabed que existen recursos para aumentar la lubricación del asunto. Mantequillas y margarinas aparte.

Aunque lo ideal sería que nosotras mismas pudiéramos producir la suficiente humedad, hay formas para darle alegría a la vagina. Tomad nota:

  • Utilizad productos especiales para la zona: hidratantes vaginales y vulvares, y jabones íntimos, especialmente los anti microbianos.
  • Para tener una relación sexual húmeda y mojada no olvidéis los juegos preliminares. Antes de que os den lo vuestro y lo de la prima, que os horneen hasta alcanzar el punto en el que el chichi se os haga el Coca Cola.
  • Además de preservativos molones, usad lubricantes. Los hay de todos los colores, olores y sabores. Que no os dé reparo, nuestras abuelas se untaban aceite de oliva para facilitar las relaciones sexuales.
  • Bebed agua a tutiplén: Como mínimo dos litros de agua al día. La ingesta de H20 aumentará la lubricación vaginal porque la misma depende del líquido que ingerimos. Si hidratáis vuestros cuerpos, hidratareis también las vaginas.
  • Cuidad la alimentación y ojo con el alcohol, tabaco y marihuana; son conocidos inhibidores de la lubricación femenina.
  • Para estimular la lubricación también vienen muy bien los ejercicios de Kegel y las bolas chinas. Los primeros movilizan los músculos y ayudan a adquirir una mayor conciencia genital. Por su parte, las bolas chinas, al moverse entre las paredes de la vagina, ayudan a sensibilizarla. Probad a combinar las dos para una perfecta estimulación.

Escena sexy de American Pie

  • No estresarse: Los estados de tensión y nervios no vienen nada bien son el enemigo público número uno de la sequedad vaginal. Relajaos coño.

Dicen los expertos que el 90% de las causas son psicológicas y vienen de nuestro cocoignorancia, prejuicios, mitos. A saber, cada un tenemos lo nuestro. Aunque siempre podemos echarle la culpa al sexo contrario, ¿No dicen que no hay mujeres frígidas sino hombres inexpertos?

A follar a follar que el mundo se va a acabar.