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La Canción de Nora, mi #UnoAlMes para abril

Querid@s,

Mi lectura recomendada para este mes es La Canción de Nora.

En el mundo del porno femenino el nombre de Erika Lust de boca en boca deambula. Esta sueca de armas tomar además de dirigir cine porno, también se atreve con el arte de la pluma. Entres sus obras, La Canción de Nora. Cuenta la historia de una joven sueca apasionada del cine que, a los 23 años, llega a Barcelona con el sueño de rodar su primera película. Paralelamente a las peripecias cinematográficas protagonizadas por Nora de una manera un tanto autobiográfica, la autora mezcla varias historias cruzadas de amor y amistad. De vez en cuando hay alguna escena de sexo, claro está.

Además de luchar por buscar su sitio, a Nora se le complica la vida cuando aparecen dos hombres: Xavier y Matías. ¿Dos Hombres con un mismo destino?¿Lucha de Gigantes? Xavier, sexy, pijo, sofisticado, triunfador, pretencioso y pedante versus Matías, argentino, atractivo, misterioso, soñador y bohemio. Haced vuestras apuestas y que gane el mejor. Esperemos que Nora elija bien, pues apostar por la persona equivocada puede complicarnos la vida de mala manera.

Espero que con estas lecturas recomendadas enriquezcáis vuestros conocimientos sexuales, miméis con humor y colméis de deseo vuestra mente para ejercitarla, no vaya a ser que nos pase como a ese cinéfilo empedernido que en algún momento de amnesia, seguro selectiva, confesó que Existen dos cosas muy importantes en el mundo: una es el sexo, de la otra no me acuerdo ;), Woody Allen.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

Día Internacional del Beso

Querid@s,

Hoy es el Día Internacional del Beso. Confío en que lo celebraréis como toca. Con besos, de qué otra manera si no. Cada 13 de abril se festeja este día dedicado al beso, cuya celebración popular tiene su origen en un concurso de récords que tuvo lugar en Pattaya, Tailandia, en 2013. En aquella romanticona competición se  iba en busca del beso más largo del mundo. Y el record fue a parar al matrimonio tailandés formado por  Ekkachai y Laksana Tiranarat, una pareja que mantuvo sus labios unidos durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos. Toma ya.

Sabéis que compartimos unos 80 millones de bacterias durante un apasionado beso de 10 segundos, según una investigación holandesa. Bienvenidas las bacterias, qué diablos. Sarna con gusta no pica.

Beneficios de besuquearse

Entre otras múltiples cualidades beneficiosas para nuestra existencia, dar un ósculo a nuestra pareja alarga la vida 5 años, nos hace tener menos accidentes de coche y hasta ganar más dinero. Pero no sólo son estos los privilegios de besarse porque un buen besuqueo ayuda a combatir el estrés, la depresión, a liberar oxitocina y producir endorfinas.

La adrenalina es otra hormona que hace su aparición estelar mientras comemos morro y hace que nuestro ritmo cardíaco se acelera y puede hacernos hasta sudar. Otro componente del cóctel hormonal que supone el ósculo es el cortisol, conocido como la hormona del estrés, ya que hace que se reduzca la inquietud.

Bésame, bésame mucho

Cuando nos besamos…los vasos sanguíneos se dilatan, la respiración se profundiza, las mejillas se nos enrojecen y nuestro pulso se acelera. De esta forma, nuestros cuerpos comienzan a preparase para otro tipo de experiencias.

Besar es humano y divino. Es cosa de reyes, herederos, mendigos, parientes, artistas y no tan artistas. Los besos, tanto en el amor como en el sexo, son una cosa obligatoria sin la que no deberíamos vivir. Y no hablo de esos besos cualquiera, que vienen de cualquiera. Hablo de esos besos épicos, eternos, de película. No abundan, pero los hay, y a veces ocurre, que tras besar a cientos de ranas…

Besos históricos

Aunque lo largo del tiempo ha habido besos que han hecho historia. Como el beso robado de Times Square que representa el fin de la II Guerra Mundial. Aquel supuestamente robado beso -se rumorea que pudo no ser tan natural como parece-, protagonizado por Greta Zimmer Friedman, una asistente dental y un marinero, fue portada de la revista Life. Aquí la tenéis para vuestro deleite.

O el beso entre el líder de la República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker y el soviético, Leonid Brezhnev quienes contra todo pronóstico celebraron así el trigésimo aniversario de la RDA.

Y para mí, uno de los mejoes besos del cine, el de Cary Grant e Ingrid Bergman en la película de ‘Encadenados’ (1946).

Feliz Día Intetnacional del Beso.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

¿En qué pensamos cuando nos masturbamos?

Querid@s,

-¡Tremenda paja me hice ayer pensando en ti mami!decía el whatsapp que hace unos días me envió Toni, mi amiguito cubano.

¡Qué cosas tan bonitas me dice mi negro! Este último mes que llevo viviendo de nuevo en casa con mi santa madre, desgraciadamente no he podido masturbarme todo lo que me pide el cuerpo y hubiera querido. Me falta intimidad, que para esto de la masturbación es bastante necesario. Menos mal que de vez en cuando me voy de picos pardos y solucionado.

A veces, cuando me da por ahí, soy bastante escandalosa, tanto cuando me masturbo como cuando hago el amor. Tampoco me pongo a dar alaridos cual enajenada, pero me gusta hacer ruido, esa es la verdad. Cada vez que ahí, entre mis piernas, siento que un intenso orgasmo está a punto de catapultarme hacia ese lugar del que nunca quiero volver, no puedo evitar alzar la voz y poner el grito en el cielo.

Me gusta la bañera. Confieso que mi lugar preferido para tocarme es la bañera, además de la cama.

Escena submarina de la película Átame

¿En qué pensamos cuando nos masturbamos?

Como es lógico, todos pensamos casi siempre en cochinadas, en gente y situaciones que nos ponen cachondos y nos excitan. Pero, ¿qué situaciones os ponen especialmente burros y burras? ¿Quiénes son esos que hacen que os masturbéis en secreto y en su honor? Hay quienes se tocan pensando en estrellas del porno, en las celebridades, en la vecina, en un desconocido con el que se han cruzado miradas en la calle, en un amigo, en los ex y las ex, en la pareja o incluso en los amigos o las amigas de la pareja. O en esas chicas tan guapas de los posters; ponen música de baño y a darle a la manita.

En un estudio publicado Journal of Sexual Medicine, los participantes indicaron la frecuencia con la que fantaseaban con determinadas situaciones sexuales. Y este es el resultado:

10% fantasean con travestirse
64% ser masturbados por un amigo o amiga
48% ser tocado por una persona desconocida en un espacio público, como por ejemplo el metro
10% fantasean con la lluvia dorada
9% con orinar sobre su pareja
16% con mirar a dos hombres mientras hacen el amor
60% con eyacular sobre su pareja
30% con ser forzado a mantener relaciones sexuales
28% con utilizar un objeto no sexual como complemento erótico
52% mantener relaciones con una mujer de “pechos muy pequeños”

¿Cómo os quedáis? ¿De piedra no? A mí también me sorprende, porque yo como mucho, fantaseo que me acuesto con alguien que me chifla (o varios alguien) y echo un polvo fantástico, pero poco más.

Cuando me masturbo, casi siempre imagino que no soy yo la que me estoy tocando. Fantaseo que son otras manos las que me tocan y pienso en alguien, normalmente del sexo contrario. Me lo monto con un amigo con el que no he tenido nada pero ya me gustaría y que se ha echado novia formal, otras veces pienso en el ligue de turno y otras en un antiguo novio. Recuerdo cuando salíamos y las sábanas olían a él. Cada vez que se quedaba a dormir en casa, lo primero que hacía al regresar del trabajo era masturbarme entre las sábanas que todavía olían a él. Aún hoy en algún lugar entre mi nariz y el cerebro, mi mente sigue conservando el recuerdo de su olor y de nuestros polvos. Muchas noches sólo ese recuerdo me da para volar.

Cisne Negro

En ocasiones ocupan mi mente calenturienta mis amores platónicos de toda la vida, esos chicos que siempre me han gustado, o los que me gustan desde hace poco, y me imagino que me lo monto en plan salvaje en sitios diversos, como en el penthouse de un rascacielos con un ventanal descomunal con vistas a Central Park o en la barra de algún garitazo. A veces pienso que el padre de mis hijos me empotra salvaje y brutalmente contra un enorme espejo en algún baño de lujo y otras que ese chico de Tinder que me gusta más de lo que reconozco me hace un cunnilingus glorioso.

Cuando me masturbo me vienen a la cabeza esos hombres que mojan mis bragas sólo de pensar en ellos y despiertan la leona que hay en mí. Y otras veces cuando me masturbo me monto una película erótico festiva que me vuelvo loca.

Me imagino haciéndolo sobre la mesa del director de la empresa, me emborracho con vino en una bacanal y participo en una orgía, pruebo algo de droga y follo toda la noche, hago el amor con dos hermanos gemelos, me rasuran como a Francesa Neri en ‘Las edades de Lulú’, un amo me hace sumisa, me esposa, me venda los ojos y me atiza con una fusta que no duele demasiado, un joven artista, extranjero y bohemio, me pinta desnuda, le propongo sexo a un apuesto desconocido y me dice que sí, lo hago en un escenario con música en directo y miles de espectadores me miran, hasta practico felaciones a un grupo de hombres uniformados

¿Y vosotros? ¿En quién pensáis mientras os masturbáis?

No olvidéis que alguien, en algún momento, en algún lugar, se masturba pensando en ti.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

¿Con cuántas parejas sexuales os habéis acostado?

Querid@s,

La otra noche en una cena mano a mano con una de mis mejores amigas recordábamos viejos y mejores tiempos, los del colegio. Me contaba que ese chico que tantísimo me gustaba se había casado con una chica de un curso inferior. La verdad es que era la chica más bonita del colegio, esa con la que todos quieren casarse y tener preciosos hijos. Y hablamos de las primeras veces, de las segundas, de las últimas, de aquellas parejas sexuales que bien podríamos habernos ahorrado, y por supuesto, de cuán promiscuas éramos o seguimos siendo.

– ¿Peporra, tú con cuantos te has acostado?- me soltó a bocajarro.

– Pues con menos que tú segurole contesté.

– Va, vamos a hacer una lista. Empieza tú.

Comenzamos a redactar la lista folladora y cuando terminé me dijo -Vaya, estás hecha una perrilla Pepita. ¡Seguro que te has dejado unos cuantos! Probablemente porque soy de letras y esto de los números no son mi fuerte. Además, como podréis comprender, no llevo una libreta en la que anotar el número correspondiente tras cada polvo. A ojo de buen cubero, en mi caso calculo unas 40 parejas sexuales. Y ahora sí, bienvenida esa ola criticona alegando que son demasiadas, como buena puta que debe de ser. Y es que el machismo sigue pesando en nuestra sociedad, porque mientras que un hombre con un número alto de parejas sexuales es un héroe, un donjuán, un machote, las mujeres son juzgadas con mayor dureza como prostitutas, frescas, mujeres sin dignidad y si sobrepasan los límites que cada cual estima, hasta recontraputas. Que cada uno piense y diga lo que quiera, gracias a Dios en este país todavía hay libertad de expresión, aunque en ocasiones quienes hablen sean vocees machistas, las más frágiles de la humanidad.

Recuerdo que cuando daba mis primeros pasos en mi vida sexual, de pronto me sorprendí a mí misma contando la cantidad de chicos con los que había compartido mi intimidad. Aquellas experiencias primerizas nunca incluyeron sexo con penetración, más bien podían calificarse como investigaciones corporales en ambas direcciones. Noches de sexo sin penetración con desconocidos en un hotel, masturbaciones en portales ajenos, manoseos en los baños de grandes almacenes. Incluso recuerdo como en aquel último verano de mi adolescencia me escapaba de la mano de mi amor de verano para meternos mano como locos donde nadie nos viera. Debo reconocer que tardé en despedirme de mi atesorada virginidad porque eso de que me desvirgaran me aterraba en todos los sentidos. Una cosa eran los besitos, los tocamientos, los chupetones, el petting o las masturbaciones, y otra muy distinta era que me desvirgaran.

Diario de una ninfómana

Eso de que me penetraran y el asunto de follar con uno que no fuera él me parecía too much para el body. También tuvo su parcela culposa que mi sexualidad estuvo demasiado tiempo adormecida, engañada y cohibida por la moral y los mandamientos religiosos, políticos y socioeconómicos en los que me domesticó mi familia. Sin éxito alguno, convendréis. Por aquel entonces yo todavía me creía esos cuentos de princesas en los que todo terminaba a las mil maravillas cuando mi príncipe aparecía de entre la espesa bruma de un frondoso bosque inventado cabalgando un precioso corcel negro y me salvaba del mundo.

Eso sí, una vez perdí mi virginidad con mi primer novio – sin derramar una gota de sangre- y probé lo que era bueno, se me pasó la tontería y la sexualidad la vivo de una forma más plena.

¿Y vosotros? Hablad por esa boquita si gustáis.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

Otras 6 cosas extrañas que hacemos las mujeres cuando nos gusta un hombre

Querid@s,

Hace unos meses comentamos algunos actos un tanto raritos que perpetramos las féminas cuando alguno nos hace tilín. A aquella lista vengo a sumar ahora unas cuantas locuras más.

1. Mandas tus conversaciones con él a tus amigas

Esto ya es pasarse de la raya, amiga. Los amigos son como tener un as bajo la manga, deja de torturar a tus amistades con tu pequeña telenovela. A ninguna de tus amigas le interesa tus conversaciones con ese chico, te lo aseguro. No insistas, gracias.

2. Te conviertes en una especie de espía a lo Matahari

Vas a los lugares que normalmente frecuenta, te paseas por su barrio y siempre tienes preparada esa frase resorte que te salvará el pellejo cuando por fin se cumpla la profecía y te lo encuentres de morros. “¿Pero qué casualidad no? ¡Yo pasaba por aquí!”. Jaja, tendrás valor.

3. Pasarte de la raya y acosarle.

4. Te pillas un cabreo monumental y sientes celos

Si tienes mala pata de presenciar al que te mola hablando con una que sabes que no es amiga, ni prima, ni conocida, te dices a ti misma o preguntas a quien te pille más cerca ¿Quién es esa chica? De repente te invade esa imagen de él comiéndose el morro con esa chica, y ese monstruo viene a verte. Ese monstruo de los celos se apodera de ti. Entonces sientes como si alguien te clavara en el pecho un arma blanca, cualquiera vale, y no contento con haber metido el dedo en la llaga, gira un par de veces para asegurarse de que se te desgarra tu corazoncito. No lloras porque tienes dignidad, orgullo y un par de ovarios que están precisamente para estos momentos, pero sientes unos enormes deseos de abofetearlo, cagarte en él y meterte en la cama, llorar y dormir hasta el próximo siglo.

5. Roces casuales

Buscamos la forma de estar lo más cerca de él, pero siempre creyendo que no se nos nota. Qué ingenuidad, ¡si se nos ve a la legua! Y así como que no quiere la cosa, le tocamos el brazo, ese con el que desearíamos que nos abrazara, o la mano, esa con la que nos gustaría que nos tocara, o el paquete, ese con el que desearíamos que nos empotrara.

6. Antes de dormir imaginas cómo sería ser su novia

Si este es el pensamiento con el que te vas a dormir cada noche, estás rematadamente perdida. Yo no perdería más tiempo con estas mil y una chorrada y pasaría a la acción. Amiga, el toro hay que cogerlo por los cuernos y con la cabeza muy alta. Dile lo que sientes, y si te da calabazas, a otra cosa mariposa. Pero por favor que no se te vaya la olla, por favor que no se te vaya. Recuerda que no ser amado es una simple desventura, la auténtica desgracia es no saber amar. Lo dijo Albert Camus, por si no lo sabíais.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

¿Por qué la gente se casa? 11 razones para dar el sí quiero

Querid@s,

Yo os declaro marido y mujer. Casarse está bien, pero no casarse también. Yo no tengo ni pajolera idea de si algún día me casaré o no, tampoco me quita el sueño. Lo que sí sé a ciencia cierta es, que si me caso, únicamente lo haré por amor. Y por la fiesta, por supuesto. A mí las bodas me chiflan, soy muy fan. Si  no fuera porque el trabajo acabaría siempre interponiéndose en mis preciados fines de semana, me convertiría en wedding planner.

La soltería es un estado cada vez más común, pues actualmente las personas se casan cada vez más tarde y hay quienes eligen permanecer solteros. Esta elección bien puede desconcertar y hasta desconsolar a los padres que desean bodorrios por todo lo alto y nietos, y no se resignan a que sus hijos escojan un estilo de vida diferente.

Como soltera que soy me pregunto cuáles son las razones de la gente que se casa para dar el “sí quiero”.

1. ¿Porque que él o ella le obliga? Creo que en este caso son ellas las que fuerzan más la situación. A más de un amigo he odio confesar aquello de Yo no me quiero casar, lo hago por ella y no quiero perderla.

2. ¿Porque no se atreven a decir que no? Sobre todo ellos.

3. ¿Porque se quieren? ¿Porque se quieren y quieren celebrarlo? Los dos tortolitos están absolutamente in love.

4. ¿Por la fiesta? ¿Por los regalos? Yo creo que más ellos por el fiestón y ellas por los presentes.

5. ¿Por costumbre? ¿Por  no estar sol@? Los dos.

6. ¿Por inercia? Ambos sexos por igual.

7. ¿Porque quieren ser el centro de atención aunque sea por un día? Sobre todo ellas.

8.¿Porque sus amig@s se han casado y ell@s no van a ser menos? Yo creo que son más ellas que ellos.

9. ¿Por vestirse de blanco aunque no sean vírgenes? Ellas, sin duda. No lo digo por lo de vírgenes, sino por lo de vestirse de blanco.

10.¿Porque en verdad no saben lo que están haciendo y ya que están, de perdidos al río? Los dos, aunque me da a mí que ellos suelen pensarlo menos que ellas.

11. ¿Porque la persona a la que amas se ha casado con alguien que no eres tú? Creo que los dos también.

¿Se os ocurren más razones? Creo que las hay para aburrir.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

¿Qué son las cuddle parties? Nada de orgías sexuales, más bien fiestas del pijama con derecho a roce

Hola Querid@s,

¿Os imagináis abrazar a un completo desconocido, como esos entrañables personajes callejeros que sostienen un letrero que reza DOY ABRAZOS GRATIS. ¿Y quién en su sano juicio querría abrazos por la jeta de un desconocido, pensaréis los más insensibles? Pues precisamente con este panorama me encontré en Barcelona hace unos días, al aceptar una más que cordial invitación a una cuddle party, donde se suponía que tenía que hacer precisamente eso, abrazarme con perfectos extraños. Entre otras cosas.

¿Qué es una cuddle party?

Teniendo en cuenta que party es fiesta y cuddle significa abrazo, la cuddle party viene a ser una reunión en la que la gente se abraza, se toca, se achucha, así de fácil. Es un formato estructurado donde la gente aprende y disfruta comunicando sus intereses y límites, y explorando el tacto y afecto consensuados no sexuales. Estas fiestas son populares porque cuando a uno le tocan o le abrazan, libera oxitocina, la denominada la hormona del amor. A alguien que nunca ha catado un evento de esta índole puede suponerle una dosis importante de nervios, ya que no se sabe exactamente lo que esperar. Dicen que en las orgías, al menos, uno sabe a lo que va. A follar.

Cuddleando…

A estas jaranas se va en pijama, punto primero. Una vez estábamos todos los que éramos, los ahí presentes nos sentamos en el suelo y un facilitador del evento nos expuso las reglas del juego: Primero: Si ves a alguien que conociste en otra fiesta, no grites» Hola, te conocí en una cuddle party. Segundo: Si quieres abrazar a alguien, pregúntale primero. Tercero: Está permitido decir NO si no quieres acurrucarte con alguien». ¿Alguna pregunta?

-¿Y si me empalmo? -preguntó alguien.

-Espera hasta que se te pase – respondió el facilitador.

¿Y si nadie quiere abrazarme?

(Risas)

-Tranquilo, siempre hay un roto para un descosido.

(Risas y más risas)

Pagafantas

Ya metidos en faena, la primera media hora la pasamos como si aquello fuera un encuentro de citas rápidas. Eramos unos 20, un batiburrillo de todas las edades (entre 25 y 60 diría yo) y había un número bastante equilibrado de hombres y mujeres. Mi primera pareja era un hombre de aspecto desagradable al que le sudaba todo (manos, axilas y tetas incluidas). Nos presentamos, nos miramos y extendió sus manos mientras me decía ¿Puedo abrazarte? Me supo fatal, estuve a punto de decirle que sí, pero pensé en el objetivo de aquella fiesta y decidí ser fiel a mí misma y a mis deseos. Yo antes que él. Finalmente le dije que no.

» Cambio de pareja «

Hablé con una chica de unos 30 años. Estaba ahí por primera vez porque su novia, que al final no había podido venir, le había dicho que la fiesta molaba cantiduvi. Me cayó genial, nos miramos, nos cogimos de la mano y nos abrazamos como si fuéramos amigas de toda la vida. No hizo falta pedir permiso, a las dos nos apetecía aquel abrazo.

» Cambio de pareja «

Una mujer mayor me dijo Estoy necesitada de cariño, por eso vengo aquí. Le pregunté ¿Nos abrazamos? y ella me dijo ¡Claro que sí, ven aquí maja!

» Cambio de pareja «

Me tocó entonces con el buenorro del grupo. Era neozelandés y estaba de mochilero por Europa. Era asiduo en su país a las cuddle parties y siempre que viajaba se pasaba por la cuddle party de la ciudad en la que se encontraba, si es que se celebraba alguna. La verdad es que estaba tremendo, y aunque aquí habíamos venido a otra cosa, le dije que luz verde cuando me pregunto si podía acariciarme la cara. Nos miramos, luego lo hicimos con los ojos cerrados mientras me tocaba con suma delicadeza las mejillas, la nariz, los párpados, las orejas. Después yo le imité. Luego nos abrazamos, rozamos nuestras mejillas, nos acariciamos los brazos.

Los abrazos rotos

Madre mía, para qué negarlo, empecé a sentir mucho calor pegada a ese cuerpo, hasta que…

» Cambio de pareja «. Salvada por la campana.

La cosa siguió de pareja en pareja, pero el resto no fueron demasiado significativas para mí. Encuentros normales, abrazos normales con persones normales. Unos abrazos me gustaron más que otros. Unas conversaciones fueron mejores que otras. Aunque estuve a lo mío, muy centrada en la pareja de turno, de vez en cuando miraba de reojo y echaba un vistazo a mi alrededor. Algunos se daban masajes mientras otros se juntaban de tres en tres, se reían, y conversaban sobre algo que no alcanzaba a escuchar. Algunas parejas sólo se cogían de las manos, cerraban las ojos y se tocaban la cara, la cabeza. Cada uno a lo suyo. Otros, los más expertos y audaces, se tumbaban los unos sobre los otros y se intercambiaban masajes que hacían crujir los huesos, o hacían la cucharita en el suelo y parecían dormir plácidamente. Hubo un momento en que las risas aumentaron, las voces crecieron y todo aquel buen rollo iba in crescendo. Y es que, el roce hace el cariño. Aquello bien podía parecer una orgía, pero no lo era.

Fresa y Chocolate

La fiesta terminó con lo que se llama «puppy pile» y consiste en un todos a una como en Fuenteovejuna. Vamos, que nos tiramos al suelo y nos dimos un abrazo comunitario en plan Todos para uno y uno para todos. Me moló, esa es la verdad.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

Bubbling, el porno para mormones

Querid@s,

Si eres mormón y te está terminantemente prohibido consumir pornografía, porque según la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD),  «la pornografía es el mismísimo demonio». Así de tajante reza el credo mormón con respecto a la demoníaca contemplación y disfrute de la pornografía. Entre los mandamientos de la Iglesia mormona encontramos, a mi juicio, disparates como la fobia al sexo, su confinamiento funcional a un fin exclusivamente procreador y reproductor que miles de acólitos de todo el mundo abrazan. Un estilo de vida rígido, sin parcelas para el hedonismo, los excesos o el disfrute de los placeres terrenales; sólo ha lugar una vida de dedicación exclusiva a evangelizar y a satisfacer los deseos de Dios.

Haciendo honor a ese trillado, pero no por ello menos cierto dicho de Hecha la ley, hecha la trampa, algunos mormones de pensamiento concupiscente e intenciones transgresoras se enfrentan a la divina providencia armados de una innovadora técnica con la que desnudar a cualquier mujer semivestida, o semidesnuda, según los ojos que la miren. Este porno para mormones ya se conoce popularmente como bubbling (burbujeante, en español), y consiste en una técnica de retoque fotográfico que se le ha ocurrido a uno de ellos para percibir desnudos donde no los hay con la ayuda de imágenes censuradas por falsas burbujas.

¿Cómo hacer prono mormón?

Sencillísimo. Si buceamos por la word wide web podemos encontrar este blog de curiosidades, en el que un experto, cómo lo llamaríamos ¿bubbler? explica pasito a pasito, eso sí, en la lengua de  Shakespeare- la sencilla técnica del bubbling para adoctrinar a mormones de todas las edades y condiciones, en busca de estimulación sexual, sin pecar. Eso sí, todo para hombres.

Paso 1: Busca una fotografía de una chica sexy. La foto ideal sería una en la que la chica aparezca con poca ropa, cuanto menos mejor. No vale que la chica esté en bolas, al parecer eso ofende bastante a Jesús, pero que se vea mucho escote y piernas.

Paso 2: Entra en Photoshop y elige el cepillo con forma circular. Crea una nueva capa sobre la fotografía y marca con esos puntos circulares toda la epidermis que puedas. Utiliza puntos de todos los tamaños, pequeños y grandes, y evita que se solapen unos con otros.

Paso 3: Selecciona la transparencia en la capa de puntos circulares. Puede hacerse bien presionando CTRL y haciendo click sobre la capa o haciendo click con el botón derecho del ratón sobre la capa y escogiendo ‘Seleccionar píxels’. Una vez lo tengas sólo tienes que invertir la selección con CTRL (cmd) + Shift + ‘i’ o seleccionar la opción ‘Inverse’.

Paso 4: Ahora toca crear una nueva capa y rellenar tu selección. Elimina la capa anterior de puntos.

Y abracadabra pata de cabra, ahí va el desnudo con el que motivarse por los siglos de los siglos. Y todo ello, insisto, sin pecar o faltarle el respeto a Jesús. La verdad es que se las ingenian bien estos  mormones. Porque ni soy seguidora de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y porque esto no me pone un pelo, pero no se puede negar que el resultado está logradísimo.

Ya me imagino a mormones de medio mundo desahogándose de lo lindo con burbujitas por doquier.  Pero este porno, un tanto ligh para mis perversiones sexuales, no es más que un nuevo ejemplo de que por mucho que se empeñen todas las religiones del mundo en prohibir algo porque sí y punto pelota, no hay nada más excitante que lo prohibido. A qué santo, sino, iba a comerse Eva – esa que no fue la primera mujer de la Historia; dichoso emplazamiento primigenio lo ostenta, para desconocimiento de muchos, la indómita Lilith, – con tanto brío la manzana de la discordia y jodernos la vida a todos los humanos. Por su culpa tenemos que ganarnos las habichuelas y no podemos andar por el eterno Jardín del Edén como Dios nos trajo al mundo.

Con o sin burbujas.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

Una noche loca de sexo aumenta la productividad laboral

Querid@s,

Me consta que ya lo sabéis, pero a modo recordatorio piaros que las relaciones sexuales provocan la instantánea liberación de dopamina, ese neurotransmisor asociado con los centros de recompensa del cerebro, así como oxitocina, la hormona molona asociada a las relaciones sociales y al apego. Por eso, cuando en la oficina, y sobre todo  a primera hora de la mañana, por poner un ejemplo cualquiera, vemos a uno o a una con mala cara agria y de pocos amigos, por lo bajini solemos pensar que tiene cara de mal follado, o follada. Me juego 100 euros – que se dicen pronto – a que ese no tuvo una noche loca de sexo, ni de sexo a secas. Porque cuando a uno le dan lo suyo y lo del vecino, se nos pone el corazón contento y lleno de alegría en cuestión de nanosegundos. Estos beneficios after sex se extiendan hasta bien entradito el día siguiente, para que valoréis si vale la pena o no una noche loca.


De los beneficios de salir bien folladitos de casa y sus efectos positivos en el rendimiento laboral habla un nuevo estudio de la Universidad de Oregón. Los investigadores de esta Universidad afirman que mantener relaciones sexuales por la noche promete una jornada laboral más productiva. El estudio viene a confirmar que aquellas parejas que mantienen una vida sexual saludable mejoran su satisfacción personal en su entorno laboral e incremente su compromiso en sus puestos de trabajo, según señala Keith Leavitt, profesor de la Universidad de Oregón. «Hacemos bromas acerca de la gente que viene «especialmente de buen humor al trabajo» pero resulta que esto es real y debemos prestarle atención. Mantener una relación saludable que incluya una vida sexual saludable ayudará a los empleados a ser más felices y estar más comprometidos en su trabajo, lo que beneficia a los empleados y a las organizaciones para las que trabajan», explica Leavitt.

Los descubrimientos, publicados este mes de marzo en «Journal of Management», demuestran que eso de llevarse a casa el estrés producido por asuntos de trabajo afecta negativamente la vida sexual de los empleados. Si sois de los que una vez en casa estáis pendientes del teléfono y de los emails, sabed que es contraproducente si sacrificáis hábitos como hacer lo que os sienta bien y os apetece, pasear, leer, hacer ejercicio, jugar a la petanca, pasar tiempo con los seres queridos o follar, ya que el desempeño en el trabajo tiende a declinar.

Otros beneficios: satisfacción marital y calidad de sueño

Para que seáis conscientes del auténtico impacto del sexo en nuestras vidas, los investigadores realizaron un seguimiento a 159 empleados casados durante dos semanas. Les pidieron que cumplimentaran dos encuestas diarias. Todo un coñazo, sí señor, pero de este modo hallaron que las parejas folladoras reportaron estados de ánimo más positivos al día siguiente, y que además se mostraban de un considerable y visible buen humor que duraba todo el día, repercutiendo positivamente en una mayor productividad y satisfacción durante toda la jornada laboral.

Y hasta aquí puedo leer. Pensadlo bien, no querréis ser los mal follados de la oficina.

A follar a follar que el mundo se va a acabar.

Más vale pillar sin pillar que un aquí te pillo aquí te mato

Querid@s,

¿Pillar sin pillar es mejor que un aquí te pillo aquí te mato? Es innegable que un aquí te pillo aquí te mato mola, pero la mayoría de las ocasiones no sobrevive al día siguiente, es un polvo que no fructifera y que no lleva a absolutamente nada. Demasiadas prisas, demasiado alcohol en las venas, demasiadas ganas de follar por follar, demasiada necesidad de dar carpetazo a una maltrecha semana,  una desmesurada ansia de que ese desconocido sea el que te cuide el resto de la noche. Y así es cómo te vas a la cama con alguien (que podría haber sido cualquier otro alguien) y al día siguiente todo lo que te molaba del otro se ha esfumado-no queda ni rastro-. Te levantas, sin saber muy bien dónde estás y te cambia el careto porque ya no vas como un piojo y te das cuenta de que otra vez te has precipitado, que la has cagado y has caído en las redes del aquí te pillo aquí te mato que suele salir rematadamente mal.

Pero pillar sin pillar es como meter gol en la Champions League del flirting, como jugar en el nivel superior de los vídeojuegos. Me explico. ¿Qué ocurre cuando una noche estás echándote unos bailables en el dancefloor o apoyando codo en la barra de un bar cualquiera y de repente, todo se ilumina con la visión de alguien que te gusta? Y no sólo eso, porque el sentimiento, por fin, es recíproco. Pero como algo tiene que salir mal por huevos, y por el motivo que se le antoje al destino esta vez, resulta que no es el momento. Por que él está con sus amigos de cumpleaños, porque estáis despidiendo a la penúltima soltera de la cuadrilla, porque resulta que estás de cena de empresa y tienes a la jefa clavándote la mirada o al maruja de Administración anda al acecho y como te vea comiéndote la boca con alguien, mañana vas a ser la comidilla toda la puñetera jornada laboral. Y entre pitos y flautas, resulta que esa noche va a ser que no. Pero os gustáis, los dos os gustáis mucho, esas son cosas que se notan enseguida. Al igual que se nota cuando no hay feeling, la antipatía es mutua y evidente.

No desesperes, y sobre todo no tengas prisa. A veces, esa noche de chicas o esa salida de colegas, no es el momento perfecto para consumar el pille y lo más recomendable, si se quiere tener éxito en la empresa conquistadora, es dejar las cosas para otro día. A veces, dejar para mañana lo que puedes hacer hoy es lo mejor que puedes hacer.

Aquel que pilla sin pillar es un maestro del arte de ligar, es atributo de triunfadores, de aquellos que tienen un objetivo muy bien definido y la mente extremadamente clara. Esos y esas que pillan sin pillar son estrategas porque saben que aunque no es el momento, saben reconocer a esa persona, que quizás, who knows, es la que llevaban toda una vida buscando o esperando encontrar. Eso sí, dale forma al circo cuanto antes. Quiero decir, que antes de despediros hasta mañana o quién sabe hasta cuándo, es de altísima importancia dejarlo todo bien amarrado. No te vayas sin conseguir su teléfono.

J.M. tomó buena nota del teléfono de una chica. Una noche hace siete años, en el garito más molón de la ciudad en la que vive, se quedó prendado de Adriana. Tenía el móvil apagado, pero anotó su teléfono en el bono de metro. Al final, se casó con la chica y a día de hoy, siempre lleva el teléfono de su mujer en la cartera. Por si algún día se le olvida.

Ya me contaréis qué hacéis este fin de semana. Aunque soy de las que piensa que más vale pillar sin pillar que un aquí te pillo aquí te mato, sea como sea, a follar a follar que el mundo se va a acabar.