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La Iglesia y los pecados mortales según Bowie

Querid@s,

Ayer murió David Bowie. Cuando me enteré me puse a pensar en todas las canciones que conocía de él. Me vinieron muchas y recordé el videoclip de The Next Day. Véanlo y luego comentamos.

¿Qué han visto ustedes?

Yo veo un burdel frecuentado por mujeres de vida alegre y clérigos en el que Bowie da vida a una especie de Cristo predicador sobre el escenario y estigmatiza a una santa bebedora (Marion Cotillard). También veo un lujurioso sacerdote interpretado por Gary Oldman que hace manitas y seduce a una prostituta en la barra. Ahh y un cardenal pagando a una fulana. Sacrílega joya, irreverente muestra-desfile de los pastores del Vaticano en una atmósfera de perdición en un bar canalla donde los deseos impuros, los carnales, reinan por encima del castigo de Dios.

Reflexiono y me viene a la memoria un recuerdo de mi infancia. En un Ave María Purísima… Sin pecado concebida con 16 años, le confesé al sacerdote, sintiendo una gran vergüenza y mucha culpabilidad, mis pensamientos y mis actos impuros. A buen entendedor pocas palabras bastan pensé yo, pero la curiosidad de mi confesor fue más allá de anotar el pecado, catalogarlo y absolverme de mi pecado en el nombre de Dios. Así fue como fisgoneó detalles innecesarios sobre quién era él, cómo paso, cuándo ocurrió, por qué lo consentí. Le contesté todo lo que me preguntó, me perdonó, no sin antes forzarme a un absoluto arrepentimiento, y me fui en paz. 

Ha llovido mucho desde entonces pero el Catecismo de la Iglesia Católica sigue hablando de pecados mortales, esos de grave asunto. La lista es larga, pero entre los que nos interesa en este blog: a saber, el sexo antes del matrimonio, el adulterio, el divorcio, la masturbación, los actos homosexuales, la pornografía, la prostitución, la lujuria, los anticonceptivos. En definitiva, todo lo que sea sexo por sexo, porque queremos, porque nos da la gana, porque sí. Sexo por placer o por amor. Porque el sexo, sin fines puramente procreativos, no está consentido, no es lícito, ni de buen cristiano ni de buen gusto.

¿Qué pueden predicar sobre amor aquellos que jamás se han enamorado? ¿Qué lecciones sobre sexo he de aprender yo (y ustedes) de estos hombres y mujeres célibes y castos?  Para mi no va a misa (en cuestiones de las bajas pasiones) lo que me diga una monja o un sacerdote al que jamás ha muerto en los brazos de otro. Sobre sexo que no me lancen moralinas quien no ha sentido una petite morte y ha visto el cielo después de un sexo con o sin amor. Que no me adoctrinen en el nombre de Dios aquellos que no conocen la pureza del amor y la belleza de la pasión.

The next day

Qué manía con prohibir, con sentenciar, con decir lo que se puede o no se puede hacer con el cuerpo de uno. Cuánta paradoja frente a ciertas costumbres eclesiásticas de corrupción y pederastia. Y si un cura abusa de un@ niñ@ se le cambia de parroquia y Santas Pascuas. Qué manía con censurar lo natural pero consentir el pecado si el que lo comete es un predicador. A veces tengo la impresión de que la Iglesia está más pervertida que Sodoma y Gomorra. He visto desfilar homosexuales con sotana, fornicaciones entre el párroco y la feligresa, masturbaciones entre el confesor y la pecaminosa, curas abusando de indefensos párvulos u hombre de Iglesia visitando burdeles. Eso sí, todo siempre bajo la más estricta confidencialidad para que no se sepa. Eso no es sexo querid@s, no es sexo. Y aunque el hábito no haga al monje, me pregunto, les pregunto, si colgarán los hábitos antes de dejarse caer por esos mundos de Dios.

Gracias Blackstar por no haber tenido nunca pelos en la lengua. Polémico e inquietante, sigue gozándotela allá donde vayas. Que a ti lo de descansar en paz no te va.

Que follen mucho y mejor

Los cuernos e infieles más famosos de la historia

Cuernos, cuernos y más cuernos. La historia está llena de ellos y son muchos los artistas, reyes, políticos, científicos… que, además de sus hazañas y habilidades, son recordados por sus aventuras extramaritales y sus proezas de cama. Amantes pasajeros, amoríos prohibidos, sexo, pasión y lujuria. Como cualquier mortal, en realidad, pero magnificado por las posibilidades disparadas de su ego y su posición.

Ashley Madison, una web de contactos extramatrimoniales, ha realizado un listado de esos personajes históricos más conocidos por los españoles, personajes que asombraron al mundo no sólo con su política, obras artísticas o científicas, sino también con sus líos de alcoba.

WIKIPEDIA

WIKIPEDIA

1-. El primero de la lista es el excepcional pintor malagueño Pablo Picasso, uno de los artistas más lujuriosos de todos los tiempos. Cuentan los libros que entre todas sus amantes, su favorita fue Marie-Thérèse Walter, una joven francesa con la que mantuvo una relación extramatrimonial de más de 8 años a espaldas de su mujer Olga. El artista estaba tan enganchado a sus encuentros sexuales secretos que decidió ponerle un piso en frente de su casa para tenerla cerca. Se cuenta que durante las sesiones de posado en su estudio, el malagueño se lanzaba sobre su musa sin importarle que su mujer estuviera a escasos metros. Todo un pieza.

FERNANDO EL CATÓLICO2-. El segundo personaje histórico más conocido por sus escarceos libertinos es Fernando El Católico, que era infiel a su esposa con su propia prima, entre muchas otras mujeres. Eran muchas las que pasaban por sus aposentos, siempre entre los terribles celos de la reina Isabel. Las recriminaciones y discusiones matrimoniales eran constantes, y cuentan que la reina incluso llegó a ordenar que cualquier mujer que tuviera el atrevimiento de mirar a su marido de una manera provocativa fuera expulsada inmediatamente de palacio.

John F. Kennedy3-.John F. Kennedy es considerado el adúltero americano por excelencia, un presidente de salud frágil que intentaba paliar sus males practicando sexo. Kennedy era infiel por naturaleza. A espaldas de su esposa Jacqueline, la lista de sus conquistas puede ser equiparable a la de sus logros políticos, donde albergan nombres de grandes mitos sexuales como Marilyn Monroe.

Frida Kahlo, by Guillermo Kahlo4-. Icono fundamental de la historia de la pintura universal, Frida Kahlo vivió una tormentosa relación con su marido, el también pintor Diego Rivera. Las infidelidades mutuas fueron constantes. Él fue el primero, todo hay que decirlo, y ella, en lugar de sentarse a llorar, decidió pagarle con la misma moneda. Frida le fue infiel a Diego con poderosos hombres como Nickolas Muray, Trotsky o Ignacio Aguirre. La pintora también tuvo varios amoríos con mujeres, ya que se posicionaba abiertamente como bisexual.

Albert Einstein5-. Albert Einstein es probablemente la mente más brillante del siglo XX. Pero este eminente científico tenía los mismos instintos que cualquiera y engañó a sus dos esposas en varias ocasiones. Después de divorciarse de su primera mujer por sus continuas aventuras, se casó con su prima Elsa. Poco después conoció, de manera íntima, a su secretaria Betty Neumann, entre muchas otras mujeres.

luis XIV6-. Desde la Edad media, la corte real francesa conocía el título de amante o favorita oficial del rey. Entre las famosas de la historia están sin duda las de Luis XIV de Francia, Madame de Montespan y la Marquesa de Maintenon. El Rey Sol incluso llegó a casarse con la Marquesa de Maintenon después del fallecimiento de su esposa María Teresa de Austria.

napoleon7-. Se suma a la lista Napoleón Bonaparte, exitoso en sus batallas y desgraciado en la cama, ya que dicen las malas lenguas que no estaba demasiado bien dotado. Se dice que Napoleón empezó sus líos de faldas extramaritales con solteras y casadas a consecuencia de las múltiples infidelidades llevadas a cabo por su esposa Josefina Beauharnais. Finalmente optó por el divorcio para contraer nuevo matrimonio con María Luisa de Austria, miembro de uno de los linajes más antiguos de Europa.

Isabel II8-. A la esposa de D. Francisco de Asís de Borbón, Isabel II de España, se la describió como ninfómana en numerosas crónicas históricas, pero su relación más conocida fue la que mantuvo con el General Francisco Serrano y Domínguez, al que ella apodaba el «General Bonito» debido a su atractivo físico y virilidad.

Carlos IV de ESPAÑA9-.Carlos IV de Borbón fue conocido por su carácter retraído y sus nulas dotes de mando. Muchos le atribuyen múltiples amantes de su mismo sexo, tildando al monarca de homosexual. Aunque también se dice que protagonizó durante varios años un tórrido trío amoroso junto a su mujer María Luisa de Borbón-Parma y Manuel Godoy.

FELIPE IV10-. El último de los personajes históricos más populares por sus aventuras de cama es Felipe IV de Austria, quien iba a la caza de actrices y de monjas, amó a cientos de mujeres y pobló Madrid de hijos ilegítimos.

A mí se me ocurren muchos más, sobre todo si pienso en la historia reciente. Aún recuerdo aquella pillada monumental al entonces marido de la princesa Estefanía de Mónaco, Daniel Ducruet, al que grabaron en plena faena con una streaper en la piscina. Enorme fue también el renuncio del expresidente estadounidense Bill Clinton, al que su lío con la becaria Monica Lewinsky casi le cuesta el puesto. Esa fue, sin duda, la mamada más famosa de la historia. Y del despacho oval al asiento delantero del coche, la felación que le hizo una prostituta al actor Hugh Grant cuando era el novio de la modelo Elisabeth Hurley también dio la vuelta al mundo. A la actriz Kristen Stewart la pillaron con el carrito del helado cuando aún era la novia de Robert Pattinson, lo que acabó por costarle la relación, y por último, menuda fue la que se armó en Francia cuando una revista publicó las fotos del actual presidente de la república, François Hollande, con la actriz Julie Gayet. Hasta un ingreso hospitalario le supuso aquel affaire a la periodista y entonces primera dama Valérie Trierweiler. Seguro que me dejo muchas más… ¿Recordáis alguna?

Los peligros de la momificación erótica

Prepararte para una gran noche de sexo y lujuria y acabar muerto, envuelto en papel transparente de cocina, como una pechuga de pollo cualquiera. Eso es lo que le ocurrió a Alun William, chef británico de 47 años, el pasado mes de agosto, según informa el diario The Daily Mirror. Al parecer, William sufrió un ataque al corazón durante su juego sexual con R. B., de 35 años, y D.C, de 23.

Bondage

Mujer practicando Bondage. WIKIPEDIA

Al difunto le gustaba la momificación, una práctica sexual derivada del bondage (encordamientos y ataduras eróticas) que consiste en privar a una persona de todos sus sentidos, inmovilizándolo totalmente. Puesto hasta las cejas de cristal y ketamina, el cocinero pidió a sus compañeros de juerga que lo envolvieran de pies a cabeza en papel film y plástico negro, según cuentan ellos. Le dejaron un hueco en la nariz y en la boca para respirar. Todo un detalle, pero que sirvió de poco teniendo en cuenta que luego le cubrieron la cabeza con una capucha.

Cuando estaban en plena faena, uno de ellos se percató de que el cocinero parecía no estar respirando, por lo que llamaron a los servicios de emergencia. Cuando llegaron, poco antes de las 6 de la madrugada, ya no había nada que hacer, salvo certificar la muerte. En concreto, la llamada a emergencias decía lo siguiente:“Esto es un poco embarazoso… Se trata de mi amigo. Estábamos practicando un juego sexual y ha dejado de respirar”, dijo R.B. Este, que sufre parálisis cerebral, y D.C, su “cuidador”, viven juntos en Dover, Kent. Ahora ambos están acusados de homicidio por negligencia grave, algo que ellos niegan. El juicio empezó ayer y el fiscal, Ian Hope, considera que corrieron muchos riesgos al dejarlo así envuelto: “Deberían haberlo vigilado en todo momento”, afirma.

Más allá de si fueron negligentes o no, que eso se determinará en el juicio, lo cierto es que la momificación erótica no es una práctica recomendada para principiantes en el BDSM; es una versión extrema que requiere movilizaciones previas y es solo apta para expertos. Como todo en el sexo, se debe hacer de forma consensuada y es importante acordar tanto el tiempo que durará como los sentidos que se privarán. Así se evitarán ataques de pánico y lesiones.

Pero vamos, que yo, visto lo visto, con unas esposas voy que me mato.

¿Aumentan el riesgo y lo prohibido el placer sexual?

Varios medios de comunicación informaron el pasado lunes sobre la muerte de una mujer mientras hacía el amor con su pareja en las vías del tren en Ucrania. Ambos fueron arrollados. El suceso ocurrió de madrugada, cuando volvían de pasar la noche bebiendo en casa de unos amigos y quisieron probar algo nuevo y “sentir algo extremo”.  Al menos eso es lo que cuenta el novio, que se recupera en un hospital de la amputación de ambas piernas a la altura de la rodilla. Ella tuvo peor suerte. Murió en el acto.

No es la primera vez que ocurre algo así. En 2008 un tren de carga arrolló a una pareja de veinteañeros que practicaba sexo en las vías en Sudádrica. El chico murió en el acto y ella, horas después en el hospital. El conductor del convoy explicó en su día que tocó la bocina y les hizo señales porque no le daba tiempo a frenar,  pero que ellos “siguieron a lo suyo”.

crashEl trágico incidente, aunque salvando las distancias, por supuesto, me llevó irremediablemente a pensar en Crash, aquella polémica película de David Cronenberg, basada en la novela homónima de J.G.Ballard, en la que los protagonistas encontraban en los accidentes de coche un motivo de excitación sexual in extremis. Sangre, lujuria, peligro, muerte. Un cóctel explosivo y retorcido, un mundo oscuro y prohibido al que un grupo de fetichistas o parafílicos, como quiera llamárseles, se entregaban con pasión autodestructiva.

Y dandole vueltas a esto me acordé, como no, de nuestro querido Walter White cuando, ya avanzada la primera temporada de Breaking Bad, le empieza a meter mano a su mujer por debajo de la mesa en una sala abarrotada de agentes de la DEA  siguiéndole la pista. Cuando más tarde le echa un polvo salvaje en el interior del coche, en plena vía pública, y ella pregunta que por qué de repente el sexo es tan bueno, la respuesta de él no puede ser más clara: «Porque es ilegal», contesta.

La cuestión es, ¿aporta lo ilegal, lo prohibido, lo arriesgado, etc, una dosis extra de morbo y placer al sexo en sí? Supongo que la respuesta dependerá de la persona, pero pienso en mi propia experiencia y en lo que me cuentan mis conocidos, y algo de eso hay. La rutina, la vorágine cotidiana, la montaña de obligaciones… a veces vamos como autómatas por el mundo y buscamos, casi sin saberlo, un catalizador que nos saque de nuestra ataraxia, de nuestro marasmo. Algo que nos vuelva perturbables y, en definitva, nos haga sentir vivos.

Pero claro, como todo en la vida, siempre hay una línea. Y como siempre, esta es difusa. Porque una cosa es que te ponga follar en sitios públicos y otra muy distinta que solo puedas excitarte mientras te estrellas a 120 por hora en la autopista. ¿Dónde acaba el morbo y dónde empieza lo enfermizo?