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Agresiones sexuales (en Sanfermines): Cuando NO es NO

Querid@s,

«Una vez dentro me rodearon los cuatro y me tiraron al suelo. En esa posición me quitaron el sujetador y los botones del pantalón. Intenté escapar, pero no pude, incluso, me taparon la boca para que no gritara». De este modo relató la joven víctima la presunta agresión sexual en Pamplona en la primera noche de San Fermín.

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Fue víctima de una violación múltiple. Ella era una. Ellos eran cuatro. No uno, ni dos, ni tres, sino cuatro. Malditos bastardos. Pero la de la joven de diecinueve años no ha sido el único ataque sexista. En cinco días se han presentado en Pamplona doce denuncias contra la libertad sexual y se ha detenido a doce personas. Los presuntos agresores continúan detenidos en prisión provisional. Ojalá se pudran en el calabozo. Ojalá algún día las mujeres podamos movernos en las fiestas (y en la vida) con la misma libertad que ellos. Sin miedo a quedarnos solas, sin miedo a que nos persigan o nos acechen de noche, sin miedo a que intenten abusar de nosotras. Sin miedo a nada. Desgraciadamente aún no ha llegado ese día.

Estos Sanfermines han terminado con un balance terrible. 16 denuncias por violaciones y tocamientos a mujeres. Me pregunto qué problema tienen estos proyectos de hombre. Porque un hombre que abusa de esta manera de una mujer no es un hombre. A ver si queda claro de una vez por todas. No es no. Cuando una mujer (o un hombre) grita y llora mientras se l@ está tocando, besando o manoseando quiere decir que no.

Me adelanto a los comentarios que de sobra sé que harán algunos de ustedes. Si no quieren que las violen que no vayan vestidas (como putas) y que no enseñen las tetas. Guarras. Si provocan, luego que no se quejen. ¿Acaso enseñar el torso quiere decir que cualquier hombre tiene luz verde para que la violen a una? ¿Por qué no podemos quitarnos la camiseta como lo hacen ellos sin que por ello tengamos que exponernos a agresiones sexuales? Cuando ustedes los hombres se descamisan, ¿quiere decir que podemos abusar de ustedes y que podemos tocarles sin su permiso? Creo que no.

Solo puedo decirles que a estas alturas del cuento resulta inquietante que la responsabilidad de las agresiones sexuales machistas siga recayendo sobre nosotras. El agresor es el único culpable. Pero la violencia machista es algo estructural que tiene que ver con la sociedad patriarcal en la que vivimos y hace creer a algunos hombres malos que tienen derecho sobre nosotras.

Pilar Mayo, técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona y coordinadora del grupo de trabajo Sanfermines en Igualdad dice «No. Las agresiones sexistas en Sanfermines no se diferencian de las que se producen en espacios de ocio nocturnos, donde se presupone y exige a las mujeres que seamos más permisivas cuando los hombres van pasados de tono. Es como si nos dijeran: «chica, que estamos de fiesta, no te pongas así«.

Pues yo digo: Mira chico, me pongo como me dá la santa gana. ¿Quién eres tú para decirme como tengo que ponerme o dejar de ponerme?  Y es que en ambientes festivos la violencia machista está más justificada – la simple justificación ya es vergonzosa y deleznable- . Uno se pasa con las copas/drogas y se monta en la cabeza la pirula del todo vale porque estoy de fiesta mientras se excusa miserablemente con el pretexto de que el alcohol y las drogas disculpan casi cualquier comportamiento de abuso de poder.

No olvidemos señoras y señoras que existen otro tipo de agresiones que cualquier hija de vecino hemos vivido en algún momento de nuestra existencia. Hablo de la violencia y el abuso más invisible y naturalizado como son los tocamientos de culo o mama, el acoso callejero, los insultos o piropos desacertados o cuando nos agarran para bailar aunque no queramos. Para los que no se enteran ni del NODO…NO sigue siendo NO.

Desde este blog les pido a todos, sobre todo a los caballeros, su apoyo a todas las víctimas de las agresiones sexuales y la repulsa a todos sus malditos verdugos. En esto o están ustedes en contra o están a favor. Y el que calla otroga.

En fiestas, de noche, de dia, en la playa y en la montana. NO sigue siendo NO.

P.D.: Les he echado de menos. ¿Y ustedes a mí?

Que follen mucho y mejor.

Ni una víctima más, ni una mujer menos #SuicidateAntesDeMatarla

Querid@s,

Contra la violencia machistaLlego tarde. Lo sé, no tengo excusas. Este miércoles fue el Día de la Eliminación de la Violencia Machista, aunque deberían serlo todos los días.

864. Es el número de mujeres, jóvenes y adolescentes muertas (de 2001 a 2014) a manos de esos que les decían que las querían. Sus novios, sus maridos, sus amantes, sus ex parejas. 48 en lo que va de año.

Todos ellos las mataron porque les dio la gana, porque sí, porque les pasó por los cojones. Quien bien te quiere te hará llorarLa maté porque era mía. Basta ya de mamarrachadas.

Me dan ganas de vomitar y de aplicar la ley del Talión (ojo por ojo, diente por diente) cada vez que me entero de que un hombre decide llevarse por delante a una mujer. Pero no serviría de nada. O sí.

¿Cómo? Apuñaladas, golpeadas, disparadas con arma de fuego, estranguladas, degolladas, asfixiadas, quemadas, golpeadas y otros métodos. Como ven, no falta el ingenio.

 Tina S. fue apuñalada por su marido a los 74 años. No sobrevivió. Su marido decía  “Yo me voy a morir pronto, pero te voy a llevar por delante”. Las supervivientes, las que no acaban muertas, tampoco corren mejor suerte. Para muchas, su condena durará hasta el día en el que su verdugo muera. Y ya se sabe que mala hierba nunca muere.
Miriam, superviviente: Su expareja intentó matarla clavándole un cuchillo: «Soy víctima y estoy cumpliendo condena»
Los hombres tienen que unirse y participar de lleno en la lucha por la erradicación de la violencia machista. Quedarse callado, mirar hacia otro lado, darle la espalda es colaborar a que esta brutal lacra continúe. Gracias a los que no son neutrales, a los que se unen a la casa, a los que son un@ más.

Arias Cañete, aplíquese el cuento. Grabado a fuego tengo la perla que soltó sobre la “superioridad intelectual de los hombres” sobre las mujeres. Con dos cojones. Tampoco ayudan mucho algunas compañas contra la violencia de género que se me antojan un tanto machistas. La intención es buena, pero el fin no justifica los medios.

Que no venga un Torrente a darle lecciones a Susi de lo que tiene o no tiene que hacer por Internet. Parece que la culpa la tiene Susi, cuando aquí el único culpable es él. No sé cómo lo verán ustedes. Aún recuerdo cuando un verano en la playa de Benidorm, en un supermercado de confianza, iba yo en bikini y con pareo de playa a comprarme un refresco, que hacía una calina que pa qué. Tendría 25 años y un señor, acompañado de su mujer, me miró de arriba a abajo con odio, con rabia, desnudándome muy pervertidamente con la mirada y me soltó:  ¡Cómo vais así medio desnudas! Y luego os quejáis de que os violan. Con dos cojones. Como Cañete. ¿Por qué se intimida a la «víctima», que bastante tiene con lo que tiene. ¿Por qué se la culpabiliza? ¿Por qué se la amedranta? ¿Por qué se le echa la culpa de lo que un hombre decide hacer de forma voluntaria con ella?  Creo que esta es más acertada. Véanla.

Los amores no matan. Ninguno. Porque por amor no te prohíben quedar con tus amigos. Por amor no te obligan a follar si no quieres.

Por amor no te hacen llorar. Por amor no te pegan y luego te dicen “Mira lo que me haces hacer“.

Por amor no te dicen que todo lo haces mal. Por amor no te tienen acorralada.

Por amor no te dicen que estás gorda. Por amor no ahogan tu alma.

Por amor no te dejan el ojo morado y te dicen “lo siento”. Por amor no te vuelven a dejar el ojo morado y te vuelven a pedir perdón.

Por amor no te hostian cada vez que se le antoja. Por amor no te dejan vestirte como a ti te da la gana.

Por amor no te llaman puta. Por amor no te maltratan.

Por amor no te amenazan con matarte si te vas.

Si alguno de estos verdugos anda por aquí, #SuicídAntesDeMatarla, no después. Ni una víctima más, ni una mujer menos.

Por un amor verdadero.

Que follen mucho y mejor.