Querid@s,
Llego tarde. Lo sé, no tengo excusas. Este miércoles fue el Día de la Eliminación de la Violencia Machista, aunque deberían serlo todos los días.
864. Es el número de mujeres, jóvenes y adolescentes muertas (de 2001 a 2014) a manos de esos que les decían que las querían. Sus novios, sus maridos, sus amantes, sus ex parejas. 48 en lo que va de año.
Todos ellos las mataron porque les dio la gana, porque sí, porque les pasó por los cojones. Quien bien te quiere te hará llorar. La maté porque era mía. Basta ya de mamarrachadas.
Me dan ganas de vomitar y de aplicar la ley del Talión (ojo por ojo, diente por diente) cada vez que me entero de que un hombre decide llevarse por delante a una mujer. Pero no serviría de nada. O sí.
¿Cómo? Apuñaladas, golpeadas, disparadas con arma de fuego, estranguladas, degolladas, asfixiadas, quemadas, golpeadas y otros métodos. Como ven, no falta el ingenio.
Que no venga un Torrente a darle lecciones a Susi de lo que tiene o no tiene que hacer por Internet. Parece que la culpa la tiene Susi, cuando aquí el único culpable es él. No sé cómo lo verán ustedes. Aún recuerdo cuando un verano en la playa de Benidorm, en un supermercado de confianza, iba yo en bikini y con pareo de playa a comprarme un refresco, que hacía una calina que pa qué. Tendría 25 años y un señor, acompañado de su mujer, me miró de arriba a abajo con odio, con rabia, desnudándome muy pervertidamente con la mirada y me soltó: ¡Cómo vais así medio desnudas! Y luego os quejáis de que os violan. Con dos cojones. Como Cañete. ¿Por qué se intimida a la «víctima», que bastante tiene con lo que tiene. ¿Por qué se la culpabiliza? ¿Por qué se la amedranta? ¿Por qué se le echa la culpa de lo que un hombre decide hacer de forma voluntaria con ella? Creo que esta es más acertada. Véanla.
Los amores no matan. Ninguno. Porque por amor no te prohíben quedar con tus amigos. Por amor no te obligan a follar si no quieres.
Por amor no te hacen llorar. Por amor no te pegan y luego te dicen “Mira lo que me haces hacer“.
Por amor no te dicen que todo lo haces mal. Por amor no te tienen acorralada.
Por amor no te dicen que estás gorda. Por amor no ahogan tu alma.
Por amor no te dejan el ojo morado y te dicen “lo siento”. Por amor no te vuelven a dejar el ojo morado y te vuelven a pedir perdón.
Por amor no te hostian cada vez que se le antoja. Por amor no te dejan vestirte como a ti te da la gana.
Por amor no te llaman puta. Por amor no te maltratan.
Por amor no te amenazan con matarte si te vas.
Si alguno de estos verdugos anda por aquí, #SuicídAntesDeMatarla, no después. Ni una víctima más, ni una mujer menos.
Por un amor verdadero.
Que follen mucho y mejor.