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Si le preguntas a una inteligencia artificial como tener mejor sexo, esto es lo que te contesta

Se ha puesto tan de moda recurrir a las inteligencias artificiales para que nos den respuestas, que quise ponerla a prueba.

Podrán tener modelos de aprendizaje, velocidad, infinitos datos, pero no pueden tener sexo.

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PEXELS

Algo que el mismo bot me confirma: «Como una inteligencia artificial, no tengo la capacidad de experimentar deseos sexuales o físicos, por lo que no siento ninguna frustración ni deseo en este sentido».

«No tengo experiencia ni comparación, ya que no tengo un cuerpo físico ni una mente emocional humana», responde OpenAI GPT-3, el modelo de lenguaje avanzado de inteligencia artificial.

Pero lo que sí tiene es la capacidad de «ayudar y proporcionar información a los usuarios de la manera más precisa y efectiva posible», por lo que mi siguiente pregunta es la de cómo mejorar nuestra intimidad.

Sin embargo, al cruzar miles de datos de usuarios, el sesgo desigual se cuela en una de sus respuestas.

Vamos con la lista:

  1. Aprende a conocerte a ti misma: Para disfrutar al máximo de tus encuentros sexuales con tu pareja, es importante que sepas qué es lo que te gusta y lo que no te gusta. Explórate a ti misma de forma individual para descubrir lo que te excita y lo que no, y comunica esos gustos y preferencias a tu pareja.
  2. Comunica tus necesidades: No tengas miedo de comunicar tus necesidades y deseos a tu pareja. Habla abiertamente sobre lo que te gusta y lo que no te gusta, y recuerda que la comunicación honesta es clave para tener una vida sexual satisfactoria.
  3. Prueba cosas nuevas: Experimenta con nuevas posturas, juguetes sexuales y fantasías para mantener la chispa de la pasión encendida y para descubrir nuevas formas de disfrutar del sexo.
  4. Explora lo que le gusta a tu pareja: Siempre es importante prestar atención a lo que tu pareja disfruta, hablar sobre ello y preguntarle lo que le gusta. Esto te ayudará a satisfacer las necesidades de tu pareja y juntos encontrar la forma de disfrutar de la sexualidad como pareja.
  5. Dedica tiempo para relajarte: Deja a un lado el estrés del día y dedica tiempo para relajarte antes de tener relaciones sexuales. Encuentra actividades que te ayuden a relajarte como masaje, yoga o meditación.
  6. Recuerda que practicar el sexo seguro es importante: Utiliza preservativo y otros métodos de protección para prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
  7. Busca apoyo profesional si es necesario: Si sientes que hay factores emocionales o psicológicos que están afectando tu vida sexual en pareja, no dudes en buscar apoyo profesional con un psicólogo o terapeuta sexual.
  8. Mantén una buena higiene personal: Mantener una buena higiene personal es fundamental para tener una buena vida sexual. Tómate el tiempo para lavarte antes del sexo y utiliza productos que te ayuden a mantener la salud vaginal.

Aquí me permito hacer un inciso para recordarte que lo de los productos que «mantienen la salud» no es correcto, no van a ayudar a tu vida sexual en absoluto.

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La vagina es como un horno con pirólisis, se limpia sola. Si tienes que lavarla en algún momento, solo necesitas echarle agua.

Mara Mariño

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¿Qué edad es la mejor de nuestra vida sexual?

Acabo de cumplir 30 años y nunca, nunca, nunca, nunca había estado tan contenta como ahora con lo que me pasa en la intimidad. Nunca.

pareja cama amor

PEXELS

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Al llegar a la tercera década, me he quitado muchos prejuicios de encima, me he aclarado sobre lo que me gustaba y lo que no y, sobre todo, he dejado de sacarle pegas a mi cuerpo.

Se podría decir que he subido de nivel y, desde mi punto de vista, me cuesta creer que haya algo mejor que esto. Que todavía la cosa pueda mejorar.

Aunque, parece ser que sí que lo hay. No es la treintena la etapa dorada de la sexualidad, esa le corresponde a los 40.

Lo curioso de esos estudios -que parecen señalar la cuarentena como el mejor momento para la intimidad-, es que poco o nada tiene que ver con el aprendizaje de nuevas técnicas (no, no nos convertimos en unas máquinas del placer) y más con la evolución personal.

Me explico, lo que hace que los 40 se lleven la palma es que parecen ser cuando por fin la confianza plena nos alcanza, la auténtica.

Y es la de saber qué es lo que quieres. Quizás hasta ese momento estabas muy ocupada dedicando que energía primero a estudiar, luego a desarrollarte profesionalmente, a los hijos, etc.

En teoría a los 40 estás algo más liberada y te planteas hacer las cosas de manera más independiente, incluso egoísta, si te pones.

Respecto al físico, sí, la presión social por encajar no desaparece, pero la seguridad de sentirte bien en tu propia piel sustituye todo lo demás. Y que todo te la resbala, eso también.

Esa confianza es la que empapa el sexo y te pone la autoestima por las nubes, haciendo que salga tu lado animal.

Así que mi propuesta es que no esperemos más para llegar a ese punto de reconciliación y autodescubrimiento (pero sobre todo de ganas de ponerlo en práctica) de la cuarentena.

Que empecemos ya, aquí y ahora.

Que nos plantemos en el espejo, nos toquemos, nos gustamos, que dejemos la luz encendida y que nos escuchemos.

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Que si queremos algo lo pidamos, que lo consigamos, que nuestro placer sea prioritario.

Y así, a lo mejor, nuestros 20 y 30 son igual de buenos que los 40.

Mara Mariño

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Ni el tamaño de la erección ni durar horas en la cama, dos mitos sobrevalorados del sexo

Creo que si fuera un hombre las dos cosas que más me agobiarían sería el tamaño de mi pene y cuánto soy capaz de mantener una erección.

Y tengo claro que serían esas en concreto porque son algunos mensajes que llegan desde la infancia.

CALVIN KLEIN

En los primeros encuentros con el móvil o el ordenador, los pop-up de alargadores de pene, pastillas mágicas que prometen horas de aguante y, por supuesto, la pornografía se encargan de que esas inseguridades se cuelen en la cabeza.

Lo curioso es que, si lo hablarais con nosotras, entenderíais que (¡sorpresa!) el pene no es tan importante en realidad para nuestro disfrute.

Para empezar, la mayoría no alcanzamos el orgasmo con la penetración. No, por mucho que estés eternamente bombeando es la estimulación directa del clítoris la manera de hacernos llegar.

Es más, recuerdo una expareja que tardaba tanto en correrse que había momentos en los que hasta mirar el catálogo con las novedades del Lidl me parecía más entretenido que seguir esas jornadas maratonianos de sexo.

El mito de que son 20 minutos los que debería durar el polvo perfecto, es otra idea que consigue meter más presión entre una cosa que debería surgir de forma natural y sin mirar el reloj.

Cada uno somos un mundo y, además de nuestros particulares ritmos, hay días que estamos con más ganas, otros con menos y ocasiones en las que los agobios o distracciones hacen imposible llegar a nada más que pasar un buen rato (que ya es mucho).

Claro que la penetración es una práctica placentera con la que ambas personas pueden disfrutar.

Más allá de ella, la sexualidad ofrece un abanico tan amplio de juegos, posturas o roces, que reducir todo al desempeño del pene es darle demasiado protagonismo (y a vosotros más carga psicológica de la que tiene).

En vez de aguantar una erección, para mí va por delante que sepa dónde está el clítoris, por ejemplo. Y, sobre todo, que esté familiarizado con su funcionamiento -pero que si no sabe, ya le enseño yo-.

Prefiero también alguien que se interese por si estoy disfrutando más que por cronometrar su duración. O que incluso se anime a participar en mis fetiches que poco o nada pueden tener que ver con meterla.

Alguien que entienda que puede ser mucho más erótico jugar con una lengua enfrente del espejo de cualquier ascensor desconocido.

En resumen, alguien con interés en ver el sexo más allá de su propio pene para disfrutarlo juntos.

Duquesa Doslabios.

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