«No os quejéis, que luego subís fotos que casi se os ve el coño», escribía uno de los alumnos del centro de Almendralejo en redes sociales sobre la difusión de imágenes de sus compañeras.
Con una ‘sutil’ diferencia, que no es lo mismo elegir voluntariamente qué foto subes a tus redes y que se descarguen esa foto tuya sin permiso, que la retoquen con un programa para que parezca que no tienes ropa y que la difundan.
PEXELS
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Ha pasado hace unos días, pero la historia no es nueva, es la misma de siempre: apropiarse del cuerpo femenino sin importar el deseo de la implicada.
Ahora lo hacen con inteligencias artificiales, pero hace nada era levantando la falda para comprobar qué bragas llevábamos.
La que era la práctica habitual en mi colegio, hasta el punto de que trasladamos a los profesores el problema, quedó impune cuando la recomendación que recibimos fuera que apostáramos por shorts o mallas cortas que quedaran cubiertas por la falda del uniforme.
Llama la atención que la respuesta de muchos sea la de poner la mira en quien señala el problema porque es víctima de él.
Cuando la pregunta no es qué hacíamos nosotras para que nos levantaran la falda (solo llevarla, como mandaban las normas del colegio).
Ahora la acusación se ha adaptado a los nuevos tiempos convirtiéndose en «No haber subido fotos a redes».
Un aviso que suena familiar, que me devuelve a aquel «Si no queréis que se os vea nada y hagan bromas, poneos pantalones debajo de la falda».
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Siempre nosotras, desde niñas, las responsables de parar algo que no hemos elegido. Pero lo que parece que cuesta preguntarse es, en vez de qué podemos hacer nosotras para ‘remediarlo’, por qué siempre son ellos.
Por qué los chavales de ahora -y los de hace 10 o 20 años-, encuentran una fuente de diversión en la intimidad de sus compañeras de clase, desnudándolas física o digitalmente.
Y sobre todo haciendo de ello una mofa o un juicio, que hace que el colegio se convierta en un lugar peligroso por partida doble.
Por un lado por ser el sitio donde se comparte espacio a diario con quienes han realizado la agresión, que se regodean en sus malos actos con el acoso, y donde los adultos miran hacia otro lado.
A excepción de las madres de las afectadas. Sí, digo bien, madres, que son ellas quienes se han organizado y copan los titulares de estos días.
Aquí lo que toca cuestionarse de una vez por todas es por qué nosotras ni bajamos pantalones por los pasillos del colegio ni usamos herramientas digitales para quitarles la ropa a nuestros compañeros de clase.
Qué está pasando para que cambien las generaciones, sintamos que como sociedad estamos avanzando hacia un mundo más abierto de miras, cuando el problema es que el sistema apenas ha evolucionado con nosotros.
Porque las actitudes machistas no desaparecen, se adaptan a los nuevos tiempos.
Y seguimos estando expuestas porque existe esa mentalidad compartida de que la intimidad de las mujeres está al alcance de cualquiera, que la culpa la tiene ella por buscárselo o por cómo iba vestida o por lo que subía a su perfil.
Todo con tal de llamarlo como lo que verdaderamente es: violencia hacia las mujeres.
Porque el primer escalón es que difunda una foto tuya y quien la edita o lo comparte, no lo vea como algo serio; pero el siguiente es que te dé un beso sin que tú quieras recibirlo y el otro que, después de una violación, afirme que solo lo llamas así porque no has quedado satisfecha.
Mara Mariño
Aunque el desnudo fuera legal en todos los espacios públicos toda persona debería tener derecho a su inviolabilidad, tanto de cuerpo físico como de imagen.
Y que las víctimas no se sintieran peor por estar en una cultura cerrada contra el cuerpo y el sexo, que ya bastante tienen con lo que les cae. Que no las hicieran sentir sucias, ni malditas, ni se avergonzaran, ni se traumatizaran por algo que no han hecho. Quien se debe avergonzar y pagar por ello es quien comete el delito.
Tampoco se puede culpar a ningún delincuente que haya cometido un delito por otro mayor. Si fuese así, nadie saldría jamás de la cárcel.
20 septiembre 2023 | 17:13
Pensando otra cosa, ¿por qué se permite que los medios de comunicación censuren partes del cuerpo de hombres o mujeres?¿Qué enseñanza ofrecen a la sociedad quienes censuran un pezón? ¿Qué están dando a entender? ¿La persona censurada no es víctima si la hacen sentir maligna para los demás?
¿Eso sí es bueno para la igualdad, para la educación sexual?
¿Si se insultan a nudistas es bueno? ¿Si se les expulsa hacia playas alejadas es sano? ¿Si se les culpa de lo que no sienten también es sano? ¿Insultar a modelos que posan sin ropa es bueno, es positivo?
Una mujer con minifalda era culpable de violaciones hasta hace poco, y aún hay quienes piensan de esa manera tan sucia. Los bolsillos son culpables de que haya ladrones. Los edificios de que les tiren bombas. El cuerpo es culpable de las perversiones del ser humano y por eso hay que taparlo. Y mientras, quienes piensan así, van a ver desnudos a escondidas para satisfacerse y, oh, qué cosa, se desmemorian luego y no se sienten perturbados ni pervertidos, ni culpables de todas las perversiones del mundo.
Dicen que van a desarrollar la educación sexual (hace más de 50 años con lo mismo). Mientras les encanta que se tape un pezón, porque es maligno, sucio, peligroso para la mente sana y pulcra humana.
¿La marginación, la censura, no es un acoso?
20 septiembre 2023 | 18:13
La RFEF se disculpa con las jugadoras por haberlas convocado y con Hermoso: «No hemos logrado crear un clima de confianza».
¿Y a qué las convocas sin haber cambiado antes el clima?
20 septiembre 2023 | 19:50
El problema está en el respeto y la educación que reciben en casa, la sociedad no evolucionará mientras no se inculquen valores y respeto.😜
20 septiembre 2023 | 21:45
Siempre me lo plantee de adolescente, porqué lo hacen?
Porque es divertido ver enfadarse a una chica, es como chinchar a un ratotoncito por parte de un gigante y ver como el animalito se indigna, y saber que si quieres puedes hacerle daño.
Es un juego cruel, pero divertido, porque eres tan amargada? preguntan…
En definitiva lo hacen porque pueden…
20 septiembre 2023 | 23:24
Aitana: «Cuando una artista habla explícitamente de sexo se escandalizan, pero si lo hace un hombre lo pasan por alto»
Aitana, resulta que el SEXO está censurado en la cultura humana. No hay más que ver el tratamiento que se le da al cuerpo para entender el resto del organigrama mental anti sexo que gobierna nuestra «cultura».
Una cultura para la que es bueno que se censure un pezón de mujer por creerlo maligno para el desarrollo sano nuestra especie… EL miedo al desnudo, el mantenerlo oculto, entre sombras de vergüenza, señalamiento, marginación y terror cuando lo asocian a violaciones y demás barbaridades injustas.
El desnudo debería ser una opción más en todas las playas del mundo. Porque es la más ecológica, la que menos contamina, la que menos recursos expolia del planeta. Esa industria de la fast fashion que tanto daño hace al planeta ni se la nombra. Por algo será…
Si el cuerpo es tabú, imagina lo que será el sexo.
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22 septiembre 2023 | 11:35
«Gracias a quienes vinisteis ayer y comprasteis el libro para tener algo con lo que limpiaros el qlo »
Ni en broma digas eso, que bastante te ha costado y mucho de bien entendimiento debes haber expresado en él como para que se tenga en tan poco aprecio. Valórese usted mucho más, que para eso ya está el CAPTCHA..
22 septiembre 2023 | 17:26