Entradas etiquetadas como ‘sexo con dominación’

Si soy feminista, ¿por qué fantaseo con que me dominen?

Hasta hace muy poco me sentía una incongruencia con patas. Irreverente e incoherente con mi vida sexual.

Yo, que me las doy de feminista practicante, de esas que defienden la igualdad de lunes a domingo en casa y fuera de ella, no llegaba a comprender por qué mi intimidad se salía de la norma. 

UNSPLASH

Era ahí donde los principios se quedaban fuera, o eso me parecía sentir.

Donde quería soltar las riendas y dejar que me manejaran, mandaran, doblegaran, domesticaran y hasta vapulearan.

Ponerme en un nivel inferior, bajar ese escalón, que era ficticio y solo existía en mi cabeza -ya que la cama no tiene doble altura-, me hacía sentir lo que peor se puede sentir una mujer hoy en día.

Mala feminista.

En mi mal feminismo, disfrutaba de una sexualidad con sesgo, en la que interpretaba un rol que poco o nada tenía que ver con mi vida fuera de la habitación.

Y la pregunta de cómo había llegado hasta ahí, me rondaba de la misma manera que me desprendía de los valores una y otra vez pidiendo más. Más control, más duro y más fuerte.

La explicación estaba en mi pasado, por supuesto, algo que cualquier terapeuta podría haber adivinado. Más concretamente en aquellas primeras imágenes que formaron mi despertar sexual.

De las pocas películas que vi, nunca recibí un trato igualitario en la cama, sino más bien vejante y humillante hacia las mujeres.

Fue eso lo que hizo que, desde pequeña, calara en mí la idea de que era eso no solo lo que podía esperar, sino lo que tenía que gustarme.

Sin plantearme si quiera que pudieran existir otras formas de disfrutar, ni poder elegir entre otras opciones, adopté aquellos estímulos sin tener la menor idea de cómo iban a condicionar mis comportamientos y gustos en la cama más adelante.

Ahora no hay vuelta atrás, soy una de las (torcidas) hijas del porno mainstream pensado para que disfrute un espectador masculino.

Y aunque he podido entender el porqué de mi incongruencia, formará parte de mis gustos el resto de mi vida.

Lo que me ha permitido llegar a este punto de comprensión sobre los orígenes de mi intimidad construida ha sido entender que podía ir más allá.

Que el hecho de que la lasaña sea tu plato favorito, no significa que no puedas probar más.

Así que sigo probando, descubriendo, experimentando e investigando. Quién sabe, igual algún día doy con algo que esté más en línea con mis ideales.

Pero si no sucede, estoy muy tranquila. La cama es ese mágico lugar donde no se puede juzgar lo que sea que apetezca.

No voy a ser dura conmigo misma, prefiero limitarme a disfrutarlo pero seguir ampliando las miras.

Y reivindicar que, para las próximas generaciones, no sea una imagen tan desigual la que reciban, el sexo es algo demasiado importante en nuestra vida como para dejar que solo exista una única forma de concebirlo.

Duquesa Doslabios.

(Ya puedes seguirme en Twitter y Facebook).