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¿Eres un putero? Eres ‘una caca’

Quiero darle las gracias a Twitter por hacer que me encontrara con un vídeo en el que aparecían dos boñigas hablando sobre tener sexo con prostitutas.

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«Le follé la cara con tanta fuerza que casi vomita un par de veces, se le saltaban las lágrimas», dice uno de los protagonistas en un diálogo que concentra las frases que se pueden leer en cualquier foro de hombres que frecuentan estos servicios, poco antes de ser pisados por un pie.

La obra de animación de Lula Gómez dejaba muy claro el mensaje: si pagas por sexo, eres una caca.

Es una ingeniosa manera de resumir en 40 segundos por qué la sociedad funcionaría mucho mejor sin puteros. Y si el vídeo no os toca de alguna manera, espero que con mi opinión sirva, por lo menos, para que reflexionéis un poco al respecto.

Para empezar, ser putero es sinónimo de ser egoísta, de considerar que tus deseos valen más que la voluntad de una persona (porque si no pagaras por ello, si pudiera elegir libremente, no podrían tener sexo con esas mujeres).

Porque sí, la base de la prostitución son las mujeres, un 90% frente a un 7% que son transexuales y tan solo un 3% que se dividen entre hombres y niños.

Además de egoísta, también se puede relacionar con sentirse superior. Los deseos sexuales del putero están por encima de todo. De la hora, del estado emocional de esa persona, de su vida diaria, de lo que sea. El putero se acostumbra a la disponibilidad y pide una buena disposición.

Sentirse por encima tiene un riesgo, y es que el putero considera que sus deseos se tienen que cumplir. Independientemente de cuales sean, ya sean bizarros como lamer los genitales de un cachorro o emocionales como recibir besos en la boca y abrazos. Y si no se cumplen, suelen estar dispuestos a que las prostitutas paguen las consecuencias.

Es de sobra conocido que hay una gran cantidad de puteros (las mujeres que se dedican a esto han llegado a comentarlo en este espacio) que ejercen violencia de todo tipo. Física y verbal, llegando incluso a amenazar con el asesinato.

Para el putero la prostituta no es otra cosa que una persona de segunda, algo desechable que escoge, usa y tira como si fuera un producto del supermercado. Nada más que un trozo de carne, un recipiente que utiliza y cambia a su gusto, ya que a la semana, usa otro.

No entra en la mentalidad del putero preocuparse por la situación de las mujeres que se encuentran ejerciendo, una realidad de la que son muy conscientes (la gran mayoría saben que es la pobreza lo que les lleva a dedicarse a la prostitución e incluso que lo hacen coaccionadas) pero pagan igualmente.

De hecho, no buscan ayudar, sino mantener esa esclavitud sexual, que les beneficia, con argumentos como que es la libertad de la mujer la de dedicarse a lo que quiera, que hay muchas que prefieren esto a fregar escaleras o porque consideran que, si no hubiera prostitutas los índices de violaciones se dispararían.

Así que, después de leer todo esto, diría que queda bastante claro por qué ser putero es, como dice Lula, ser una caca. Y diré más, a todos nos gusta encontrar la calle limpia, sin excrementos por el suelo.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).

«Un hombre que paga por sexo no está bien de la cabeza»

Dentro de la prostitución: conversaciones con la chica X

Hace poco conocí a la chica X. Sabes de quién hablo. Tú también la conoces.  La que vive en un piso de Madrid, de Valencia, de un pueblo de Toledo con cinco mil habitantes o cerca de la playa. Es esa que te cruzas en el supermercado, en el gimnasio, la que podría tener la edad de tu hija, de tu hermana mayor o de tu novia, cualquiera de las mujeres que te rodean. Aunque esta, en concreto, tiene 26 años, y esto es lo que me contó de su oficio, la prostitución.

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¿Qué clase de protección tienes ante clientes que se niegan a pagar, recurren a la violencia o no quieren marcharse de tu piso?
Yo cobro al principio, si no paga, se va. Varias veces han venido sin dinero o con menos del acordado.
Al último que me hizo eso me dio tanta bronca… Llega y me intenta besar ya en la puerta. Un asco, muy baboso. Le aparto y le llevo a la habitación, le pido el dinero y empieza a tocarse el pene y a intentar manosearme.

Le aparto de nuevo y le pido el dinero nuevamente. Me dice que no tiene. Le grité a mi amiga y entre las dos le echamos. Era un tipo bastante grande físicamente. Le echamos a empujones y una vez en la puerta le golpeamos en la cara.

¿Qué pretendía? ¿Tener sexo sin pagar con una prostituta? Hace poco a mi compañera de piso, un putero le cogió el dinero que le había pagado y se fue corriendo. Le tuvo que amenazar para que volviera a devolver el dinero. Y eso que lo había tratado bien. Yo no me dejo ni tocar, pero ella hace de todo.

Encontramos el lugar donde trabajaba, y se asustó. Cuando regresó le grabamos con el móvil. El hombre parecía un gato asustado corriendo por todos lados. Ella le partió un palo de la escoba en la cabeza. Se lo merecía. Se fue llorando. ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué robarle a una prostituta a la que acabas de follar?

¿Ha cambiado tu percepción de los hombres?
Sí, de ver tantas fotos de parejitas o con hijos. Me dan asco. Cada vez que veo a la típica pareja con hijos pequeños en la calle me lo imagino a él de putero. ¿Cómo puedes hacerle eso a tu pareja? Premeditadamente, pagando, buscando. No tienen respeto ni por ellos ni por las personas que tienen al lado. ¿Cómo puedes formar una familia así, bajo la mentira?

¿Cómo vas a educar a tu hijo si eres un mentiroso de serie? ¿Acostarte mirando a los ojos a tu pareja después de haber estado con otra persona? Muchos de ellos son bisexuales, contratan prostitutos incluso.
Aparte no hay más que ver sus móviles y las búsquedas que hacen en internet.

Estoy bloqueada a nivel sexual, no siento deseo, me cuesta hasta con un chico que me gusta. Imagina con los puteros. Nulo. Se excitan hasta con animales. A mi compañera de piso le han preguntado si su cachorro participaba. ¿Cómo se puede estar tan enfermo?

¿Has vuelto a coincidir con tus clientes en otros contextos?
Yo olvido sus caras enseguida, no los recordaría, pero ellos si se acuerdan de mí. Están en todas partes, médicos, políticos, policías, guardias civiles, tipos en el paro, etc. Si he coincidido con ellos no me habré enterado. Creo que si veo alguno con la novia me reiría y le haría sentir mal si ha sido maleducado conmigo.

¿Cómo te ves dentro de diez años?
La idea del suicidio ronda a veces mi cabeza, con más o menos fuerza. Si sigo metida en esto terminaré haciéndolo. No sé, no me veo dentro de diez años. A veces me gustaría poder ver el futuro y saber si estaré viva o no. Todo lo que he tenido que aguantar… No sé. Intento reprimirlo pero ahí está.

¿Tus ingresos te permiten ahorrar/vivir con comodidad o es un oficio que solo te permite vivir al día?
En mi caso no obtengo mucho, pago el alquiler, las facturas y poco más. Pero mi compañera, la yonki, en dos días hace 800 euros y se los gasta en fiesta o de compras, en tonterías. Hay personas que tienen un imán para los puteros y otras que no. Si yo ganara lo que gana ella, podría cumplir mis metas enseguida.
Como dice el dicho «Dios le da pan a quien no tiene dientes».

¿Ves relación entre la prostitución y el machismo?
Más que machismo creo que es una enfermedad mental, hay hombres machistas que no pagan por sexo.
Un hombre que paga por sexo no está bien de la cabeza. Hay chicos de 18 años que ya están pagando por sexo, ¿qué les espera para los 50? Todo el mercado sexual está dirigido a hombres. Estuve en alguna agencia donde había chicos y el 99% de los clientes eran hombres, casados o con novia.

¿Cómo pueden pedirle sexo a una prostituta sin condón o besos con lengua? Están totalmente locos. Tienen una noción distorsionada de la realidad. Incluso te piden abrazos. Las carencias afectivas no se solucionan pagando. Si no puedes generar emociones en personas libres, no esperes que pagando alguien vaya a sentir algo por ti.

Es un encuentro entre personas con problemas mentales, ellos y nosotras. Aunque entre nosotras hay de todo, las que estamos por necesidad porque no tenemos otra fuente de ingresos, las que lo hacen por drogas, las que lo hacen por lujos (las pocas las vip) y a otras les da igual, se excitan con todo pero son las menos.

Buscamos cosas diferentes. Nosotras dinero, ellos sexo/compañía. Entre ellos hay puteros ‘normales’, que buscan sexo y nada más, luego están los que cruzan la línea y pretenden encuentros pasionales, como si fueras su amante. Eso es muy agotador mentalmente, y los que se drogan o piden toda clase de porquerías, son los más enfermos.

También puedes leer aquí la primera y la segunda parte de la entrevista:

“Me acuerdo del primer putero que atendí, un pederasta”

“Muchos puteros se niegan a usar condón y muchas prostitutas lo aceptan” 

Duquesa Doslabios.

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«Muchos puteros se niegan a usar condón y muchas prostitutas lo aceptan»

Dentro de la prostitución: conversaciones con la chica X

Hace poco conocí a la chica X. Sabes de quién hablo. Tú también la conoces.  La que vive en un piso de Madrid, de Valencia, de un pueblo de Toledo con cinco mil habitantes o cerca de la playa. Es esa que te cruzas en el supermercado, en el gimnasio, la que podría tener la edad de tu hija, de tu hermana mayor o de tu novia, cualquiera de las mujeres que te rodean. Aunque esta, en concreto, tiene 26 años, y esto es lo que me contó de su oficio, la prostitución.

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¿Cuál es el perfil de tus clientes?
No hay un perfil, hay tanto hombres de 18 como de 60. Incluso de 70. Una vez un viejo me dijo «te veo fría». ¿Y qué esperaba? Prefiero gente joven porque dan menos asco visualmente. Pero con los viejos no tengo sexo, les pongo excusas. Les hago terminar de otras formas. En la ciudad donde estoy ahora hay más hombres mayores de 40 o 50. Pero a la vez a mi compañera de piso le vienen más de 18 a 40. Cada una tiene su público supongo.

¿Has sufrido violencia o maltrato?
Sí, lo conté anteriormente. También puedo agregar los insultos que me llegan a veces, por mensaje, claro. A la cara nadie te dice nada. O incluso amenazas de muerte. Son muy resentidos los puteros. Muchas veces se obsesionan contigo aunque no te conozcan ni hayan estado contigo.

Como es todo clandestino ni siquiera ellos te respetan. «Eres una puta de mierda» te dicen. Pero soy una «puta de mierda» porque tú me pagas. O sea eres parte del problema, ¿no? Y me sorprende que ellos tan adictos a pagar por sexo insulten. Son personas muy infelices.

¿Te han obligado a hacer algo que tú no quisieras?
Hasta hace poco dejaba que me hicieran cosas que me daban asco, como tener sexo con ellos. Sí, suena raro, pero no quiero y si puedo evitarlo lo hago el 99% de las veces.

Llevo más de un mes sin tener penetración con un putero. Les hago terminar de otras formas y si se enfadan me da igual. No puedo más. Mi cabeza no soporta más.

Ahora por 50 euros te exigen de todo. Y muchas hasta por 20 euros lo hacen. Hay que mentir y decir que sí, que te hago de todo, porque si les dices la verdad no vienen y las facturas hay que pagarlas igualmente.

¿Crees que legalizar la prostitución cambiaría algo?
No lo sé, está muy degenerado todo esto. El uso del preservativo, por ejemplo. Muchos puteros se niegan a usarlo y muchas prostitutas lo aceptan. Eso del francés natural que suelen pedir me parece una asquerosidad. Hasta piden eyacular en tu boca o besos negros. Qué locura, ¡lamer culos de puteros!
Incluso piden la penetración sin condón.

Los hombres se educan mirando porno, y creo que todo el porno debería ser de pago. El fin de semana en un fast food vi a unos niños de 10 años con móviles y ahí me di cuenta. Tienen acceso a tanta información, a porno y a cosas sexuales, que así terminan, trastornados como sus padres.

Todas las peticiones asquerosas de los puteros vienen del porno que consumen. Sobre todo desde que salieron los teléfonos con Internet, que pueden ver a escondidas toda clase de contenido que antes no veían en sus ordenadores por miedo.

No sé en qué cambiaría la legalización todo esto, la falta de cuidado, las tarifas bajas o la droga. Corre muchísima droga. ¿Cómo se legisla esto? El putero va a querer seguir drogándose y pidiendo sexo sin condón.

En Twitter hablas de tu compañera de piso que también se dedica a la prostitución, pero está enganchada a las drogas, ¿es algo habitual entre prostitutas?
Muchas consumen. Hay anuncios que ofrecen «fiestas blancas», porque con un solo putero pueden hacer bastante dinero. De 80 a 100 euros la hora y el putero drogadicto se queda varias horas. A veces incluso días.

Prefieren eso a estar follando con varios tipos al día. Mi compañera se droga porque es una tonta, no puedo decir otra cosa, ellos le ofrecen pero no la obligan. A mí también me han ofrecido y me niego.

¿Te gustaría dedicarte a otra cosa?
Sí, totalmente, estoy en eso. Me parece degradante la prostitución, no se puede defender esto. Creo que solamente la vería válida si una pudiera escoger al hombre con el que se va a acostar, como un ligue pero de pago.

A ninguna mujer le gusta estar con viejos asquerosos, gordos, feos o tipos agresivos. Se me pone la piel de gallina al recordar cuando me penetraban algunos de estos. Me sentía tan mal por dentro…

¿Te han contagiado de alguna enfermedad? ¿Te preocupa que suceda?
A mí por suerte no. Y creo que los puteros a pesar de lo suicidas que son, no se infectan de nada tampoco.
Muchos tienen novia o están casados y piden prácticas de riesgo. O hay una epidemia oculta de VIH o es más difícil contagiarse de una venérea.

Yo pongo condón siempre para todo. Ni los beso ni nada, aunque ellos sí. Te pasan la lengua por el cuerpo y hasta por el culo. No saben separar, una cosa es tu pareja y otra una prostituta.

Aunque me habría gustado escribirlo en un solo post, la conversación con chica X continúa, por lo que dejaré para la próxima semana la continuación de su historia. También puedes leer aquí la primera parte por si te la perdiste.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).

«Me acuerdo del primer putero que atendí, un pederasta»

Dentro de la prostitución: conversaciones con la chica X

Hace poco conocí a la chica X. Sabes de quién hablo. Tú también la conoces.  La que vive en un piso de Madrid, de Valencia, de un pueblo de Toledo con cinco mil habitantes o cerca de la playa. Es esa que te cruzas en el supermercado, en el gimnasio, la que podría tener la edad de tu hija, de tu hermana mayor o de tu novia, cualquiera de las mujeres que te rodean. Aunque esta, en concreto, tiene 26 años, y esto es lo que me contó de su oficio, la prostitución.

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¿Cómo empezaste en esto? ¿Podrías contarnos tu historia?
Empecé en esto en mi país. Lo hacía en la calle, comencé siendo menor de edad. En mi casa había muchos problemas y me escapé varias veces. Mi casa no era el mejor ambiente para crecer. No veo a mi familia desde hace muchos años.

Me acuerdo del primer putero que atendí. Un viejo al que tuve que masturbar en su coche. Ahora que lo pienso, era un pederasta. Pero a ellos eso les daba igual. Venían a buscarte entre varios, a veces no pasaba nada, otras sí. Una vez me tuve que escapar de un viejo que se había quedado en «modo violador». Le tuve que apartar varias veces y me fui corriendo del coche porque no se detenía. Hay hombres que se excitan y ya no razonan. Me ha pasado incluso con amigos, o que pensé que lo eran.

Recuerdo los coches pasar, te hacían señas para que te acercaras. La prostitución de la calle debería estar totalmente prohibida por todos los riesgos que corren las chicas allí, a manos de puteros, de «novios proxenetas» y de otras prostitutas. Es un ambiente asqueroso. Y a los puteros les encanta eso, es divertido para ellos ir a buscar prostitutas en la calle. Saben que es ilegal pero van igualmente.

Después de eso terminé en agencias donde te quitaban el 50%. Todas dormíamos en la misma habitación y te cobraban multas por todo: la publicidad, el techo, todo. Al final terminabas prostituyéndote para pagarle la deuda al dueño del chalet. Había muchas menores de edad allí. A mí me rescató un italiano y me trajo a España.

Intento olvidar aquella época, fue la peor de mi vida. No he regresado a mi país, ni pienso hacerlo.

¿Qué es lo más desagradable a lo que te has enfrentado?
En la calle me fui una vez en un coche con varios hombres. No pensé que fuera peligroso y lo fue. No quiero hablar mucho del tema pero bueno ya puedes imaginarte lo que pasó. Cuando se fueron me senté en el borde de la calle, vino la policía por allí y pasó de largo.

Una vez en Benidorm un marroquí, terminó muy rápido. Era eyaculador precoz, le toqué y terminó sin hacer nada. Se puso violento. Pasé mucho miedo también y más sabiendo la fama que tienen. Intentaba empujarlo para que saliera del apartamento, pero me resbalaban las medias de red en el suelo. Le arañé en su cara. Recuerdo mis dedos metidos en sus ojos, se le hundieron. Pensé que iba a quedarse ciego.

Le arañé dentro de la boca. Al final empecé a gritar y se fue. Como tengo las uñas duras creo que le hice daño porque se puso a escupir sangre en la puerta. «No entrará más nadie aquí», gritaba. Son cosas que pasan a veces.

También vienen hombres muy sucios, con el olor a no sé… cebolla mezclada con ajo que desprenden sus axilas. ¿No se dan cuenta de lo mal que huelen? Te dicen que ya se ducharon antes y es mentira. Una vez tuve que salir a vomitar de lo penetrante que era ese olor.

¿Qué es lo que menos te gusta de tu oficio?
No considero trabajo esto, es un medio para sobrevivir nada más. No terminé de estudiar. Tuve trabajos precarios pero terminaba volviendo a esto. No me gusta estar con gente que me repugna físicamente, pero llega el momento de pagar las facturas y me desespero.

¿Hay algo que te guste?
En algún momento me gustaba algún putero, cuando los veía como personas normales. Luego me di cuenta que están enfermos, tienen una adicción sexual. Se pasan el tiempo viendo webs de prostitutas, buscando una y otra y otra. Basta mirar el móvil de cualquiera de ellos. Un putero que se había mostrado interesado por mí había llamado antes a trece chicas. Yo era la última de la lista. Una semana están contigo y la otra con otra chica. Es una obsesión enfermiza.

Aunque me habría gustado escribirlo en un solo post, la conversación con chica X va para largo, por lo que dejaré para la próxima semana la continuación de su historia.

Duquesa Doslabios.

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