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Los 5 mejores sitios para practicar sexo. Y hacer el amor.

Querdid@s,

Si le aburre practicar sexo entre sus sábanas de siempre, en la cama de siempre y observa hastiado cómo las cuatro paredes de siempre flanquean su monótona vida sexual, váyase a dar un paseo y que le de un poco el aire. Si también han probado habitaciones de hotel, indudablemente más una sensación más estimulante y placentera que el clásico misionero en la cama, quizás le apetezca cogerme de la mano y repasar 5 de los mejores sitios para practicar sexo. Y hacer el amor.

Si en un momento de calentón improvisado, lo más lejos que ha llegado dentro de los límites de la vivienda es hasta el sofá…

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En la playa o bajo el mar

Amado y odiado a partes iguales, el sexo en el agua es un tema muy discutible. Algunas mujeres alegan que con el coito acuático se siente como sirenas sensuales y tremendamente deseadas. Cuando se trata de sexo, el agua es un plus, lo crean o no. Otras argumentan que no le ven la gracia. Yo soy de las que piensa que practicar sexo en la playa o el agua tiene su aquel. Sólo es necesaria un poco más de compenetración que la habitual.

Este apasionante paraje ofrece dos escenarios posibles: arena y agua. Tanto dentro como fuera del agua, practicar sexo en la playa es una pasada. Desde luego que bajo el agua no es lo más cómodo, pero vale la pena el esfuerzo.  El espumoso sonido de las olas, la agradable brisa marina, el tacto de la piel mojada, los olores y sabores del mundo marino y el morbo de que a uno le pillen metido en faena es una experiencia realmente grata.

Un polvo improvisado en la playa en una loca tarde o cálida noche de verano también es un lugar diferente al que ir. Yo conozco una en en particular en Vizcaya que tiene unas vistas acojonantemente preciosas. Se llama Meñacoz, ojo que sus piedras (en lugar  de la arena) dificultan de forma considerable la logística polvística. Pero el atardecer es el más espectacular que he visto jamás.

Si por el contrario es usted del interior, siempre puede hacerse con una bonita piscina. Eso sí, cuidado con los niños, los bordes y el cloro. Este último puede perjudicar seriamente su flora intestinal. Y las lumbares como se desmelenen y contorsionen demasiado.

Ojo con los domingueros, están por todas partes.

En las alturas

El avión es seguramente el lugar más famoso a la vez que abyecto para practicar sexo. Los baños de los aviones además de ser minúsculos son escandalosamente incómodos. Además de asquerosos y peligrosos en momentos de turbulencias. Así que si cuenta con tiempo suficiente para echar un polvo aéreo que pueda sublimar antes de toquen a la puerta, háganlo sin más dilación. Sólo espero que cierren el pestillo a conciencia y no abusen de las instalaciones.

En el coche

Aunque Los Inhumanos cantaban que era algo difícil hacer el amor en un coche que ya es más antiguo que la tos, ponerse como una moto a bordo de un cuatro ruedas es una sensación impagable. El hecho de que la parte de atrás tenga un espacio reducido es un factor importante para que la experiencia sea aún más deliciosa. Más pegaditos imposible, aunque tampoco debemos descartar la  opción de escoger uno de los asientos delanteros.

Practicar sexo en el coche es perfectamente viable. Lo que no está tan claro es buscar el lugar  idóneo donde aparcar y que ningún voyeur mirón te arruine el momento. Quizás no se les haya ocurrido nunca, pero pueden calentar motores en marcha – con cautela, que la práctica de sexo mientras se está conduciendo se considera una infracción y le podría caer una multa por pasarse de la raya.

Ojo de nuevo con los domingueros, siguen estando por todas partes. Son como hormigas.

En la ducha

Para los menos aventureros que prefieren quedarse en casa, hay muchos rincones del hogar que pueden ayudarle a reconducir su vida sexual hacia experiencias más apasionadas y menos manidas. No es necesario que se vistan de exploradores, pero atrévanse a indagar los recovecos de la casa. 

Si les pone que les vea el vecino, asómense al balcón o a la terraza y ámense como Dios les trajo al mundo. Y si a los vecinos les molestan sus efervescencias sexuales, que se fastidie. O invítenle a la fiesta, es una buena ocasión para limar asperezas  o conocerse mejor. La mesa del comedor o la encimera pueden ser el escenario ideal donde practicar alguna placentera postura del Kamasutra como la postura de la mariposa, Aprovéchese del ascensor (o del montacargas si le van los tamaños industriales) para los preliminares, ascienda o descienda hasta  el cuarto de los contadores para sus polvos más subrepticios y velados.

La ducha, el lavabo, el baño hasta el mismísimo suelo. Descubra la potencia de la alcachofa de la ducha y experimente en sus propias carnes lo que ese infravalorado chisme puede hacer por ustedes. Jueguen a médic@s y enfermer@s con las distintas presiones y temperaturas del agua. Incluso pueden hacerse con uno de los cientos de geles que ofrece el mercado para masajearnos y toquetearnos más y mejor. Eso sí, les aconsejo que cuando follen en el baño no se dejen llevar por las fieras que llevan dentro. Dejemos el sexo salvaje para otro momento menos resbaladizo.

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Afterwork

¿Le ha tocado trabajar hasta tarde? ¿Le ha tocado la misma suerte a alguien de su agrado y predilección? Tras un intenso día de trabajo, no lo dude y estrénese en esto de follar en la oficina. Hacerlo sobre el escritorio (si se atreve con la del jefe le presento desde ya todos mis respetos) es una fantasía erótica de muchos. Para que se fastidie, para vengarse de lo poco que tiene en consideración su trabajo. Si es usted el jefe reflexiones sobre si es un buen jefe o es usted auténtico capullo que  no valora a sus empleados. Sea como sea, tampoco nos volvamos locos y seamos realistas. No estamos en una película con un presupuesto de millones de euros donde podemos cargárnoslo todo y aquí paz y después gloria. La vida real no nos permite mandar a la mierda los ordenadores y revolver toda la papelería de la oficina. Asegúrense de que no haya cámaras. No querrá acabar de patitas en la calle por culpa de no poderse aguantar las ganas. No le de ese gusto al jefe.

¿Qué otros sitios se les ocurren a sus calenturientas y pervertidas mentes? Compártanlas con nosotros, se lo ruego.

Que follen mucho y mejor.