Hablamos con una experta en juguetes sexuales de cómo ya no son ‘ni ruidosos ni turbios’

El mundo de los juguetes sexuales me fascina.

No solo porque detrás haya un equipo de mentes pensantes, dedicadas mañana y noche a conocer a la perfección cómo funcionan los genitales, el sistema nervioso o el mismo cerebro.

También porque se plantean cómo nos aproximamos al disfrute. Hablando en plata, cómo follamos de cara a desarrollar productos diseñados única y exclusivamente para dar placer.

pareja juguete sexual

WeVibe

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Por eso el artículo de hoy cuenta con la participación de Elisabeth Neumann, cuya labor como User Research Manager en We-Vibe y Lovehoney Group me ha resuelto las dudas de lo que sucede tras esos objetos de colorines que vemos en los estantes.

Como adelantaba, la industria juguetera para adultos no va solo a la fisiología ni a la anatomía. Los usos y costumbres que ponemos en práctica en la intimidad van marcando el camino de lo que podemos necesitar.

Así es como los succionadores de clítoris han irrumpido en el mercado, dándole protagonismo a la zona femenina más erógena (y más olvidada).

Reflejo de esta manera de desarrollar los productos, es uno de sus superventas para parejas. El coitocentrismo se ha convertido en fuente de inspiración para el Sync O, uno de sus juguetes que consigue estimular la parte externa del clítoris a modo de pinza, quedando firmemente en el sitio gracias a la estructura flexible que va dentro de la vagina.

Y sí, es ese furor por el coito en las relaciones entre hombres y mujeres lo que hizo que se pusieran manos a la obra para potenciar el disfrute de una práctica que, a las mujeres, no nos entusiasma tanto.

Me refiero, puede gustarnos por otras razones -sensación de intimidad, conexión emocional, cercanía-, pero llegar al clímax no es una de ellas para la mayoría.

«Solo el 18% de las mujeres pueden llegar al orgasmo solo con la penetración. Sin embargo, la penetración forma parte de casi todos los encuentros sexuales en las relaciones heterosexuales», explica Elisabeth.

Esto explica por qué han apostado por un artículo que, según sus investigaciones «ambos miembros de la pareja obtienen mucho placer y excitación al utilizarlo».

Sí, veníamos necesitando algo que hiciera de la penetración una práctica más estimulante, no vamos a engañarnos.

Más allá de su último lanzamiento, con la opinión de la experta es fácil llegar a la conclusión de que el cambio que debe darse entre las sábanas pasaría no solo porque los juguetes no se vean solo como una forma de innovar en la cama, sino replantearse la manera en la que nos relacionamos íntimamente.

En el sector de la moda, las prendas llegan al armario tan solo unos meses después de aparecer en pasarela, ¿cómo funciona en el sector de los juguetes?
Los plazos pueden variar mucho de un juguete a otro, pero normalmente pasan varios años desde la idea inicial hasta el producto final. Todo el desarrollo de productos va acompañado de las opiniones de los usuarios, para asegurarnos de que creamos productos que la gente necesita y adora. Construimos prototipos, los compartimos con nuestros probadores y recogemos sus comentarios en entrevistas para mejorar el juguete. Solo cuando creemos que el producto es muy bueno, empezamos la siguiente fase de producción. Por eso siempre es una aventura empezar un nuevo proyecto de juguete, y nunca sabemos cuánto tiempo nos llevará, hasta que vemos la versión final de una idea.

Ya que no hay dos vulvas o dos penes iguales, ¿cómo superar el reto de crear productos que tienen que tener la misma utilidad para genitales diferentes?
Adaptarse a todo tipo de cuerpos y de placeres es uno de los principales retos. No solo no hay dos vulvas iguales, sino que además pueden necesitar una estimulación muy diferente para sentir placer. Trabajamos con muestras de gran tamaño para incluir una variedad de opiniones y necesidades en los comentarios y, especialmente en las entrevistas, trabajamos con personas que hablan mucho de su sexualidad. Es importante que la persona con la que hablamos conozca sus preferencias y necesidades individuales, para que nos explique y contextualice sus opiniones. Y luego es nuestro trabajo trasladar estas percepciones a un panorama más amplio. También nos basamos mucho en la investigación que hemos realizado en los últimos años, así como en la investigación académica, para contextualizar las respuestas.

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Mucho se bromea en redes sobre lo soñado que sería dedicarse a probar juguetes, ¿pero en qué consiste este trabajo realmente?
En el caso de Sync O, los prototipos se probaron en más de 500 relaciones sexuales de parejas reales durante los ciclos de prueba. Más de 80 personas lo probaron. En la fase inicial de desarrollo del producto, repartimos diferentes formas a un grupo más reducido de parejas y nos reunimos con ellas en entrevistas para recoger sus comentarios. En esta fase, no es tan importante cuántos prefieren una forma determinada, sino el porqué que hay detrás. Solo cuando entendemos el porqué, comprendemos las necesidades reales del usuario y continuamos el desarrollo a partir de ahí. En fases posteriores, tenemos grupos de prueba más grandes, con los que queremos verificar que nuestras hipótesis son ciertas y que el producto realmente satisface las necesidades.

¿Cómo se sigue innovando en el sector cuando parece que ya está todo inventado o es difícil superar productos como los estimuladores de clítoris?
No creo que todo esté inventado, al contrario. La gran mayoría de los juguetes eróticos que existen siguen muy influenciados por formas y tecnologías básicas. Durante muchos años, los fabricantes no hablaban en absoluto con los usuarios de sus productos y, por lo general, solo reproducían la penetración con sus productos. Eran demasiado grandes, demasiado ruidosos, demasiado turbios. Vemos muchos grandes cambios en los diseños de los juguetes, pero creo que en lo que respecta a la estimulación, aún queda mucho por descubrir. Para llegar ahí tenemos que pensar fuera de los guiones sexuales convencionales e intentar explorar.

Cada vez se ven menos juguetes rosas y más variedad de colores, ¿qué hay detrás de la elección de los tonos?
La elección de los colores para nuestro nuevo modelo de juguete erótico para parejas, en el que destacan el morado y el verde terciopelo, es el resultado de una cuidadosa reflexión e investigación. El morado se asocia a menudo con la sensualidad y el erotismo. Es un color que destila misterio y lujo, lo que encaja perfectamente con la naturaleza de este producto. El verde se asocia a menudo con sentimientos de armonía, relajación y equilibrio. En el contexto de un juguete erótico para parejas, este color puede ayudar a crear un entorno cómodo y libre de tensiones, lo que resulta esencial para potenciar la intimidad y la conexión. Se eligieron tras realizar una exhaustiva investigación entre los usuarios y recoger sus opiniones. Descubrimos que estos colores no solo tienen fuertes asociaciones emocionales y psicológicas con la sensualidad, la pasión y la relajación, sino que también se alinean con los valores premium e inclusivos de nuestra marca.

¿Diría que el hecho de que se sigan desarrollando juguetes para experimentar nuevas sensaciones en la penetración es una prueba de que las parejas son conscientes de la importancia de variar en la cama?
Creo que hoy en día las parejas son mucho más conscientes de la importancia de la estimulación del clítoris. Sabemos por las investigaciones que solo el 18% de las mujeres pueden llegar al orgasmo únicamente con la penetración. Sin embargo, la penetración forma parte de casi todos los encuentros sexuales en las relaciones heterosexuales. Un juguete como el Sync O permite a una pareja seguir su rutina favorita y disfrutar de la cercanía especial de la penetración, al tiempo que pone el placer de ambos en el centro. También observamos que las parejas son más conscientes de que es difícil mantener relaciones sexuales duraderas, y quieren cuidar su relación sexual de forma proactiva, por ejemplo, variando y explorando cosas nuevas juntos.

Mara Mariño

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1 comentario

  1. Dice ser Imaginar situaciones o también que te creen el universo

    Ahora he pensad en un dildo dirigido por IA que funcione de tal manera que vaya inroduciendo a la chica que lo usa en un ambiente previo satisfactorio y le cree un campo donde comenzar a hacer brotar emociones eróticas. Luego irá dialogando con ella y comenzando el juego en busca del placer sexual. No sé si entraría en lo que se llama infidelidad tener un dildo que te hable cosas lindas y guarrerías, que te ponga en situaciones virtuales increíbles, para disfrutar a tope con él. Unas gafas que proyecten mundos o situaciones diversas, voces y expresiones, educaciones diversas, gozando de lo prohibido o lo impensable en la realidad cotidiana. Manual, parcialmente mecánico o totalmente biónico. O sea, que follar con IA a lo mejor gusta más adelante.
    Eso sí, con mesura, no sea que la gente pase a comprarse una mano mecánica que le ande todo el rato frotándole e inspeccionándole la entrepierna, eso sí.

    18 noviembre 2023 | 15:39

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