Entradas etiquetadas como ‘Ayuntamiento de Girona’

Flexibilización menstrual: ¿la solución si nos baja la regla en el trabajo?

Llevo dos días doblada literalmente. Desde mis 15 años hay días que la regla me tumba hasta el punto de que estar sentada en una silla es inaguantable por los dolores que siento en la parte baja del abdomen.

Y delante de la pantalla del ordenador, tratando de disimular mientras el resto de la oficina seguía ajena a que mi útero era el equivalente a la erupción del Etna versión menstrual, pensaba en lo duro que era tener que trabajar estando así.

UNPLASH

Conozco amigas que pasan sus reglas como quien pasa una tarde en El Retiro, a gusto y relajadas. Otras solo necesitan una pastilla para sentirse bien y continuar con su vida. Las hay que, como yo, por mucho ibuprofeno que tomen, tienen que pasar momentos aguantando las ganas de hacerse una bolita acurrucadas sobre sí mismas y otras que incluso no pueden ni levantarse de la cama.

Cada una es un mundo.

Le digo por chat a mi compañera que cómo agradecería poder hacer teletrabajo estos días, que en pijama, sin tener que hacerme un paseo de media hora a pie, cualquier regla es más llevadera. Al poco empezamos a hablar de Girona y su flexibilización menstrual.

El ayuntamiento de la ciudad ha aprobado una propuesta que te permite cortar el día si te encuentras mal. Algo que en un primer momento me parecía buena idea hasta que, una vez dejé de leer en diagonal, llegué a la parte que me dejó helada. Esas horas había que recuperarlas.

Por un lado puedo entender que si te coges unas horas porque tienes que acompañar a tu madre al médico, tienes un curso o un trámite, recuperes ese momento. Pero, ¿es lícito tener que recuperar horas cuando te encuentras físicamente mal? ¿Es justo que si contraes un gripazo o una gastrointeritis, te hagan luego trabajar esas horas una vez te has recuperado?

Como dice mi amiga, nos explotan por partida doble. Y razón no le falta. Porque no es ya que seamos igual de productivas que un hombre en condiciones normales, es que si tenemos la regla nos toca serlo más empleándonos el doble.

Esforzarnos, aguantarnos y medicarnos para que no afecte en ningún caso. Y nosotras no solo nos hemos acostumbrado a este esfuerzo titánico, a trabajar con dolor. Sino que vemos normal hacerlo y que no se reconozca que una vez al mes pasamos por un periodo de malestar físico.

Claro que a las empresas no les interesa que esto se reconozca. Somos una fuerza laboral que debe ser siempre productiva. Si nos encontramos mal igual de difícil es tener que trabajar como si nada nos pasara que tener que, como en el caso de Girona, devolver esas horas.

Un tiempo que no hemos usado para nuestro disfrute, sino para lidiar con dolor.

Es poco probable que en algún momento se reconozca la dismenorrea como un problema que merece una solución (que no un atajo) de cara a compaginarla con la jornada en la oficina. Hasta entonces, y como yo, aguantar el tirón y si no nos vemos capaces de trabajar -porque la molestia se nos hace demasiado cuesta arriba-, excusarse con un dolor que laboralmente esté mejor aceptado.

Si nada de eso funciona, como propone mi compañera, servir la venganza en horas de Facebook sin moverse del puesto de trabajo.

Duquesa Doslabios.

(Ya puedes seguirme en Twitter y Facebook).