Querid@s,
El verano ya llegó (hace un buen rato, lo sé) y la fiesta comenzó. El ambiente está que arde y no sé si será porque sube la temperatura o porque todos y todas andamos con las hormonas revolucionadísimas, o porque nuestro corazón, ahora que brilla el sol, está más abierto al amor o simplemente a un revolcón. El verano es un campo abonado para el vicio, historias de sexo desenfrenado, cuentos de amor y episodios de liberación de las bajas pasiones. Es tiempo de dejarse llevar y dejarse hacer. Y todo al ritmo de la mejor música y las canciones del verano. Bueno, dejémoslo en al ritmo de las canciones del verano.
Para un verano aún más calentito, tomad buena nota de estos tres consejos sexuales.
!Fresquíbiris!
Qué duda cabe que la canícula es el momento ideal para disfrutar de experiencias sexuales más satisfactorias, más calmadas y de mayor calidad. Pero hace tanto calor que en pocos minutos vuestros cuerpos naufragan en un charco de sudor. ¿Qué necesidad de pasarlo mal teniendo tanta agua rodeando la península? Si estáis en el interior, las piscinas también valen, incluso la charca, cualquier masa de agua viene de lujo para disfrutar de un placer sexual de lo más refrescante.
Abrid el grifo, la manguera o lanzaros al agua, y sentíos como pez en el agua. Porque los peces también follan.
Como cantaba el galán de Julio Iglesias, quererse no tiene horario ni fecha en el calendario, así que improvisad. Ahora que estamos de vacaciones, además de tumbarse al sol y no hacer nada, es el momento ideal para tener relaciones sexuales cuando nos apetezca. Ya no hay prisas para ir al trabajo o llevar a la prole al colegio, así que no os hagáis los longuis y daros un meneo. No se trata de que os convirtáis en pulpos este verano, simplemente aprovechad el tiempo libre para echar ese polvo mañanero tan recomendado por la OMS que no hay manera de echar porque siempre andáis con prisas, o ese de después de comer, porque o nunca coméis en casa o os tenéis que ir volando de vuelta al trabajo.
¡En la cama no!
Al menos, no la de siempre. Por aquello de echarle un poco de picante a la salsa, sería una excelente idea hacerlo en un sitio que no fuera la cama. La terraza, la hamaca, la piscina de la urbanización (está claro que de noche, cuando los niños están durmiendo y no hay moros en la costa). Si estáis en alguna ciudad exótica, o al menos en cama ajena, el polvo en ese lecho también es una buena opción.
Sexo sin amor
No dudo que os améis y que os deseéis todavía más que cuando os enamorasteis, pero a veces, es mejor tener sexo sin sentimientos, vamos follar sin amor. El amor y el sexo son dos planos diferentes que a veces se cruzan; mi propuesta para estos días de agosto es que probéis sexo sucio, pero que muy sucio, y ya os volveréis a querer mañana.
¡A follar a follar que el mundo se va a acabar!