Esta artista convierte tus genitales en esculturas para que te mires (y aceptes) como eres

Conocí a Ona Ortiz en el Salón Erótico de Barcelona sin saberlo. De repente me encontraba en un rincón del evento observando esculturas de vulvas que eran obra suya.

Fue más tarde, en un networking, cuando nos pusimos cara y pude saber quién se encontraba detrás de aquellas piezas que me habían dejado intrigada.

modelo vulva 3d

GENCOSMIC

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Su trabajo está tan ligado a su historia personal, que arte y artista van de la mano.

Y es que a una edad muy temprana sufrió las consecuencias de las limitaciones en cuanto a aceptar el cuerpo humano que aún nos rodean.

«A los 11 años viví la mutilación genital por una falta de conocimiento y referencias del cuerpo humano y sus posibles variantes. Al tomar consciencia de lo que había vivido, y como estaba repercutiendo en mis relaciones, sentí que debía hacer algo para aportar a la sociedad y cambiar sus expectativas», empieza contándome.

Así fue cómo llegó a la idea de Gencosmic, moldeando genitales de clientas y clientes y haciendo la escultura en tres dimensiones, convirtiéndolos en auténticas obras de arte.

Un trabajo que además de permitir que las personas se vean ‘cara a cara’ con sus genitales y puedan ‘tenerse’ entre las manos, busca hacer del mundo un lugar con la mirada más inclusiva normalizando las diferencias entre los individuos.

Hay violencia en las noticias, en las películas, en los videojuegos, pero no somos capaces de coger un espejo y observar nuestra vulva. ¿Qué opinas de esta incongruencia?
Vivimos y crecemos en una sociedad heteropatriarcal. Nadie nos ha enseñado a través del amor y el juego a descubrir nuestro cuerpo. Más bien al contrario. Los adultos, cuando escuchan hablar a les chiquis decir que han jugado a «médicos» se horrorizan al instante. Palabras como: caca, mal, sucio, no tocar… afloran de sus bocas. Eso crea un cierre emocional de la criatura, que en un principio, quería compartir esa experiencia, con una persona adulta de confianza. Viven el rechazo desde una edad muy temprana en una etapa de puro descubrimiento. El día que seamos capaces de aprender de les pequeñes, podremos liberarnos del peso cultural que cargan nuestros genitales.

¿Por qué crees que es importante que, como defiendes a través de Gencosmic, seamos capaces de mirar ‘cara a cara’ nuestros genitales?
Son una parte muy escondida de nosotres mismes. Únicamente expuestos/compartidos en caso de medicalización o sexualidad. Posicionarte delante de tus propios genitales, observarlos sin más, poder apreciar tus detalles, pliegues y relieves, nos hace transportarnos a un momento de descubrimiento del propio cuerpo. Volvemos a ser niñes explorándonos, la simple observación libre de juicios. Retomamos ese momento que muches no tuvimos. Restablecemos un vínculo con nuestro propio cuerpo y tomamos consciencia.

¿Hay alguna clienta cuya reacción te haya emocionado de alguna manera tras recibir la obra?
Desde el momento del encuentro para hacer la toma de impresión, cosas mágicas suceden. Es aquí donde entiendo la conexión entre los genitales, el corazón y las emociones. En el momento que la persona «abre sus piernas», abre también su corazón. Aquí confluyen emociones que se manifiestan, memorias escondidas, traumas, tabús… Sostengo y canalizo ese momento de escucha, apreciando la vulnerabilidad y dándole la bienvenida. Ninguna sesión me deja indiferente. Me acerco a los genitales desde un punto de vista transparente, ni sexual ni médica, convirtiéndose en una terapia de cuidados.

Haces también packs educativos para escuelas, ¿es porque te habría gustado ver algo así en tu centro escolar cuando eras pequeña?
En mi época en la escuela, la educación sexual era inexistente. Limitada a la educación reproductiva que habla del pene y del útero. Pero, ¿la vulva dónde estaba? ¿Y qué pasa con eso de ser mujer u hombre? ¿Y la intersexualidad? Tenía tantas preguntas por hacer y tanto miedo… Mi lectura de ese día de clase fue: sexo = pene + (preservativo, sí o no) + introducir en vagina. Hoy entiendo que no fue un día de educación sexual, sino un día de explicación reproductiva. Lo veo completamente fuera de lugar si no hay un acompañamiento antes, durante y después de una charla como esa, también. Creo que fue tarde, ya había abortado en aquel entonces, otro super melón del que hablar.

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Si desde una edad temprana hubiera visto genitales diferentes, con la misma naturalidad que alguien ve una mano, quizás no hubiera integrado que mi cuerpo era deforme y necesitaba ser operado.

Utilizo el cofre pedagógico con niñes de hasta 6 años, es allí donde elles juegan con estos elementos de silicona, de distintas formas y colores. Me gusta sentarme y estirarme en el suelo, ponerme a la misma altura y responder a todas las preguntas que me hacen, siempre utilizando su vocabulario. Aquí entienden que es la puerta por la que llegaron al mundo, y, que de igual modo que no existen dos caras iguales, tampoco existen dos genitales iguales. Aprovecho estos momentos, para hablar del consentimiento, del conocimiento del propio cuerpo, preparar y aceptar el cambio del cuerpo que vivirán en la adolescencia.

¿A quién le recomendarías hacerse un retrato o escultura de sus genitales?
Le recomiendo vivir esta experiencia a toda persona con ganas de mirarse hacia dentro. Analizar el pasado, observar el presente y reformular su futuro. Especialmente a aquelles que han vivido situaciones traumáticas, ligadas o no a sus genitales, hipersexualizades, para restablecer una conexión de autoayuda y compasión con el cuerpo y sus experiencias. Abrirse al mundo de las emociones, reinventarse.

¿Crees que podremos llegar al punto de normalizar el hecho de ir a visitar a amigos o familiares y que tengan a modo decorativo estas obras en 3D por casa como quien tiene hoy en día un jarrón bonito o unas velas?
¡Qué buena pregunta! Este proyecto forma parte de mi sanación. Yo no me tengo expuesta en un lugar de acogida en mi casa, sino en mi altar, este espacio íntimo, mío, al que me dirijo con la intención de darme tiempo y escucha. Quizás el día donde ese acto sea normalizado será el indicador de que seremos liberades de toda esa información genética que se repite y repite desde nuestes ancestres. Hoy, visto el punto emocional en el que nos encontramos, yo podría malinterpretarlo tal y como malinterpreto los cuadros con cabezas de ciervos y jabalíes en los comedores de los cazadores (no les entiendo, pero les respeto). Pero, linda paradoja, ellos exponen sus triunfos. ¿Seremos nosotres capaces de exponer los nuestros?

 ¿Qué te gustaría conseguir con tu proyecto?
Un año más tarde, después de mucho trabajo y esfuerzo no remunerado, puedo decir que estoy en un buen camino en cuanto al proyecto conlleva. Gencosmic (gente, género y genética unidos por el cosmos) va tomando la forma que había deseado y sus ramificaciones van creciendo. Conformando una parte individual de autoayuda (los productos, retratos y esculturas) y de impacto social (exposición, talleres grupales, charlas y el cofre pedagógico) que van retroalimentándose unas acciones con las otras. Así llego a tener un alcance a todo público. Querría conseguir un mundo con una mirada inclusiva, donde pudiéramos compartir nuestras vulnerabilidades, creando redes de apoyo les unes a les otres. Un mundo donde habrá lugar de acogida para las emociones, donde danzaremos con el miedo, acompañades para así plantarle cara y poder superar nuestros factores limitantes.

Mara Mariño

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1 comentario

  1. Dice ser Es fácil si se queire

    Eliminen los medios de comunicación la censura contra el cuerpo desnudo y se acabó la tontería. La Naturaleza humana no tiene por qué presentarse censurada, ni siquiera de manera «artística» o «por una buena causa»…. para ser visibilizada sin que se perturben las neuronas de esas mentes tan sanas e inteligentes que parece que nunca han visto lo que están hartos de ver…. en esta «cultura» de desmemoriados.

    21 octubre 2022 | 12:18

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