¿Sabías que todos, en mayor o menor medida, somos fetichistas?

Fui a un colegio de monjas, así que el pudor por el sexo era algo normal en mi vida.

Piensa que venía de un entorno en el que, si un chico te tocaba el pecho, ya eras bautizada como ‘la guarra’ del grupo.

esposas mano

UNSPLASH

(Inciso: ¿no me sigues en Instagram? ¡Pues corre!)

Así que, ¿cómo no llevarme esa mochila emocional conmigo cuando empecé a tener sexo?

Ya ni hablamos de lo que se saliera de las relaciones más convencionales. La vida más allá del misionero era un misterio.

Por suerte, me puse las pilas rápido en cuanto dejé atrás esa etapa de mi vida. No había tiempo que perder, quería experimentar a ver qué era lo que iba conmigo.

Y había tanto por probar…

Quizás por esa razón fue tan sencillo animarme a descubrir lo que, hasta ese momento, había estado prohibido.

También Valérie Tasso, que es sexóloga, escritora y Embajadora de LELO en España (podéis seguir sus pasos virtuales en Instagram @valerietasso69) me explica otra buena razón por la que cogí el cambio con tantas ganas: «Nos han vendido durante siglos un modelo de sexualidad que sólo implicaba los genitales y cuya práctica estrella era el coito».

«Todo lo que se salía de este modelo se consideraba como una perversión, una desviación, porque estaba en manos de la Psiquiatría y esta se encargó de hacer un decálogo de todo lo que se salía de la norma (el sexo como algo reproductivo)», declara la sexóloga.

«Y si bien ahora se visibilizan más tipos de fetichismos, todavía a día de hoy, se sigue viendo como algo ‘rarito’. Basta ver cómo define la RAE al fetichismo que lo considera socialmente ‘negativo o inmoral’«, destaca Valérie.

Sin embargo, es una erótica más: «Es la atracción erótica por una o varias partes del cuerpo como por ejemplo los pies o el ombligo, e incluso hacia objetos o imágenes (zapatos de tacón, globos, medias, tatuajes, por dar sólo algunos ejemplos)».

Como ella misma afirma, «todos, en mayor o menor medida, somos fetichistas. Y algunos también tenemos relaciones eróticas ‘convencionales’. El fetichismo pone un poco de pimienta a nuestras interacciones y es necesario verlo como tal. Como un aderezo a un plato culinario».

El problema de ver esta atracción erótica como algo raro, genera malestar y supone un impedimento a la hora de vivir nuestra sexualidad de manera libre.

(Aunque eso sí, si te pone que te llamen «pervertido» o «pervertida», puede que estés ante tu fetiche).

¿Significa eso que absolutamente cada persona tiene que encontrar la particularidad sexual que le ponga especialmente? Para nada.

«El fetichismo en general no tiene por qué gustar a todo el mundo. Pero no por eso tiene que ser demonizado ni rechazado como algo inmoral. Si no me gusta el arroz, no voy a pensar que toda la gente que come arroz es ‘rarita’, ¿verdad?», reflexiona la sexóloga.

«El desconocimiento hace estragos y genera tópicos. Una erótica ‘peculiar’ es una gran fuente de riqueza para nosotros, los seres sexuados. Es un valor«, resume.

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Además, Valérie recuerda que hay una serie de beneficios entre aquellas personas que viven sus fetichismos con total naturalidad: «Suelen entender mejor que todo nuestro cuerpo es sexuado (en el caso de fetichismos hacia otras partes que no sean zonas erógenas primarias)».

«Suelen tener un imaginario erótico más rico y sano (la mente también es sexuada), y no suelen tener dificultades eróticas comunes que solemos tratar a diario los sexólogos», declara la experta.

Si además, tenemos en cuenta todas estas ventajas que la sexóloga comenta, es como para darle una oportunidad, ¿no?

Mara Mariño

1 comentario

  1. Dice ser La ley del miedo del pasado inverso

    La sociedad que aspira a ser próspera, avanzada y evolucionada, no ha de temer por realizar cambios en su pensamiento. Si las circunstancias varían, si el mundo va evolucionando, es ridículo dejar a un lado el avance a base de conocimiento que nos brinda la Ciencia.
    Es mala práctica el enrocarnos en unos ideales anacrónicos, que rechazan sin razonar ni ejercer un poco de espíritu crítico sobre nuestros valores, que suelen ser impuestos y poco amantes de la razón.
    Florencia renació de negruras del pensamiento humano; la Ilustración alumbró las estancias de sesudos planteamientos de la realidad que no terminaban de acetar la verdadera esencia de la realidad. Las revoluciones del pensamiento se suelen ver como enemigas del pacifismo interior que desea conservar aspectos vitales que par nada son pacíficos internamente porque están siempre chocando con la realidad aún a su pesar, y provoca cerrazón, disgusto por el conocimiento cierto y abierto, sin tabú, de la vida. La política, el Arte, la Educación… todo está sujeto a censura irreflexiva, a empoderamiento de la idea amante del oscuro pasado antes que del abrir ojos a la luz que resplandece frente a nuestra civilización. Preferimos dar por sentado comportamientos dignos y sanos parala mente sin apenas reflexionar sobre ellos, porque se nos han dado impuestos con miedo y castigo hacia la reflexión. Y lo peor de todo es que nadie sigue esos principios. Si fuera así ya habría desaparecido la especie humana del planeta por mero aburrimiento.
    ¿Por qué la cultura sana y buena es la de los tontos, los necios, los brutos, los vanidosos del ego inverso, aquellos que se empoderan en ideales que los someten a claudicar de sus verdades interiores a base de desmemoria cuando practican el verso que no les dicta su pensamiento cerrado?
    ¿Qué clase de cultura es esa, qué educación tan sectaria cuyos profesores son el miedo y la vergüenza?
    ¿Por qué se toma como hecho positivo la filosofía y tradición de pasados que nos presentan como gloriosos y jamás lo fueron?
    ¿Por qué se continúa creyendo que el pasado estuvo lleno de las glorias que gozamos hoy en día pero que rechazamos verlas, las demonizamos por querer alcanzar aquellas glorias del pasado que jamás existieron y que detestamos verlas porque la luz interior sigue sujeta a las sombras de esos pretéritos inexistentes?
    ¿Por qué el ser humano sueña con un futuro mejor, no disfruta de los avances del presente y se arrepiente para ver en el pasado las luces guía de presente y su destino?
    Y lo que es más importante, ¿por qué el CAPTCHA no entiende que un paso de peatones es un paso de peatones y me hace clicar sobre aceras, bocas de riego y montañas por ver si acierto y se queda contento?

    P.S.: ahora me han salido semáforos…Esto ya me sobrepasa el intelecto plenamente.

    03 marzo 2022 | 22:27

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