Acaba de empezar La Isla de las Tentaciones. Y, como buena española media, es lo que se ve los miércoles en mi casa.
Pero ya nada más empezar el programa, con la presentación de las parejas y solteros, se activó mi versión feminista de ‘La luz de la tentación’.
@GIANLUCCAVACCHI
Y es que la mayoría tenían una gran diferencia de edad. Las mujeres eran más jóvenes (el más mayor de los hombres le sacaba 9 años a su novia).
Y yo no digo que no se den historias de amor de este estilo en concreto. Pero en el caso del reality show, parece haber un claro interés en que, si se da el caso contrario en el casting, sea la excepción y no lo normal.
Lo mismo pasa al analizar la edad media de los pretendientes: la de ellas ronda los 23, la de ellos casi 27. El mensaje inequívoco de Mediaset es que ellas son las que deben ir acompañadas de hombres mayores.
No hay que darle muchas vueltas al asunto para encontrar las razones de esto. Una de ellas es que ser hombre significa vivir por y para demostrar la masculinidad.
Y qué mejor forma de hacerlo que estar con una mujer más joven que podría tener una relación con una persona de su edad.
A los hombres no les gustan las mujeres coetáneas porque prefieren las chicas, y las razones sociales (machistas) pisan con fuerza.
Puedo sacar aquí a colación el estudio que en 2018 averiguó que los hombres se desenvuelven mejor en la cama si su pareja es emocionalmente inestable (¿qué suele dar generalmente esa estabilidad? Ah, sí, la madurez de la edad).
Al final esto se puede resumir en una sola palabra: privilegio.
Los hombres tienen el privilegio no solo de salir con mujeres más jóvenes y que socialmente se considere algo normal.
También tienen el de envejecer sin que eso les reste puntos de atractivo, algo que, en el caso de las mujeres no es así.
Nosotras, en cuanto cumplimos cierta edad, desaparecemos de su radar de conquistas -que sigue en la franja de 18 a 25 años por mucho que doblen la edad-,
Queda claro que por ellos sí puede pasar el tiempo. Una ventaja de la que nosotras no disponemos.
Y antes de que alguien me saque el ejemplo de Emmanuel y Brigitte Macron, permitid que os recuerde que la diferencia entre parejas de hombres mayores con mujeres jóvenes respecto a mujeres mayores con hombres jóvenes, es de risa.
No hay ni punto de comparación.
El resumen es que mientras ellos cambian dinero y poder, reciben belleza y juventud. Lo que nos devuelve a que el atractivo de un hombre se mide en lo que tiene o consigue mientras que el de la mujer se limita a su aspecto físico.
Quizás no es el caso de los participantes de La isla de las tentaciones, pero sí sirve para ilustrar como al final, está más que normalizado y la televisión se encarga de que esta situación siga siendo así.
¿Por qué? Solo digo que tengo curiosidad de saber qué edad tienen las mujeres con las que se relacionan los altos cargos de las cadenas televisivas, por ejemplo.
Duquesa Doslabios.
Buff, esto no hay por dónde cogerlo…
Primero, no tiene sentido pretender que esa -para mí, b*sura- de programa sea representación de algo: puede que hasta ni sean parejas de verdad.
Segundo, veis machismo por todas partes, cuando la explicación es mucho más sencilla que todo esto: las mujeres maduran emocionalmente antes que los hombres, de ahí a que los escojan más mayores (porque una pareja es cosa de dos, ¿no? ¿Por qué el privilegio es de ellos, acaso ellas están con esos hombres mayores coaccionadas u obligadas?), se les supone más maduros que los de su misma edad.
Tercero, más allá de los 25 no se acaba la vida, ni mucho menos la posibilidad de encontrar parejas o tener sexo. Cuando llegues a la edad adulta descubrirás que muchos hombres prefieren mujeres o maduras y no niñas o jovencitas.
12 noviembre 2021 | 11:53
Clichés, y como todos ellos, irreales, globalizadores, escasos de razón para tenerlos por ciertos.
Nuestra cultura está dominada por rotundas estupideces. La censura es una de ellas, el cartelito de «para mayores de 18» es otra gran estupidez. La caza del pezón del Insta, otra sobrerana mamarrachería que avergüenza a cualquier persona que tenga dos dedos de frente. Y lo dan por bueno, por benigno, por sano para la mente.
Parece que hay unos seres que se erigen en padrecitos de todos y piensan que la gente puede destruirse si no siguen sus dictados que creen son sanos y buenos (y ni ellos mismos siguen…).
Si la vida fuese como quieren hacer creer, sencillamente la especie humana se habría extinguido hace tiempo.
La cultura nacida del miedo, de la represión, del castigo, no puede estar bien amueblada. Le fallan argumentos por todas partes, hace aguas, y la única manera de responder es usar clichés, imponer un modo de pensar y censurar la realidad inventándose un mundo para lelo (para lelos y lelas) que nadie inteligente puede tener por real.
Este tema de la edad es otra invención, otra manipulación de la realidad. Hay que recordar el escándalo que suponía que un hombre se case con una joven o que una mujer mayor se enrolle con un yogurín. Si a estas alturas el escándalo no llega a las cotas de antes, aún se hace recelo y cuchicheo por lo bajini del asunto. Siempre sale la nota dictatorial que desea imponer a los demás unas normas de conducta presuntamente buenas que… apenas se cumplen. Y por no cumplirlas es por lo que la gente se siente más genial consigo mismo y sus sentimientos y gustos.
Habría que ver también cuántas personas brillantes se casaron o mantuvieron relaciones con personas de edades distantes. Eso no interesa, rompe la norma del sanismo…
12 noviembre 2021 | 12:01
Igual tendrías que hacerte la pregunta..¿Saldrías con una hombre más joven que tú?
Porque la respuesta en la gran mayoría de casos es un no rotundo, de ahí la situación actual.
12 noviembre 2021 | 12:20
Por supuesto que saldría con un hombre más joven. Yo soy mayor que mi pareja actual y funcionamos de maravilla.
12 noviembre 2021 | 12:25
Resumiendo: una gran mayoría de las mujeres prefieren a hombres mayores que ellas.
Qué privilegio, ni qué… XD
12 noviembre 2021 | 13:34
El verdadero problema es que estos programas son vistos mayoritariamente por mujeres, por lo que todo el argumentativo del artículo se cae por si solo. Quizás si las mujeres que ven este programa se sintiesen ofendidas y dejasen de verlo el programa cambiaría de formato, pero como lo consumen en masa pues el programa continúa con el mismo formato.
Por otro lado es muy curioso ver cómo muchos de los presentadores o colaboradores son gays y nunca hacen un programa de parejas del mismo sexo, excepto en first dates. ¿Por qué? Fácil por lo mencionado anteriormente el público no lo consumiría en masa.
Es televisión y está hecha nos guste o no a medida de los televidentes.
12 noviembre 2021 | 14:33