No eres ni «heteroflexible» ni «heterocurioso», eres bisexual

Basta con escribir en Google el término «heteroflexible» para que la red nos regale lo mejor del concepto, artículos del estilo «Es posible que seas heteroflexiblel y no lo sepas» o «¿Cómo saber si tu novio es heteroflexible?».

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Este último me produjo especial curiosidad ya que lo que comenta es que heteroflexible es aquel hombre heterosexual que, siempre de manera puntual, puede mantener relaciones sexuales o afectivas con otros hombres.

Pero, ¿esto no es eso precisamente lo que engloba la bisexualidad?

Parece ser que «bisexual» era un término con el que los hombres heterosexuales no se sentían a gusto a la hora de definir sus paseos por la otra acera.

Independientemente si te has dado una vuelta rápida o si ha sido una buena caminata, de esas de pararte a mirar los escaparates y comprar algo, cambiar de acera, lo que se dice cambiar, has cambiado.

Es como afirmar que por tomar sushi de vez en cuando no se considera que te guste el pescado, o al menos es lo que vienen a decir las palabras «heteroflexible», «heterocurioso» o «bromance» que se dedican a dar vueltas sobre especificaciones nimias de si a los practicantes les gusta o no la penetración o si no besan pero sí que la chupan.

Una serie de jaleos innecesarios para categorizar algo tan sencillo como es que te puedas sentir atraído de una manera o de otra tanto por hombres como por mujeres (independientemente de los porcentajes o letras pequeñas que quieran añadirle al respecto).

Que surjan palabras para explicar conceptos que no existen como es el caso de hater, una palabra que tarde o temprano tenía que llegar a nuestro vocablo, lo entiendo, pero creo que no es el caso de la heteroflexibilidad.

Porque, en mi opinión, el hecho de tener que recurrir a esta palabra para explicar algo que lleva años existiendo es quizás la connotación negativa que pueda tener (todavía) la bisexualidad.

El estigma de que caigan los célebres «maricón», «bujarra», «reinona» o cualquier otro apelativo despectivo es demasiado grande.

Y para escapar, por lo visto, no queda más que la opción de inventar algo nuevo que no dañe la virilidad ni la estima de aquellos que se sienten inseguros con su propia identidad creando un término a estrenar, sin un pasado plagado de términos, que, más que seguramente, el propio heteroflexible (bisexual) incluso ha llegado a usar peyorativamente.

Las marcas sacando maquillaje masculino en envases oscuros o los botes de champú en negro o gris son los ejemplos de que, a estas alturas, de la importancia de la masculinidad. Porque todos sabemos que si un hombre se compra un champú cuyo bote sea de color pastel, se le caen los testículos y ruedan irremediablemente hacia el desagüe de la ducha.

Pero tranquilos, es muy español cambiarle el nombre a las cosas. Solo que por mucho que se llame «agresión sexual» sigue siendo una violación y por mucho que te definas como «heterocurioso» sigues siendo bisexual.

Duquesa Doslabios.

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10 comentarios

  1. Dice ser Laura

    Muy bueno, Duquesa, y muy aplicable también a mujeres que se sienten más cómodas utilizando ese término que admitiendo que les gusta comer de todo un poco.

    15 noviembre 2018 | 13:44

  2. Dice ser Julianne

    Y lo mismo pasa con los que van con travestis, que al final el travesti termina sodomizando al marica o llenándole la boca de semen… Pero como está vestido de mujer es menos agresivo visualmente para el bisexual reprimido.
    Que luego regresa a su casa con su esposa e hijos…

    Son más tristes los hombres, te gusta el pene, ya está, eres bisexual, para qué disfrazarlo con lencería o siliconas?

    Las mujeres no tenemos esos traumas.

    15 noviembre 2018 | 14:23

  3. Dice ser Eva Cuación

    Bisexual = Gay que no acepta serlo.

    15 noviembre 2018 | 14:54

  4. Dice ser Jajaja

    xDDDDDDDDDDD

    15 noviembre 2018 | 15:02

  5. Dice ser Yo

    No estoy del todo de acuerdo con el tema del día, aunque también reconozco que puede ser complementario.
    En realidad la bisexualidad es más una categoría que engloba una serie de actitudes/atracciones muy amplia. Mientras que hay bisexuales que sienten una plena y equivalente atracción por ambos sexos, también los hay que prefieren mantener relaciones casi exclusivas de carácter hetero u homosexual y el otro tipo de relaciones son mucho más puntuales…
    Y entre medio, pues un mundo.
    Así que sí, un heteroflexible o un heterocurioso entra en la categoría de bisexual; y dentro de esta, en aquella donde la mayoría de relaciones son de carácter heterosexual y las homosexuales, puntuales.
    Por cierto, también existe la homoflexibilidad y la homocuriosidad.
    Al final, creo yo, no se trata de renegar de una “etiqueta” si no de definirse en una categoría donde hay un amplio abanico de posibilidades.
    PD: Los bisexuales suelen estar bastante discriminados por ambos lados y la mayoría piensa que son gays reprimidos; pero no, en esta vida hay de todo, como en la rebotica.
    PPD: Creía que el término Bisexual había quedado “obsoleto” a favor del término Pansexual.

    15 noviembre 2018 | 15:29

  6. Dice ser Aburrido de la vida

    Lo que sigo sin comprender es la dichosa necesidad de etiquetarlo todo.
    ¿A quién demonios le importa?
    A ver si el mundo deja de preocuparse por con quién se acuesta o se levanta el otro…
    Ya está bien, macho, ya está bien…

    15 noviembre 2018 | 17:17

  7. Dice ser Athal-Bert

    Homosexualidad=Bisexualidad=Transexualidad=etc=Disforia de la identidad sexual.
    Lo dice la ciencia.

    15 noviembre 2018 | 18:56

  8. sin comentarios a muchos de los comentarios… aiiins

    26 noviembre 2018 | 00:16

  9. Veo que hay mucho hetero curioso indignado…

    27 noviembre 2018 | 23:31

  10. Me quedo más tranquilo con el artículo.. xDDD que mania con etiquetar todo, ayyy!

    27 noviembre 2018 | 23:32

Los comentarios están cerrados.