La copa menstrual que se vacía está muy bien, pero…

Llega un día en el que tu copa menstrual pide la jubilación y es el momento de darle el descanso que se merece después de ser tu fiel compañera en todas y cada una de las batallas (menstruales) a las que os habéis enfrentado juntas.

En mi caso tenía muy claro que su sustituta iba a ser la copa vaciable. Mis ganas de probarla desde que se la compró una de mis amigas eran infinitas.

copa menstrual vaciable

EUREKA CUP

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La principal diferencia, como su nombre indica, es que por mucho que se llene de sangre, puedes verter su contenido sin sacarla.

Gracias al pitorro puedes vaciarla casi en cualquier parte sin tener que preocuparte por llevar siempre contigo una botella de agua y pañuelos de papel en el caso de que no haya lavabo disponible a mano.

A la hora de introducirla es bastante fácil. Solo hay que doblarla y meterla. Ni siquiera hace falta que quede muy lejos del orificio de entrada a la vagina.

Y es que la silicona de las copas nuevas es más blanda que las de primera generación, así que incluso si quedan más cerca de la entrada, no notas ninguna molestia.

¿Cómo vaciar la copa?

El tema fue aprender vaciarla, algo que puse en práctica en una situación bastante extrema: el baño de un tren con el movimiento que eso conlleva, en la postura universal de hacer pis en un baño público medio acuclillada sin tocar la taza.

Consejo: no hagas como yo y dejes la mano debajo de la abertura o te verás jugando al reto de no mancharte la ropa como si salieras de una clase de preescolar de acuarelas.

Es decir, no sueltes el pitorro. Sácalo enfocándolo hacia abajo, mientras aprietas el conducto, y una vez está fuera y bien colocada, relajas la presión de los dedos.

La gravedad hace su trabajo y en unos segundos la tienes completamente vacía (sí, los coágulos de sangre también pasan).

Tal cual terminó de vaciarse -te darás cuenta del momento porque ya no gotea nada-, volví a meter el pitorro, limpié el desaguisado y aquí no ha pasado nada.

Aunque si eres un poco patosa, como yo, o tienes predisposición a mancharte, unas bragas menstruales junto a la copa te sacarán del paso.

Mi opinión es que es un buen sistema para cuando no quieres ponerte a vaciar la copa porque estás fuera de casa y sospechas que tu acceso al agua va a ser limitado (a los festivales les gusta esto).

Aunque también llegué a la conclusión de que la mejor forma de vaciarla era sentada en el váter, ya que ahí la saques hacia donde la saques, no va a manchar el suelo ni la ropa.

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Eso sí, nada de sobrepasar las 8 horas de uso (recuerda que el Síndrome del Shock Tóxico está ahí). Por todo lo demás, no vas a sentir ni padecer.

Respecto al pitorro, una vez le coges el truco, te das cuenta de que es igual de sencillo dejarlo pegado a la copa cuando la llevas puesta, que sacarlo con cuidado.

Intenta no ir con prisas y, en serio, si todavía no lo has hecho, dale una oportunidad a las copas. A la que quieras.

Recuerda que el plástico de tu primer tampón o compresa todavía sigue por ahí, rondando.

Mara Mariño

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