La mayor ficción de las películas románticas navideñas es la historia de amor

Admito que soy la primera que, en cuanto llega la Navidad, disfruta de tener la oportunidad de hacer maratones navideñas de películas.

Desde las clásicas como The Holiday o Love Actually, hasta las más actuales como Un castillo por Navidad.

comedia romántica cliché

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Y, con contadas excepciones, la trama suele girar en torno a lo mismo: una mujer de la gran ciudad -la que sea- que está muy centrada en su trabajo y, por cualquier razón, tiene una crisis en esta época del año.

O bien rompe con su anterior pareja o descubre que tiene que ir a pasar las fiestas a un pequeño pueblo por trabajo o bien sufre un accidente.

Tras ese momento de choque, que podríamos decir, conoce a personas completamente contrarias a las que estaba acostumbrada en su anterior vida y, entre ellas, un hombre del que enamorarse.

Porque siempre son una mujer y un hombre.

Tras enamorarse, algo sucede entre ellos como para que se plantee volver a su casa pero, en el último momento, vía gesto romántico, revelación, etc, cambia de idea y se va a buscar lo que realmente le hace feliz: él.

Así que el cierre de todas las películas también es común.

Un reencuentro en forma de beso, la canción de amor de ese año y, por último, un flash forward que meses o años donde se ve lo felices que son en el entorno rural cuando por fin ha conseguido librarse de la pesada carga de su anterior vida.

En otras palabras, estamos ante la adaptación de los cuentos clásicos donde el caballero era el salvador que, en ese caso, rompía la maldición o la ayudaba a escapar de una torre ofreciéndole una vida nueva y feliz en su compañía.

El tema de cambiar el castillo por una bucólica casa rural -ahora creo que casi todas preferimos un lugar donde poder desconectar que una vivienda con 17 habitaciones, 2 salones de ceremonias y caballerizas- es de las pocas diferencias que hay.

Como decía al principio, me gusta la calidez de las películas navideñas, la decoración que aparece, la trama fácil de seguir que te permite seguir hablando con la película puesta de fondo y no perder el hilo así como las historias donde veo que la gente es feliz y tiene personas que le quieren alrededor.

Pero al mismo tiempo me chirría que se repita casi siempre un mismo patrón donde, la conclusión a la que nos hace llegar es que solo con un hombre al lado encontraremos la felicidad, nos sentiremos completas.

El ideal del amor romántico al que aspirar como única solución a nuestros problemas y llave a la felicidad.

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Por contra de lo que pintan las películas románticas, el esfuerzo de encontrar la felicidad fuera nos hace olvidar que es algo que hay que trabajar por cuenta propia.

Me encantaría empezar a ver películas navideñas de amor donde la protagonista empieza a ir a terapia, practica un nuevo hobby que descubre, hace una escapada con sus amigas o se reconcilia con esa persona de su familia con la que siempre había querido retomar el contacto.

Es decir, historias donde aprenda de nuevo a quererse, pero a sí misma.

Que seguro que esa trama también la puede protagonizar Lindsay Lohan.

Mara Mariño

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