Así cambia la relación con tu autoestima después de una ruptura

Aquí donde me ves, diría que de autoestima voy muy bien.

Me lo dicen mis amigas, me lo dijeron hace poco las cartas del tarot (chica, hay que darle a todo) y me lo digo yo a mí misma.

He aprendido a ver lo positivo que hay en mí y a valorarme por ello.

mujer autoestima

PEXELS

(¿Cómo que aún no me sigues en Instagram? Pues venga…)

Pero la relación que tengo con mi autoestima no ha sido siempre la misma.

Ha llegado a verse afectada en dos ocasiones de mi vida que tenían el mismo denominador común: rupturas de relaciones.

Acabar una historia de amor no solo se había llevado por delante mi expectativa de futuro, también la confianza que tenía en mí.

Si estás en este punto, es lo más normal del mundo. Sobre todo si eres mujer.

Tendemos a echarnos la culpa si algo no ha funcionado y mirar en nosotras qué es lo que ha podido fallar. Enseguida nos entra el ‘síndrome de la impostora emocional’.

Quizás es que no soy suficiente como para que me quisieran, no soy tan buena novia como creía, y, en última instancia el “no merezco la pena”.

Te puede interesar leer: Por estas razones deberías llamar a tu ex por su nombre

Y yo, que soy muy de ponerme peso en los hombros, me di cuenta de que estaba saboteándome con esos pensamientos.

Que incluso me los estaba creyendo y me sentía poquita cosa. Cogí y le di la vuelta a todo.

Empecé a hacer cosas nuevas, descubrí en qué era buena o qué me hacía sentir feliz.

La persona que conocía después de la ruptura, yo, cada vez me gustaba más y me sentía más a gusto en su piel.

Empecé por el principio, la tarea de enumerar mis virtudes, me apliqué a fondo en el tiempo de calidad con la gente que me hace sentir bien y me cuidé por dentro y por fuera.

Así que llega un día que, vuelves a conocer a alguien y te dice “Uy, qué subidito te lo tienes, ¿no?”

Y esa es la señal de que has llegado arriba. Que no has vuelto a ser tú, porque ahora eres mejor, una versión de ti misma más sabia, experta y resiliente.

Aunque con él (o ella) seguramente no vaya a ser, contigo sí.

Mara Mariño

(Y también puedes seguirme en TikTokTwitter y Facebook).

3 comentarios

  1. Dice ser Mundial fuera de juego

    Yo mejoro mi autoestima no viendo ni un minuto, ni un segundo, de fútbol del mundial.
    Mi conocimiento de este evento «deportivo» se resume en la inevitable visión de imágenes en medios, como aquella una imagen de un balón que presuntamente supera la línea de fondo durante un partido X.
    Me da absolutamente igual lo que suceda en ese evento. Los derechos humanos pisoteados no me permiten aceptar ninguna excusa para olvidarlos, y menos a base de alegrías patriotas. Ni siquiera me complace apoyar a once personas que corren tras un balón que, supuestamente, representan a mi país, aparte de sus nóminas millonarias.
    Los derechos humanos no se negocian, ni se olvidan, ni se ahogan en dichas monetarias de negociantes. Y menos aún me importa el mundial cuando uno de sus representantes máximos ataca el pasado de nuestra Historia diciendo que deberíamos pedir perdón por ello, cuando es pasado y no éramos protagonistas, siendo
    el protagonista de este presente donde se dan circunstancias similares a las que denuncia y por las que debería pedir perdón..
    No sé de cuántos partidos habrán disfrutado quienes defienden derechos humanos… y se olvidan de lo más importante bajo los gritos de goooool…

    05 diciembre 2022 | 11:54

  2. No siempre. Si no somos iguales nuestros sentimientos también serán diferentes.

    05 diciembre 2022 | 17:05

  3. Dice ser Ángel

    Y encima le absorbes a el si autoestima y le creas dependencia. Y te lo digo por experiencia. Ahora yo ya estoy en esta situación pero creo que hay que ser justos con la gente y no hacer daño a nadie. Aunque sea sin querer

    08 diciembre 2022 | 19:07

Los comentarios están cerrados.