4 formas (educadas) de responder cuando no le quieres dar tu número

Algo pasa este verano. No sé si es el calor, que todavía nos duran los efectos de la pandemia y queremos aprovechar cada día al aire libre al máximo o que simplemente queremos añadirle emoción a las vacaciones.

Pero lo cierto es que ya van varias personas que en estos días me piden el número de teléfono. Y yo, que soy de la escuela de «No le des tus datos a desconocidos» (mamá, siéntete orgullosa) hago malabares para evitar ese momento.

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Que sí, que sé que el teléfono no es un anillo en el dedo, pero ni quiero coleccionar números como si esto fueran los turnos del mercado ni me apetece dar un acceso tan directo a mí.

La privacidad es lo primero, y a estas alturas considero mi número lo bastante personal como para no repartirlo a diestro y siniestro.

Soltar un directo y rotundo «No», de esos que te llenan la boca es algo que enseguida descartamos las mujeres.

Todavía nos pesa la educación de complacer, ser siempre amables, simpáticas, adornar todo con una sonrisa y no hacer daño al de enfrente (no vaya a ser que ese tío aleatorio que conocemos de hace 10 minutos nos llame bordes tras sentirse rechazado).

Las vías alternativas son infinitas. Podemos esgrimir la lista de razones que van desde el «Me mudo mañana a otro hemisferio y voy a cambiar de vida, de franja horaria, de teléfono y de identidad» al «Tengo novio y estamos más enamorados que Jennifer Lopez y Ben Affleck«.

Pero lo suyo es que, dentro de ser educadas (o educados, oye, que esto se puede aplicar para ambos sentidos), vayamos al grano.

Desaconsejo desde ya tirar por la frase de «Mira, lo cierto es que como he tenido malas experiencias en el pasado, prefiero no dar mi número».

Es el argumento perfecto que da pie al discurso de que con él eso no te va a pasar (si dice eso, seguramente te vaya a pasar).

Así que te dejo cuatro alternativas para salir bien parada de esas situaciones:

  1. «No, lo siento, no doy mi número»: no hay nada más que añadir. Sin explicaciones y sin rodeos. Una negación con una razón sencilla de entender.
  2. «Puedes apuntarte mi Instagram si quieres»: la opción para esas veces en las que el chico te interesa algo y no descartas que puedas querer hablar más con él o cuando te sientes incómoda en una situación que el sexto sentido que dice que es mejor no rechazarle directamente. Una vez en la red social es más fácil eliminarle como seguidor y bloquearle.
  3. «Te doy mi correo electrónico»: ¿tiene ganas de hablar contigo? Pues que hable mandando un mail. No solo me parece una opción romántica si lo que buscas es una forma diferente de estar en contacto con una persona sino que, como el Instagram, te ofrece más facilidades a la hora de no seguir hablando sin sentir tu privacidad invadida.
  4. «Prefiero que me des el tuyo»: y ya si eso le escribes tú. La pelota está en tu tejado y tienes la tranquilidad de que no va a saltarte un chat desconocido de repente. Tú decides si le hablas, si no le hablas o si le llamas. Es una forma de tener el control de la situación futura y salir airosa de no dar tu número en el momento.

Duquesa Doslabios.

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2 comentarios

  1. Dice ser lolailós

    Conversación en discoteca:
    -¿Me das tu número?
    +No, no te lo doy.
    -Vale, pues apunta el mío 🙂

    Y 15 años después seguimos juntos.

    30 julio 2021 | 11:56

  2. Dice ser Arrogante

    NO DOI MI NÚMERO A DESCONOCIDOS.

    30 julio 2021 | 12:31

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