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Amiga, en este momento del mes deberías evitar la postura del ‘perrito’

Quienes me lleváis leyendo tiempo, sabéis que soy una gran fan del ‘perrito’. Ponerse ‘a cuatro patas’ lo tiene todo: posición cómoda, estabilidad, acceso fácil al clítoris y, por supuesto, un nivel de sensaciones altísimo.

Pero, ¿resulta siempre igual de satisfactoria? Hace poco descubrí que no.

CALVIN KLEIN

En algunas ocasiones, aquella postura me había provocado dolores independientemente de que me encontrara muy excitada. Lógicamente, aquello fue para mí un motivo de preocupación, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una de mis posiciones estrella.

La curiosidad y el aliciente de poder practicarla sin dolor me llevaron a hacer una investigación intensiva de lo que me estaba pasando.

En cuanto empecé a recoger algunos datos, cobró sentido qué me estaba generando esos dolores tan intensos que apenas me permitían disfrutar del momento.

Y, curiosamente, no tenía tanto que ver con la lubricación o la excitación, ¡sino con mi ciclo menstrual!

Como bien sabemos, el ‘perrito’ es famosa por favorecer una penetración profunda.

Aunque claro, la intensidad de sensaciones es brutal. De ahí que sea una de las favoritas de muchas al hacernos llegar al orgasmo en poco tiempo.

El problema viene en la fase del ciclo menstrual en la que nos encontramos. Porque, según estemos en una u otra, el pene puede llegar a tocar el cuello del útero. Una sensación entre cero y nada agradable que es la que hace que duela en lo más hondo (literalmente).

Cuando vamos a ovular el cérvix está alto y blando, de manera que es difícil que, incluso colocadas ‘a cuatro patas’, se llegue a alcanzar.

Pero, después de esta, la posición del cuello del útero cambia: baja y se endurece. Si encima tienes algo percutiendo, de incomodidad se pasa a mortificación y el ‘perrito’ baja del top de posiciones a las últimas de la lista.

Saber si hay posibilidades de que nos vaya a molestar, es relativamente fácil. Nosotras mismas podemos introducirnos un dedo (estando en cuclillas) y comprobar de primera mano -el chiste venía en bandeja- su estado.

Una vez pasa la menstruación, y el ciclo arranca de nuevo, volvemos a atravesar el mejor momento para practicarla.

Duquesa Doslabios.

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