Sinceridad, respeto y la tercera clave para que funcione una relación de pareja

Esta es la tercera vez que me encuentro una de sus uñas desperdigadas por el sofá.

No es una casualidad, es justo cuando llega a casa -tras una jornada de trabajo estresante- que deja salir el agobio que oculta detrás de una fachada flemática, viendo la tele.

SPRINGFIELD

Quizás hace un año, cuando empezó la convivencia, habría sido algo cuyo desenlace inevitable era mi enfado.

Ahora intento tomármelo con humor y recordarme a mí misma que no puedo esperar que todo funcione de la manera que me gustaría.

Ya no soy yo sola, ahora somos dos y me toca adaptarme.

De la misma forma en la que él tolera mis manías, mis coleteros por toda la casa (menos en un sitio, que es el cajón del baño) y ese rastro que voy dejando de tazas con posos de infusión a veces hasta el día siguiente.

Me ha costado mucho aprender que las relaciones no son perfectas porque las propias personas que las conforman están llenas de defectos.

También que cada día tengo dos opciones: dejar que me molesten tonterías o quedarme con lo bueno. Ahora intento centrarme más en la segunda.

Amor es poner todo de tu parte para encontrar ese punto medio con el que los dos estéis a gusto. Amor es negociar, es ceder un día tú y al siguiente no. Es llegar a acuerdos. Es poner normas como la de quien cocina no friega o cierra con dos vueltas el que salga el último de casa.

Amor es coger esos planes que mentalmente te habías imaginado y lanzarlos lejos para crear unos nuevos que se adapten a la segunda persona. Amor es ganar flexibilidad.

Porque si no eres capaz de adaptarte, de entender, de ceder, de incluso llegar a cambiar, mejor no empezar nada.

Duquesa Doslabios.

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1 comentario

  1. Dice ser Patricia

    Para mi gusto la comunicación también es importante, y saber escuchar. La convivencia es dura, y más a los inicios, cada uno tiene sus manías y sus costumbres, pero hay que llegar a construir unas costumbres juntos y eso solo se consigue si se hablan las cosas, si nos guardamos dentro lo que pensamos o sentimos lo único que hacemos es dañarnos por dentro y dañar la relación. Además está el hecho de que si no lo hablas con tu pareja, no podrá ponerle remedio.

    20 octubre 2020 | 16:36

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