Los 4 temas que deberías hablar antes de irte a vivir con tu pareja

Cuando llega el momento de dar el paso, ese que nos va a cambiar la vida (o, al menos, la rutinaria), hay una serie de conversaciones que deberíamos tratar, fuera de las cuatro paredes del hogar a compartir, que nos sirva para dejar las cosas claras.

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Una de las primeras cosas que deberías hacer es establecer un reparto de tareas (hasta encuentras planificadores que puedes colgar en la pared para que no haya dudas).

Tiene que haber un equilibrio que incluya hacer la compra, cocinar y, por supuesto, limpiar. Si cada pareja es un mundo con la logística del hogar pasa un poco lo mismo, se tiene que adaptar a cada caso y no hay dos iguales.

En función de los turnos, trabajos, etc puede variar, pero lo más importante es encontrar el hueco para que ambas personas puedan dedicarle tiempo o, si la agenda no lo permite, establecer un día a la semana en el que poder trabajar juntos en ello.

En el momento en el que paséis a compartir techo, la toma de decisiones se hace de manera conjunta, ya sea la colocación de un cuadro o alquilar una plaza de garaje. Una vez vives con tu pareja, si no lo habías hecho antes, es el momento de cambiar el chip y entender que se pasa de ser uno a pensar por dos. 

Trabajar en la convivencia será igual de importante que trabajar en la relación, por lo que, por mucho que nos gusten ciertas cosas, queramos hacer algo tengamos la manía de rellenar constantemente los tarros de pasta porque tenemos una obsesión del orden, hay que moldearse un poco a la otra persona.

¿El truco infalible? Respetar, tanto al espacio como a la otra persona a la hora de comentar lo que nos molesta.

Hablar de dinero es algo que, tenemos que asumir, nos acompaña antes y durante la relación. La clave está en conseguir que se convierta en una charla y no en una discusión (puede llevar años de práctica).

Temas como cuánto va a aportar cada persona, cómo va a ser la organización a la hora de pagar los pagos, si se ahorra o qué presupuesto se destina a hacer actividades en pareja son cosas que deberían quedar claras desde el primer momento.

Cabe negociar también cuál va a ser la política de invitados. Es decir hasta qué punto (o cuánto tiempo) puede pasar un familiar o amigo por casa, cómo van a ser los días y el reparto cuando vengan más personas o si, por ejemplo, va a ser una república independiente de tu casa con fronteras totalmente cerradas.

No se puede olvidar que, el objetivo de todo esto, es evitar futuros problemas y asumir este tipo de temas de manera madura, siempre con la idea de conseguir una relación sana.

Duquesa Doslabios.

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4 comentarios

  1. Dice ser yomismo

    va…. eso no es a si, yo gano 2500 mi pareja 800, por lo tanto limpia mi pareja.

    13 abril 2019 | 17:42

  2. Dice ser Maria

    Si tú ganas 2500 trabajando de 9 a 13, y tu pareja 800 trabajando 8 o 9 horas y con carga física, porque no limpias TÚ?.Por qué vale más cuánto se gana que el trabajo que se realiza para ganarlo? No puedes ser así de tajante, habrá que hacer un reparto equitativo o por lo menos tener esto en cuenta.

    13 abril 2019 | 18:34

  3. Dice ser visitante

    María, si una persona gana 2500 y otra 800, es porque una persona produce más que la otra. Estos casos habría que estudiarlos, pero desde luego lo que está claro es que una persona está aportando más del doble de dinero que la otra a la unidad familiar.

    14 abril 2019 | 12:34

  4. Dice ser Javiercito

    Si una persona gana 2500 euros, probablemente pueda mantenerse solo y pagar todos los gastos. Si su pareja gana 800, ni de coña. A la de 800 le interesa mucho más arrimarse a la otra. Y a la de 2500 le convendría no casarse ni establecer ningún tipo de vínculo legal con la de 800, porque, cuando la pareja se rompa, le quitará hasta el hígado.

    14 abril 2019 | 13:22

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