Entradas etiquetadas como ‘cómo romper pareja’

Pensar en romper no es señal de que no tienes futuro con tu pareja, pero…

Hace unos días, Álvaro Cobarro, presentador del podcast Nepe, me preguntaba qué pasaba cuando, estando en una relación de pareja, te planteas si deberías romper con la otra persona.

Es decir, si el hecho de pensarlo, no era ya un indicativo de que la historia de amor estaba destinada a terminar.

hombre triste

PEXELS

(¿Cómo que aún no me sigues en Instagram? Pues venga…)

Puede que haya personas que, al hacerse esa pregunta, tengan una respuesta clara porque la respuesta les llega como una iluminación repentina y se dan cuenta de lo mal que estaban con esa pareja.

Pero por lo general, que te ronde la cabeza, no es la prueba de que la ruptura sea algo inminente.

Según los expertos, por nuestra mente pasan una media de 60.000 pensamientos diarios y, la mayoría de ellos, son automáticos e incontrolables.

Esto significa que, si la idea de terminar con nuestra pareja nos visita en algún momento, puede que no sea ni consciente. En otras palabras: seguramente la relación esté a salvo.

Es más, si hacemos balance de nuestras relaciones de pareja hasta la fecha, raro es dar con un ejemplo en el que ese pensamiento no haya aparecido ni una sola vez.

Pensar en si queremos o no continuar con ese vínculo es normal. Nos hacemos preguntas constantemente: de si queremos esa comida, ese gel de ducha de aloe vera o el que huele a coco, ese trabajo, ese destino vacacional, ese plan con las amigas o estar en casa…

Puede haber sido al principio de la relación, cuando aún no teníamos claro si queríamos seguir avanzando, o cuando veíamos algo que no nos gustaba de la pareja y nos planteábamos la compatibilidad.

Según vamos conociéndonos confirmamos si esa idea tiene razón de ser, y nos alejamos definitivamente, o si era una percepción errónea nuestra (sí, los pensamientos, aunque sean nuestros, pueden estar equivocados).

Eso es lo que tienen muchas reflexiones, que no tienen por qué reflejarse en las acciones, sino juicios que pasan por nuestra mente de manera fugaz y pueden ser fruto de una conducta o instante concreto.

Ruptura: las señales de alarma

Pero -claro que tenía que aparecer un «pero»- hay pensamientos que nos visitan más a menudo, de manera repetitiva se cuelan y parecen no querer irse.

Entonces si la idea de romper aparece con frecuencia, merece la pena pararse a escucharla.

En esas situaciones, es de mucha ayuda pensar en la ruptura de forma serena y razonada, porque no siempre que te planteas algo, es sinónimo de que quieras hacerlo en realidad.

De la misma manera que puede cruzarse por tu cabeza el pensamiento de que quieres cambiar la tele cuando te aparece una oferta flash, pero luego lo reflexionas y caes en que tu salón está bien así, que no necesitas una nueva porque la que tienes se ve perfectamente.

No quiero poner las relaciones de pareja a la altura de los televisores, pero es para que entendamos que del pensamiento al hecho, hay un trecho.

Si se repite la idea, merece la pena preguntarse de dónde viene, por qué pensamos eso y qué motivos puede haber detrás de esa reflexión. Es decir, ver de la manera más objetiva posible, si hay problemas en la relación.

Te puede interesar leer: ¿Es el momento de terminar la relación? Aprende a identificar las señales de tu cuerpo

Hay unas primeras señales que pueden indicar que la satisfacción amorosa no está en su mejor momento: el fin de la comunicación, de las emociones positivas hacia la otra persona, la rutina, las diferencias irresolubles, sentir que ya no hay amor o el pensar que será así el resto de mi vida (y que esa idea te produzca malestar), lo que lleva al planteamiento de «¿Esta persona es para mí?».

Tras sopesarlo, es también una herramienta muy útil comentar esas dudas a personas de confianza, que siempre van a darnos una visión menos sesgada que la nuestra.

Y, por último, indagar y descubrir los errores que puedan estar sucediendo y sobre todo, si se pueden solucionar.

No quiero terminar sin dar un poco de esperanza y recordar que se puede trabajar para que vuelva la satisfacción de la relación.

Recuerda que la pareja es un reajuste mutuo constante porque las necesidades individuales de los miembros cambian, de la misma manera que lo hacen las condiciones, circunstancias y características de la relación.

(Y también puedes seguirme en TikTok y Twitter).