Sueños eróticos con gente que conozco, ¿significa algo, nada o todo?

Cuando se levanta, le sigues al baño. Sabes que es el de hombres, pero en ese momento nada parece más importante que cruzar esa puerta y reunirte con quien está al otro lado. La atraviesas, os miráis, silencio.

De pronto, como quien activa un resorte, la fuerza de atracción surte efecto y un segundo después estás jadeando contra la misma pared de baldosas. Solo que ya no están frías, al tacto resultan cálidas, como todo lo que está sucediendo entre empujes, saliva y pantalones por el suelo.

Y justo en el momento en el que las oleadas de placer amenazan con desbordarse suena la maldita alarma. Porque, como otras veces, solo ha sido un sueño.

 

SAVAGE X FENTY

Lo curioso es que no ha sido con un desconocido, sino con alguien de tu entorno. Quizás una amiga, un compañero de trabajo, el cajero del Lidl o la monitora del gimnasio.

Y la alteración, las palpitaciones o el sudor no engañan: has disfrutado el sueño.

Pero, ¿qué significa eso? ¿La única interpretación posible es que hay una atracción real? ¿Está intentando decirnos algo el cerebro?

Si me remonto a las sesiones con mi terapeuta, el subconsciente es un misterio, sí, pero al mismo tiempo, la otra cara de la moneda de nuestros pensamientos del día.

Al dormir, no solo sigue funcionando, sino que procesa información en la que igual -estando despiertos-, ni hemos reparado.

Tanto puede significar un reflejo de la atracción física, como admiración hacia la otra persona (de ahí que sean amistades incluso del mismo género las que puedan llegar a protagonizar estos encuentros nocturnos si se trata de un soñador heterosexual).

Y es que, en muchas ocasiones, es el mundo onírico en el que podemos encontrar -quizás de una forma retorcida, que casi parece diseñada por Dalí- eso que albergamos en lo más hondo. Nuestros miedos, deseos, aspiraciones, metas o instintos más primarios

Así que mi primer consejo es disfrutarlo. Porque la libertad que tenemos de que pase cualquier cosa, llegando a desafiar incluso leyes del espacio tiempo, es algo de lo que no disponemos (o al menos todavía) en el rato que estamos despiertos.

Tal vez nos obsesionamos demasiado con la idea de que quiere decir algo y no tiene por qué. Sería más importante, en todo caso, cuál es nuestra reacción una vez tenemos los ojos abiertos y vuelve el recuerdo, vívido, a la mente.

Porque puede que debamos analizar por qué nos resulta atractiva la persona del sueño. Si es por aspectos de nuestra personalidad que nos gustaría potenciar o si es, simple y llanamente, porque despierta algo más. Igual es el momento de preguntarle si quiere salir un día a cenar.

Duquesa Doslabios.

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1 comentario

  1. Que te los follarias sin pensarlo 2 veces.

    05 octubre 2020 | 12:05

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