Ahora somos esos veinteañeros que van a terapia de pareja

Lo más atrevido que he hecho con mi pareja no ha sido lanzarme con prácticas sexuales descabelladas o con lugares alternativos para darle rienda suelta a la pasión. Lo más atrevido que he (hemos) hecho, ha sido empezar a ir a terapia juntos.

CALVIN KLEIN FACEBOOK

Y yo soy la primera que piensa que cómo es posible que con 26 y 27 años necesitemos la ayuda de un experto. ¡Si es cuando todo debería ir rodado!

Cuando las ganas están por las nubes, el primer piso a estrenar, el cuerpo siempre encendido…

Y todo eso está ahí, sí, pero hay cosas que se nos escaparon de nuestro control. Así que tomamos la decisión más adulta (pese a que aún nos cueste creernos que esa es la palabra que nos define) y apostamos por un profesional que nos ayudara.

No llevamos mucho asistiendo a las reuniones a tres, pero, por primera vez, conseguimos poner las cosas sobre la mesa sin que termine saltando todo por los aires.

En este tiempo, ya hemos aprendido que la solución no es averiguar quién de los dos tenía la razón -la que parecía la eterna pelea-, sino ser conscientes de que tendremos que llegar a un acuerdo.

Ambos renunciaremos a cosas, ya nos lo aseguraron en la primera sesión, pero ganaríamos, a cambio, muchas otras. Un punto medio en el que, palabra de experto, estaremos mejor siempre y cuando trabajemos por alcanzarlo.

Aunque mi pareja me pedía que me pusiera en sus zapatos, ha tenido que hacerme ver alguien de fuera que mi manera de afrontar las situaciones no era la más empática.

Me ha hecho falta una tercera persona para darme cuenta, pero es precisamente lo que quiero conseguir con esta experiencia. No solo mejorar mi relación, sino crecer como persona y ser una mejor pareja.

Al final, mi pensamiento recurrente cuando estamos en la consulta es que ahí nos encontramos los dos, uno junto al otro, luchando por sacar adelante la relación. La prueba de que queremos seguir esto.

De que nos queremos.

Y teniendo eso de nuestra parte, tengo claro que lo demás vendrá rodado con un poco de esfuerzo.

Duquesa Doslabios.

(Y acuérdate de seguirme en Twitter y Facebook).

Los comentarios están cerrados.