Carlos Marx
no tuvo nunca sin saberlo una grabadora
estratégicamente colocada en su sitio más íntimo.
Nadie lo espió desde la acera de enfrente
mientras a sus anchas garrapateaba pliegos y más pliegos.
Pudo incluso darse el lujo heroico de maquinar pausadamente
contra el sistema imperante.
Carlos Marx
no conoció la retracción obligatoria,
no tuvo por qué sospechar que su mejor amigo
podría ser policía,
ni, mucho menos, tuvo que convertirse en policía.
La precola para la cola que nos da derecho a seguir en la cola
donde finalmente lo que había eran repuestos para
presillas (“¡Y ya se acabaron, compañero!”)
le fue también desconocida.
Que yo sepa
no sufrió un código que lo obligase a pelarse al rape
o a extirpar su antihigiénica barba.
Su época no lo conminó a esconder sus manuscritos
de la mirada de Engels.
(Por otra parte, la amistad de estos dos hombres
nunca fue ‘preocupación moral’ para el estado.)
Si alguna vez llevó a una mujer a su habitación
no tuvo que guardar los papeles bajo la colchoneta y,
Por cautela política,
hacerle, mientras la acariciaba, la apología al Zar de Rusia
o al Imperio Austrohúngaro.
Carlos Marx
escribió lo que pensó
pudo entrar y salir de su país,
soñó, meditó, habló, tramó, trabajó y luchó.
Contra el partido o la fuerza oficial imperante en su época.
Todo eso que Carlos Marx pudo hacer pertenece ya
a nuestra prehistoria.
Sus aportes a la época contemporánea han sido inmensos.
Imagina, M., que esta tarde, en la Plaza de la Revolución, durante un concierto de mediocres músicos capitalistas (no se si sabrás, el genial se desmayó el viernes) y algún otro con mala conciencia de serlo, que han convenido en llamar Paz sin Fronteras, una persona de entre el público, alguien como tú, o quizá más joven, o más rebelde (es decir, menos Rebelde), se subiera al escenario y gritase:
Ah, cómo asquerosamente me apasiona revolver.
Ah, cuánto apestan los héroes.
Oh, cuánto apestas.
Seleccionado por Nacho Segurado.
worst ever
20 septiembre 2009 | 15:29
era un gran escritor acosado por todos…
20 septiembre 2009 | 15:32
me parece muy bien que artistas de todos los paises visiten cualquier país, tanto si sus gobiernos son totalitarios como si no. Yo soy española y todavía recuerdo con gratitud a la cantidad de cantantes sudamericanos que llegaron de Chile, al final de la dictadura franquista, que me abrieron los ojos acerca de muchísimas cosas que pasaban en mi país. la gente no tiene la culpa de que en su país gobierne quien gobierna. A lo mejor cuando sean grandes si, pero mientras son demasiado jovenes, en absoluto. Por eso, completamente de acuerdo con este polémico concierto.
20 septiembre 2009 | 17:25
Pues aunque no lo crean algunoa , hoy seria vigilado muy estrechamente y tal vez vaporizado. Solo hay que dar un vistazo en Internet y vereis que el 99 por ciento no dan su nombreClica sobre mi nombre
21 septiembre 2009 | 12:14
GENIAL!!!!!!S.R:)
26 septiembre 2009 | 10:01