Corazón, corazón de irremediables penas agitado,
¡álzate! Rechaza a los enemigos oponiéndoles
el pecho, y en las emboscadas traidoras sostente
con firmeza. Y ni, al vencer, demasiado te ufanes,
ni, vencido, te desplomes a sollozar en casa.
En las alegrías alégrate y en los pesares gime
sin excesos. Advierte el vaivén del destino humano.
El antimilitarismo en el siglo XXI es una decisión política tan loable y sana como en principio escasamente comprometedora. Salvo unos pocos triunfalistas algo desmemoriados ya nadie cree sinceramente que la guerra es una solución. Somos una sociedad, con matices, pacifista.
No siempre fue así, claro. Y menos en la Grecia arcaica, donde la guerra no sólo constituía una opción práctica irrenunciable, sino que era una obligación moral. Por eso, la fuerza de los versos de Arquíloco de Paros, que plasman la guerra como un conjunto de penalidades y no como un momento heroico y virtuoso digno de ser exaltado, nos remite a un asombroso ejercicio de libertad.
Arquíloco fue lo que llamaríamos hoy un apátrida, un libertino, un mercenario, un siervo de nadie y un cínico (en el sentido filosófico de la palabra). Un moralista avant la lettre que dedicó su vida a corroer las costumbres sociales, a hacer sátira y poner en duda lo que nadie osaba, por costumbre o para no meterse en líos, reprochar.
Algún Sayo alardea con mi escudo, arma sin tacha,
Que tras un matorral abandoné, a pesar mío.
Puse a salvo mi vida. ¿Qué me importa el tal escudo?
¡Váyase al diantre! Ahora adquiriré otro no peor.
En la breve composición publicada, Arquíloco, a quien se atribuye la invención del yambo (verso vulgar, nada aristocrático, pero punzante y satírico), da muestras de una fe de vida mesurada y edonista, de un conocimiento lucidísimo del espíritu humano y de la libertad individual.
NOTA: Traducción a cargo de Carlos García Gual.
Seleccionado y comentado por Nacho Segurado.
ESTE HOMBRE SE MERECE COMO POCOS UNA GRAN ESTATUA EN UNA PLAZA GRANDE,EN VEZ DE TANTO SANTURRÓN DESCEREBRAO.
17 septiembre 2009 | 13:56
Creo que solo conocen a Arquiloco aquellos que cometimos «la tontería» de escoger griego en el instituto (o bueno, por afición). Siempre me gustó su historia, y me disgusta la poca difusión que tienen los autores clásicos en las escuelas.
17 septiembre 2009 | 14:13
Era algo pasota y creo recordar según me dijo uno que se iba mucho de juergas con él , que fué el primero que dijo. Ande yo caliente , riase la gente.Clica sobre mi nombre
17 septiembre 2009 | 14:28
«Somos una sociedad, con matices, pacifista.»No, te has equivocado chaval. Verás te corregiré «Somos una sociedad, sin matices, castrada».Verás nos aprovechamos de los beneficios de un supuesto «progreso» que sólo se ha podido dar a base de guerras y sabiendolo no renunciamos a ella, somos hipócritas. La «paz» hoy, es un concepto totalmente innoble a la que se aferran los mediocres y cobardes. Una «paz» con injusticias, desigualdades, mentira, corrupción, etc…es curioso que nos piden en nuestro día a día tener una moral judeocristiana en un sistema cuyas bases van en contra de dicha moral, se descubre la trampa.Este tal Arquíloco si fue buen y noble cínico antimilitarista, sin duda sería hoy en día buen y noble antipacifista.Un concepto de «paz» mediocre no es PAZ.En fin quizás sea necesaria una «guerra», pero noble. Porque lo que crean los estados capitalistas son la peor y mas vil casta de guerreros: «Los mercenarios», estos son perros de presa que si no estan cebados, bien pagados y con evidente superioridad, no funcionan.Decir que la guerra no puede ser un concepto noble, es de ignorancia extrasupina.Para este bloguero, no sólo busques cínicos antimilitaristas, buscalos tb antipacifistas, que los hay (esta paz cutre sin evolucionar en la que vivimos), tramposo.
17 septiembre 2009 | 14:41
Ay Larrosa como la mayoria de viejos de hoy, no eres un sabio, estás resabiao. Hijo y nieto de esclavos.
17 septiembre 2009 | 14:43
La paz, o mejor dicho, el miedo a la guerra, está en la base moral y política del mundo en el que vivimos desde el fin de la segunda guerra mundial. Una cosa es la paz esgrimida como subterfugio o equidistancia moral (como por ejemplo aquella organización de tontos útiles subvencionada por Stalian) y otra es la paz entendida como un fin en sí mismo en las relaciones internacionales, como base de la buena sociedad.Personalmente, prefiero una paz mediocre a una guerra, por noble que sea, y eso que afortunadamente no he tenido que ver ni padecer ninguna. La necesidad de una guerra así, heroica, es un concepto irreal y utópico. Incluso los buenos motivos morales, como por los que se luchó en la Segunda Guerra Mundial, no son un salvoconducto ni un cortafuegos para la aberración.Curisamente, Demon, atribuyes la actual e innoble paz a los que «crean los estados capitalistas» y al mismo tiempo criticas a los hipócritas que renuncia a la guerra buena. Pero desde hace unos años y hasta hace poquiito, los casi únicos defensores de la guerra buena, los halcones de Bush y cía, eran precisamente los partidarios de las guerras justas….Un saludo y gracias por comentar. 🙂
17 septiembre 2009 | 14:59
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17 septiembre 2009 | 15:56
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17 septiembre 2009 | 16:06
No hace falta irse a Arquíloco para ver una muestra de antimilitarismo en la Grecia arcaica. Mismamente la Ilíada lo que esconde realmente es ese antimilitarismo, la penalidad de la guerra. Uno de los momentos cumbres de la obra homérica es cuando el viejo Príamo le pide sollozando a Aquiles que le devuelva el cuerpo de su hijo. Cuanto debemos aprender de nuestro pasado, para bien y para mal.
17 septiembre 2009 | 16:09
Si esto es una sociedad pacifista que se lo digan a los afganos, a los palestinos o a los iraquies a ver que opinan.
17 septiembre 2009 | 16:22
Nacho tu hablas al nivel moral de la sociedad, es decir te cobijas en la moral del número, y la moral del numero es lo «politicamente correcto o aceptable», y desde pequeñitos se nos dice «la guerra es mala», pero eso si jamás te dicen «gracias a las guerras tenemos estas cosas», en fin es que desde pequeñitos nos empiezan a castrar con lo que parecen cosas «buenas», eso de los Reyes Magos etc. pero eso es crear seres débiles y falsos. Yo por suerte he superado esa castración hace mucho tiempo.No hablamos al mismo nivel, por eso considero tu respuesta fuera de lugar a lo que yo he dicho, yo he superado la moral cristiana, y me importa un bledo que el número no me cobije. Yo busco la calidad no la cantidad. Soy antidemocrata, no me quedo con lo que diga el número, sino con lo que dicen los que yo considero los mejores.Mismamente cuando citas a Bush es una prueba de que hablamos desde distancias lejísimas, yo jamás referiré a esa basura humana cuando hable de «guerra», referiré por ejemplo a los espartanos, incluso a las SS, es decir tipos que daban la cara y en inferioridad, cosa que muy pocas veces se ha dado en la Historia.Por cierto aunque USA mande a sus tropas a guerras por pura finalidad economica, si eso les beneficia tb beneficia al resto del llamado «Occidente», para seguir teniendo nuestros «privilegios» y «comodidades». A cada paso de este «progreso» hace falta el sacrificio de muchisimas vidas, no ver esto es de un falso que hace vomitar.Este es un sistema exterminador, aqui dicen que cualquiera puede dar su opinión, pero eso es una trampa, porque tal como se acaba viendo favorece a los mentirosos, la autentica violencia para mi está en la mentira no en el que enseña el puño. Tú estás muy a gustito entre la mayoría y es normal que defiendas esto y cites lo que te conviene. Pero a mi me da asco la globalizacion y la homogeinizacion a la que estamos sometidos.
17 septiembre 2009 | 17:14
La «paz del asustadizo y del falso» no es la PAZ AUTENTICA, no hemos evolucionado, así que como castigo volverá la guerra.Yo creo en el Superhombre.
17 septiembre 2009 | 17:35
Personalmente, prefiero una paz mediocre a una guerra, por noble que sea, y eso que afortunadamente no he tenido que ver ni padecer ninguna. La necesidad de una guerra así, heroica, es un concepto irreal y utópico. Incluso los buenos motivos morales, como por los que se luchó en la Segunda Guerra Mundial, no son un salvoconducto ni un cortafuegos para la aberración.
17 septiembre 2009 | 19:08