Entradas etiquetadas como ‘Disidencias sexuales’

Fobias invisibles

Por Ander Prol González(@AnderProlGlez) marika, periodista y sexólogo

 

Mayo, el mes en contra de la LGTBIQ+fobia. Mes en el que el día 17 de cada año se denuncia cualquier tipo de agresión o violencia que sufre todo el colectivo LGTBIQ+. Y, precisamente, es de todo el colectivo porque no es el día en contra de la homofobia como se acostumbra a decir, es el día en contra de toda violencia que registre cualquier sigla del colectivo por ser quienes son; que esto también hay que recordarlo, esto no se trata de love is love o mantras parecidos.

La LGTBIQ+fobia nos atraviesa de múltiples maneras y en diversos escenarios de nuestra cotidianidad: presunción de cisheterosexualidad (todo el mundo es cis o hetero hasta que se demuestre lo contrario); plumofobia; lesbofobia (“¿cuál de las dos es el chico?”, “¡marimacho!”, “si a mí me encantan las lesbianas, ¿queréis un trio?”…); transfobia (“deberías operarte, estarías más guapa”, “¡Ala! No pareces un chico! Estás muy lograda”, “¡Ah! ¿que eres trans? No, lo siento es que los trans no me atraéis, pero no pasa nada”…). 

Justamente, este mes, el mes en contra de la LGTBIQ+fobia, he asistido a dos agresiones contra el colectivo que, a pesar de no haberlas sufrido directamente por mi privilegio cis, me veo obligado a denunciar. La primera de ellas es públicamente conocida y es que el pasado 18 de mayo el colectivo trans* sufrió una de las peores violencias a las que se podía enfrentar desde una institución pública: la negación de avanzar en los derechos que a día de hoy aun no les son concedidos al colectivo. 

Como informó este mismo medio, el PSOE se abstuvo a la hora de la votación lo que propició que, junto con las negativas de la derecha y ultraderecha, la llamada Ley Trans no saliera adelante.  Son muchos los colectivos que han denunciado esta inacción del PSOE incluso otorgándoles su merecido reconocimiento. Así lo ha expresado, por ejemplo, Gehitu, Asociación LGBTI del País Vasco, entregando su premio de Hojalata de este año a Carmen Calvo, vicesecretaria primera del Gobierno y miembra del partido.

La segunda agresión hacia el colectivo la he vivido en primera persona. Días antes del propio 17 de mayo se pusieron en contacto conmigo para protagonizar la firma de un programa de radio por “el Día en contra de la homofobia”. Como es lógico acepté pero con la condición de que se corrigiera el tema de la firma por Día en contra de la LGTBIfobia. No hubo objeción alguna por lo que en la fecha prevista mandé la grabación. La sorpresa llegó el día de la emisión cuando la profesional que contactó conmigo me habló para pedirme perdón porque, con su disconformidad, el locutor decidió no decir LGTBIfobia y sí homofobia. 

Como mencioné en una anterior entrada a este blog, realicé mi trabajo de fin de master sobre Deontología periodística y representación del colectivo trans en los medios y, para entonces, ya eran varios los códigos en los que se incluía la no discriminación del colectivo. Por ejemplo, el artículo 9 de la Carta Mundial de Ética para Periodistas dice:

<< 9.- El o la periodista velará por que la difusión de información o de opiniones no contribuya al odio o a los prejuicios y hará todo lo posible por no facilitar la propagación de la discriminación por motivos de origen geográfico, social, racial o étnico, género, orientación sexual, idioma, discapacidad, religión y opiniones políticas >>.

Por otro lado, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, afirma en el artículo 7 de su Código deontológico que:

<< 7. El periodista extremará su celo profesional en el respeto a los derechos de los más débiles y los discriminados. Por ello, debe mantener una especial sensibilidad en los casos de informaciones u opiniones de contenido eventualmente discriminatorio o susceptibles de incitar a la violencia o a prácticas inhumanas o degradantes.

  1. Debe, por ello, abstenerse de aludir, de modo despectivo o con prejuicios a la raza, color, religión, origen social o sexo de una persona o a cualquier enfermedad o minusvalía física o mental que padezca >>.

La invisibilidad o el peligro de la no existencia es una de las principales lacras que el colectivo LGTBIQ+ ha sufrido a lo largo de la historia; de hecho, las disidencias sexuales nos hemos visto obligadas a encajar en etiquetas para poder visibilizarnos y luchar por la igualdad. Además, cada una de esas etiquetas sufre discriminaciones específicas siendo las lesbianas, mujeres bisexuales y personas trans las más invisibilizadas. Por todo esto, espero que, no solo desde la deontología periodística, se entienda la importancia de visibilizar todas las violencias que sufre el colectivo y no solo una de las siglas; porque no reconocer la LGTBIQ+fobia en su totalidad es negar que ciertas violencias existen y, por lo tanto, posicionarte en el lado del agresor. 

 

Nos gusta ser maricones

Por Ander Prol González(@AnderProlGlez) marika, periodista y sexólogo

Foto: Dagur Brynjólfsson

A día de hoy, nadie puede negar que la lucha del colectivo LGTBIQ+ supuso la creación de una contracultura existiendo, a día de hoy, numerosas obras, recopilaciones, creaciones artísticas… sobre la misma. La luz de Ocaña; personajes de la movida Madrileña; Flor de Otoño; obras como Elisa y Marcela; piezas más actuales como la serie de La Veneno

Gracias a la lucha de nuestras precedentes pudimos construir una comunidad creando así códigos culturales propios basados en nuestras vivencias. Y es que, cómo no va a existir una cultura LGTBIQ+ si la propia RAE define esta como el “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.”

Y, de la misma manera que podemos hablar de cultura LGTBIQ+, es posible desgranar cada una de las siglas para hablar de cultura lesbiana, cultura trans* o, por ejemplo, cultura gay. Esto se debe a que el colectivo LGTBIQ+ es una comunidad compuesta por disidentes sexuales, o lo que es lo mismo, personas que no encajan en la norma cisheterosexual, lo que hace que en la misma convivan orientaciones e identidades que entre ellas encuentran diferencias pero, a su vez, similitudes. Lee el resto de la entrada »

Vosotros decís Apocalipsis, nosotras decimos Revolución

Artículo escrito por la Plataforma de Encuentros Bolleros (@encuentrosbollo)

 

La imagen corresponde a la fachada de un edificio de Santiago de Chile

 

Son ya varias las semanas en confinamiento. A lo largo de este tiempo, el discurso de la seguridad, la economía de guerra, la crisis y el aislamiento se ha ido recrudeciendo día tras día. La población está tratando de augurar lo que vendrá después y, en cierta forma, a nosotras este discurso del aislamiento, este vocabulario de la crisis y la guerra nos suena muy conocido. Las bolleras y las disidencias sexuales llevamos toda la vida habitando ese lugar de confinamiento, de aislamiento y de crisis al que la sociedad heteronormativa, que no permite fugas, nos ha relegado. Esa era ya nuestra normalidad y no queremos volver a ella. 

Para nosotras la única seguridad ha sido siempre nuestras redes de cuidados, redes que actúan, sostienen y acompañan cuando las violencias cisheteropatriarcales se ejercen sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Esas redes, que recién acaban de descubrir el resto de la sociedad, son la forma en la que las bolleras y disidencias sexuales venimos sobreviviendo durante décadas de opresión y las que ahora mismo están sosteniendo la vida.

La economía de guerra y la crisis las conocemos bien, porque las bolleras vivimos vidas precarizadas y armarizadas. Accedemos a trabajos feminizados en los que la flexibilidad laboral nos recorta la vida año tras año, y eso las que podemos acceder siquiera a algún empleo, porque las migrantes, las racializadas, las compañeras trans sufren una doble y triple discriminación y son arrojadas a la marginalidad económica y social. La visibilidad bollera en el ámbito laboral está castigada con acoso, marginación, burlas, outing y agresiones sexuales, entre muchas otras formas de discriminación. Esa ha sido hasta ahora la normalidad de un mercado laboral racista, misógino, trans-lesbófobo. La normalidad es la crisis económica que siempre pagamos las mismas. No queremos volver a ellaLee el resto de la entrada »

(De)construyendo nuestra historia

Por Andrea Cay, (@AndCay_)

Nacemos y no conocemos nada. Somos puras, estamos limpias. No sabemos de género ni identificamos el concepto de otredad. Sin embargo, llegará un momento en el que reconozcamos nuestro nombre y sepamos que tenemos un lugar en el mundo. Y ahí, amigas, vienen los problemas.

Identificamos dos cuestiones básicas: quiénes somos y en qué familia estamos. Esta etiqueta no elegida formada por un nombre y un apellido (en los casos más normativos) será la primera que se encuentre en nuestro camino.

Nuestro cuerpo va creciendo, crece de tal manera y acaba tan infectado de la información que recibimos, que olvidamos que junto a él se escribe nuestra historia. Es nuestro instrumento más vulnerable y con el que vamos a exponernos al mundo que estamos conociendo, pero en algún momento del tiempo, comenzaremos a tratarlo como un ente externo de nosotras mismas. Ya no sabremos si queremos que forme parte de nosotras. Para muchas será nuestro primer gran enemigo.

En la mayoría de los casos, en la adolescencia comienzan lo que van a ser nuestras luchas y estamos tan ensimismadas en categorizarlas, que no nos paramos a entenderlas y a vivirlas realmente. Solo nos han enseñado que tenemos que ser un conjunto de etiquetas para poder centrarnos en el camino y, sobre todo, encontrar al enemigo común junto a las que creemos que son las nuestras en un primer momento. Lee el resto de la entrada »

Históricas LTB: Lorenza Bötner

Por Charo Alises (@viborillapicara#Mujeres trans

Imagen de JOHANES KOCH

Nos han reducido al Freak Show, a tener que trabajar en la calle y a mendigar, cuando en realidad somos artistas, sencillamente no pintamos con el órgano hegemónico.

Fragmento de Behindert?! (¡¿ Discapacitado?!)

Tesis de licenciatura de Lorenza Bötner.

Nació en Chile, en 1959. Su  familia era  de origen alemán. Le asignan sexo masculino y el nombre de Ernst Lorenz. Con ocho años, cuando intentaba atrapar un nido de pájaros subiendo a un poste de electricidad,  sufre una descarga  y pierde los dos  brazos. La relación de Lorenza con el dolor y con la muerte será crucial en su arte. Su propia vida y su corporalidad se convierten en el centro de toda su obra. Con el tiempo, sintió su cuerpo como femenino y pasó a llamarse Lorenza. Luchó toda su vida por no ser etiquetada como un cuerpo discapacitado ni normativamente masculino.

La resistencia y la disidencia las canalizó a través del arte pero en los márgenes de éste. Lorenza rompe la hegemonía de la mano que rige en la historia del arte y pinta obras de gran tamaño con el pie o con los pies, con sus propias huellas y otras veces pinta pequeños grabados con la boca, sujetando  un pincel o un bolígrafo. También utilizó la fotografía para sus creaciones.

Frente a las expectativas sociales derivadas de la discapacidad que le diagnosticaron, Lorenza se forma artísticamente en la Escuela de Arte y Diseño de Kassel, donde se licenció en 1984 con un gran autorretrato. Lee el resto de la entrada »

Bolleras tensionando los espacios

Por Ana Murillo (@anamurilloa), bollera, feminista y activista LGTB

Foto: Ángel Leranoz (EHGAM) | Archivo MALEANTES

Ocurre de nuevo. Me pregunto y pregunto a mis compañeras bolleras: ¿creéis que es casualidad que, cuando vais de la mano por la calle con otra mujer, alguien se choque contra vosotras? El número de veces que me ha pasado es lo suficientemente significativo y llamativo como para pensar que no es producto del azar o de la torpeza de unos y otras.

En ese choque, en ese cuerpo ajeno que se abalanza contra nuestro cuerpo y en nuestro gesto extrañado de apartarnos o retroceder, se concentra toda la violencia heteropatriarcal que nuestros cuerpos bolleros absorben y normalizan por ocupar un espacio público que parece no pertenecernos. Nos lo han hecho saber de formas muy diversas a lo largo de nuestra historia. Desde las miradas de desaprobación a las agresiones verbales, físicas y sexuales, pasando por el aislamiento y la negación de nuestros derechos, en cada uno de los lugares que hemos querido habitar y que hemos querido reivindicar también como propios.  Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Hablamos con Megane Mercury

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

Si quieres mandar preguntas o comentarios a Víctor Mora puedes escribir DM o de forma anónima a: https://curiouscat.me/Victor_Mora_G

Foto: Self Portrait / Megane Mercury (2019)

 

Una vez al mes esta columna se dedica a entrevistar a personas o colectivos, que a través de sus creaciones, desarrollos o proyectos, conforman espacios de vida para la disidencia, y generan de alguna manera el tejido de lo queer.

Compartir espacio con Megane Mercury pone el tiempo en pausa. Se podría decir, aunque no diremos, que encarna esa imagen del artista que es en sí mismo la obra de arte. Pero Megane trasciende esa idea. Su constante movimiento entre disciplinas y modos de expresión órbita y juega con los márgenes de la belleza, la dulzura, lo excesivo y lo desbordante. Pone en continuo jaque a la heteronorma y al supremacismo blanco clasista. Mercury, modelo, artista multidisciplinar que ha transitado por la creación audiovisual, la fotografía y el diseño gráfico, se lanza también a por la música. Por todo ello, no podía más que preguntarle: Lee el resto de la entrada »

Visibilidad para combatir la homofobia

Por Ana Murillo (@anamurilloa), bollera, feminista y activista LGTB

Foto: Kurt Löwenstein Education Center

Llegó VOX a las instituciones y nos miramos las unas a las otras preguntándonos cómo había podido ocurrir. A partir de ese momento, asistimos entre la perplejidad y el espanto, día sí y día también, a afirmaciones que a muchas nos dejan la sangre helada, produciéndose una escalada en el nivel de odio hacia el colectivo LGTB que no parece tener fin. O sí, pero queremos pensar que el fin al que ellos aspiran, una sociedad totalmente cisheteronormada, homogénea y nacionalcatólica, queda lejos.

No pondré ejemplos de las barbaridades que llevamos escuchando durante este tiempo porque todas las tenemos en la cabeza y porque aún hoy algunas nos debatimos entre si reproducirlas una y otra vez es una estrategia que nos beneficia o nos perjudica.

Sí. Llegó la ultraderecha a las instituciones y buscamos el abrazo de las nuestras mientras mantenemos de nuevo debates en las redes sociales y en nuestros entornos que ya creíamos superados. “Mi pareja ha votado a VOX”, me dicen. Tan cerca están. En la cena de fin de curso, en el bautizo de una sobrina, en la cocina de la oficina, en el bar en el que has quedado, en el encuentro anual de primos hermanos, en el Facebook de aquella compañera de clase… enfrentamos opiniones como si del día de la marmota se tratase, como si estuviésemos de nuevo en la casilla de salida. Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Hablamos con Darío Gael Blanco

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

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Darío Gael Blanco

Una vez al mes esta columna se dedica a entrevistar a personas o colectivos, que a través de sus creaciones, desarrollos o proyectos, conforman espacios de vida para la disidencia, y generan de alguna manera el tejido de lo queer.

Darío Gael Blanco es traductor, filólogo y jurista arrepentido. Nació con una cresta punk negro azabache a poco más de un mes de la caída del muro de Berlín. No obstante a sus casi 30 se confiesa infinitamente más radical que a sus 15, y así lo deja ver en, entre otros espacios, sus muy activas redes sociales. Este transchulazo de porcelana fina ha publicado en el segundo volumen de la antología de ficción feminista y LGTB Cuadernos de Medusa (Amor de madre, 2019), y en Vidas Trans (Antipersona, 2019). Por todo ello, no podía más que preguntarle: Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Hablamos con Fefa Vila

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

Si quieres mandar preguntas o comentarios a Víctor Mora puedes escribir DM o de forma anónima a: https://curiouscat.me/Victor_Mora_G

 

Una vez al mes esta columna se dedica a entrevistar a personas o colectivos, que a través de sus creaciones, desarrollos o proyectos, conforman espacios de vida para la disidencia, y generan de alguna manera el tejido de lo queer.

Fefa Vila Núñez es socióloga, escritora, docente, investigadora… activista tenaz, impulsora entre otros del colectivo lésbico LSD, pieza clave del activismo LGBTI+ disidente del Madrid de los 90. También formó parte del GtQ-Mad, grupo de trabajo queer que nos dejó joyas editoriales como “El eje del mal es heterosexual”. Recientemente la hemos visto reivindicando la memoria sexual no normativa en la serie documental Nosotrxs Somos  y como parte de la iniciativa política Madrid en Pie Municipalista. Por todo ello, no podía más que preguntarle:

¿Quién teme a lo queer?

En el momento actual, en la era del antropoceno en la que nos encontramos inmersas, es la propia especie humana la que  teme a lo queer. Existen  proyectos muy diversos y contradictorios,  en liza en las recomposiciones de “lo humano” y del “humanismo”; sin duda alguna, uno de los proyectos políticos de devenir mundo más arriesgados e interesantes desde mi punto de vista lo representan y lo encarnan lxs queer-feministas problematizando las ficciones políticas humanistas y la propia construcción de lo humano. Lee el resto de la entrada »