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ANDIT, la abogacía LGTBIQ se organiza frente al odio

Por Lorena Sanz Alexandre, abogada y presidenta de ANDIT

#legalqueer

 

Abogacía por la no discriminación y la igualdad de trato (ANDIT), nace como asociación de “algunas mujeres buenas”, el 17 de agosto de 2022, si bien su registro y legalización administrativa, se dilata unos meses. Surge como una necesidad de protesta y defensa, frente a las continuas mermas de derechos, incrementos de delitos de odio y acoso reiterado hacia sectores del colectivo, como el sufrido, y que lamentablemente aún persiste, por las mujeres trans. Sus objetivos constituyen los principios básicos de la misma, y así se define como feminista, igualitaria, transincluyente, ecologista, animalista.

Entendí una necesidad su creación y que además tuviera carácter nacional a fin de actuar en todo el territorio español, tanto en prevención (formación, campañas), como frente a hechos consumados (v.gr. petición de información frente a la retirada de mobiliario urbano con los colores del arcoíris en Galapagar).

Y sobretodo, no voy a faltar a la verdad, en previsión de un cambio político cuya realidad por los precedentes que venimos soportando (recursos ante el Tribunal Constitucional contra el matrimonio igualitario, el derecho al aborto, la ley trans?, discursos políticos haciendo blanco de diana al colectivo, discriminación hacia nuestras familias o hacia una bandera representativa de Derechos Humanos), iría en detrimento o cuanto menos, cuestionamiento de derechos fundamentales.

Soy una privilegiada, soy abogada, y para mí la abogacía carece de fundamento sino tiene un carácter eminentemente social, en eso consiste EL DERECHO DE DEFENSA. Da igual las garantías que establezcan las normas, las sanciones que se regulen, los derechos fundamentales que rijan la constitución, la Carta Europea de Derechos o el Tratado Internacional de Derechos Humanos, si frente a quienes los limitan, cercenan o abusan en beneficio propio, no están quienes los defiendan, algunas mujeres buenas o para otros, las brujas que no quemasteis. Y no me refiero solo a esta asociación, aquí ya voy más allá, al derecho a justicia gratuita universal, y a una justicia justa y ágil.

Y todo esto no tendría sentido sin mis compañeras, letradas que me apoyaron en la creación de ANDIT, y las que han venido después. Todas ellas, profesionales comprometidas con una trayectoria de años, frente a las que en ocasiones me siento tan pequeña, y de las que quiero aprender tanto… la creación de ANDIT no me ha supuesto más que trabajo y su puesta en marcha; la responsabilidad de sostener este proyecto conjuntamente con todas mis compañeras, en tanto sea necesario, me supone valoraciones continuas, si bien al trabajar de forma colaborativa, se que el proyecto funcionará de cualquier modo.

Cierto que las abogadas somos directivas, individualistas y nos gusta debatir pero todo ello, cuando tenemos un objetivo común, nos convierte como en este caso, en un grupo sólido, capaz, y preparado para hacer frente indestructible.

Vamos a estar enfrente, persistiremos y daremos la batalla cada vez que de manera individual, en grupo organizado, desde las administraciones, instituciones privadas o por los partidos políticos, se cuestionen nuestros derechos, manteniendo informada y formada a la ciudadanía a través de las redes sociales como principio de transparencia.

Esta asociación era y es necesaria, nos vemos en la batalla. Somos resilentes.

Intersexualidades DSD

Por Asmi Ananda Molina, activista intersex.

 

Las intersexualidades o DSD (Disorders of Sexual Development) (Desorden en el Desarrollo Sexual). Una definición despatologizadora es DSD (Desarrollo Sexual Diverso).

La sexuación biológica, humana, es el resultado de la confluencia en cada cuerpo de sexo genotípico XX, XY, XXY, XYY, X0, XXYY, XXXX…, sexo gonadal, ovarios, testículos, ovotestes, sexo fenotípico, resultado de los caracteres sexuales primarios y secundarios, sexo cerebral, dimorfismo cerebral, sexo hormonal, cantidad y calidad de las glándulas endocrinas, productoras y su interacción con los receptores, sexo social o género, rol que se normativiza dependiendo de la sociedad donde nazcas.

A esta base biológica hay que añadir la biografía, sucesos durante la gestación o crianza. La epigenética cada vez obtiene mayores evidencias de ello. Estrés, factores ambientales, nutricionales, disruptores hormonales…

Las personas nacidas con características intersexuales, acompañan a la humanidad desde el principio de los tiempos, ratificado por estudios arqueológicos. La antropología, la etnografía, la sociología, corroboran, su existencia.

Las intersexualidades se producen cuando en el cuerpo de una persona varían los patrones de sexuación, en uno o en varios de los apartados descritos. Es decir, el sexo genotípico, el gonadal, el fenotípico, el cerebral, el hormonal, el social o género, interactúan de formas diversas a las habituales.

Cuando nace una criatura que la «normativa» no es capaz de encasillar en los patrones binarios «clásicos», hombre o mujer, cis, endosex, se produce una alarma socio-política biomédica, con el fin de invisibilizar las variaciones, evolutivas, que desmontan, per se, el constructo, hetero-patriarcal-binario, centrado en la genitalidad.

Ante estos cuerpos insumisos, las sociedades actuales intervienen practicando MGI (Mutilaciones Genitales Infantiles), hormonaciones conductistas, esterilizaciones, reasignaciones de sexo-género de crianza, mayoritariamente feminizantes y una constante manipulación psicológica estigmatizadora hacia las personas intersex y sus familias.
Afortunadamente cada vez más personas intersex y aliadas, estamos reivindicando, el derecho a la diversidad corporal, a la autodeterminación de sexo-género, a la despatologización y desestigmatización.

La ONU, Organizaciones Internacionales de Derechos Humanos, la UE, han reconocido las malas praxis y las violaciones de los DDHHs, continuadas en el tiempo, para con las personas intersex. Denunciándolo y modificando leyes que recolocan a las personas intersex, en la sociedad, como ciudadanas en igualdad y con pleno derecho a su diversidad y visibilidad.

 

¡Indignaos!

Por Beatriz Ramírez Saveedra

 

 

Cuando estudiaba en la universidad hubo un libro que hizo que mi sangre se revolucionara, un libro que bien me hubiera podido pasar desapercibido por sus escasas páginas o su tapa endeble, un libro con un megáfono rojo dibujado y el nombre de un autor francés escrito en la portada. Así, Stéphane Hessel, me ha venido hoy a la memoria como esa fuerza huracanada de un grito de resistencia que pugna por salir; allí…en esos márgenes que la humanidad arrincona y que, estos días, están aterrorizados pero NO desprovistos de rabia.

¿Dónde estáis? “Coged el relevo, ¡indignaos!”, ¿dónde estáis?, “la peor actitud es la indiferencia”. Hessel estuvo en la resistencia francesa y bien sabía de lo que hablaba cuando alentaba a las nuevas generaciones a tomar las calles para luchar por sus derechos. Redactor como fue, por cierto, de la Declaración de Derechos Humanos de 1948.

No puedo evitar las lágrimas al pensar que, por desgracia, Hessel, ya no puede gritar a nuestro lado pero…¿y si después de la lluvia nos espera el arco iris? Seguro que él no hubiera cesado en su empeño de luchar por la libertad porque no hay ni existe mayor garantía de éxito, que la necesidad de justicia.

La ultraderecha gana votos, terrenos, espacios, visibilidad, adeptxs, sillas, despachos…pero jamás tendrán la misma fuerza política/ideológica que quienes luchan en nombre del amor; hoy más que nunca, hoy con tanta rabia como mañana, debemos entender que “un ejército de amantes NO puede perder” (Lesbian Avengers, Nueva York).

Mientras partidos políticos como VOX y el PP siguen en pie de guerra deseando que nos extingamos, muchxs fascistas que iban de “progres” empiezan de nuevo a salir del armario, legitimadxs de nuevo por las mismas personas que llenarían las cunetas de todas las carreteras de este país, ahora más dividido que nunca, con nuestras cabezas. Y sonará duro, pero sí…quieren regar sus jardines con nuestra sangre.

De Norte a Sur, de Este a Oeste…como el lema de esas eternas manifestaciones feministas y queer, la bandera multicolor tiene que resurgir y ser colgada en cada una de sus sedes, en cada una de sus puñeteras casas…porque aquí, que no se nos olvide nunca, si tocan a unx, nos tocan a todxs.

¡El 23 de Julio puede ser tu peor pesadilla si no sales a votar!

Manifestaciones surgirán por toda España ante un Orgullo mucho más gris que lo que estábamos ya acostumbradxs a vivir porque es posible que este tiempo nos recuerde lo fácilmente que se pueden perder derechos ganados a golpe de moratones, lágrimas y miles de muertes, mientras ellxs, siguen con su propio fuego en la mano. ¡A la calle si quieres seguir bailando, hermanx!

Personas a las que quiero y guardo en mi corazón por tantas batallas vividas han empezado a llorar…Hessel parece contemplarnos desde algún rincón del cielo alentándonos a continuar y no podemos olvidar, NO debemos olvidar a todas las caras que nos representan desde todos los rincones de este país, porque ellxs siguen dando su vida por nuestro derecho a vivir LIBRES cada puto día. Les debemos la victoria, nos debemos tantos y tantos besos por esa maldita justicia histórica que no llega…

Si seguimos teniendo miedo, la bestia de la ultraderecha nos llevará de nuevo a campos de concentración, esta vez quizá más sofisticados, pero con tantas vallas electrificadas como había
antaño. Porque joder, ¡no, no somos parte de su rebaño!

Es imperativo que seamos valientes, que entendamos que nadie nos ha regalado estar aquí, VIVXS, disfrutando…En este momento, si te encierras en casa, pierdes todo lo que tienes. Vuelta a la casilla de partida, al inicio de otro expolio incansable, a la puñetera cárcel como en esa Ley de Vagos y Maleantes.

Hoy, se torna necesario que lxs humilladxs y lxs discriminadxs nos juntemos en el mismo bando a pesar de las muchas diferencias que seguro tendremos entre nosotrxs. Sólo la unión hace la fuerza, sólo la acción, puede llevarnos de nuevo a respirar con más tranquilidad. Recuerda que cada flor que ellxs parecen tirar en pos de…¿un mundo mejor?, no son más que caramelitos envenenados para que no podamos pensar. Y si no, ya tienen estrategias (muy malas, pero las tienen), para hacernos callar.

Ha llegado el Apocalipsis Queer a recordaros que no vamos a dar ni un sólo paso atrás y que nos vengaremos de cada puta lágrima que no estemos a tiempo de evitar. ¿Queréis darnos miedo? No tenéis ni idea del que ya hemos tenido, cadx unx de nosotrxs, sin excepción…así que…desde todos los rincones de este trozo de tierra llamado “territorio”, yo me hago eco (valiente poca humildad la mía al compararme con Preciado), de las palabras “YO SOY EL MOUNSTRUO QUE OS HABLA”.

¡Madrid, será, la tumba del Fascismo! Cualquier lugar…desde los márgenes, será su puta tumba.

“La afirmación más general de nuestra política en este momento sería que estamos activamente comprometidas en la lucha contra la opresión racial, sexual, heterosexual y de clase y que consideramos nuestra tarea concreta el desarrollo de un análisis y una práctica integrados que se basan en el hecho de que los principales sistemas de opresión están entrelazados…[…]” (Combahee
River Collective, organización feminista negra de Boston, 1977)

 

De aquellos polvos, estos lodos. O de cómo el odio a las personas LGBTIQ+ se ha convertido en abanderamiento político del gobierno ruso

Por Tamara Gámez Ramos, de @AltramuzEditorial y Daria Kornilova*

 

Es de dominio público que el gobierno liderado por Vladimir Putin no bebe los vientos por lo que a las mariquitas se refiere, pero no siempre fue así en la madre patria rusia. El porqué de los giros de los acontecimientos históricos, o los polvos de este lodo, son el kit de la cuestión para entender qué se cuece en Rusia y cómo afecta a las personas LGBTIQ+ el caldo de esa olla.

Las primeras sanciones a la homosexualidad que se registran en el país son en el siglo XVII. Los zares buscaron diferentes formas de reprimir y vetar la disidencia sexo-genérica a partir de esta fecha. El primero de ellos, Alejo I de Rusia, quemaba en la hoguera a las mujeres que tenían relaciones con mujeres y ejecutaba a los hombres que hacían lo mismo entre ellos, no quedaban exentas las mujeres que simplemente aparentaban ser “masculinas”. Esta represión parece estar conectada con los intentos de “modernizar” el estado, puesto que anteriormente existía cierta aceptación de la homosexualidad, sobre todo entre algunos sectores de la población.

En el siglo XIX, durante el gobierno del zar Nicolás I fue aprobado el artículo 995 por el que se sancionaba la sodomía con la expulsión a Siberia entre 4 a 5 años. Las relaciones homosexuales fueron relegadas a la clandestinidad, marcadas por la visión de la Iglesia Ortodoxa que las consideraba como algo inmoral y pecaminoso.

Con el derrocamiento del zarismo por la Revolución Rusa, la República Socialista Federativa Soviética de Rusia eliminó en 1917 la legislación que sancionaba las relaciones entre personas del mismo sexo y la disidencia de género.

Lo anterior, sin embargo, no vendría acompañado de una mayor aceptación social sino de cierta ambivalencia en todos los ámbitos. A finales de la década de los 20 la homosexualidad fue mayoritariamente entendida como una enfermedad mental y, pocos años después, en 1934, el gobierno de la Unión Soviética reinstauraría la legislación punitiva de la sodomía bajo el mandato de Stalin. Las sanciones consistirían en hasta 5 años de trabajos forzados (artículo 121).

Hay historiadoras que indican que el artículo 121 fue usado políticamente para sancionar a opositores al régimen y que, del mismo modo, en este período se inició cierta propaganda por parte del gobierno para asociar la homosexualidad con el fascismo y la pederastia.

Según el estudio de Dan Healey (Homosexual Desire in Revolutionary Russia, 2001) existieron en torno a 25.688 condenas a hombres por el artículo 121 entre 1934 y 1993, aunque las entidades LGBTIQ+ indican que el número pudo llegar hasta las 60.000.

La agencia de noticias Reuters indicaba en 1993 los datos de una encuesta realizada en 1989. Según esta, las personas homosexuales eran el grupo más odiado en la sociedad rusa y el 30% de las personas encuestadas consideraban que las personas homosexuales debían ser liquidadas.

 

El gobierno de Putin.

En 1993, periodo postcomunista bajo el mandato de Boris Yeltsin, la homosexualidad fue legalizada y en 1999 eliminada como enfermedad de la lista de “desórdenes mentales”. A partir de entonces surgieron algunas publicaciones y organizaciones LGBTIQ+ como Triángulo, sin embargo, muchas de ellas desaparecieron por falta de financiación ante un contexto que no dejó de ser represivo.

Vladimir Putin, actual presidente, alcanzó el poder en 1999. En los años 2000, en una sociedad que rechazaba la disidencia sexogenérica, siguieron surgiendo resistencias activistas por parte del colectivo. El proyecto gayrussia.ru fue fundado en 2005 por Nikolai Alekseev. Desde esta iniciativa se propuso la marcha del Orgullo de 2006 en Moscú. Las personas activistas decidieron realizar la misma a pesar de no contar con autorización. Esta finalizó con unas 70 personas detenidas después de que grupos ortodoxos y nacionalistas rusos radicales se opusieran a la marcha con golpes y amenazas.

En 2007 la marcha del orgullo en Moscú fue, del mismo modo, prohibida por el alcalde de la ciudad quien la definió como un “acto satánico”. A pesar de no contar con la autorización, al igual que el año anterior, el grupo de activistas marchó en la ciudad y de nuevo se enfrentaron a la violencia de grupos opositores y a una nula protección por parte de la policía, inclusive varios de los activistas fueron detenidos.

Las marchas del orgullo en Moscú fueron igualmente prohibidas en 2008, 2009, 2010 y 2011.

Desde 2010, la disidencia sexo-genérica se identifica con la inmoralidad occidental e ideologías políticas opuestas al gobierno ruso. La LGBTIQ+fobia se ha construído como una estrategia de diferenciación y de oposición a occidente, para reafirmar los “valores tradicionales”. El gobierno ruso lo expresa sin tapujos en sus declaraciones y posiciones políticas. Así, en 2014 se opuso a una resolución de la Organización de Naciones Unidas en contra de la LGBTIQ+fobia. El mismo año, Rusia celebraba el Congreso Mundial de las Familias, donde reunieron a grupos explícitamente LGBTIQ+fóbicos de múltiples nacionalidades.

Previamente, en 2002 se presentó una propuesta de ley en la Duma para criminalizar la homosexualidad, alentada por la Iglesia Ortodoxa Rusa, quien en varias ocasiones ha pedido que se realice un referéndum para prohibir la homosexualidad en el país. Por suerte, esta propuesta no alcanzó la mayoría necesaria para hacerse efectiva.

Hay cierta dificultad para determinar la opinión de la ciudadanía acerca de las personas LGBTIQ+ en Rusia, puesto que existe un fuerte desconocimiento debido a la utilización política de la disidencia sexo-genérica y la tabuización de todo lo relacionado. Así lo demuestra el experimento que hicieron varios jóvenes en las calles de Moscú con el que entrevistaban a personas en la vía pública preguntándoles sobre su opinión acerca de la heterosexualidad. La mayoría tuvo reacciones de repulsa y rechazo ante la concepción errónea de que este concepto se trataba de personas que mantenían relaciones con personas del mismo sexo.

A pesar del desconocimiento y la desinformación, hay estudios que apuntan a que puede encontrarse entre las más hostiles del mundo. La encuesta de 2007, reflejada en Cross-national Differences in Attitudes towards Homosexuality, mostraba que el 68% de la ciudadanía rusa consideraba que la homosexualidad era algo malo. En la encuesta The global divide on homosexuality reflejaba en 2013 que el 74 % de la ciudadanía rusa consideraba que las personas homosexuales no debían ser aceptadas por la sociedad, lo que indica un aumento en la visión negativa que podría venir dado por las legislaciones anti LGBTIQ+ y el auge de los discursos LGBTIQ+fóbicos que trajeron consigo.

 

La situación del colectivo LGBTIQ+ después de las “leyes contra la propaganda y la pedofilia”.

Estas legislaciones comenzaron a aprobarse en algunos estados desde 2006. En total, diez regiones ya habían prohibido la «propaganda de la homosexualidad» (algunas de ellas también incluían la «propaganda de la bisexualidad y transexualidad») antes de que en 2013 se incluyera una medida en toda la Federación rusa.

La ley federal conocida como contra la propaganda homosexual y pedofilia recibe el nombre oficial de ley «para el propósito de proteger a los niños de la información que aboga por la negación de los valores familiares tradicionales» y fue aprobada por unanimidad por la Duma el 11 de junio de 2013, con la abstención de un único miembro.

Esta ley modifica la ley de protección de la infancia del país y el Código de Infracciones Administrativas de la Federación Rusa, prohibiendo lo que denomina como distribución de «propaganda de relaciones sexuales no tradicionales» entre menores. Esto incluye los materiales que «suscitan el interés», «formen predisposiciones sexuales no tradicionales» con «ideas distorsionadas sobre el mismo valor social de las relaciones sexuales tradicionales y no tradicionales». Prohíbe, del mismo modo, la adopción por parejas del mismo sexo, hecho que se acabó trasladando también a la adopción internacional.

Desde su aprobación son numerosos los casos en los que se han reportado detenciones por inclumplimiento de esta ley, sobre todo en aquellas acciones de activistas LGBTIQ+ que han producido arrestos y multas que se han conocido de manera más mediática y que han ido entre los 4.000 y 100.000 rublos. Las personas extranjeras pueden ser retenidas en calabozo hasta 15 días para luego ser deportadas, o bien, multadas con hasta 5.000 rublos y luego deportadas.

El informe License to Harm. Violence and Harassment against LGBT People and Activists in Russia (2014) de Human Rights Watch da cuenta de las amenazas, el control, espionaje, secuestros, humillación y violencia que vive el colectivo, además de las detenciones. Las denuncias de los organismos internacionales, sin embargo, no están consiguiendo un cambio en la política y sociedad del país, a pesar de que una de ellas se trata de una resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos respecto a la violación por parte de Rusia del Convenio Europeo de Derechos Humanos al no reconocer de manera legal a las parejas del mismo sexo.

También la infancia está sufriendo graves consecuencias, no pudiendo contar con información acerca de la diversidad y siendo parte de una imposición ideológica de odio desde la más temprana edad. El documental Dyeti 404 (Niños 404), pone de relieve el impacto que esta Ley ha tenido en la infancia LGBTIQ+, siguiendo la vida de un grupo de adolescentes del colectivo después de la aprobación de esta legislación.

Uno de los aspectos más relevantes de esta ley es el impacto que ha generado en la opinión pública en contra de la disidencia sexo-genérica, combinando deliberadamente los conceptos de orientación sexual y pedofilia. Según un estudio de opinión pública realizado el mismo año de la aprobación legislativa, el 90% de la ciudadanía rusa apoyaba esta ley. Así, desde su aprobación se han organizado grupos contra la comunidad LGBTIQ+, destacando Okupai – Pedofilyai que se dedica a la “caza” de homosexuales (que nombran como pedófilos), a partir de perfiles falsos en internet. Este grupo de ideas abiertamente fascistas ha sido ampliamente denunciado por activistas, quedando sin ningún tipo de investigación policial ni judicial.

La LGBTIQ+fobia se observa del mismo modo en las instituciones y en los espacios de atención a la ciudadanía. Un estudio de 2014 reflejado en The State of Psychiatry in Russia, indicaba que el 62,5 % de 450 psiquiatras entrevistados en Rostov consideraban la homosexualidad como una enfermedad y el 75% estaba de acuerdo en que era un comportamiento inmoral.

 

Más lodo que nunca.

El 1 de abril de 2017 el periodico Novaya Gazeta publicó el artículo sobre el secuestro de alrededor de 100 hombres en la República de Chechenia (parte de Rusia) por motivos de su orientacion sexual. Un hombre llamado Maksim Lapunov fue liberado debido a que no pertenecía a la etnia chechena, y se comunicó con el periódico para contar lo que le había sucedido en el territorio de la República de Chechenia.

Resultó que desde febrero de 2017 se estaban produciendo redadas periódicas en Chechenia, durante las cuales las autoridades detenían a hombres “sospechosos” de tener relaciones homosexuales. Posteriormente, los detenidos eran internados en prisiones clandestinas, donde eran torturados, privados de alimentos y agua, con el fin de obtener información sobre las personas LGBTIQ+ que viven en la república. Luego, algunos de los detenidos fueron entregados a familiares con la recomendación de realizar un «asesinato por honor», mientras que el resto fueron ejecutados en los alrededores de la prisión.
Basada en la historia de Maxim Lapin, la BBC filmó el documental «Bienvenido a Chechenia», en el que por primera vez se utilizó la tecnología de cambio de caras para proteger a los participantes del proyecto. El propio Maxim, junto con su familia, se vieron obligados a huir a del país después de que las autoridades rusas se negaran a investigar lo sucedido. Pero incluso mientras está fuera de Rusia, Maxim continúa recibiendo amenazas y no puede sentirse seguro.

A pesar de esta situación en el territorio checheno, en 2019 se registró en Rusia la tasa de aceptación más alta hacia la comunidad LGBTIQ+ en los últimos 14 años. Este estudio elaborado por el Centro Levada mostraba que el 47% de la ciudadanía rusa estaba a favor de que las personas LGBTIQ+ disfrutaran de los mismos derechos. Una de las explicaciones a este resultado, fue la menor exposición mediática de discursos de odio hacia el colectivo en los medios de comunicación en los años previos a la encuesta.

Con diversas motivaciones, entre ellas reavivar las posturas de odio, en 2022 la ley contra la propaganda homosexual se vio ampliada de manera unánime para incluir toda «la negación de los valores familiares» y la promoción de «orientaciones sexuales no tradicionales» a cualquier grupo de edad, incluyendo por primera vez aspectos tránsfobos como la prohibición de acercar materiales que a los menores les genere un “deseo de cambiar su sexo”.

También prohíbe la “demostración” del comportamiento LGBTIQ+ y su apoyo en público como si se considerase un estilo de vida “normal”. Del mismo modo, veta expresamente toda publicidad, libros, materiales y películas que se considere que promueven esta “propaganda”. Las sanciones supondrían multas que oscilan entre 100.000 y 2.000.000 de rublos, es decir, entre 1.350 euros y 26.600 euros.

Hay quienes consideran que este endurecimiento legislativo está vinculado a la ocupación de Ucrania, con la intención de reafirmar los valores tradicionales rusos y oponerse de manera ideológica a todo lo que señalan como “occidental” o “europeo”.

 

El discurso de odio hacia el colectivo LGBTIQ+, un arma más de la invasión de Ucrania.

El 24 de febrero de 2022 se hizo pública la invasión de Rusia a Ucrania después de 8 años ocupando y reclamando por la fuerza parte de su territorio. Desde entonces, los ataques y el despliegue militar comenzaron a ser mayores tanto en crudeza como en extensión en el territorio ucraniano.

Algunos medios como gayru.info denuncian el aumento de la persecución de las personas LGBTIQ+ en las zonas controladas por los separatistas en Donbás desde el inicio de la ocupación. Ya en 2014 fue atacado el club gay Babilon de Donetsk por 10 personas armadas que dispararon cartuchos de fogueo al aire, robaron a quienes estaban dentro y gritaron amenazas e insultos LGBTIQ+fóbicos. En 2015, según el informe Violation of LGBTI Rights in Crimea and Donbass: The Problem of Homophobia in Territories Beyond Ukraine’s Control (2016), el viceministro de Asuntos Políticos de la República Popular de Donetsk había declarado que: «Se está extendiendo una cultura de la homosexualidad… Por eso debemos matar a todo aquel que esté implicado en esto». Este discurso también se ha observado en parte de la ciudadanía del territorio, con la negativa de una buena parte para acoger a personas LGBTIQ+ desplazadas por el conflicto.

Como vemos, las consecuencias de la guerra tienen un impacto diferenciado en las personas LGBTIQ+. En concreto, hay personas LGBTIQ+ que no están pudiendo salir de Ucrania, especialmente las mujeres trans que no han podido cambiar su documentación ante las exigencias del proceso y que ahora se ven atrapadas ante un posible reclutamiento.
En marzo de 2022, Naciones Unidas estimaba que más de 2.000.000 de personas habían tenido que huir de Ucrania. La mayoría de ellas lo han hecho hacia los países fronterizos de Polonia y Hungría, lugares en los que la población LGBTIQ+ se enfrentan a situaciones de discriminación.

Es importante destacar el papel de las entidades LGBTIQ+ y las personas activistas que se están articulando en estos países de acogida para garantizar la seguridad y protección de las personas refugiadas LGBTIQ+ ante gobiernos vulneradores de derechos.

El activismo LGBTIQ+ en Rusia también se enfrenta a una enorme hostilidad, motivo por el que muchas personas han tenido que huir del país y solicitar protección internacional. La Red Rusa LGBT trabaja para garantizar la protección de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en el país, siendo la mayor organización LGBTIQ+ de Rusia y la primera de carácter internacional. Estas y otras entidades hacen frente a las vulneraciones que se están viviendo en Rusia, donde los derechos de la comunidad LGBTIQ+ están siendo utilizados como un arma más de la guerra.

 

* Daria Kornilova es activista por los derechos LGBTIQ, refugiada de origen ruso. Co-fundadora del colectivo de personas LGBTIQ+ refugiadas Valores Multicolor, y mediadora intercultural en CEAR. Puedes encontrar más información sobre Daria en Linkedin.

Derechas y derechos

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Un hogar seguro para la juventud LGBTIQ+ en Albania

Por Tamara Gámez Ramos, de @AltramuzEditorial

 

El 20 de enero de 1995, tras la presión internacional del Consejo de Europa y de ILGA Europe (Asociación Internacional de Gays y Lesbianas), el Parlamento albanés despenalizó las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo.

La Constitución de 1998 amplió la protección de los derechos humanos con una cláusula específica sobre la lucha contra la discriminación, que incluye el género como motivo de no discriminación, y será la Ley de Protección contra la Discriminación, aprobada en 2010, la que prohíba la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género. El Código Penal fue modificado en 2013 e incluye la orientación sexual y la identidad de género como circunstancias agravantes en los casos de delitos de odio (artículo 50j).

Legislar a medias, discriminar sin medias tintas.

A pesar de los avances aparentes en relación con la protección de las personas LGBTIQ+, la ley en Albania no permite las uniones entre personas del mismo sexo, y las personas trans que lo desean no pueden acceder al tratamiento hormonal ni cirugías.

A esto se añade que el trato hacia las personas LGBTIQ+ por parte de profesionales de la salud es frecuentemente discriminatorio, según apuntan Informes como Community (Self) Organizing of Transgender Movement in Wester Balkans Region (2021). Las personas trans se enfrentan a menudo a la discriminación o la denegación de la atención sanitaria. El personal médico carece de formación de las identidades trans y, por ello, suelen ser percibidas con sospecha, realidad que se hace aún más compleja para aquellas personas que se han sometido a una cirugía de reasignación de sexo en el extranjero y ahora residen en Albania.

El trato discriminatorio por parte de las instituciones genera que el colectivo LGBTIQ+ tenga un nivel de confianza muy bajo en las mismas. Como resultado, y siguiendo el informe Challenges Faced by the LGBTI Community in Access to the Justice System (2018), de la entidad LGBTIQ+ albanesa Streha, las personas del colectivo se encuentran desinformadas sobre los recursos existentes en el país y no conocen dónde pueden acudir en caso de necesitar ayuda.

Este trato discriminatorio no solo sucede en las instituciones y el sistema sanitario, sino que se trata de una situación generalizada. Según una investigación realizada en 2018, hubo 450 casos de discriminación reportados en un solo año (Informe sobre la situación de la comunidad LGBTI en Albania, Aleanca 2018).

Un estudio del Consejo de Europa en 2021 destacaba que dos tercios de los incidentes de incitación al odio en Albania se dirigían a las personas LGBTIQ+. Así, la encuesta de la entidad LGBTIQ+ Aleanca de este mismo año indicaba que el 79% de las personas encuestadas podría abandonar Albania debido a la discriminación.

Discursos LGBTIQ+fóbicos a viva voz.

Añadidos a la discriminación en los espacios de participación, se encuentran los ataques de odio por parte de grupos religiosos, personajes mediáticos, políticos y ciudadanía general, tanto en la televisión nacional como en redes sociales y el resto de medios de comunicación, que fomentan los estereotipos negativos y prejuicios hacia las personas LGBTIQ+. Estos, a menudo, se acompañan de la idea de que la homosexualidad es una norma social importada de países occidentales. Las entidades LGBTIQ+ indican el fuerte impacto cuando estos mensajes de odio se articulan en las redes sociales, por la inmediatez y la repercusión, lo que va en detrimento de los esfuerzos que las organizaciones hacen de manera cotidiana para sensibilizar a la población.

En junio de 2021, la periodista Blerta Tafani hizo varias declaraciones homófobas en televisión, con afirmaciones como: «Es una gran desgracia [que una persona LGBTIQ+] dé a luz a un niño»; “las personas LGBTI quieren eliminar la palabra madre”; «la vida con dos padres no funciona, la vida con una familia gay se acaba”. Las cuentas de las redes sociales de la activista LGBTIQ+ cofundadora de Aleanca kunder diskriminimit LGBT+» (Alianza contra la discriminación de las personas LGBT+), Xheni Karaj, fueron bloqueadas en su intento de denunciar públicamente estas declaraciones.

En noviembre del mismo año, el fundador de la Coalición para la Familia Tradicional, el pastor Akil Pano, organizó un acto en su iglesia donde la periodista italiana Nausica Della Valle compartió sus experiencias como «ex lesbiana curada» por la Iglesia. Como resultado de este evento, Pano y Della Valle dieron una entrevista en la televisión nacional declarando que la homosexualidad puede ser curada.

Las entidades que trabajan con personas LGBTIQ+ en Albania expresan encontrarse ante un colectivo con mucho estrés y alta incidencia de problemas de salud mental como resultado de la intimidación, las amenazas y discursos de odio generalizados en el país. Esto tiene un impacto añadido en la juventud, en la que observan un mayor aislamiento y una baja autoestima.

La juventud expulsada por la LGBTIQ+fobia.

La juventud LGBTIQ+ es la que enfrenta mayores dificultades. Las entidades cuentan con obstáculos para trabajar con el Ministerio de Educación y no se han producido avances en la inclusión de temas relacionados con los derechos LGBTIQ+ en los planes de estudios. Una investigación de Aleanca kunder diskriminimit LGBT+ con estudiantes de secundaria y personas universitarias LGBTIQ+ indica que el 65% siente inseguridad en la escuela, el 93% ha escuchado insultos LGBTIQ+fóbicos en el Centro Escolar muy a menudo y casi un tercio ha abandonado o cambiado de colegio debido al acoso.

En el mercado laboral, ser joven y LGBTIQ+ ahonda en el desafío de la disidencia sexo genérica para acceder y mantener un empleo. Una encuesta realizada en 2018, indicaba que solo 231 de las 734 personas LGBTIQ+ encuestadas se encontraba trabajando y la mayoría de ellas expresaba temor a ser expuestas, discriminadas y/o despedidas por ser LGBTIQ+, no hablando abiertamente sobre su orientación sexual y/o identidad de género en el entorno laboral (Informe sobre la situación de la comunidad LGBTI en Albania, Aleanca 2018).

Adelajda Alikaj, directora de Streha Center, indica el acceso a la vivienda como una de las principales dificultades que las personas LGBTIQ+ están experimentando en la actualidad. Este impacto corresponde a tres realidades, en primer lugar, la discriminación en el acceso al mercado de la vivienda, especialmente hacia las personas trans, reportando casos de negativa por parte de las personas propietarias a arrendarles por su pertenencia al colectivo LGBTIQ+. En segundo lugar, encontramos la LGBTIQ+fobia, desencadenante de la expulsión del hogar que se ha visto exacerbada a partir de la pandemia de COVID-19 cuando muchas personas LGBTIQ+ tuvieron que permanecer con familias inseguras, expuestas al rechazo y a la violencia. En tercer lugar, la discriminación en ámbitos como el laboral supone una situación de mayor empobrecimiento que limita el acceso a la vivienda; esto se ha visto acrecentado por la situación económica actual y el aumento en los precios de los alquileres.

Adelajda, quien lleva más de tres años en la entidad y es activista por los derechos del colectivo, destaca que “el primer gran problema que enfrentan las personas LGBTI+ en Albania es la marginación y la exclusión social en casi todas las áreas de la vida; el segundo gran problema son los estereotipos negativos de las personas LGBTI+ por parte de la sociedad albanesa en general”. La directora de Streha ha formado parte este año de Defenders´ Days, una de las mayores conferencias del mundo en la que se encuentran cada dos años 200 defensores de los derechos humanos de los cinco continentes. En su experiencia, la lucha por los derechos LGBTIQ+ en el país sigue siendo un asunto casi exclusivo de la disidencia sexo-genérica y las entidades del colectivo, sintiendo una ausencia de apoyos ante situaciones como las agresiones LGBTIQ+fóbicas.

Streha, construyendo hogares seguros para la juventud LGBTIQ+.

Streha es la entidad LGBTIQ+ que gestiona el primer y único centro residencial para jóvenes LGBTIQ+ sin hogar en Albania y en la región de los Balcanes. Una organización de base con sede en Tirana que prioriza la vivienda segura y trabaja para empoderar a la comunidad LGBTIQ+ proporcionando apoyo de emergencia, refugio, asistencia legal, asistencia médica y psicológica, ayuda en el empleo y apoyo en la cobertura del alquiler.

El Centro Streha fue seleccionado en 2020 como una de las 17 mejores prácticas de servicios de vivienda en Europa, y la red IRIS, que conecta a más de 200 organizaciones que prestan servicios sociales en la región de los Balcanes Occidentales, seleccionó a Streha en 2021 como caso de estudio por sus buenas prácticas.

«No pueden esperar más» Las 10 claves de la Ley Trans

Por Apoyo Positivo

 

Desde el blog Apoyo Positivo se comparte Las 10 claves de la Ley Trans, un decálogo para comprender mejor el porqué esta ley es necesaria y cuáles son sus puntos fundamentales:

 

Octubre llega a su fin y con él llega el día en el que celebramos el cuarto aniversario del día en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó la transexualidad de su lista de trastornos mentales. Aunque esto supuso un gran paso en la vida de las personas trans, no fue, ni mucho menos, el final del camino, todavía no se ha conseguido quitar de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) que la transexualidad sea considerada como una “incongruencia de género”.

La eliminación del estigma es un camino largo, pero no por ello vamos a dejar de recorrerlo todes juntes y cualquier paso en esa dirección debe ser celebrado.

Al hilo de todo esto, y algo que muches nos preguntaís a través de las redes sociales y en nuestros centros CASA es sobre la Ley Trans, pero ¿qué es lo que está pasando con la ley Trans?

No vamos a empezar la casa por el tejado y antes de entrar en toda la polémica, vamos a repasar juntes los 10 puntos clave de esta propuesta de ley, conocida por todes como la ley trans, cuyo nombre es 121/000113 Proyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.

1. Autodeterminación
La polémica está servida y todo por una mala interpretación del documento. La frase “autodeterminación de la identidad sexual y expresión de género” ha enfrentado a feministas y personas trans, o al menos eso nos hacen creer.

En palabras de la propia Irene Montero sobre la libre determinación de la identidad de género y su despatologización:

«El Estado reconoce a las personas trans su derecho a ser quienes son, sin que medien testigos, sin que medie la obligación de hormonación durante 2 años y sin ningún informe médico que tenga que decir que son personas enfermas.»

2. Derechos y violencia machista
¿Cuál es el temor de un grupo reducido de feministas? Que el término no binario pueda resultar prejudicial a la hora de hablar de violencia machista contra las mujeres, pero la ley trans tiene en cuenta esta y otras casuísticas:

“La rectificación de la mención registral relativa al sexo y, en su caso, el cambio de nombre, no alterarán el régimen jurídico que, con anterioridad a la inscripción del cambio registral, fuera aplicable a la persona a los efectos de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.”

Por lo que la ley trans no afecta en absoluto a lo establecido por la Ley Integral contra la Violencia de Género.

3. Despatologización
La autodeterminación no se puede entender sin el concepto de despatologización. A día de hoy, para que una persona pueda cambiar su nombre y sexo en su documentación identificativa necesita el informe de un profesional de la salud mental que indique que la persona sufre “disforia de género”, término que la OMS modificó por “incongruencia de género”.

La ley trans garantiza que las personas trans puedan cambiar su documentación, si así lo expresan, sin necesidad de ningún certificado médico.

4. Personas no binarias
No todas las personas trans se identifican con el binarismo de género construido en torno al hombre y la mujer, aquellas personas que no están de acuerdo con el género que le asignaron al nacer, pero que tampoco se identifican ni como hombre ni como mujer, son conocidas como personas no binarias y aunque este reconocimiento no figuraría en el DNI, NIE o pasaporte, las personas que sí lo deseen pueden “omitir la mención relativa al sexo” en sus documentos.

5. Menores
En las personas trans menores el derecho a la autodeterminación y la ley trans se apoyan en una sentencia del Tribunal Constitucional de 2019 en la que se dictamina que los menores con “suficiente madurez” y “en situación estable de transexualidad” podrán realizar los cambios necesarios para adecuar sus datos.

En base a esta sentencia, la ley trans establece tres franjas de edad:

A partir de 16 años: la persona es libre de autodeterminarse.
Entre los 14 y los 16 años: requiere el consentimiento de los padres.
Entre los 12 y 14 años: debe ser un juez el que lo determine siempre que tenga el consentimiento de sus padres.
En caso de los menores de 12 o aquellas personas “con capacidad de obrar modificada judicialmente” deberán ser solo a través de sus representantes.

6. Educación
Según la nueva Ley, además de les compañeres y familias, el personal docente y del centro deben “respetar su imagen física, la elección de su indumentaria y el acceso y uso de las instalaciones del centro educativo conforme a su identidad de género”.

7. Ámbito sanitario y reproducción binarias
La cirugía de reasignación de género pasa a estar incluido también “en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud”. ¿Qué incluye este cambio? “Tratamiento hormonal, terapia de voz, cirugías genitales, mamoplastias, mastectomías y material protésico”, según el texto de la Ley.

La ley también recoge que toda persona “con capacidad de gestar” pueda acceder también a los tratamientos de reproducción asistida.

¡OJO! Que estos servicios estén disponibles no quiere decir que sean obligatorios y siempre irán de la mano de una supervisión médica. La autodeterminación de género no lleva consigo ningún proceso quirúrgico ni hormonal, estos solo estarán disponibles para aquellas personas que lo soliciten.

8. Personas extranjeras
Una de las reivindicaciones del colectivo trans que se incorporan en esta ley es el derecho de las personas a registrar su entrada al país en función de su autodeterminación, siempre y cuando “acrediten” la imposibilidad de hacerlo en su país de origen o que ponga en riesgo su vida o su integridad física.

Con respecto a las personas de otra nacionalidad que no sea la española, pero sean residentes en España, también se les reconocerá los mismos derechos, con independencia de su situación administrativa.

9. Deportes
Con todas las polémicas que surgen cada vez que una persona trans gana en alguna competición deportiva (porque las polémicas sólo surgen cuando ganan), era necesario que la ley trans se pusiera manos a la obra.

Como ya se estipulaba en el Comité Olímpico Internacional en 2016, las personas trans tienen derecho a participar de los equipos e inscribirse en competiciones sin las llamadas verificaciones de sexo, que quedan totalmente prohibidas. Las personas menores de 16 años podrán participar en la categoria “de acuerdo con su elección de identidad de género”.

10. Prisiones
En el ámbito de las prisiones, las personas trans ingresarán en prisión “conforme a su sexo registral”, si ya han procedido al cambio en la documentación. No obstante, si por razones de seguridad e integridad la persona deseará ser internada en una cárcel del sexo opuesto al registrado, también se permitirá.

Del mismo modo, las personas, independientemente de si han finalizado o no la tramitación de sus documentos, deben ser tratadas conforme a su autodeterminación. Asimismo, podrán “iniciar o continuar” los tratamientos de cambio de sexo incluso estando en prisión.

Estos son los 10 puntos principales de la Ley trans, y aunque nos hacen creer que alguno de ellos son polémicos, el texto recoge de forma muy completa todas las posibilidades y los debates que se reproducen en los medios de comunicación, nada tienen que ver con la realidad de la ley ni la de las personas trans.

Tal y como ha dicho Irene Montero tras el último retraso en la aprobación de la misma.

“Sus derechos no pueden esperar más, nos vamos a dejar la piel”

Históricas LTB: Marielle Franco #OrgulloyMemoria

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#MujeresBisexuales

Este mes en @1decada10 recordamos a mujeres extraordinarias LTB que hicieron historia #OrgulloyMemoria con la serie #HistóricasLTB

Política, negra, pobre, bisexual, feminista y activista por los derechos humanos. Marielle Franco nació  en una favela de Río de Janeiro el 27 de julio de 1979.  De familia humilde, con once años se puso a trabajar para ayudar en su casa. Se definía como “mujer feminista, negra e hija de favela”. Nunca quiso olvidar sus orígenes y puso la pobreza y la desigualdad en el centro de su lucha política. Esto le costaría la vida.

Se graduó en Ciencias Sociales por la PUC-Río y tenía un máster en Administración Pública por la Universidad Federal Fluminense (UFF). Comenzó su militancia en la defensa de los derechos humanos y contra acciones violentas en la favela tras  la muerte de una amiga, víctima de una bala perdida, durante un tiroteo que involucró a policías y traficantes de drogas en el Complejo de la Marea, barrio donde Marielle nació y vivió

Marielle dio a luz a su primera y única hija en 1998 cuando tenía 19 años. Crió a su hija sin la ayuda del padre y trabajó como maestra de preescolar con un salario mínimo. Lee el resto de la entrada »

Hablando de visibilidad y representatividad TRANS

Apoyo Positivo

 

Cada 31 de marzo, desde 2009, se conmemora a nivel internacional el Día de la Visibilidad Trans, jornada que surge de manos de Rachel Crandall con el objetivo de visibilizar y sensibilizar sobre la situación de las personas trans en la sociedad y la negación continuada de derechos a la que están sometidas.

En Apoyo Positivo trabajamos a diario para mejorar las condiciones de vida de las personas trans y sus entornos cercanos, amigues y familias, su acceso en salud y la protección necesaria dentro de los entornos educativos, y aprendemos también a diario a dejar el espacio necesario para que sean ellas las que tracen el camino a la plena inclusión y representatividad. Porque hasta el momento, no sólo existe una vulneración de derechos fundamentales hacia el colectivo trans, sino que además socialmente cuesta todavía comprender las diferentes realidades que forman parte de nuestro paraguas trans, y la invisibilidad de algunas de ellas se muestra aún mayor, debido a los marcos y referentes patriarcales que han reflejado a las personas trans históricamente.

En nuestras acciones alrededor de este día en 2022, hemos querido dar voz a distintas visiones trans de personas creativas que participan en nuestros proyectos de innovación comunitaria, hablando de su transición, de esa visibilidad y de su realidad diaria.

Por un lado, os traemos una entrevista con Afioco y Ondina, directore y actore de NO BINARIO, primer capítulo de LOCURA, la 4ª Temporada de nuestra serie INDETECTABLES (que ya podéis ver en abierto en nuestra web!), para explorar con elles las identidades no binarias y trans masculinas y la visibilidad social, laboral y cultural que tienen en España.

Hablamos mucho de mujeres trans, pero ¿qué ocurre con otras identidades? ¿Hombres trans, personas no binarias,…?

 

Y, ¡como regalo sorpresa!, os traemos un adelanto de la quinta temporada de INDETECTABLES.

VIEJES aborda como temporada los problemas de la diversidad en la etapa adulta, cuando en muchas ocasiones vuelven los armarios, y se acentúa un componente cada vez más común en nuestra sociedad como es la soledad, que se agrava aún más en las personas diversas, LGTBIQ, VIH, etc.

Una entrevista a Laura Frenchkiss y Koko, dos artistas y personas trans de diferentes generaciones que muestran las diferentes caras de la diversidad en una visión intergeneracional.

Queremos dedicar esta pieza a la memoria de Laura Frenchkiss que llenó nuestras vidas, actividades y nuestra CASA Torremolinos de su alegría y energía.
Que el viaje te sea leve.

 

Inmensas gracias Afioco, Ondina, Laura y Koko.

Si como persona trans necesitas asesoramiento o ayuda, siempre puedes contactarnos: diversidad@apoyopositivo.org

 

¿Estará dispuesto Casado a derogar el matrimonio igualitario para ser presidente con el apoyo de Vox?

Pablo Morterero (@pabloMorterero)

 

En España, centenares de miles de personas LGTBI estamos expectantes a la reacción de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ante la anunciada presentación de una propuesta de Ley en la Asamblea de Madrid, por parte de Vox, para derogar las leyes autonómicas LGTBI y trans.

Vox nunca ha ocultado que una parte fundamental de su proyecto radical es acabar con algunos derechos humanos que hemos conseguido en los últimos años, no solo en el campo de la orientación y la identidad sino también en el campo del género. Por eso, no ha sido una sorpresa el anuncio de la formación radical de ultraderecha, pero sí ha generado preocupación el momento y el lugar anunciado para presentar la propuesta de Ley.

La presidenta de la Comunidad de Madrid nunca ha ocultado sentirse cómoda con muchos de los postulados de la formación radical, y ha hecho continuos guiños a su electorado para conseguir una mayoría suficiente para gobernar. Escorarse tanto a la ultraderecha, ha hecho que la única opción parlamentaria del gobierno de Díaz Ayuso para sacar adelante las leyes en la Asamblea de Madrid sea el concurso de la formación radical de ultraderecha. Hace unos días se formalizó el pacto para los Presupuestos de la Comunidad para 2022, y justamente después, Vox anunció la presentación de la propuesta de Ley.

La deriva de la gran formación política de centro-derecha española hacia una posición radical de ultraderechas es preocupante. Porque cada vez más, se verá condicionada por la formación radical ultraconservadora, que además necesita diferenciar su discurso político respecto a un PP escorado hacia la ultraderecha, radicalizándolo.

Si la señora Diaz Ayuso acepta el envite, y acepta derogar o modificar las leyes trans y LGTBI, no solo salen perjudicadas las personas LGTBI madrileñas y sus familias, sino las de todo el país. Porque fortalecidos por el éxito, el siguiente objetivo serán las leyes del resto de Comunidades Autónomas, y el premio “gordo”: el matrimonio igualitario.

No podemos olvidar que el PP no solo se opuso al matrimonio igualitario en las Cortes Generales si no que también presentó un recurso de inconstitucionalidad, finalmente rechazado por el Alto Tribunal. Y es que la derecha española nunca se ha sentido cómoda con extender la institución matrimonial a las parejas de dos personas del mismo sexo. Porque enfrenta el espíritu liberal existente en la formación de centro derecha, con el neoconservador que ido ganando posiciones en las últimas décadas.

Cada pacto que firma el PP con Vox, es un eslabón más de la cadena que ata a la formación de centro-derecha al programa radical ultraconservador. Tras gobernar comunidades autónomas como Andalucía, Castilla-León, Madrid o Murcia, y decenas de ayuntamiento, en las próximas elecciones generales, donde presumiblemente el candidato “popular” sería Pablo Casado, cualquier posibilidad para gobernar en minoría pasará inevitablemente por un pacto con el partido de Santiago Abascal.

Y ya sabemos cual será una de las “piezas” que querrá cobrarse el lobby político ultraconservador radical: el matrimonio igualitario. ¿Será capaz Casado de renunciar a gobernar y facilitar un gobierno de centro-izquierda, por no “sacrificar” el matrimonio igualitario?

Por eso es tan importante el éxito de la movilización del próximo 15 de diciembre en diferentes partes de España contra la anunciada petición de derogación de las leyes madrileñas trans y LGTBI. Solo si el PP asume que ceder y sacrificar derechos de las personas LGTBI y sus familias en el altar de la gobernabilidad con Vox supone la pérdida de una parte importante de su electorado más liberal, podemos asegurar que una posible mayoría de centro-derecha en las próximas Cortes Generales no suponga el fin del matrimonio igualitario.

Porque si no, lo que nos queda es rezar. Para aquellos que tengan fe, naturalmente.