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Ven

Por Sara Levesque

 

La quería cerquita para decirle:

«Ven, cielo, que estás muy guapa para andar lejos. Ven y mátame de ganas al desnudarte. Ven a sacarme los colores de mi vida gris. Ven a la cama, pero no a dormir. Desvístete hasta la piel, despega mi ropa y ven. Deja que te coma y te devore, y luego hazlo tú, corazón. Ven a vivir encima de mí empezando por abajo. Vamos a jodernos en el buen sentido. Une tus labios a los míos, y no hablo de la boca. Acopladas, empapadas, ven y enlázate conmigo. Las perlas de tus pechos creciendo con mi lengua. Tu sonrisa viciosa y tus curvas dementes. Ven, y si te vas, no olvides volver».

Pero ella fue más rápida que mis palabras y me preguntó si quedábamos en la calle Goya y creí ganar un premio. El premio de verla. De que quisiera estar conmigo. Pero al hablar, me bajó de las nubes de un tortazo, porque el Goya lo había ganado otra candidata. Aquel día charlamos de tonterías durante un rato ante un par de humeantes cafés. Sería lo único que me calentaría, por lo visto. Con la taza en la mano, fingí saber aguantar el equilibrio.

Al despedirnos, me miró igual que siempre. Levantando las cejas como diciendo «en fin». Quise despedirme de ella como en las grandes películas, cortándote la respiración con un beso de cine. Nada de lágrimas salvo las oportunas, cuando ya estuviera demasiado lejos como para distinguirlas. No montar una escena, solo un guion que yo escribiría y, por supuesto, luego no seguiría. No gané ni el premio a la peor actriz secundaria. Ni siquiera estuve nominada. Lo que vivimos fue el tráiler de una película que nunca llegará a estrenarse.

Ahora son las musa menos cuarto de la madrugada. Ahí es donde estoy: en mi cuarto. Me vuelvo loca, deliro, suspiro, apenas respiro, solo de pensar que puede que esté por la ciudad sin acordarse de mí. Me pone del revés saber que yo he desquiciado todos los segundos del reloj pensando en su sonrisa y a ella el verme no le corre ninguna prisa.

Aquí me he atascado, esperando a que la pieza que le falta a mi corazón encaje por sí sola. Evocando la curva de su boca y el sentimiento que aún me provoca. Recuerdo que se me paró el corazón para dejarla entrar en condiciones. Y también cómo hacer el amor con ella debía equivaler a explotar de placer, empapando de erotismo toda la cama, desde su piel hasta la almohada. Ahora solo me queda menosturbarme.

En aquel tiempo sabía que nunca más pasaría frío porque me abrigaba con un montón de sueños que empezaban dentro de sus ojos.

Recuerdo una etapa en que nos íbamos a tomar algo y lo fue aplazando hasta que le vino mal quedar porque se había mudado de país. Que ese café que pensábamos compartir ya debe estar tan frío que sabrá a no.

«Mantengámonos juntas», nos decíamos en la época en que nos veíamos. Era casi como un mantra. Palabras con que nos cubríamos de los pies a la garganta. El tiempo nos cambió, como a la gran mayoría. Tras una rutina capciosa, ella por su lado; por el mío yo moría. Un rumbo en cada mano, ¿en cuál se escondía la victoria? Así es el ser humano.

Punto y final de la historia.

© Sara Levesque

 

Maestro

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Maestro es una película estadounidense estrenada en 2023 dirigida y protagonizada por Bradley Cooper que narra algunos retales de la vida del compositor y director de orquesta Leonard Berstein. La cinta en un principio la iba a dirigir Steven Spielberg, pero finalmente se la cedió generosamente a Cooper quien también se mete en la piel de Berstein. Le acompaña en la historia, Carey Mulligan que interpreta a la actriz chilena Felicia Montealegre, esposa del compositor. Algunas partes de la historia se han omitido a través de elipsis por respeto a los hijos de Berstein, que dieron su aprobación a la película. Estamos ante una historia de amor que se sostuvo a lo largo del tiempo a pesar de las relaciones que el músico, que era bisexual, mantuvo con otros hombres durante su matrimonio con Felicia. Bernstein estaba muy enamorado de su esposa, tal y como aseguró a ‘The New Yorker’ la hija de la pareja, Jamie: Él no podía vivir abiertamente como un hombre gay, pero tampoco podía dejar de amar a su esposa, y se sentía terriblemente culpable por lo que hizo pasar a Felicia. Ambos aprendían y encontraban estabilidad e inspiración en el otro.

La cinta comienza en blanco y negro, con un plano secuencia que nos traslada junto a Berstein desde la intimidad de su piso hasta el Carnegie Hall dónde dirigirá por primera vez a la Filarmónica de Nueva York sustituyendo al indispuesto director titular. Sin tiempo para ensayar, Bernstein asume la batuta con brillantez en lo que supone su salto al estrellato con veinticinco años. Enseguida aparece ocupado escribiendo la banda sonora de un musical, On The Town (En la ciudad). Cooper y Josh Singer, evitan contar todos y cada uno de los triunfos y dificultades de Bernstein en el guión. En cambio abordan un estudio profundo del personaje con sus luces y sus sombras.

Ha sido discutida la bisexualidad del músico, pero la película parece dejarlo claro desde el principio cuando, tras una escena en la que aparece el director en su apartamento con otro hombre, vemos en el plano siguiente, a la adinerada actriz chilena Felicia Montealegre, que a la postre se convertiría en su mujer. Felicia quiere mantener a raya la vanidad de Berstein y le dice al principio de su carrera: No lo olvides, eres un hombre. Algo parecido le decían a los emperadores romanos cuando celebraban públicamente sus triunfos: Recuerda que solo eres un hombre. Felicia siempre fue consciente de la atracción de Berstein hacia los hombres: Sé perfectamente quien eres, le dice, aun así le pregunta ¿Y si Lo intentamos? Los primeros momentos de su romance se presentan como un melodrama en blanco y negro de los años 40, un torbellino de diálogos ágiles, ritmo acelerado y secuencias oníricas.

En una entrevista concedida a la revista Varety el 8 de diciembre de 2023, Cooper comentaba: Siempre he creído que podría interpretar a un director de orquesta, pero ¿puedo investigar y ver si puedo escribir y dirigir yo la historia? El actor contó que estuvo seis años aprendiendo a dirigir para poder dominar la batuta en la cinta durante seis minutos y 21 segundos de música. Se trata de una escena en la que Leonard Bernstein dirige a la Orquesta Sinfónica de Londres, por lo que el intérprete se aprendió todos y cada uno de los movimientos para replicar la escena.

Bradley Cooper se sumergió a fondo en la preparación de su papel: Yo amaba la dirección desde pequeño, pero me refiero a jugar a que dirigía. Le pedí a Santa Claus una batuta cuando tenía como ocho años y dirigía todo el tiempo, porque en mi casa siempre se escuchaba música clásica. El actor también reveló que durante su tiempo en la escuela de posgrado, escribió un monólogo sobre un director de orquesta, consolidando aún más su conexión con esa figura: Sabía que había pasado tanto tiempo creyendo que era un director que, si en algún momento tenía la oportunidad de interpretar a uno , ya habría estado ensayando durante años, aclaró.

En su investigación para dar vida a Berstein, Cooper obtuvo grabaciones exclusivas del maestro que le permitieron conocer de una forma más precisa su manera de dirigir. Además, descubrió la profunda conexión de Bernstein con la música de Gustav Mahler, lo que marcó un punto de inflexión en su enfoque para construir el personaje.

Él (Leonard) amaba a Gustav Mahler y cuando estaba investigando su vida, por alguna razón, nunca escuché la música de Mahler y no sé cómo se me pasó. Para mí es la música más poderosa que he escuchado en mi vida y él la dirigió. Hay un video de él dirigiendo en una catedral y encapsula todo lo que debes saber sobre él como director. Pensé: ‘si puedo aprender a dirigir como lo hizo en esos seis minutos, ese puede ser el pilar de la película’, explicó.

La conexión de Bernstein con Mahler y su dirección apasionada fueron la guía que siguió Cooper para dar vida al aclamado director de orquesta.

Bradley Cooper también asistió a la Filarmónica de Los Ángeles bajo la dirección de Gustavo Dudamel, quien dirigió la misma pieza que Bernstein. Se comprometió con el papel desde el primer ensayo hasta el último, sumergiéndose de lleno en el mundo de la dirección orquestal. Tres años y medio después, viajé con él a Berlín y pasé dos semanas en su compañía y la Filarmónica de Berlín, agregó Cooper. Esta experiencia le permitió comprender mejor a Berstein y solidificó su capacidad para capturar el talento del legendario director en la pantalla.

Además contó con la colaboración de Yannick Nézet-Séguin, director musical del Metropolitan Opera, quien desempeñó un papel esencial en la conexión musical entre ambos. Durante toda la grabación de la película, Séguin estuvo presente para proporcionar orientación y dirección. También creó videos para respaldar la preparación de Cooper. Me guiaba desde un auricular para asegurarse de que estaba en el tempo correcto, contó.

La cuestión antisemita también está en la cinta. En una escena a Berstein le recomiendan que cambie su apellido para no parecer judío porque eso sería un obstáculo en su carrera. Además ya le advierten que para triunfar su vida deberá ser intachable. Esto le llevaría a mantener siempre en secreto sus relaciones con otros hombres. Esas relaciones eran conocidas por su mujer, que, en un momento, al encontrarlo en actitud cariñosa con otro hombre, le advierte: Te estás descuidando. Otra de las escenas que muestra la bisexualidad del compositor sucede en la ópera donde Berstein toma la mano del joven que se sienta a su izquierda mientras su esposa, a su derecha, lo observa con evidente disgusto. En otro momento de la cinta, Felicia le advierte: Si no vas con cuidado, morirás siendo una vieja reinona solitaria.

En la cinta, varios planos sobrios en los que únicamente aparece Felicia, expresan a la perfección su soledad. Sobre las relaciones de Berstein con otros hombres, su mujer advierte al músico que no se atreviese a contarle a su hija la verdad de los rumores que planean sobre él. Entonces Berstein niega a su hija que esos chismes que ha oído sobre su sexualidad sean ciertos.

Respecto a la puesta en escena, la cinta combina formas de cine clásico con notas más contemporáneas. Es una película de escenas ambientadas en un entorno bohemio de Nueva York. Maestro transita por varias épocas sin necesidad de flashbacks. El maquillaje de los actores va anunciando el paso del tiempo. Respecto a la caracterización del protagonista, hay que apuntar la polémica desatada a raíz de la prótesis de nariz que utiliza Cooper porque surgieron voces críticas que lo consideraron un gesto antisemita.

Cooper realiza un homenaje a los musicales de Berstein introduciendo en la cinta pequeños fragmentos de West Side story y Un día en Nueva York.

En la conversación que Berstein mantiene con un periodista durante la película, se define la relación que el director mantiene con la música:

La música es lo más grande que puedo hacer. Amo tanto la música que me aferra a la vida cuando estoy deprimido y puedo estar muy deprimido Amo tanto a la gente que me cuesta estar solo, y eso para componer es complicado. Tengo que creer que siempre, en un remoto lugar de mi alma hay una salida. Sin embargo, Felicia le reprocha que se sube a la tarima solamente para restregarles su talento: Tu verdad te hace fuerte y valiente pero nos impide a los demás vivir con fuerza y valentía, le espeta .

Su forma de entender la vida queda reflejada en lo que les dice a los músicos de su orquesta:

A medida que se acerca la muerte, un artista debe desprenderse de todo lo que le coarta. Un artista debe entonces dedicarse a crear todo el tiempo que le pueda quedar en absoluta libertad. Tengo que hacer esto para mí mismo tengo vivir que vivir todo el tiempo que me queda de vida, sea o mucho, exactamente como yo quiera, mucha gente piensa así hoy en día.

Berstein no solo fue un director, fue un compositor y un pianista y todo lo hizo con excelencia. También fue un gran comunicador que hizo mucho por cambiar la visión que tenía el público en general de la música clásica. La cinta cuenta el talento musical de Berstein sin dejar de lado sus momentos más íntimos que describe con naturalidad.

 

La amiga de mi amiga

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Película española de 2022 dirigida por Saida Carmona que cuenta las vicisitudes de una pandilla de lesbianas treintañeras, muchas de las cuales son amigas en la vida real de la directora. Las protagonistas viven como si tuvieran veinte años, saltando de unas relaciones a otras, enredándose entre ellas en busca del amor, que es de lo que, en realidad, están enamoradas. Esta es una cinta con look amateur y vocación underground rodada en 11 días. Un homenaje a Eric Rohmer y a la nouvelle vague. La realizadora adapta la fórmula de Rohmer a su mirada personal sobre el cine, la vida y las relaciones , dándole a la historia un toque queer con la frescura que envuelve todo el metraje y sin que esa naturalidad refleje descuido en la factura.

Esta historia empieza cuando Zaida, después de una ruptura, vuelve a Barcelona y se encuentra con Rocío, su amiga, que tiene una novia, Lara, que tiene una amiga Aroa, que tiene una novia, Julia. A Zaida le gusta Lara, pero también Aroa. Julia deja a Aroa para enrollarse con Rocío. A Rocío le gusta Julia pero no quiere dejar a Lara y Lara está hecha un buen lío. Además cantan y juegan al tenis y van al cine…

Según contó Zaida Carmona a Ana Satchi en el programa Artisteando de InOutRadio, todo surgió, como tantas cosas, en confinamiento .Yo tenía un guión escrito, pero era muy difícil de rodar con los escasos, nulos medios que tenía. Necesitábamos financiación y entonces, un buen amigo, Marc Ferrer me dijo: ¿Por qué no escribes sobre tu entorno, sobre tus amigas y sobre tus líos? Y fue como bueno, eso quedó ahí y en esa época yo estaba viendo pelis de los noventa sin parar y me obsesioné con el cine de Eric Rohmer y entonces pensé: ¿Cómo sería una peli de Eric Rohmer pero llevada a mi entorno, a un entorno bollero. La amiga de mi amiga está basada muy libremente en El amigo de mi amiga que igual no tiene nada que ver pero que es el germen de la idea. Me puse a escribir junto a Marc, yo hacía una versión, se la pasaba, peloteábamos…Y lo que fue muy curioso, que me encantó, que yo soy muy lenta escribiendo, y aquí me puse a hablar de mis amigas, me puse a hablar de bollerismo y el primer borrador del guión me salió como muy rápido. Luego sí que hubo mucho retrabajo pero salió bastante del tirón. Son cosas que igual no nos han pasado exáctamente, pero si no muy similar y si no a mí a mi amiga.

Y porque el hecho de representarnos y escribir una historia sobre nosotras y hablar así tan libremente y desde esta celebración de nuestra identidad era algo que me animaba mucho y me animaba tanto a escribirlo como a imaginar como a generar este universo que yo creo que fue que se juntaron muchas cosas. La necesidad de escribir algo desde un sitio honesto también, vamos a contarnos. Pasó una cosa muy sorprendente, y es que estamos ávidas de ese tipo de historias. Esta película tiene un presupuesto muy pequeño, está hecha desde los márgenes, que es desde donde creo que se pueden hacer este tipo de películas. Lanzamos un Verkami y se cumplió el objetivo en dos días, sin tener yo una carrera detrás. Yo creo que es por la necesidad de contar nuestras historias, necesitamos contarnos. Tenía muy claro desde el primer momento que quería filmar a mi amiga Rocío Saiz, porque me parece una persona que tiene mucho carisma, la he visto actuar y es increíble, pensé seguro que para este tipo de proyecto se apunta y tiene el morro de ponerse delante de una cámara. Ella se apuntó antes de leer nada. También me apetecía mucho hacer algo con Alba Cross que es una de las protas que en un momento iba a ser ella, luego no iba a ser ella, al final sí que fue. Y luego hay una persona que es clave, que es la persona que hizo de ayudante de dirección, producción, coordinando la pospo, que es Gema Arquero, que es de esas personas que en el equipo técnico queda siempre queda como en la sombra y al final es una persona que sin ella esto no habría sido, al final necesitamos estas redes, este apoyo y más , yo creo, las mujeres y más las bolleras que siempre nos estamos como cuestionando, tener un equipo que esté ahí y a partir de ahí se empezó a unir la gente . Yo escribo esto en 2020, y empezamos a rodar en febrero 2021, durante 11 días en Barcelona y todavía había toque de queda, a las diez teníamos que estar en casa, los bares cerrados. Fue un poco bestia rodar en ese contexto, cada persona del equipo compatibilizando sus trabajos con el rodaje.

Nos costó un poco llegar a las fechas, poder cuadrarlas y cuando empezamos a rodar salió todo superbién, era una maravilla. En el equipo de rodaje todas las jefas de equipo eran tías, tias bisexuales o bolleras , luego el resto del equipo también han sido chicos gais, ha sido casi todo un equipo enteramente LGTBI y eso se notó para bien, había un cuidado y un vamos todos a una que yo no sé si en otros rodajes pasa esa magia . Yo había rodado algún corto, muy pequeñito, con un equipo muy pequeño. Era la primera vez que me metía algo así. Estaba un poco aterrada y, sobre todo, lo complicado era tener la mente dividida en cuándo estoy actuando y cuándo estoy dirigiendo. Porque es como, yo ahora me lo tenía que estar pasando superbién rodando con mi amiga Rocío y estoy agobiadísima porque tenemos una hora para rodar y es algo imposible. Era como estar todo el tiempo en esa disociación. Yo no sé cómo soy como directora, la verdad es que el equipo lo puso muy fácil. Yo soy una persona muy nerviosa, llevo fatal la presión y la verdad es que yo creo que estuve bastante tranquila y lo disfruté mucho. Fue un esfuerzo titánico y colectivo. Las expectativas las hemos superado con creces. La acogida fue muy emocionante. Vienen chavalas súper jóvenes, que yo creí que a una generación más joven esto no le iba a interesar, y me dan las gracias por contar esto y también tías más mayores. Haber conseguido esto en diferentes generaciones, que puedan reflejarse en la pantalla a mí me emociona un montón.

Secciones

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Frases del Lesbopatriarcado 6 – Si tengo amigas hetero

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

Raras

Por Sara Levesque

 

Soy rara. Mi musa también. Era tan rara como yo. Dos extrañas en un mundo a la par que nosotras.

Llovía y era la excusa perfecta para acordarme de ella. En realidad, no precisaba motivos.
Me hechizaba la lluvia casi tanto como me hechizaba ella. Las nubes maquillaban de gris el día. Y ese sigue siendo mi color favorito. Porque se sale de lo común. Porque no le agrada a todo el mundo. Como la lluvia. Como ella. Como yo. Y la hora de la siesta, en la que mejor me encuentro. Aunque no para dormir.

Me encantaba que, cuando coincidía que tocaba reposar la comida y chispeaba, nosotras aprovechemos esa pausa de relax para repartir nuestras huellas por la ciudad mientras los de los demás dormían.

Ese peculiar halo era el lienzo perfecto para dibujar mi cuerpo enredado con el suyo. Cualquier día me servía para dar un paso y atreverme a besar su cuello infinito, esnifando el aroma de sus cabellos. Cogerle de la mano, irnos juntas a casa, trazar una ruta en nuestras pieles y amarnos con música de chaparrón de fondo. Después de hacer el amor, lo desharíamos para volverlo a hacer. Solo para que la rutina no se nos comiera. Devorarnos entre nosotras sería más que suficiente. Casi como sucumbir al sadismo. Porque todo es soñado por mi enamorada mente con forma de su corazón. La luz que iluminó mi oscuridad es que ella fuera tan rara como yo.

Cualquier día me servía para estar con ella, excepto los viernes. Los viernes procuraba no verla. Procuraba estar a solas con su recuerdo. El viernes era mi día. Pienso que primero debes aprender a estar contigo mismo para saber convivir con los demás. Como la mayoría de escritores, me gusta estar sola. Sé estar sola. Pero los viernes necesitaba estar sola.
Quería llegar a casa anocheciendo, apenas cenar, fumarme un cigarro, escribir sobre ella, beberme una copa, asomarme a la ventana, odiar el amor que le tenía, soñarla un poquito, meterme en la cama, follarla un muchito, echarla de menos y dormirme sin más. Le dije que los viernes procuraría no verla. Prefería imaginarla. Tan firme fui con ese planteamiento que me concedió encantada todos los viernes del calendario y los seis días restantes, por si me eran necesarios. Fue la generosidad más cruel que alguien me ha entregado en la vida.

A pesar de ello, lucía preciosa en todo su esplendor. Lucía preciosa con su vestido de rayas. Adoré su cuerpo y su pelo así, estrambótico, libre, sin atusar, como incoherente. Era su estilo. Me encantaba que nos mintiéramos al oído sobre cómo el tiempo no nos había rozado, ni mucho menos cambiado. Lucía preciosa bajo la luz del atardecer que, como iba a diluviar, era peculiar. Se me antojaba dulce y plena. Y cuando le cotilleaba el perfil, entendía que su silueta era mejor que cualquier escultura de un gran artista. Lucía preciosa en el escenario cuando me buscaba desde sus ojos, tan expresivos como la luna, y en esa mirada distinguía el brillo de su calor. Porque a su lado, hasta por las noches sonreía el sol. Lucía preciosa en esta vida. ¿Y sabes por qué, Lector? Porque su curva más provocadora, la que más me excitaba, de la que siempre quería averiguar su sabor no era la de su delantera, ni la de sus posaderas, ni siquiera la más cóncava de su cuerpo. No. Era su sonrisa. Un día le pedí que aprendiera a cuidarla para que siguiera siendo curva, no fuera que se le olvidase hasta acabar perdiéndose en una recta infinita. No se le olvidó. Tampoco recordó lo hermosa que era la vida para mí cuando ella le sonreía a los días.

© Sara Levesque

 

Te estoy amando locamente

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Esta película española estrenada 2023 y dirigida por Alejandro Marín, nos sitúa en Sevilla, año 1977, con la ley de peligrosidad y rehabilitación social vigente. Miguel (Omar Banana), un adolescente gay de diecisiete años quiere ser artista y dejar a un lado la carrera de derecho que Reme, su madre (Ana Wagener) quiere para él. En ese contexto el joven se involucra en la lucha por los derechos de las personas LGTBI.

Alejandro Marín en una entrevista concedida a El cine de la Ser comentó que para hacer la película realizaron un proceso de documentación que les permitió tener un escáner de la situación de la época. Hablaron con personas que vivieron esos momentos, incluso con la familia y de ese proceso surgieron unas conversaciones muy interesantes. El realizador apuntó que quiso hacer un homenaje, desde el cariño, a las personas que enarbolaron la lucha por los derechos LGTBI en esa etapa histórica. Sobre la implicación de los sindicatos y los curas obreros en esta lucha, Marín afirmaba: Queríamos trasladar al presente como la lucha era tan transversal, era totalmente a una y lo que importaba era la causa por la que se luchaba y no tanto desde donde se hacía. Los movimientos feministas estaban mano a mano con el movimiento LGTBI, las luchas sindicales… Comisiones Obreras dejó el lugar para hacer el mitin previo a la manifestación. la participación de los curas obreros, era todos a una . Desde el principio fue esa idea: Esa lucha tan transversal, ¡qué bonita!, hay que recordarla. Decía el cineasta que era importante la lucha sindical porque la Ley de Peligrosidad Social era súper clasista. Había como el informe de buena conducta en el que iba un policía fiscal a tu casa a hablar con los vecinos, en tu puesto de trabajo y si eras de buena familia esos expedientes se perdían, pero si eras de una clase más desfavorecida decían: Uy no este es un peligroso. Y al final es normal que quienes empezaron estas luchas fueran personas de las clases más desfavorecidas. Sobre las escenas de baile y de cante de la película Alejandro Marín contó que él todo lo piensa entorno a la música que es de donde le vienen las ideas. El título le vino porque la intro de Te estoy amando locamente le parecía muy cinematográfica, además pretendía reivindicar la cultura underground sevillana.

Por su parte, la actriz Ana Wagener, también en El cine de la Ser, comentaba que su personaje le parecía muy atractivo: Quería mostrar a una mujer de aquella época sola, viuda, con un hijo de diecisiete años. Que ve pero no quiere ver. Que tiene ya estipulado para su hijo el camino de un buen porvenir: abogado, y de pronto, se le sale de la melodía el niño pero ella no quiere ver. Con Alejandro hablamos que Reme querían que fuera como un elefante en una cacharrería. Una mujer que no sabe lo que le está pasando a su hijo, entonces tira para acá, tira para allá y al final lo que realmente le queda es el amor. Tiene una mirada que finalmente termina reconociendo a su hijo y viendo que la gente le quiere, porque lo que yo creo es que ella tiene miedo de que le dejen de querer, le hagan daño y al final termina abriendo su mirada y haciendo un viaje maravilloso. La verdad es que era una gozada. Ha sido meterme en la piel de una mujer del 77 pero que realmente tiene una fuerza como la que podía tener ahora. Creo que es una película también muy actual, que habla de cosas que deben de escuchar la gente. Que la gente de hoy sepa los derechos que se han conseguido. Los derechos que se pueden perder. En la película me doy cuenta de la sensación de colectivismo que había, porque ahora el individualismo del ser humano es tremendo. En aquella época, yo creo que se vivía mucho más el colectivo.

Omar Banana decía sobre su rol en la cinta: Ha sido muy bonito, por dar voz a un personaje que representa a tantas personas que han pasado por tantas cosas, en el 77 y 78 y que siguen pasando. Es un poco el arquetipo de la persona abusada por la sociedad antilgtb o la sociedad fascista. Era dar voz a algo bastante necesario. Y meterme en el Miguel de diecisiete años del 77 y no en el Miguel de diecisiete años de 2022. En cuanto a la música y el baile, el actor decía que cuando Miguel decía que quiere ser cantante, no es que quiere ser cantante como tal. Vaya o no vaya a Gente Joven, lo importante para él es la liberación. El cante y el baile es un medio de liberarse, de ser quien quiere ser, cortar las ataduras que en su entorno familiar tiene. Entonces hemos usado el cante y el baile para transmitir a la gente una idea de liberación y de poder ser tú mismo.

El deseo de libertad, de ser sin miedo está presente también en Yo solo quiero amor, de Rigoberta Bandini, la canción de la película:

(…)Tengo ganas de no explicar por qué.
Yo te quiero querer sin miedo a que puedan
volver. Tengo ganas de saltar a tus pies,
levantar el parqué. Contarle a Dios, quién
quiero ser.

Bulos vs Realidad

Viñeta de Teresa Castro (@tcastrocomics)

 

Orlando, mi biografía política

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

En 2023 el filósofo trans Paul B. Preciado dirige y guioniza este ensayo filmado producido en Francia. Preciado escribe una carta a Virginia Woolf para contarle que su Orlando ha salido de la ficción y lleva una vida que jamás habría imaginado. Utiliza el cine como herramienta para reflexionar sobre la transexualidad.

Alguien me preguntó: ¿Por qué no escribes tu biografía? Porque la capulla de Virginia Woolf la escribió por mi en 1928, comentó Preciado en una entrevista concedida a El cine de la Ser. Según el filósofo burgalés, la película surgió de la idea de enviarle una carta a Virginia Woolf para decirle que, contra toda expectativa, su Orlando ha sobrevivido, está vivo, ha salido de su ficción y no solamente ha salido de su ficción sino que hay miles y millones de Orlandos. Para el filósofo, estamos viviendo un momento orlandesco y que ese momento no es como hubiéramos podido imaginar, como una historia de ciencia ficción como la gente pensaba que lo era en 1928 sino que es un momento de transformación política increíble. Preciado quiso añadir al título biografía política porque dijo que en parte la vida de las personas como yo ha sido siempre puesta en cuestión, amenazada y si estamos vivos estamos vivos gracias a una reivindicación política, por tanto, quería añadir esa pequeña “política” ahí, aunque luego es verdad que la forma de política que defiende la película es una política poética, es una política de cambiarle el nombre a las cosas, de cambiar la manera en la que deseamos, en la que sentimos.

Cuando le ofrecieron la posibilidad de hacer una película sobre su vida pero que no la iba a hacer él sino que la iba a hacer otro director, la idea le espantó. Entonces pensó: Esto es horrible, porque además harán una biografía, es decir si imaginamos una biografía casi ya tenemos el relato hecho. Si es un hombre, ya sabemos cómo va a acabar la historia, si es una mujer más o menos también. Y luego está como el relato ese tan normativo de lo trans, antes y después. Y yo tenía claro que no quería que mi vida fuera representada de ese modo, digamos con esa mirada binarie. Por eso al final acabé yo haciendo la película. Pero desde el principio supe que yo no estaría en frente de la cámara . Yo soy muy tímido, yo odio todo lo que tiene que ver con las fotos que para mí es como un sufrimiento constante. Entonces yo sabía que sería mi vida pero que mi vida, en parte, está tejida de millones de otras vidas. Aparte es una cosa que yo aprendí con Virginia Woolf realmente: que la vida siempre empieza y acaba mucho antes de que nacemos y mucho después de que morimos y eso realmente es fascinante. Como que vives la vida de otras personas y empiezas a vivir la vida de otros que seguirán viviendo y por eso, al final la película es casi como un taller micro político colectivo. Yo la he hecho de una manera muy punk, una forma muy háztelo en casa. Yo tenía muy poco presupuesto y hubo que inventar recursos. Pero al final está hecha con la generosidad y la valen toda la gente que ha participado.

La idea de Preciado no es convencer a nadie con su película sobre cómo es lo trans sino también a invitar a mirar su propia vida como una vida mutante, como una vida en un momento de cambio global. Se plantó hacer una adaptación documental del Orlando de Virginia igual que un libro, como un proyecto filosófico. Empezó a hacer pruebas distintas con los Orlandos que vinieron al casting y se dio como una consigna de libertad absoluta en la experimentación visual. Pensó que utilizando el leguaje de Virginia Woolf podía dejar a un lado los lenguajes de la patología médica, como los lenguajes ultra legalistas, todos esos lenguajes quedaban fuera.

El filósofo/director afirmó que la película lo que dice a las personas binarias es en un momento de cambio epistémica es posible que no tengáis nuestra experiencia pero es posible que tengáis otra; es posible que estéis desplazados, es posible que estéis divorciados y que estéis en un litigio para recuperar a vuestros hijos incluso para recuperar vuestras casas. Todo el mundo, incluso con la experiencia del Covid, la gente ha tenido la experiencia de como su cuerpo ha sido regulado de forma casi totalitaria por el estado. Entonces yo creo que compartimos muchas experiencias. No se trata de decir “todo el mundo es trans”. Se trata de decir todo el mundo vive una vida orlandesca. La experiencia de confrontarse a la mutación es también válida para las personas binarias. No es una película pedagógica, no se trata de convencer a nadie sino de invitar a las personas a ver su propia vida como una vida mutante.

La sociedad no binaria

«Les autores te guían en un viaje a través y más allá del género, utilizando un riguroso rango de textos académicos y testimonios personales para ampliar nuestros horizontes… Enriquecedor para casi cualquier persona».

Dr. Vincent, profesor asociado en Sociología, Universidad de York.

 

Hoy recomendamos La sociedad no binaria. Vivir en ambos géneros, más allá y en el medio, un ensayo de Alex Iantaffi y Meg-John Barker, publicado por Egales.

Gran parte del pensamiento de la sociedad opera de una manera muy rígida y binaria: algo es bueno o malo, correcto o incorrecto, un éxito o un fracaso, etc. Desafiando esta limitada forma de pensar, este innovador libro analiza cómo los métodos de pensamiento no binarios pueden aplicarse a todos los aspectos de la vida y ofrecer nuevas y mejores formas de entendernos a nosotres mismes y de relacionarnos con les demás.

Utilizando experiencias de género bisexuales y no binarias como punto de partida, este título aborda las cuestiones clave del pensamiento binario acerca de nuestras relaciones, cuerpos, emociones, bienestar y nuestro sentido de la identidad, y establece una selección de prácticas que pueden ayudarnos a pensar de forma no binaria.

Esta original y reveladora guía fomenta la reflexión sobre cómo vemos y entendemos el mundo en el que vivimos y cómo doblamos, desdibujamos o rompemos los códigos binarios de la sociedad.