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Orlando, mi biografía política

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

En 2023 el filósofo trans Paul B. Preciado dirige y guioniza este ensayo filmado producido en Francia. Preciado escribe una carta a Virginia Woolf para contarle que su Orlando ha salido de la ficción y lleva una vida que jamás habría imaginado. Utiliza el cine como herramienta para reflexionar sobre la transexualidad.

Alguien me preguntó: ¿Por qué no escribes tu biografía? Porque la capulla de Virginia Woolf la escribió por mi en 1928, comentó Preciado en una entrevista concedida a El cine de la Ser. Según el filósofo burgalés, la película surgió de la idea de enviarle una carta a Virginia Woolf para decirle que, contra toda expectativa, su Orlando ha sobrevivido, está vivo, ha salido de su ficción y no solamente ha salido de su ficción sino que hay miles y millones de Orlandos. Para el filósofo, estamos viviendo un momento orlandesco y que ese momento no es como hubiéramos podido imaginar, como una historia de ciencia ficción como la gente pensaba que lo era en 1928 sino que es un momento de transformación política increíble. Preciado quiso añadir al título biografía política porque dijo que en parte la vida de las personas como yo ha sido siempre puesta en cuestión, amenazada y si estamos vivos estamos vivos gracias a una reivindicación política, por tanto, quería añadir esa pequeña “política” ahí, aunque luego es verdad que la forma de política que defiende la película es una política poética, es una política de cambiarle el nombre a las cosas, de cambiar la manera en la que deseamos, en la que sentimos.

Cuando le ofrecieron la posibilidad de hacer una película sobre su vida pero que no la iba a hacer él sino que la iba a hacer otro director, la idea le espantó. Entonces pensó: Esto es horrible, porque además harán una biografía, es decir si imaginamos una biografía casi ya tenemos el relato hecho. Si es un hombre, ya sabemos cómo va a acabar la historia, si es una mujer más o menos también. Y luego está como el relato ese tan normativo de lo trans, antes y después. Y yo tenía claro que no quería que mi vida fuera representada de ese modo, digamos con esa mirada binarie. Por eso al final acabé yo haciendo la película. Pero desde el principio supe que yo no estaría en frente de la cámara . Yo soy muy tímido, yo odio todo lo que tiene que ver con las fotos que para mí es como un sufrimiento constante. Entonces yo sabía que sería mi vida pero que mi vida, en parte, está tejida de millones de otras vidas. Aparte es una cosa que yo aprendí con Virginia Woolf realmente: que la vida siempre empieza y acaba mucho antes de que nacemos y mucho después de que morimos y eso realmente es fascinante. Como que vives la vida de otras personas y empiezas a vivir la vida de otros que seguirán viviendo y por eso, al final la película es casi como un taller micro político colectivo. Yo la he hecho de una manera muy punk, una forma muy háztelo en casa. Yo tenía muy poco presupuesto y hubo que inventar recursos. Pero al final está hecha con la generosidad y la valen toda la gente que ha participado.

La idea de Preciado no es convencer a nadie con su película sobre cómo es lo trans sino también a invitar a mirar su propia vida como una vida mutante, como una vida en un momento de cambio global. Se plantó hacer una adaptación documental del Orlando de Virginia igual que un libro, como un proyecto filosófico. Empezó a hacer pruebas distintas con los Orlandos que vinieron al casting y se dio como una consigna de libertad absoluta en la experimentación visual. Pensó que utilizando el leguaje de Virginia Woolf podía dejar a un lado los lenguajes de la patología médica, como los lenguajes ultra legalistas, todos esos lenguajes quedaban fuera.

El filósofo/director afirmó que la película lo que dice a las personas binarias es en un momento de cambio epistémica es posible que no tengáis nuestra experiencia pero es posible que tengáis otra; es posible que estéis desplazados, es posible que estéis divorciados y que estéis en un litigio para recuperar a vuestros hijos incluso para recuperar vuestras casas. Todo el mundo, incluso con la experiencia del Covid, la gente ha tenido la experiencia de como su cuerpo ha sido regulado de forma casi totalitaria por el estado. Entonces yo creo que compartimos muchas experiencias. No se trata de decir “todo el mundo es trans”. Se trata de decir todo el mundo vive una vida orlandesca. La experiencia de confrontarse a la mutación es también válida para las personas binarias. No es una película pedagógica, no se trata de convencer a nadie sino de invitar a las personas a ver su propia vida como una vida mutante.

20.000 especies de abejas

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Estrenada en 2023, 20.000 especies de abejas es una película escrita y dirigida por Estíbaliz Urresola Solaguren y protagonizada por Sofía Otero, Patricia López Arnáiz Ane Gabarain e Itziar Lazcano. Seleccionada para competir en el Festival de Cine de Berlín, su protagonista, la niña Sofía Otero, ganó el Oso de Plata a la mejor interpretación protagonista. Además, la película fue nominada al premio Teddy y Urresola obtuvo una nominación al Premio GWFF a la mejor dirección novel. También consiguió la Biznaga de Oro a la mejor película española de la 26ª edición del Festival de Málaga.

Cocó (Sofía Otero) tiene ocho años y no se identifica con el género que le han asignado al nacer. La llaman Aitor pero ella no reconoce ese nombre como suyo ni se ve reflejada en la mirada de quienes la rodean. Durante un verano que pasa en la casa del pueblo del País Vasco, Cocó reflexionará sobre su feminidad junto a otras mujeres de su familia.

En una entrevista concedida por Estíbalíz Urresola durante el Festival de San Sebastián, la directora afirmó que desde el principio tuvo claro que no se quería centrar solamente en el viaje del personaje trans de la película, sino que la quería rodear de unos personajes suficientemente construidos, poderosos y fuertes como para poder observar que lo que se transforma ahí no es la niña, que la niña no emprende una transición, que la transición la emprende la familia al completo y cómo esa transición también ofrece a los miembros de esta familia, que son mayoritariamente mujeres, la oportunidad de aprender algo de sus propias vidas. Ese aporte en positivo era importante traerlo al relato. El cómo afrontar este proceso no tiene porqué ser una calamidad, una tragedia, un sufrimiento para la familia, por supuesto sin evitar las sombras y las asperezas pero sí que quería también, incidir en en cómo podía ser una oportunidad de aprendizaje para el colectivo. Ese ha sido uno de los retos más grandes. Quién realmente hace el arco mayor en ese proceso de aceptación quizás es la madre, sin embargo, no es menor el recorrido que hace la niña. La protagonista de la película es la relación entre esa madre y esa hija. Esa forma de mirarse y entenderse que hace que también que la otra se construya a través de esa mirada. Es una relación bidireccional, esa es la relación que se transforma. Conseguir el equilibrio en esa relación ha sido mucho trabajo de guión.

Un traumático suceso ocurrido en el País Vasco desembocó en el guión y en el rodaje de esta película. Ekai un chico trans de dieciséis años, se suicidó en Ondarru, muy cerca del lugar donde vive la directora. Ese suicidio conmocionó a la sociedad vasca y consiguió visibilizar la realidad de la adolescencia trans porque era un tema del que no se hablaba. Este hecho impulsó a la realizadora a acercarse a la asociación de familias de menores trans. Según comentó, nunca quise basarme en la historia de Ekai ni hacer un relato de él, pero sí quería comprender, a través del resto de familias, ya que esta iba a estar pasando por un proceso suficientemente doloroso. En la relación y en el proceso de conversación con estas familias, fui encontrando el enfoque y el valor también que ellas ponían sobre la mesa, de lo que había sido atravesar estos procesos de acompañamiento y que en muchas ocasiones, habían fortalecido los lazos familiares. En algunos casos se habían degradado, pero no porque este caso los degradara, sino porque ya eran frágiles y quizás hacer un acompañamiento así hace que termine por romperse lo que está quebrado ya. Pero en otros casos la familia se había visto más unida porque había visto la oportunidad de mirarse y de comprenderse unos a otros dentro del seno familiar de una forma nueva, con otra atención, desde otro lugar y eso para mí era una de las cosas más reseñables de las entrevistas que hice con estas familias y quise traer esta positividad, sin esquivar las sombras. Esto desde el inicio del guión era algo que quería imprimirle a la peli.

Para Patricia López Arnáiz, según manifestó en el estreno de la película, es el personaje más complejo que ha interpretado. Meterse en el papel de la madre le supuso descubrir la realidad que estaba detrás de la escritura. Contaba que fue un trabajo de ensayo y de generar relaciones entre los personajes para construir la memoria familiar. Para crear su personaje debía explorar la manera de afrontar la situación que se le presenta. Según la actriz , el personaje de Cocó viene a romper el eslabón de la falta de comunicación entre las mujeres de la familia. Les trae un regalo al generar una tensión que rompe la incomunicación. Arnáiz decía que estamos ante una película que habla mucho de la identidad, de cuánto hay de la mirada ajena en tu identidad y de cómo tu identidad se basa en la percepción que tienes de ti. Igual que Cocó, está pidiendo que se le llame de una manera determinada, la madre se está buscando también. Según contaba la interprete, en Ane hay un despertar, gracias a lo que le pasa a Cocó, ella se da cuenta de que quiere que le llamen por su nombre.

La presencia de la apicultura en la película da pie a deslizar la metáfora implícita en el título sobre lo variado de la colmena humana. El abordaje de Cocó y las reacciones que provoca a su alrededor, se realiza con delicadeza, manteniendo una actitud respeto hacia los personajes, sean del signo que sean, siguiendo el precepto consagrado por Jean Renoir: Todo el mundo tiene sus razones.

 

Diez mitos sobre las personas trans

Por Chrysallis

 

Cowboys

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Neowestern estadounidense de 2020 escrito y dirigido por Anna Kerrigan. Joe, un preadolescente trans, huye a través de las montañas a Canadá con su padre, el problemático pero bienintencionado Troy (Steve Zahn), ante la actitud de la madre, Sally, que se niega a aceptar que Joe es un chico.

Kerrigan afirmó en una entrevista concedida a PopMatters, que nunca hubo dudas sobre elegir a un actor transgénero o no binario para interpretar el papel de Joe, y que después de encontrar al recién llegado Sasha Knight, era obvio que él era nuestro Joe. El joven interprete trans construye un personaje sólido y su química con Zahn dota de veracidad a la historia.

La cinta está narrada en dos momentos temporales: el camino de la huida y el tiempo que precedió a ésta. La fotografía muestra la belleza del gran cielo del Glacier Park y el Bosque Nacional Flathead , los paisajes que atraviesan padre e hijo. La película comienza con Joe y Troy juntos en la naturaleza en medio de impresionantes montañas y acompañados por las guitarras vibrantes, los silbidos y la partitura de Gene Back que recrean la atmósfera del western moderno.

Steve Zahn, en un poco habitual papel dramático, dota a Troy de una frágil humanidad, el interprete dibuja un personaje en el que confluyen dosis de alocada irresponsabilidad, amor incondicional hacia su hijo y la carga dramática que conlleva su trastorno bipolar.

La película nos muestra la incomodidad de Joe con las convenciones sociales que le obligan a adoptar una expresión de género con la que no se identifica. Lo vemos con un engorroso top rosa con volantes y el pelo largo, escrutando con atención el lenguaje corporal y la camaradería masculina de los amigos de su padre en la bolera. En la escena siguiente, Joe se cuela en un armario de objetos perdidos y se prueba el clásico equipo de vaquero de mezclilla, acariciando las presillas de su cinturón con satisfacción.

Joe siente la necesidad de contarle a su padre que es un chico y quiere ser tratado como tal:

Joe.- Mañana dile a mamá que ya no me pondré más vestidos. ¿A ti te gusta ponértelos?
Troy.- No.
Joe .- Exacto, porque eres un chico, los chicos no llevan vestido. Por eso no quiero llevar más vestidos.
Troy – Eres una marimacho y no quieres ponerte vestidos.
Joe.- No soy una marimacho. Una marimacho es un tipo de chica, pero yo no lo soy. A veces creo que los alienígenas me pusieron en este cuerpo de chica.
Troy.- Los alienígenas te secuestraron y no me lo habías contado.
Joe.- Papá, estoy en el cuerpo equivocado, soy un chico.
Troy.- Ya se lo que te pasa, creo que los cambios hormonales te han hecho efecto antes de tiempo. Es normal que estés confundida.
Joe.- No estoy confundido, lo he sabido siempre. Lo siento, pero no es culpa mía. No me crees.
Troy.- Te creo, te lo prometo.

Sally, la madre de Joe, interpretada por Jillian Bell, no comprende a su hijo , piensa que admira a su padre y quiere imitarlo porque su vida es mejor. Según la madre Joe se viste de chico porque nadie quiere ser chica y le dice al jóven : Solo tienes un cuerpo, solo tienes un camino. El padre intenta que ella comprenda la identidad de Joe:

– Tú no eres Dios y Joe no es un trozo de barro que puedas moldear a tu antojo. O lo aceptamos o le jodemos la vida.

Cowboys es la historia de un padre irresponsable con un trastorno mental que hará cualquier cosa para proteger y aprender de su hijo, una madre responsable que lucha por superar sus prejuicios y un chico trans que reivindica su identidad.

Joyland

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Esta película pakistaní dirigida en 2022 por Saim Sadiq, cuenta la historia del amor imposible entre una estrella trans y un joven perteneciente a una tradicional familia de Pakistán . La cinta obtuvo el premio del jurado Una cierta mirada en el Festival de Cannes y la Palma Queer de ese certamen en el año 2022.Es la primera película paquistaní que desfila por la croissete. Joyland también obtuvo el premio Independent Spirit a la mejor película extranjera de 2022. Además consiguió una mención en la Seminci y fue preseleccionada por Pakistan para participar en los Óscar.

Joyland (la tierra de la alegría), es el nombre de un parque de atracciones de Pakistán, sin embargo el país que describe la cinta es un lugar donde se reprimen las libertades individuales. Por esto, no es de extrañar que la película fuese censurada debido a las quejas que sectores conservadores pakistaníes formularon ante el Ministerio de Información y Radiodifusión. El senador Mushtaq Ahmed Khan, perteneciente al partido Jamaat-e-Islami, afirmó sobre Joyland:

Va en contra de los valores sociales y estándares morales de nuestra sociedad y es claramente repugnante a las normas de la decencia y la moralidad.

La presión mediática ejercida por su director, el elenco y figuras públicas como Malala Yousafzai, consiguió que el 16 de noviembre de 2022 se revocara la censura y, finalmente, se estrenase el 18 de noviembre.

Sadiq cursó sus estudios en la universidad de Columbia y quizás fue allí donde aprendería que para tener éxito debía de contar historias que, aunque locales, pudiesen trasladarse a cualquier tiempo y lugar. Su primer cortometraje, ‘The Caretaker’ (2017), se proyectó en numerosos festivales de todo el mundo. En 2018 dirigió ‘Nice Talking to You’, finalista en los BAFTA dentro de la categoría mejor película estudiantil y ganadora del primer premio de la Kodak Student Scholarship. Su cortometraje ‘Darling’ (2019) fue la primera película pakistaní que se estrenó en el Festival de Cine de Venecia, y ganó el Premio Orizzonti al mejor cortometraje.

El cuidado por los detalles no impide a Joyland ser una película que denuncia el sistema patriarcal vigente en el país. Con un comienzo ligero cercano a la comedia, la trama se va desplazando hacia el drama conforme avanza la historia. A través de las vivencias de Haider, Sadiq disecciona la existencia de la familia tradicional paquistaní cuyos miembros viven una mentira para cumplir con las asfixiantes tradiciones del país. El joven Haider, pasa sus días cuidando de sus sobrinas y de su padre enfermo al tiempo que se dedica a las labores del hogar. Las presiones de su padre y de su hermano para que se convierta en el hombre que manda la ley islámica hace que empiece a trabajar como bailarín exótico en el espectáculo de Biba, una diva trans. El film comienza con un inocente juego infantil. El protagonista aparece cubierto con una sábana, ocultando su identidad como un fantasma.

El director describe con delicadeza la relación entre Haider y Biba pero sin victimizar a la estrella trans del baile. El realizador convierte a la diva en el centro del espectáculo. Biba protagoniza los números musicales de tintes bollywoodienses. El vestuario, las luces y el escenario donde la artista protagoniza sus bailes no esconden la situación de marginación que sufre por el hecho de ser trans. La mujer de Haider, tercer vértice de la historia, vive su propio drama personal al tener que abandonar su trabajo y encerrarse en casa cuando su marido encuentra una ocupación. Por otro lado Haider está a punto de mantener una relación sexual con Biba, pero la confusión del joven frustra ese encuentro carnal entre ambos.

La película tiene un ritmo pausado y su formato de cuatro tercios es hábilmente utilizado por el director. La pantalla cuadrada en la que se encuadra el film, transmite el ambiente de ahogamiento que respira la familia de Haider. La fotografía en tonos pastel con una cambiante paleta de colores, dota a la cinta de luminosidad alejándola del melodrama que le ronda cerca . El desenfadado naturalismo de las interpretaciones permite conectar con los personajes y con la historia de forma fluida.

Saim Sadiq , además de que no se sintió suficientemente hombre en una sociedad heteropatriarcal, en su juventud conoció más de cerca, en un barrio colindante, a la comunidad trans. El director convierte su lucha interna en una película que invita a la reflexión a través de personajes que desean abrir sus mentes pese a las restricciones sociales. Joyland es un homenaje a todas las personas trans que cada día pagan un alto precio por vivir en una sociedad como la paquistaní. Según afirmó el realizador:

Empecé a escribir esta historia en 2015, era la historia que quería contar. En esos años hasta que rodé ha cambiado el guion, pero no la esencia de la historia, más bien la estructura. El primer germen de la idea que se me ocurrió fue tener una historia sobre un hombre, una mujer y una mujer trans. Con un hombre, una mujer y una mujer trans quería decodificar lo que el patriarcado hace a los seres humanos y a las relaciones humanas. Ellos me daban la oportunidad de explorar de manera integral. También creo que la existencia de una mujer trans en la película fue un gran estímulo para la historia, porque su misma existencia como ser humano desmantela todo lo que representa la familia tradicional. Las personas trans siempre han tenido mucha presencia y antes de la colonización de los británicos eran personas muy respetadas, a las que no se discriminaba como hoy. Pero después de la colonización, se criminalizó ser trans y ser gay en India y en Pakistán. Es una discriminación heredada. Pero las personas trans son un colectivo visible de nuestra sociedad. Hay asociaciones que luchan por sus derechos porque hoy se enfrentan a violencia y a muchas dificultades, pero estas personas saben cómo unirse y movilizarse. En el país se han aprobado leyes sobre sus derechos. Pakistán es uno de los pocos países del mundo que los reconoce como un tercer género y eso es algo importante, sobre todo en una sociedad conservadora.

Lawrence Anyways

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Dirigida por Xavier Dolan en 2012, esta película canadiense nos cuenta la historia del profesor de literatura Laurence Alia ( Mevil Popaud), una persona con una vida convencional que incluía trabajo estable y novia formal ( Suzanne Clément) . El día de su treinta cumpleaños Laurence cuenta a su familia y amistades que es una mujer trans.

Un largo flashback nos hace retroceder diez años, al instante en el que Laurence decide asumir su identidad. No quiere fingir más ser alguien que no es. Desea vivir su realidad y asumir las consecuencias. Miradas, juicios y prejuicios acompañarán a Laurence en su tránsito. En la escuela, la naturalidad con la que su alumnado le acepta, contrasta con la intolerancia del profesorado.

En la escena del recorrido por los pasillos del centro donde imparte clases el primer día en que Laurence decide vestirse públicamente de mujer, la música acompaña su decidido caminar a modo de marcha triunfal, dejando a su paso miradas atónitas.

-¿Es una revuelta?
-No señor, una revolución

El director no centra la historia en el proceso de transición de Lawrence. A Dolan le interesa la confrontación entre el tránsito de Lawrence y el dilema de Fred, que debe asumir el hecho de que ya no existe el hombre del que se enamoró:

Fred:- ¿Todo lo que gusta de ti es lo que odias?
Laurence- ¿Es eso todo lo que te gusta de mí?

Fred tiene que aceptar que su pareja es una mujer y, sin embargo, sigue enamorada de Laurence y no quiere perderla. Un auténtico terremoto emocional frente al que Fred no se arredra:

¿Tenemos que meternos en guetos si decidimos no vivir como los demás? Espeta Fred rotunda.

Cuando están cenando, le dice a Laurence:

La primera vez que te vi, supe que me metería en algo extraordinario. ¿Quieres ir más lejos? Yo seré tu hombre.

En la cama, Fred escribe en la espalda de Laurence:

En la salud que fue recuperada
en los peligros de los viejos días
en la esperanza ya sin un pasado
escribo tu nombre.

Laurence y Fred se encuentran con otra pareja que ya ha pasado por una experiencia similar a la que están atravesando. Alexandre es un hombre trans que vive con una mujer. Laurence quiere que Fred vea que esa experiencia es posible. La pareja de Alexandre dice:

Sigo la lógica de mi corazón, el género es poco importante para mí

En uno de sus encuentros tras sus separaciones, Fred pregunta a Laurence si le compensa su tránsito. Laurence le responde que en parte sí y reivindica la autenticidad del amor que se profesan:

Otros no tienen esta suerte. Nos envidian.

Nosotros volamos tan alto….no quiero volver a la tierra.

Otro tema recurrente en Dolan que aparece en esta cinta es la compleja relación con la figura materna. En esta historia, la madre se muestra ambivalente respecto a sus sentimientos, sus palabras manifiestan desapego pero deja la puerta abierta a Laurence.

El realizador explora la evolución de las mentalidades y la aceptación de las minorías durante la década de los noventa a través de las vivencias de Laurence.

Dolan mezcla en la cinta con soltura música clásica, tecno y pop con momentos impactantes de estilo videoclip. El director adereza su film con obras de Tchaïkovsky, Beethoven o de las Cuatro Estaciones de Vivaldi, concretamente del verano, con el que nos muestra la vida cotidiana de Laurence y su entrega absoluta a la escritura una vez rota su relación con Fred. El tema de vocación tecno que se repite a lo largo de la película titulado “A new error”, es un símbolo de la libertad individual de Laurence frente a la sociedad. Este single es obra del grupo berlinés Moderat. La obra más romántica de la película viene de la mano del compositor escocés Craig Armstrong y de su canción Let’s go out tonight. La suite número 2 del compositor ruso Sergei Sergeyevich Prokofiev titulada Montescos y Capuletos de su obra Romeo y Julieta de 1936 suena mientras Laurence trabaja corrigiendo textos y su nueva amante llega a casa con una carta de la editorial. El acentuado aire soviet de la pieza proporciona el tono de tensión que la escena demanda.

El director utiliza la profundidad de campo y las miradas siguiendo la estela de Jonathan Demme a quien homenajea en su película. El formato 4/3 permite la recreación visual de un tiempo pasado que se refuerza con el vestuario y el sonido.

En Laurence Always puede observarse la influencia de Won Kar Wai, Almodovar, Todd Haynes, Fasbindder y Douglas Sirk. A pesar de estas notables referencias cinematográficas, Dolan dota al film de una marcada y auténtica personalidad.

El final está abierto a muchas lecturas:

Laurence, sea como sea

3 generaciones (About Ray)

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

La directora Gaby Dellal firma esta cinta estadounidense estrenada en 2015. Ray (Elle Fanning) es un adolescente trans que quiere someterse a una cirugía de reasignación para adecuar su cuerpo a su identidad masculina. La madre soltera de Ray, Maggie, interpretada por Naomi Watts, debe ponerse en contacto con el padre biológico de su hijo para que autorice la operación. La abuela del chico , Dolly (Susan Sarandon), tendrá que acostumbrarse a la idea de que no tiene una nieta sino un nieto. Las tres generaciones deberán transitar por el camino de la comprensión.

La película no cae en sentimentalismos, es suave y firme. Estamos ante una historia honesta interpretada por tres actrices sólidas en sus papeles. Esta cinta se centra en la necesidad de un adolescente trans de ser reconocido como el joven que es y describe el impacto que causa en una familia el descubrimiento de que, quien creían hija y nieta, es en realidad hijo y nieto. Así se lo intenta explicar Maggie al padre de Ray cuando éste muestra sus reticencias a la hora de autorizar el proceso de transición de su hijo: Ramona ya no existe, ahora solo está Ray.

La cinta plantea temas como la confusión entre orientación e identidad sexual: -Por qué no puede ser lesbiana y ya está? Pregunta la abuela de Ray a su madre y ésta le aclara: Porque no es lesbiana mamá, es un chico. En este sentido, hay que recordar que orientación e identidad son dos conceptos distintos: la orientación sexual es la atracción afectiva y sexual que sentimos hacia otras personas: heterosexual, homosexual ,bisexual, asexual, pansexual, demisexual, polisexual. La identidad sexual hace referencia a quienes somos: personas cis (si la identidad de la persona coincide con el sexo asignado al nacer), personas trans (si la identidad de la persona no coincide con el sexo asignado al nacer). Otra cuestión distinta a la orientación y a la identidad es la expresión de género, que podríamos definir como la forma en la que nos mostramos al mundo a través de nuestra forma de vestir, peinados y actitudes.

Sobre la necesidad de Ray de adecuar su apariencia física a su identidad sexual, la película nos muestra cómo el joven trans hace lo posible por ganar musculatura y engordar: Estoy super emocionado, he engordado dos kilos doscientos, le oímos decir. Además el protagonista intenta reforzar su masculinidad utilizando un vestuario socialmente asociado a lo masculino.

Otra cuestión que refleja la cinta es la necesidad que tienen muchas personas trans adolescentes de empezar con los bloqueadores hormonales lo antes posible para evitar el desarrollo de caracteres sexuales no deseados. La afirmación del médico que está tratando a Ray es esclarecedora en ese aspecto: El periodo no es algo fácil para los chicos jóvenes.

La agresión que sufre el adolescente es un ejemplo de la transfobia que muchas personas trans tienen que soportar a lo largo de su vida en diferentes espacios. Los centros educativos son uno de los lugares en los que, desgraciadamente con demasiada frecuencia, la infancia y la adolescencia trans sufre violencia. Ray lo sabe:

-No iré a un instituto nuevo con este cuerpo.

A pesar de que está dispuesta a apoyar a su hijo en su transición, la madre tiene miedo por la trascendencia del paso que está dando el adolescente: Y si de repente un día me dice: mamá, cometí un error. Pero el adolescente tiene clara su identidad y, tal como dice, esperar no me hará ser chica más tiempo, me impide ser quien ya soy ahora.

Tres generaciones nos plantea la importancia del apoyo y el acompañamiento de las familias en los procesos que las personas trans adolescentes decidan iniciar para sentirse bien social y corporalmente .

 

Los márgenes

Por Iren Ibisate
Persona transmasculina. Miembro de anitzak y el observatorio vasco LGTBI

 

Ayer en el debate final previo a las elecciones del 23J las personas trans estuvimos presentes. Más concretamente las mujeres trans, ya que las personas transmasculinas siempre somos oportunamente borradas, entre otras cosas porque nuestra existencia desmonta gran parte de los bulos contra nuestras compañeras. En eso se ha convertido nuestra vidas estos últimos años, en un golpe de efecto de la extrema derecha y no tan derecha ( o por lo menos no se denominan así).

Desmontar el sistema sexo-genero es una de las mayores afrentas que pueden realizarse en esta sociedad. La razón es que desmontamos la base misma de muchas cuestiones que vemos como “naturales” y que simplemente tenemos interiorizadas o aprendidas. Les guste o no a muchas personas esas cuestiones que he mencionado sustentan estructuras de poder vigentes.

Somos personas incómodas por el simple hecho de ser y nuestra existencia en sí misma es una ruptura inasumible. Ayer el silencio ante los bulos del personaje dejaron claro que no somos personas dignas de defensa o que nuestra defensa sale demasiado cara.

 

Mi adolescencia trans

 

Hoy recomendamos Mi adolescencia trans, por Fumetti Brutti, publicado por Continta me tienes con prólogo de Alana Portero.

Lo que hace de esta obra un manifiesto salvaje es que la autora no pone excusas, no se arrepiente de sí misma y no narra desde la sumisión. Ese orgullo, ese descaro, es lo que solivianta al lector cishetero melindroso y le hace dar grititos de marqués indignado como si le hubiera abofeteado el mozo de cuadra. Una mujer trans que, a través de estas viñetas, mira a los ojos en lugar de agachar la cabeza. Un ejercicio de insumisión que no necesita artificio alguno para funcionar, solo ser narrado desde la verdad y en primera persona.

No hay artefacto cultural más poderoso que el capaz de transmitir dignidad, orgullo y fiereza a quien lo necesita. Este cómic, sin duda, lo es.

Josephine Yole Signorelli (FumettiBrutti) nació en Catania, Sicilia, en 1991. Es un fenómeno de los cómic italianos. Su debut editorial, Romanzo esplicito (Feltrinelli Comics, 2018) fue muy aclamado por la crítica (no solo de cómics), con este libro ganó el premio Micheluzzi al mejor primer trabajo, el Premio Cechetto y el Gran Guinigi al mejor debut, 2019. Mi adolescencia trans ha sido un éxito en Italia.

La chica danesa

Por Charo Alises (@viborillapicara)

#CineLGTBI

 

Basada en la novela homónima de David Ebeshoff, La chica danesa (The Danish Girl), es una película británica-estadounidense dirigida en 2015 por Tom Hopper (Los miserables, El discurso del rey) y protagonizada por Eddy Redmayne, Alicia Vikander, Amber Heard y Matthias Schoenaerts. La cinta cuenta la histora real de Lili Elbe, pintora danesa que fue la primera mujer trans en someterse a una cirugía de reasignación.

Corría el año 1929 cuando un día la pintora danesa Gerda Wegener (Alicia Vikander, ganadora de un Óscar a la mejor actriz de reparto por su interpretación) le pide a su marido, el también pintor Einer Weigene (Eddie Redmayne) que pose para ella ya que su modelo habitual no había llegado esa tarde. El acto de posar como figura femenina hace que Einar descubra su identidad sexual que había reprimido durante años y gracias a esa experiencia se reafirma como Lili. En Paris, los retratos que Gerda hace de Lili llaman la atención de los marchantes. La película refleja el periplo que recorre la pintora danesa para vivir plenamente conforme a su identidad , camino que le llevará a someterse a una cirugía de resignación que mermará su salud hasta causarle la muerte.

El director utiliza un tono contenido para contar la historia de Lili. Los recursos narrativos consiguen transmitir la sensación de desasosiego de la pintora trans como el hecho de que Lili pueda ser retratada y sin embargo, no sea capaz de reconocerse ante un espejo. A lo largo de la película observamos ,a través de pequeños detallas, como la mirada de Lili se dirige hacia las mujeres pero no con deseo sino con la admiración al identificarse con quienes observa. La interpretación de Redmayne, que obtuvo una nominación al Óscar por este papel, nos permite sentir como Lili va asumiendo su identidad. En este camino la artista tendrá el apoyo de Greta, que la acompañará a diferentes médicos para tratar de encontrar repuesta a una realidad aún muy desconocida en la época en la que transcurre la acción. En el periplo médico de Lili encontramos diferentes perspectivas sobre la transexualidad; como, por ejemplo, el terrible diagnóstico de perversión o el absurdo tratamiento de radiación para curar el mal que acecha a Einar.

Lili se convierte en una exploradora de su propio cuerpo. Es consciente de que solo ella puede afirmar su identidad y recibe el apoyo de Greta y de un médico investigador que le proporciona confianza y afecto.

Al final Lili resplandece tras la plena aceptación de su identidad y observa a las mujeres no con la admiración del principio, sino con la mirada de quien se sabe igual a ellas. Porque la pintora ya se reconoce como una mujer plena. Lili representa la angustia de saberse perdida y, a la vez, la valentía de asumirse a sin limitaciones.

En cuanto a los aspectos estilísticos de la película, el film tiene una factura visual notable. Hopper se aleja de amarillismos visuales y construye un diseño pictórico muy cuidado. Filma la cinta como si se tratase de un cuadro, enfatizando la profundidad de campo y buscando la tridimensionalidad. Con planos impecables, el director incluye en la historia cuestiones como la culpa y la moral.

Eddie Redmayne declaró sobre su papel, que se equivocó al dar vida a una mujer trans. En una entrevista para The Sunday Times Redmayne dijo: Hice la película con las mejores intenciones, pero creo que fue un error. El actor aseguró que su interpretación en el filme pudo ayudar a que la historia de Lili llegara al gran público pero señaló que su posición como hombre cisgénero y heterosexual fue clave para que pudiese interpretar el papel en lugar que se eligiese a una persona trans para dar vida a la pintora danesa. Al respecto, afirmó: La mayor discusión sobre las frustraciones en el casting vienen de que mucha gente no tiene un sitio en la mesa. Debe haber un equilibrio. Si no, vamos a seguir manteniendo estos debates.