Entradas etiquetadas como ‘Cuerpo’

¿Quién teme a lo queer? – De buena fe y de nada en contra: sobre fobias, privilegios y paciencia

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

 

«Martyr» de IG: @asphaltwitch

Todo lo que se convierte en todo ya no es nada.

Amelia Valcárcel

 

 

Fragmentar nuestro cuerpo, como si fuese el resultado de la imagen que devuelve un espejo roto, puede hacernos caer en la tentación de no leernos nunca como un todo complejo. Más bien parece que la fragmentación es una de las condenas que caracterizan la existencia humana en sociedad, y que nos fuerza a escoger una propiedad sobre el resto. ¿Podemos cambiar esa lectura?

Definirnos y ser leídes según una parte, una propiedad de voluntad esencialista, como nuestro sexo, nos fuerza también a entrar en la lógica binaria tradicional y, además, a participar de ella y su significado. Ya sea para asimilarla o cuestionarla, para defenderla o combatirla, no parece fácil tomar una salida tangente, una vía de escape que se desprenda y nos despoje de la tiranía del relato del sexo y su inercia. El (no) debate sobre el sexo que actualmente divide a la población (desde que la población se mide según cuentas de Twitter) nos retrotrae a esas lógicas esencialistas que asfixian el espacio de la existencia, que ponen condiciones, que pretenden tutelar desde la arrogancia del privilegio y que, como ha ocurrido tantas otras veces, se esfuerzan en negar el reconocimiento de las vidas que caen fuera o en sus márgenes. ¿Privilegio? Sí. Nos quedan por delante, ya sabéis, semanas de paciencia. Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Intimidad y sexo: un conjunto de órganos fragmentados

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

Foto: «Lulú // Louise Brooks Duplicada» por Chema Ayuso @xemasanayu

Eva Illouz habla del sexteo como una exposición fraccionada, “la visualización y la sexualización del cuerpo, entonces, disocian al cuerpo del yo para someterlo a una mirada rápida e instantánea, dentro de una interacción cuyo objeto se reduce a un órgano”. Somos, en Illouz, un conjunto de órganos fragmentados y, en la práctica del sexteo, reducimos nuestro cuerpo a una fracción cosificada que, a la vez, cosifica. El sexteo invita a leernos (y a leer los fragmentos de otre) como pedazos desapegados no sólo del resto del cuerpo, sino de cualquier otra condición, virtud o fuente relativa a la identidad social.

Como conjunto de órganos fragmentados que ha practicado y practica el sexteo, con mayor o menor frecuencia, no tengo nada que decir en contra, faltaría más. Por más que uno siempre habite la crítica y la sospecha, a veces gusta de meterse en estructuras cosificadoras y en las lógicas mercantilistas del cuerpo, “una tiene sus locas vanidades”, que nos diría Woolf.  Entre esas críticas, claro está, se encuentra el ser consciente de que entrar y salir de una práctica cosificadora del propio cuerpo (más o menos) a voluntad, es fruto de un privilegio y una agencia que, al menos, me sirve para decirme a mí mismo que soy yo quien decide fragmentarse un órgano de vez en cuando, por mucho que, quizá, sea resultado de un autoengaño y la práctica fagocite más esferas de las que creo. Lee el resto de la entrada »

Disidentes: Los peones de la pandemia

Por Andrea Cay, (@AndCay_)

Foto: David Santaolalla

El lunes fui a comprar, es el único momento en el que me he acercado a una tienda tras anunciarse el estado de alarma. Cuando la cajera terminó de despacharme, le dije: muchas gracias por lo que estás haciendo.

Ella no me contestó, realmente no sé si me escuchó o si se percató de lo que le estaba diciendo. Y me parece lo más normal.

El capitalismo se ha encargado de enseñarnos que contra más odiemos al obrero -no importa nuestra clase-, mejor lo estamos haciendo. Resultados: nos asomamos al balcón a aplaudir a la policía, a otros cuerpos de seguridad y a los sanitarios de “mayor rango” por tener que comerse este marrón, mientras que, exigimos a las cajeras, a la limpiadora de nuestro portal y al repartidor de Glovo que no se equivoquen con el cambio, desinfecten bien las escaleras y no tarden en llegar. Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Lo que somos: autobiografía, ficciones y dramas

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

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Quizá el objetivo más importante de nuestros días es descubrir lo que somos,

pero para rechazarlo.

Michel Foucault.

 

No me atrevo a hablar en nombre de ninguna otra, lejos de perpetuar la idea de que las mujeres trans somos un bloque homogéneo de prácticas e ideas, defiendo nuestro derecho a la cobardía, a la alienación, a ser completas gilipollas, a equivocarnos, a ser unas bocazas y a dramatizar.

Alana Portero.

 

No cambiaría mi lugar por ningún otro, porque ser Virginie Despentes me parece un asunto más interesante que ningún otro.

Virginie Despentes.

 

¿Qué/quién soy? Cuerpo, nombre, memoria, proyección. Lo que somos. Expresión, performance, significante en mapa, cuerpo-texto, herida abierta, preconsciencia. Lo que somos. Ultraconscientes del autoengaño, exposición, venta y consumo. Titubeo, mentiras, verdades como puños, verdades con patas. Fracasos, errores, esperanzas. Lo que somos.

Soy Víctor Mora, y ahora mismo escribo desde un portátil en el salón de mi casa. Esto va cambiando, a veces escribo en bibliotecas o en bares, en cuadernos y libretas. Escribo todos los días y todos los días soy Víctor Mora, aunque ya he asumido que esa persona son varias personas como, creo, cualquiera. He aprendido a convivir con los fantasmas que me componen, a entender que el yo que escribe ahora no es más que uno de ellos y que no es desde luego más importante que el resto. He vivido en Madrid más de la mitad de mi vida. He trabajado la noche y los clubs. He sido imagen, DJ y cantante de una banda electrorock. Fui teleoperador erótico, camarero en saunas gays y dependiente en tiendas de moda gótica. Me maquillaba, tenía el pelo largo y estaba obsesionada con la delgadez. Performaba la feminidad sin considerarme mujer, es decir, sin serlo. Pero sí sabiendo que tenía que explorar lo femenino y expresarlo. Era mi espacio en el género. Era un lugar de emancipación. Fui por fin el putón que tanto ansiaba ser, el de Ziga, el que añora ser la niña que no se atrevió a pedir que la dejaran ir con boa de plumas y sombra azul al colegio. Quise ser Miss Guy de Toilet Boys. Tacones, medias de rejilla, labios rojos, eyeliner, pelo cardado y maquillaje hasta en el corazón, como cantábamos en nuestro primer single post-Naranjo. Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Calenturacentrismo. Cuando descentralizar enloquece a la masa (y bien está)

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

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«Labios rotos» by unpatitodegoma is licensed under CC BY-NC-ND 2.0

El deseo es un volcán.

Ríos de Gloria.

 

La norma vigilante siempre se pone policial y pesada cuando tratamos de deslocalizar su radio de acción. Cuando desterritorializamos una idea, un afecto, un hábito o un deseo. Da lo mismo si eres vegana, feminista, queer o madre soltera. La norma siempre salta en cualquier contexto. Siempre te recuerda que no perteneces al todo fálico, a esa ficción absurda que se supone hegemónica y que responde con violencia (con algún tipo de violencia) si se ve cuestionada.

Ahora quizá podemos ver con claridad prístina que el sector de una pretendida supremacía política fantasmal, que se supone hegemónica, patalea y patalea porque encuentra obstáculos. En política-política, quiero decir, vemos últimamente cómo la discrepancia de izquierdas hacia la barbarie fascista se reescribe desde cierto discurso como una locura apocalíptica. Una locura peligrosa y amenazante que sólo amenaza en verdad a la propia norma astringente. Como si nuestra postura democrática fuese una bomba de relojería que va a hacer estallar las bases de la civilización occidental. Ojalá. Lee el resto de la entrada »

Bolleras tensionando los espacios

Por Ana Murillo (@anamurilloa), bollera, feminista y activista LGTB

Foto: Ángel Leranoz (EHGAM) | Archivo MALEANTES

Ocurre de nuevo. Me pregunto y pregunto a mis compañeras bolleras: ¿creéis que es casualidad que, cuando vais de la mano por la calle con otra mujer, alguien se choque contra vosotras? El número de veces que me ha pasado es lo suficientemente significativo y llamativo como para pensar que no es producto del azar o de la torpeza de unos y otras.

En ese choque, en ese cuerpo ajeno que se abalanza contra nuestro cuerpo y en nuestro gesto extrañado de apartarnos o retroceder, se concentra toda la violencia heteropatriarcal que nuestros cuerpos bolleros absorben y normalizan por ocupar un espacio público que parece no pertenecernos. Nos lo han hecho saber de formas muy diversas a lo largo de nuestra historia. Desde las miradas de desaprobación a las agresiones verbales, físicas y sexuales, pasando por el aislamiento y la negación de nuestros derechos, en cada uno de los lugares que hemos querido habitar y que hemos querido reivindicar también como propios.  Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Tu cuerpo no es sagrado

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

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«Las Cosas del Cuerpo 09» por TechNopal is licensed under CC BY-NC-ND 2.0

Confundir a los verdugos con sus víctimas es una enfermedad moral, un remilgo estético, o una siniestra señal de complicidad.

Primo Levi

¿De verdad crees que tu cuerpo no puede caer en un espacio otro, distinto, fuera del privilegio? ¿De verdad crees que tu cuerpo no puede ver de pronto que todo se desmorona y tiene que comenzar de nuevo? ¿De verdad no crees que pueda verse desahuciado, en la calle, en el exilio, negociando como pueda en el ostracismo un precio, en un margen precario, en un estadio ilegal y proscrito, o muerto en el mar/cementerio de la vergüenza? ¿De verdad crees que tu cuerpo es sagrado?

Tu cuerpo no es sagrado. Tu cuerpo es un sintagma contingente a merced del relato, como todos los cuerpos históricos, como todos los sintagmas de carne social. Tu cuerpo es tan vulnerable como todos los que somos parte y todo de la política. Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Memorias: Cuerpo, dolor y verdad.

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

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«Valle de los Caídos – Puerta de la Abadía» by Zarateman is licensed under CC0 1.0

En ‘Cuerpo, dolor y verdad’, el filósofo Antonio Gómez Ramos recupera Esperando a los bárbaros, la magistral novela de J.M. Coetzee, para hablar sobre el dolor y la verdad. Sobre la presión y la tortura que los poderes y sus ejércitos disciplinarios y coactivos ejercen de manera violenta; para obtener información o extraer, al menos, un relato conveniente. Esa verdad sustraída mediante la violencia la dice el cuerpo, el cuerpo y el miedo, el cuerpo y su dolor; y escribe la Historia. La verdad por tanto, esa verdad que manejamos, del relato personal y colectivo, del relato histórico, es una verdad construida y conveniente, sonsacada en pequeñas líneas hasta encajar en un gran texto; y como apunta Scarry en su magistral The Body in Pain, una verdad en suma (des/cons)truida mediante los relatos del dolor. Lee el resto de la entrada »