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De la formación de la identidad de género y sexual al debate político sobre los derechos trans

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

 

Un día, el pequeño Dragan, cuando vivía todavía en Budapest, se puso un vestido de su hermana Tamara. La niña se rio tanto que estuvo a punto de hacerse pis en las bragas, y le decía insistentemente <¡Qué guapa, qué guapa estás!> . Cuando su padre se enteró, se puso furioso y castigó a su hijo. Le había advertido de que esos juegos eran perversos y de lo inadecuado de esa dudosa inclinación hacia la cual se había dejado arrastrar.

El país de los otros, Leila Slimani (P.303, 2021)

 

Comenzamos en esta ocasión con esta cita de un libro fascinante que nada tiene que ver con nuestra estantería LGTBIQ+, pero que nos abre la puerta para recomendar un precioso álbum ilustrado: La falda morada de Leo, de Irma Borges y Francesco Fragnani, publicado en 2022 por Nube Ocho y ganador de la VII Edición del Premio de Literatura Infantil Narrativa Equality, de la asociación italiana Woman to be.

Esta publicación de gran tamaño, cuadrada y tapa dura con grandes y coloridas ilustraciones, narra la historia de Leo, un niño al que le encanta de entre toda la ropa de su baúl de disfraces, una larga falda morada con la que puede ser cualquier personaje de fantasía. Tanto es así, que decide salir a la calle con la falda, pero tras el comentario de una señora, se da cuenta de que el uso de faldas se identifica sistemáticamente con las niñas.

Gracias a su padre y su madre, descubre que en otras sociedades y culturas, hay hombres que utilizan faldas de forma habitual. También descubre que en la historia hubo mujeres que transgredieron los usos y costumbres, sobre todo las estrictas normas del saber estar, utilizando pantalones. Leo se da cuenta de que puede transgredir con su estupenda falda morada y decide llevarla puesta para ir al colegio, consciente de que rompe con las normas de género.

Con este relato sencillo descubrimos a los niños, niñas y niñes, de a partir de cinco o seis años que existen normas sociales para la identidad de género y de lo que puede suceder cuando no nos ceñimos a ellas, pero también y lo más importante, conocen la libertad y el derecho de decidir sobre la propia imagen e identidad. Este derecho está por encima de los rumores, miradas, comentarios y usos de mira estrecha que no responden actualmente a nada más que al empeño del control social sobre nuestra sexualidad e imagen, cuestión absolutamente personal.

Y de esta publicación pasemos a otra recomendación para adolescentes: Heartstopper, Dos chicos juntos, de Alice Hoseman, publicado por la Editorial Planeta en 2020, comic de Reino Unido y de estilo manga que inspira una serie recientemente estrenada en Netflix. Esta historia de amor romántico adolescente, está obteniendo un gran éxito. Lo realmente significativo es que nos relata una historia de amor entre dos chicos, y que cuenta con personajes no binarios, con los que se pueden identificar todos los chicos, chiques y chicas del mundo. A diferencia de otros argumentos de series norteamericanas de consumo adolescente, esta es más entretenida, adictiva y conmovedora, si me apuran. Marca también esta diferencia, en mi modesta opinión, que es inglesa y escrita por una mujer joven que conoce perfectamente la psicología adolescente. Aunque tengamos ya una serie, no se pierdan el cómic, manga no japonés pero original, en monocromático blanco y negro en su interior, con vistosos vuelos de hojas otoñales, de fácil lectura y muy dinámico en el transcurso de la trama. Además hay cuatro cómics publicados y de la serie sólo hay una primera parte (toca esperar a posibles y posteriores entregas).

Tras esta recomendación, pongámonos más formales y permítanme hacer una tercera sugerencia de lectura para más adultos, adultas y adultes: La batalla trans, de Raúl Solís, editado por Bellaterra en 2022. El verano nos permite mucho tiempo para leer e informarnos. En tono de reflexión necesitamos saber más y mejor sobre el consabido debate de los derechos trans puestos en jaque por el feminismo institucional.

En este sentido, el autor nos cuenta con todo lujo de detalles sobre el conflicto que surge en torno al proyecto de ley del Gobierno para la aprobación de una nueva norma que favorece y reconoce, en gran medida, derechos a las personas trans. Lo sorprendente es que en el ámbito autonómico, estos derechos se han visto anteriormente más reconocidos, que no en su totalidad, y no se generó ningún debate como el actual.

Este ensayo es un obra necesaria y un trabajo riguroso, que pone en jaque a figuras relevantes del feminismo institucional de nuestro escenario político, sobre todo cuestionando aquellos argumentos que las han posicionado de la mano de los líderes del partido más conservador y fascista en el Parlamento, de cuyo nombre no deseo mencionar en esta líneas, para no darle espacio ni relevancia.

Cabe decir que Raúl Solis es valiente y exhaustivo, argumenta cada una de sus reflexiones de forma contrastada y objetiva. No obstante hay algún detalle sobre el que pensar después de esta lectura, e incluso discrepar, pero en general resulta una información referencial para no perder el hilo del debate político en relación a los derechos humanos de las personas trans, más teniendo en cuenta como éstos se ven amenazados por intereses partidistas e institucionales, que nada tienen que ver con la demanda social y el sentir del feminismo más actual (equidistante del institucional). Recordemos que el feminismo se ha transformado desde el 8 de marzo de 2018, ha conectado con todos los grupos sociales y edades, hasta el punto de removernos culturalmente. Esto no es una amenaza, aunque así lo sientan quien lo utilice privativamente, sino supone una transformación más democrática e ideológicamente envolvente. Disfrutemos de este cambio y apoyemos a todas las mujeres, por supuesto a las mujeres trans, porque el activismo feminista ha sido y es la lucha por la igualdad de género, pero sobre todo supone el apoyo a las mujeres en situación de mayor desventaja legal, política, económica y social.

Y no se olviden de disfrutar leyendo en lo que escasamente nos queda de descanso estival.

¡Hasta pronto!

CRÓNICAS DEL MARGEN – CUIR MADRIZ

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

 

 Dado que lo líquido, al final, es un contexto por el que moverse y escribirse con otros parámetros, los propios formatos narrativos también han ido fluctuando hacia lugares fluidos, casi gaseosos, desde la instalación de lo social digital como forma de expresión y vía hegemónica de comunicaciones. Y eso sí, convengamos, hay veces  que nos agota y otras, claro está, que se pierde por el camino. La rapidez implacable del contenido digital nos desborda y nos somete a una frecuencia que no es fácil habitar, o para la cual simplemente no siempre hay ganas.

Con todo, podremos convenir que hay solideces que sí nos gustan y que no son, desde luego, las del género y el sexo. Nos gustan las que siguen contra viento y marea habitando, a la vez, la tangente de lo efímero fuera de lo digital, las que nos bajan al suelo con fotocopias y grapas, las que nos invitan a sentarnos a leer con imperdibles y cromos, las que son un tesoro perdurable y dan forma al archivo de la disidencia. Objetos de contraedición limitada que poseen, para el caso, un aura mágica por ser tangibles y exclusivos. Nuestra genealogía se escribe también en fanzines, de forma autogestionada e independiente, y además de leerla tantas veces como queramos, podemos tocarla con las manos. 

Hoy, en Crónicas del Margen, CUIR MADRIZ.

Hablé con las Cuir Madriz hace dos años, para publicar una entrevista que ya no está disponible, precisamente, por estos barridos inesperados que ocurren a veces en el universo digital. Me contaron que surgen de esta visión autogestionada para lanzar un discurso crítico sobre las realidades y experiencias cuir, filtradas por una mirada transfeminista. Hoy siguen en pie  y mejor que nunca después de varios años de eventos, pinchadas, textos, ilustraciones y alianzas fanzineras. El mes pasado asistí a la segunda presentación en la Villana de Vallekas de su cuarto número (que es el #3 porque empezaron por el #0, como no se cansan de repetir para las pazguatas como yo, que nos seguimos liando). 

Marikas, bi y bolleras, cis y trans, binarias y no binarias, provincianas y urbanitas, han (hemos) pasado por ser plumas de Cuir Madriz que, al final, se ha convertido en un archivo fotocopiado de muchas voces de la disidencia coetánea. Plumas maribibollo, transfeministas y antifascistas, que a golpe de palabra, ilustración o diseño, reivindican la memoria del margen combativo.

 

En este número podréis encontrar, entre sus 50 páginas, fotografías y carteles, ilustraciones, narrativas y referentas aliadas. Desde preciosos homenajes a Divine y a Cocó Cielo hasta reflexiones sobre cómo la arquitectura distribuye a los cuerpos cuir en el espacio. Desde un ejercicio disidente de escritura automática hasta un repaso por referentes tecno-pop de la escena queer-punk de la Yugoslavia socialista. Experiencias en verso y muchos más temas de plumas editoras como Lorenzo Romanista o Rebe Kämpfer, o invitadas como Andrea Galaxina (o servidora, que para el caso contribuyó con un texto sobre Elliot Page y el cuerpo en tránsito). 

Cuir Madriz es un flujo sólido, un torrente narrativo de imágenes y formatos poliédricos. No es extraño, por tanto, encontrarse entre las páginas de Cuir Madriz con poemas y dibujos, con repors y posters, el cuiróscopo y, por supuesto, con la colección de CROMAS cuir. Ya advirtieron las artífizas fanzineras que para el próximo encuentro es posible que encontremos un álbum para pegarlas, que las guardemos con cuidado, que las podremos intercambiar como lo hacíamos de peques, (a mí en este número me ha tocado, entre otres, el guapo de Miquel Missé). 

Podéis encontrar los fanzines, también, en la librería Mary Read, nuevo espacio aliade transfeminista del que hablaremos aquí muy pronto… De momento, sigue a las CUIR MADRIZ en redes y no faltes a sus citas:

https://cuirmadrizcom.wordpress.com/

Fb @cuirmadriz

Ig @cuirmadriz

 

Larga vida a la escena antifascista fanzinera, al punk disidente y a las Cuir Madriz!

La elección del género en disputa

Por Abel P. Pazos (elle/a) – IG: @llorarbailando

Imagen de @xenonena

 

Hace unos días, en el contexto de una entrevista más o menos formal a propósito del borrador de la ley trans* estatal me plantearon una cuestión que lleva desde entonces saltándome como un pop-up. Me preguntaban por formas específicas en que la opresión enebefóbica (opresión transfóbica concreta hacia el colectivo trans* no binario) se transmitiera a través del lenguaje. En aquel momento respondí repasando algunas de estas violencias, pero como digo, me quedé dándole vueltas, pensando sobre todo en algunos de los debates a los que estamos asistiendo estos días. Concretamente me quedé pillada pensando en el debate que ha re-surgido recientemente a propósito de si el género está sujeto o no a elección[1], lugar donde esta pregunta de inmediato me proyectó y que tras reflexionar sobre ello he podido llegar a entender por qué.

Voy a intentar dar cuenta de la manera en que este debate transmite de una forma verdaderamente perversa estas violencias a través del juego del lenguaje que lo enmarca y lo pone a funcionar. Formas de violencia de éstas que son sublimes, pero igualmente bien intensas, generalmente para contra el colectivo trans*, y por algunas razones también de manera muy específica contra las personas dentro del paraguas no binario. Lee el resto de la entrada »

Dos recomendaciones para parar y reparar este precipitado mes de mazo

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

Ya estamos en el mes de marzo y casi no me doy cuenta por la cantidad de cosas de las que estoy pendiente. Tercera ola Covid 19, vacunas e intentos de especulación de las grandes empresas farmaceúticas, pendiente de la campaña de Amnistía Internacional para la defensa de la Atención Primaria de Salud, no podía estar más de acuerdo, gracias me devolvéis la fe en la humanidad y admiro a les, las y los activistas.

Ertes, despidos, elecciones sindicales, aprovecho y saludo a mis compañeras de sección de CCOO. Teletrabajo y redacto documentos sin fin. Tengo una preciosa familia con gata como el gato de Mili Hernandez que va de casa en casa y convive con familias muy diversas, como mi gran familia extensa.

En términos generales esta es nuestra vida, muchas personas pueden identificarse y tiene mucho sentido por dos motivos: internet nos abre puertas al trabajo, activismo, colaboraciones y actividades para todo el día. Llegó el 8 de marzo y dosifiqué fuerzas para disfrutar como otro año más, para que se pintasen las calles de morado. Además, ahora, las redes sociales se nos abrieron más posibilidades de expansión de esta tonalidad tan preciosa y feminista que nos viste a todas en estos días.

Y cuando hablo de todas, incluyo a las mujeres transfeministas, que las hay y desde hace mucho tiempo, a las transgénero y transexuales, por que el feminismo es la lucha por la igualdad, se gestó por este motivo y cabe en todos aquellos lugares donde hay personas discriminadas. Sino es así carece de sentido para mí que el feminismo me ha ayudado tanto a entender a verme y ver de forma sorora a otras mujeres. No puedo creerme la polémica actual en relación al feminismo, más recalcitrante me temo, y en contra de los colectivos de mujeres trans, sobre todo porque no he visto públicamente nada en contra de los hombres trans en ninguna declaración o debate. Lee el resto de la entrada »

¿Es la femme-inidad un producto del cisheteropatriarcado?

Por Beatriz Ramírez Saveedra

Foto de Jerónimo Roure / Día del orgullo LGTB 2019 en Valencia

Sonríe. Habla. No hables tanto. ¿No te das cuenta de que hablas demasiado? Mira hacia abajo. Vete detrás. Conténte. ¿Aún no has hecho la cena? No necesitas trabajar. Ese pantalón te hace gorda, tienes demasiado culo. Esa falda es muy corta. Con esas pintas, ¿quién te va a tomar en serio? Haz el favor de dejarte el pelo largo, pareces un chico. La sopa está fría. No eres tan lista como crees. Cierra las piernas al sentarte. Abre las piernas en la cama. ¿En serio no quieres ser madre? No te pongas tacones. Ponte tacones para parecer más esbelta. ¿Sabes ya lo que dicen de las mujeres que llevan los labios tan rojos?…

El cisheteropatriarcado machaca nuestro intelecto, nos sume en una categoría sociopolítica denigrante, denigrada, vulnerable, hecha trizas. Nos consume, nos vuelve profusamente consumistas hasta el paroxismo. Nos quiere quietas, nos quiere calladas, nos quiere valientes pariendo pero aterrorizadas en cualquier otro momento. Y nunca cambia nada. Si decides ir hacia un lado, lo estás haciendo mal. Si cometes un error, lo tienes que pagar toda la vida. ¿No mordió Eva la puñetera manzana? Lee el resto de la entrada »

La bisexualidad desde un posicionamiento feminista crítico

Por Marcos Ventura Armas (@MarcosVA91) activista de Gamá, Colectivo LGTB de Canarias

Foto: WeHoCity

Desde un posicionamiento feminista crítico, considero clave tener siempre presente que el enemigo es el orden cisheteropatriarcal, no las personas que eventualmente lo encarnan, quienes, como bien dijo Rita Segato, a veces serán mujeres. Si tenemos esto presente, nos será más sencillo escapar a la dialéctica maniqueísta de la guerra de sexos entre las buenas y los malos. De esa forma, conseguiremos otras perspectivas al mirar la realidad con enfoque de género. Si bien solemos esforzarnos en ver cómo afecta el patriarcado a las mujeres, y los efectos negativos que tiene en ellas, pocas veces solemos girar la cabeza y observar otros aspectos de la realidad con las gafas violetas. Más allá de la realidad de las personas no binarias, que necesitarían probablemente otro artículo que analizara las consecuencias del cisheteropatriarcado en ellas, lo cierto es que el orden patriarcal también tiene efectos dañinos en los varones.

De todas es conocido cómo los varones tienen una problemática muy grande para poder vivir de forma sana sus emociones. Pero también sabemos que son la mayoría de consumidores de drogas y alcohol. Que son la mayoría de la población carcelaria. Que los hombres son cerca de ¾ partes de todas las muertes por suicidio. Y que son la mayoría de las víctimas de delitos violentos, también la mayoría de víctimas mortales. Si siguiéramos la dialéctica de la guerra de sexos, podríamos preguntar: ah, pero ¿quién los mató? Y eso nos llevaría a otra cuestión importante, que los hombres son la mayoría de los criminales violentos. Esa es una realidad que tiene una importante disimilitud al desagregarse por género y es, por tanto, una realidad determinada por el orden cisheteropatriarcal. Un cambio en la mentalidad machista no solo eliminaría una situación de desigualdad injusta y de opresión de las mujeres, sino que traería beneficios para todas las partes. Lee el resto de la entrada »

Cuerpo situado y espacios liminales

Por Pal Gallego (@palgb_)

El amor y la rabia son energías renovables«El amor y la rabia son energías renovables» by Emilio__ is licensed under CC BY-SA 2.0

Este impulso no es más que el fruto de muchos otros entramados mentales, vaivenes identitarios y ganas de reventarlo todo. Quizá solo así podamos empezar por algo.

Lo más importante es que hablemos de verdad (no sobre la verdad, sino de verdad, de tú a tú). Y sí, en la teoría encontramos mucho de verdad, o de mentira según se mire, porque entre tú y yo, sabemos que la realidad mucho de objetivo no tiene y, por lo tanto, de verdad absoluta tampoco. Lo que quiero decir es que la teoría está muy bien, está fenomenal para poner nombre, para visibilizar, que chica, con lo mucho que nos cuesta como para ahora no quererla; para ser crítiques con lo que nos imponen. Pero a mí me gustaría que me hablasen más desde el cuerpo y menos desde la teoría. Yo sé que a estas alturas ya estarás pensando: “otre jipi más hablando que si el cuerpo, los cuidados y mimimi”. Y puede ser, ni confirmo ni desmiento. Pero mira, es que eso no lo inventé yo, ya lo inventaron otres que tenían mucha razón.

Continúo.

Yo sigo empeñada con esto. Hace unos días me encontraba reflexionando sobre el concepto de embodiment para un trabajo de clase, que viene a ser algo así como el conocimiento encarnado, lo vivencial, vaya. Sí, lo que decía antes de poner el cuerpo en el centro. Nunca había reparado en el significado de la palabra “encarnado” como concepto individual y relacionándolo con la experiencia personal, y lo mucho que tiene de teórico y vivencial a la vez. Para que me entendáis: no es lo mismo leer que tu cuerpo no está mal y “ámate a ti misme”, en cualquiera de los sentidos que os imaginéis; que leer que no eres la única persona que ha pasado por ese momento en el que te miras al espejo y odias tu cuerpo porque no se parecen en nada al de cualquier ideal normativo que os imaginéis. Menos mal que el activismo gordo estuvo ahí para acogerme en ese momento, darme una bofetada y hacer que a mis 24 años, por primera vez en la vida, decidiese dejar de hacer dieta. ¿Vosotres os podéis imaginar lo que es 24 años queriendo dejar de tener el cuerpo que tenéis? Obviamente no son 24 años, y menos mal, pero 14 sí, y seguro que quienes me estén leyendo y se sientan identificades, saben de lo que hablo.

Pues a eso me refiero. Y no sabéis el soplo de aire freso que da poder compartir tu experiencia con tus amigues o con gente a la que no te unía nada y ahora te une parte de tu experiencia vital. Y en ese sentido no os podéis imaginar (o a lo mejor sí) lo poderoso que es poder establecer alianzas en base a una vivencia y a un empoderamiento corporal. Se llama visibilizarse, visibilizarnos.

Como ya he mencionado un par de veces a lo largo del texto, la visibilidad es muy importante, es vital, no sólo a la hora de sentirnos validades y legitimades, con todo el doble filo que tiene esta afirmación y el coraje que da que alguien de fuera tenga que validarte; porque, amigas, LOS que nos validan sabéis perfectamente quiénes son. Pero como iba diciendo, la visibilidad es una baza que necesitamos, no ya sólo de cara a fuera, sino también para nosotres mismes. Es decir, la visibilidad va muy ligada a la legitimidad que nos damos y sentir que no la tenemos viene por una negación al acceso a un espacio. ¿Os suena el síndrome de le impostore? Yo últimamente tengo mucho así que si queréis un poquito ya sabéis. Para mí este estado mental, ese autoboicot, hace que me diga que no soy lo suficientemente X para X. Y si esto lo hablamos en términos identitarios, entonces… entramos en mental breakdance.

Pero precisamente creo que es necesario explorar la potencialidad de habitar un espacio que parte de la negación, un no-lugar. La liminalidad se define como un estado de paso, como una transición de un sitio a otro, como algo que está en el umbral; como aquello que ha sido esto pero está camino de ser otra cosa; algunes dirían que como el estado intermedio de una fase. Últimamente no puedo dejar de situarme ahí, en un estado/espacio liminal; y no dejo de pensar que hacer esos lugares habitables es muy importante y deberían ser un sitio desde el que poder re-construir. Empezando individualmente para terminar haciéndolo de manera colectiva.

En definitiva, parece que nos pasamos la vida construyendo categorías en las que poder encajar, en las que poder “cumplir” todos los estereotipos que nos imponen, para luego darnos cuenta de que no encajábamos tanto y de que esas categorías muchas veces constriñen, hasta el punto de que no llegamos a ser lo suficiente para habitarlas. Ojo, con esto no quiero decir que no sean importantes. Pero creo que la clave es  no construirlas desde la matriz normativa sobre la que nos han enseñado que se construyen. Que nada es absolutamente esencial a nosotres mismes, que somos de-construcción y re-construcción al mismo tiempo y 24/7. Solo desde ahí nos daremos cuenta de que no tenemos que ser ni las mejores invertidas, ni las perfectas disidentes; que nuestra vivencia es lo único que construye nuestra identidad y que es desde ahí desde donde tenemos que enunciar, y que esa enunciación ni mucho menos tiene que responder al canon que ha construido el imaginario colectivo. En esa re-construcción me parece importantísimo señalar la rebeldía con la que utilizamos no solo una matriz diferente sino unas herramientas diferentes y unas tecnologías también diferentes, que perfectamente podrían ser las que nos estaban constriñendo, pero esta vez desde otro lugar.

Al principio me he metido un poco con la teoría, y tampoco me parece justo, porque no creo que sea un espacio donde no se pueda construir. De hecho creo que sí, hablar desde las vivencias y el cuerpo es imprescindible, pero hablar desde lo teórico y académico creo que nos da las herramientas para poder reivindicar un espacio que también es nuestro y hacer frente a discursos desde un lugar al que les tenemos poco acostumbrados. Y que al final, si algo nos enseñó los (trans)feminismos es que desde lo personal es desde donde se construye lo teórico y lo visible.

Sea desde donde sea.

Si llegamos aquí fue para dinamitarlo todo.

Bienvenides a mi espacio liminal.

¿Quién teme a lo queer? – Hablamos con Darío Gael Blanco

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

Si quieres mandar preguntas o comentarios a Víctor Mora puedes escribir DM o de forma anónima a: https://curiouscat.me/Victor_Mora_G

Darío Gael Blanco

Una vez al mes esta columna se dedica a entrevistar a personas o colectivos, que a través de sus creaciones, desarrollos o proyectos, conforman espacios de vida para la disidencia, y generan de alguna manera el tejido de lo queer.

Darío Gael Blanco es traductor, filólogo y jurista arrepentido. Nació con una cresta punk negro azabache a poco más de un mes de la caída del muro de Berlín. No obstante a sus casi 30 se confiesa infinitamente más radical que a sus 15, y así lo deja ver en, entre otros espacios, sus muy activas redes sociales. Este transchulazo de porcelana fina ha publicado en el segundo volumen de la antología de ficción feminista y LGTB Cuadernos de Medusa (Amor de madre, 2019), y en Vidas Trans (Antipersona, 2019). Por todo ello, no podía más que preguntarle: Lee el resto de la entrada »

¿Quién teme a lo queer? – Fascinante fascismo

Por Victor Mora (@Victor_Mora_G ‏)

Si quieres mandar preguntas o comentarios a Víctor Mora puedes escribir DM o de forma anónima a: https://curiouscat.me/Victor_Mora_G

 

Imagen: ‘El Caudillo As David Bowie’ de Roberta Marrero (2012)

¿Qué supone, en concreto y bajado a tierra, la entrada del fascismo en el escenario político y cultural? ¿Cómo puede afectar en lo inmediato a las existencias queer, a las reivindicaciones transfeministas, antirracistas, y a los cuerpos y alianzas, en suma, precarizados y más vulnerables? Cuando se habla de retroceso o de involución, ¿a qué nos referimos?

La representación de la extrema derecha en las instituciones, en los medios de comunicación y en el cuerpo social es, de hecho, pedagógica. Desata un derrame performativo que legitima formas concretas de violencia y, además, la fuerza de este derrame nos sitúa ante otro problema urgente: la reorganización.

En Fascinante fascismo Susan Sontag recupera la más famosa película de Leni Riefenstahl a propósito de trabajos posteriores de la directora y fotógrafa alemana, y elabora una reflexión estética y política sobre la tibieza crítica con la que se han asumido, en ocasiones, elementos propagandísticos de la producción nazi. Cita a Genet, (“el fascismo es teatro”), y señala que “en El triunfo de la Voluntad, el documento (la imagen) no solo es el registro de la realidad sino que es una razón de que la realidad se haya construido, y debe, a la postre, reemplazarla”. Lee el resto de la entrada »

20 años de Homografías

Por Javier Sáez (@hartza69), activista marica y autor  de ‘Teoría Queer y Psicoanálisis’

 

La publicación en 1999 de Homografías (Espasa Calpe), escrito por Paco Vidarte y Ricardo Llamas, supuso un calambrazo radical en el pobre panorama del ensayo español LGBT de los años 90. Los textos de Paco y Ricardo, además de estar escritos con gran calidad, mucho humor y muy mala leche, planteaban preguntas incómodas y subversivas a la adormecida comunidad LGBT, en especial a los hombres gais, fascinados por la dinámica consumista de barrios como el Chueca madrileño y el Eixample barcelonés (Gaixample).

Paco Vidarte y Ricardo Llamas fueron ambos activistas de La Radical Gai, uno de los grupos más interesantes y subversivos de los años 90, junto con la asociación de lesbianas LSD. Aunque cuando apareció Homografías la Radi ya se había extinguido, encontramos en este libro muchos de los temas que habían marcado la acción política de este grupo. Desde ‘Armario’, que es uno de los textos más profundos y a la vez más hilarantes que se han escrito nunca sobre la salida del armario (“¿Qué pasa? Soy bollo y a ver si te voy a partir la cara”), hasta ‘Identidad’, que plantea debates muy actuales sobre la política de las identidades sexuales, el libro recorre muchos puntos calientes de la geografía política LGBT. Y cuando decimos calientes lo decimos con toda la intención. La pluma irredenta de Paco y Ricardo no dejaba de lado la cuestión del cuerpo, del deseo y del sexo, con artículos sobre el ligue de váter (‘Urinarios’), las saunas o los gimnasios (‘Galletones’). Lee el resto de la entrada »