Archivo de la categoría ‘Agenda’

(h)amor 9 amigas

«[La amistad] Consiste en amar a un ser humano como se querría amar a
toda la humanidad».

De la amistad, Simone Weil

 

Nosotras y las autoras que participan en este volumen, (h)amor 9 amigas, reivindicamos y practicamos la amistad en múltiples y diversas formas. Que las amigas nos pueden salvar la vida lo gritan desde siempre los feminismos, y lo llevamos como bandera las minorías, migrantes, racializadas y el colectivo LGTBQIA+.

Como bibolleras también sabemos que las amigas pueden ser amantes, o sujetos de deseo, y esta forma de amistad-amorosa puede ser vivida desde la idealización, el rechazo o la identificación absoluta.

Y además nos hemos dado cuenta de que la amistad en ocasiones necesita distancia, de que hay amigas que se separan, temporalmente o para siempre, de que el duelo es también un dolor que puede llegar a formar parte de este tipo en apariencia tan universal y sin embargo absolutamente particular de relaciones.

La amistad, por último, debería ser crítica y no convertirse en otro concepto susceptible de ser transformado en producto de consumo por el neoliberalismo.

Como bien dice Nerea Pérez de las Heras: En momentos críticos, la verdadera tragedia es no tener amigas, y añadimos: y en momentos de gozo, también: amigas es la novena entrega de la colección (h)amor de la editorial Continta me tienes, con textos de Elisa Coll, Alicia Valdés y Rubén Serrano entre otras.

 

Biopolítica del armario

Hoy recomendamos Biopolítica del armario, de Javier Sáez, publicado por Bellaterra.

 

El objetivo de este libro es desarrollar un análisis de eso que llamamos «el armario», desde una perspectiva política, no solo individual. Se ha escrito mucho sobre la salida del armario: sobre cómo hacerlo, sobre los beneficios para la persona que sale de él, sobre el acompañamiento, sobre las dificultades para llevarlo a cabo, etcétera. Pero se ha escrito muy poco sobre cómo se construye ese dispositivo: ¿de qué está hecho, cómo funciona, cuándo aparece, qué mecanismos, discursos y prácticas lo configuran, cómo se «entra» en él?; ¿cuáles son sus implicaciones en las políticas que regulan la sexualidad y el género, y los efectos individuales y colectivos sobre las personas que viven en él, o que salen de él?

Veremos que el armario se puede entender de muchas formas, con diversas dimensiones políticas: como un espacio, como una relación social, como un sistema de opresión, como un régimen político, como una temporalidad, como una epistemología, como un dispositivo disciplinario, como una tecnología del género, como un trauma, como una forma de violencia, como una violación de los derechos humanos, como un productor de identidades, como un concepto colonial, como una prótesis, como un acto performativo, como una forma cibernética, como una corporalidad, como una utopía, como un ataúd, como una metáfora, como una institución, como un duelo, como una arquitectura, como un sistema termodinámico.

Puedes consultar el índice de Biopolítica del armario en este enlace.

Sobre el autor: Javier Sáez del Álamo (Burgos, 1965) es un sociólogo, traductor y activista gay español, especialista en teoría queer y en psicoanálisis. Ha participado en los últimos 30 años en diversas asociaciones LGTB y queer (La Radical Gai, Grupo de Trabajo Queer GTQ, Col·lectiu Gai de Barcelona), y ha publicado varios libros sobre teoría queer. Ha traducido al castellano numerosos libros de figuras clave del movimiento feminista y queer como Judith Butler, Monique Wittig, Jack Halberstam, bell hooks o Sara Ahmed.

 

La sociedad no binaria

«Les autores te guían en un viaje a través y más allá del género, utilizando un riguroso rango de textos académicos y testimonios personales para ampliar nuestros horizontes… Enriquecedor para casi cualquier persona».

Dr. Vincent, profesor asociado en Sociología, Universidad de York.

 

Hoy recomendamos La sociedad no binaria. Vivir en ambos géneros, más allá y en el medio, un ensayo de Alex Iantaffi y Meg-John Barker, publicado por Egales.

Gran parte del pensamiento de la sociedad opera de una manera muy rígida y binaria: algo es bueno o malo, correcto o incorrecto, un éxito o un fracaso, etc. Desafiando esta limitada forma de pensar, este innovador libro analiza cómo los métodos de pensamiento no binarios pueden aplicarse a todos los aspectos de la vida y ofrecer nuevas y mejores formas de entendernos a nosotres mismes y de relacionarnos con les demás.

Utilizando experiencias de género bisexuales y no binarias como punto de partida, este título aborda las cuestiones clave del pensamiento binario acerca de nuestras relaciones, cuerpos, emociones, bienestar y nuestro sentido de la identidad, y establece una selección de prácticas que pueden ayudarnos a pensar de forma no binaria.

Esta original y reveladora guía fomenta la reflexión sobre cómo vemos y entendemos el mundo en el que vivimos y cómo doblamos, desdibujamos o rompemos los códigos binarios de la sociedad.

 

Nadie miraba hacia aquí

«Para aprender sobre la pandemia del VIH, su cronología y la de los movimientos activistas y artísticos que surgieron a su alrededor, nada mejor que este magnífico ensayo de Andrea Galaxina»
Bob Pop

 

Hoy recomendamos Nadie miraba hacia aquí, de Andrea Galaxina, publicado por Continta me tienes.

Nadie miraba hacia aquí es un ensayo sobre la confluencia entre la última gran epidemia del siglo XX y el arte contemporáneo. Sobre cómo la marginación y el abandono al que fueron sometidas las personas que vivían con VIH/sida desató una corriente de rabia, denuncia y tristeza por la pérdida, que dio como resultado algunas de las obras más profundamente políticas y radicales de la contemporaneidad. Este ensayo es un acercamiento a este corpus artístico, a lxs artistas que lo crearon y a un contexto histórico que cambió para siempre la lucha LGTBIQ+ y el arte contemporáneo.

Sobre la autora
Andrea Galaxina es licenciada en Historia del arte y máster en Historia del arte contemporáneo y cultura visual por la ucm-uam y el Museo Reina Sofía. Desde 2010 lleva la editorial #bombasparadesayunar e investiga sobre el fanzine como medio de creación, resistencia y empoderamiento feminista y la edición contracultural.

 

Las trampas de Lánthimos: ¿Es «Pobres Criaturas» una película antifeminista?

Por Konstantinos Argyriou

 

Vi Pobres Criaturas (Poor Things) en Atenas, el segundo día de su estreno en cines. Me quedé estupefacto por el guion tan elaborado y transgresor, las excelentes actuaciones, la escenografía mágica, primero en blanco y negro y luego en color, y por supuesto, la dirección de este director tan potente y distinguido que es Giorgos Lánthimos. Pero por alguna razón, no compartió todo el mundo la misma visión que yo. ¿Qué le pasa a esta película y genera tanta polémica?

Es verdad que estas Navidades, la gente en Grecia se volvió loca con la nueva referencia cultural que llevaría la reputación nacional hasta los Óscar. Hubo, además, mucho batiburrillo respecto a los contenidos de la película, que culminó en varios memes contra quienes habían expresado sus opiniones no solicitadas sobre ella. Es cierto que hubo mucha gente comentando la película en redes y en medios, así como en el espacio público en su conjunto. Fue, definitivamente, el talk-of-the-town a lo largo de este enero.

Pero, ¿dónde está el problema? Para algunas voces, es por el “tono woke” que hace que la película parezca feminista sin que lo sea. Quienes apuestan por esta lectura no son ninguna sorpresa: se trata de neorrancios y ciertas “feministas radicales”. Para otras, es por la parafernalia de engendrar éticas y seres humanos interviniendo a la lógica celeste –crítica de neoconservadores cristianos. Por último, miradas puritanas que se molestan por el exceso de escenas sexuales y provocadoras. Al menos hay poca gente que critique la actuación de Emma Stone, Willem Dafoe o Mark Ruffalo (que sí se merecen muchas distinciones).

Lánthimos sigue siendo una figura polémica, particularmente en Grecia. Representa a aquella gente que ha tenido que buscarse la vida fuera, traicionando a su patria y rechazando sus recursos y desafíos –se queja muy a menudo en prensa de que en Grecia no podía desarrollar sus ideas adecuadamente por falta de fondos. Incluso ahora que se celebra su obra y ha ganado fama a nivel internacional, hay gente en Grecia que lo sigue considerando irrelevante, impertinente, usurpador, descarado. En definitiva, no todo el mundo le concede la importancia, el éxito y la lucidez que se merece.

La película molesta porque transmite una metamorfosis incómoda, atravesada por una experimentación que no está exenta de peligros. Pero yo incluso diría que molesta porque viene a interrogar saberes expertos y científicos, a hablar de temas incómodos como la emancipación a través del trabajo sexual y la lectura de libros filosóficos, y a liberar a los sujetos subalternos de una tradición (aquí decimonónica, pero persistente hasta nuestros días) que los mantiene subordinados a la observación autoritaria.

En cuanto a las críticas de antifeminismo, ellas se basan principalmente en la mirada masculinista y cosificante que supuestamente emplea el director. Bella Baxter es el objeto de satisfacción de los deseos escopofílicos de toda una congregación de tíos que, tanto en la trama como en la propia ejecución de la película, la manipulan y se aprovechan de ella. Bajo esta lectura, Emma Stone no le otorga ninguna faceta emancipadora a su personaje, sino que reproduce acríticamente la hegemonía misógina de Lánthimos.

Es más, según esas lecturas, la hipersexualización y cosificación tan exuberante (sucumbir a caprichos de clientes en el burdel de París, descubrir deseos lesbianos, y para culmen, someterse a la luz de gas del nuevo marido) parece que no hace más que validar, humorísticamente, la explotación sexual como acto legítimo de subjetivación. Como leí en una infame página del Facebook griego, Feminismo Herético:

“El mayor fracaso de la película es el intento de dar una connotación feminista a una historia que no trata de lo que quieren las mujeres, sino de lo que los hombres imaginan que quieren las mujeres, ya que las elecciones de la protagonista están determinadas por las posibilidades del mundo de los hombres. El sexo, el matrimonio y el secuestro de una niña por hombres adultos no son violación, explotación y trauma sino un despertar sexual. En el universo cinematográfico de Lánthimos, una niña puede dar su consentimiento para casarse, viajar e incluso suplicar por más sexo (lo que se llama salto furioso para que no olvidemos que estamos tratando con una niña) y la autorrealización definitiva llega a través de su prostitución. La definición de la mirada masculina con una endeble fachada de empoderamiento femenino donde nunca vemos al personaje realizar algo verdaderamente empoderador.”

Me pregunto cómo es posible que se lea tan superficialmente un largometraje que, ya de por sí, implica una indagación y una profundización del público en cuestiones transversales, universales, que plantean una transformación social precisamente a partir de la independización de una mujer de los mandatos de su padre creador, sus pretendientes y maridos, y de la cultura patriarcal en su conjunto.
Estamos ante una historia que requiere de nuestra participación activa en las formas de mirar, de interpretar conductas y motivos, de comprender los cuerpos y de construir relatos, es cierto. Pero ¿acaso se puede pensar tan inocentemente que una película dirigida por un hombre no puede tener ninguna implicación feminista? ¿Se pueden reducir todos sus mensajes en un plan malvado de quitar agencia femenina?

Evidentemente, Lánthimos no es ningún paria de la cinematografía contemporánea. Al contrario, si desde los 2010 se consideraba avant-garde con sus lecturas contra la familia, ahora nos lleva a su nueva era más literaria-filosófica con la fuerza de alguien que ya sabe usar las herramientas que le ofrece el stardom hollywoodiano. Pero antes de tacharlo de woke y antifeminista a la vez (woke antifeminista sería una panacea maravillosa, la que nos faltaba), ¿qué tal si nos fiamos de sus intenciones?

 

 

Me declaro Bicho Pelota

Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina), la cuentista de nuestro refugio

 

Llevo un año pensando en mantener el ritmo de actividad ¿habitual? Realmente, creo que me meto en todo tipo de fregaos, y me digo a mi misma que para resolver, se trata de organizarse a corto plazo por objetivos concretos. Uno de estos objetivos esta siendo escribir sobre uno de los álbumes ilustrados que más me han gustado del año 2023. El problema es que se juntan muchas apetencias, con sus correspondientes objetivos, subestimando a priori el esfuerzo y dedicación que requiere cada cuestión.

Así vivimos, como si se tratara de un concurso televisivo, o de una competición. Es cansado, poco fructífero y me pregunto ¿Dónde queremos llegar? No quiero pensar en el futuro.

Todo el mundo mira al futuro inmediato, tanto que olvidamos el presente. En la primera Cumbre de la Tierra de 1992 en Brasil alguien dijo “el futuro se construye en el presente”. Son sabias palabras, porque si no tenemos un presente mínimamente estructurado, mal se nos planteará el futuro, y no el inmediato, sino a largo plazo. Esto es más serio. Temo un futuro panorama de tremendo caos climático, porque el presente es de cambio climático; un futuro de intolerancia, porque el presente es de tensión social. El futuro puede ser más violento en el ámbito político, derivado de un presente de tensión en escalada, y de todos los vicios adquiridos y acrecentados, tanto del pasado como en el presente.

En definitiva, o nos movilizamos y tomamos medidas efectivas, o tendremos un futuro poco alentador. Para allá vamos, con patines y sin frenos, y si nos planteamos únicamente objetivos a muy corto plazo, en términos de la sobrentendida rentabilidad social y económica, y para integrarnos socialmente a capón, o no se cuantas otras cosas vacías y colmadas de esfuerzo e insatisfacción, muy probablemente no seremos nunca ni consecuentes, ni felices, ni libres.

Así que contracorriente, muy en contra de todo lo que está pasando, reafirmando convicciones y apoyada en mi derecho a la protesta: me declaro un bicho raro. Incluso puedo ser un bicho raro pelota. Porque a las personas que nos diferenciamos de las estrictas identidades estereotipadas de talla, género, sexual, al margen de los valores imperantes, o por el motivo que sea, se nos percibe como bichos ¿A estas alturas? Pues me temo que sí ¡Viva el mundo animal! ¡ Y viva la entomología!

Todavía tiene costes ser conscientes de la diferencia personal, y conlleva dificultades relacionales como comentarios, miradas indiscretas, curiosidad o estupidez de algunas personas. Incluso podemos sufrir las típicas e intolerantes, por no decir violentas, llamadas al orden por parte de algún o alguna valiente (en nombre del supremo conocimiento de usos y costumbres de la sociedad española, o de mundo mundial).

Para estas situaciones recomiendo reafirmarnos en el derecho a la diferencia, en la superación de la imposición de los límites del aburrimiento y alejarnos de sentir amenazadas nuestras convicciones, y menos nuestros derechos ¡Faltaría más! Apoyemos al bendito derecho a tener una identidad, a ser libres y diferentes, a la necesidad y derecho a reivindicarlo y reivindicarse en todos los espacios.
De esta manera no tengo más remedio que recomendar el precioso y último álbum ilustrado Bicho Pelota, de Olga de Dios, publicado en 2023 por Ediciones Apila, y del que la autora me habló el pasado ocho de marzo, cuando nos encontramos en la manifestación por las hermosas y moradas calles de Madrid. Uno de los mejores álbumes ilustrados del año. Irene Montero lo ha recomendado en Twitter (¡Qué antigua estoy!), actualmente X. Lo leen sus hijos, apreciemos su buen gusto.

Este relato nos habla de Bicho Pelota, un personaje que crece y evoluciona en la diferencia y al margen de las expectativas del resto de los insectos que viven a su alrededor y que con muy buenas intenciones, le asesoran sobre su probable identidad como insecto. Pero ninguna de las predicciones se cumplen porque Bicho Pelota come, crece y le salen unas manitas cortas, además de pelo por todo el cuerpo. Rueda y bota como una pelota, pero no es una pelota. Descubrimos que ser diferente, supone alejarse de las experiencias sociales. De esta manera Bicho Pelota comienza a conocerse y a disfrutar junto al resto de los estupendos personajes de ficción de Olga de Dios: Rana de Tres Ojos, Monstruo Azul, Pájaro Amarillo y Monstruo Rosa.

Aunque han trascurrido meses desde la publicación en papel de Bicho Pelota, en edición colorida y con manejable tapa dura, ahora la autora lo comparte en su web, para que grades, peques o medianes, en cualquier lugar del mundo castellano parlante, tengamos acceso y disfrutemos a tope este relato. Es un gesto amable que hace a la historia de Bicho Pelota, aún más especial y generosa.

Recuerden compartir Bicho Pelota con muy peques desde los dos años, o incluso antes si centran su atención en las formas y colores de sus ilustraciones para disfrutar de montañas, cielos naranjas, vegetación, y un nutrido mundo de bichos conocidos y por conocer, como la libélula, el vicho hoja, la termita, el brillante gusano de luz, el piojo, el larguiducho bicho palo, el rechonchete escarabajo, la preciosa mariposa o el volátil mosquito.

Y por supuesto, os deseo un 2024 de tiempo para leer y disfrutar; olvidémonos de las prisas, que son terribles compañeras.

¡Hasta pronto!

Tú a Soria yo a Barcelona

 

Hoy recomendamos Tú a Soria yo a Barcelona, un ensayo de Ignacio Elpidio publicado por Egales.

Un libro sobre el sexilio. El abandono de las personas LGTBI de su lugar de residencia por sufrir rechazo, discriminación o violencia, especialmente en las zonas rurales.

Hay un conjunto de expectativas sobre las grandes ciudades como espacios en esencia mejores para las personas LGBTI.

Tú a Soria, yo a Barcelona busca ser divulgativo, para transmitir ideas teóricas y empíricas sobre cómo la vivencia del espacio cambia en función de nuestra orientación sexual o de nuestra identidad y expresión de género.

Primer libro sobre el sexilio, sobre las dificultades de la población LGTBI en el mundo rural frente a las grandes ciudades. Este autor ha publicado con Egales «Más que visibles», «Bifobia», «Se vende diversidad» y «Cuando muera Chueca». Ignacio Elpidio es un autor con mucha relevancia en el mundo académico.

Como Comida. Un festín de bollerapps

«Sobre las sábanas. Con la obstinación del corcho. Abandonas el fondo. Te impulsas hacia la superficie»
Sara Torres

 

Hoy recomendamos Como Comida: Un festín de Bollerapps, una novela gráfica con idea original de Flor M. Yustas y Lidia Toga publicada por Continta me tienes. Combina narrativa e ilustraciones antropomórficas inspiradas en Bojack Horseman, Mouse y el furry art, salpicadas de gemidos y fluidos.

La protagonista ha roto con su novia tras diez años de relación y parece que la única opción plausible es rodearse de clínex y helados. En contra del criterio de sus amigas, decide apostar por las apps de citas como laboratorio de experimentación para transitar el duelo a través del deseo. Aunque únicamente pretendía olvidarse del dolor mediante el sexo, en el camino se enfrenta con las diferentes tensiones derivadas de la cosificación y el consumo de cuerpos, el racismo, el clasismo o la lesbofobia. Todos estos temas estarán presentes en sus conversaciones, citas y (des)encuentros. Una celebración del placer no exenta de vulnerabilidad, que nos permite adentrarnos en territorios tradicionalmente vedados para las mujeres, incluidas las bibolleras.

«Romper con las expectativas impuestas es un acto de resistencia que merece ser celebrado, ya sea en la colectividad de las calles, en la intimidad de la cama o en el desvanecimiento de lo público-privado del playroom. Como Comida logra todo esto», Catia Faria.

La ficción de un mundo inmune

Fundación 26 de diciembre

 

La Fundación 26 de Diciembre, entre sus objetivos fundacionales, contempla la atención especializada a personas mayores LGTBI con VIH/ SIDA y el fomento de la investigación. Partiendo de estos objetivos, consideramos que tocaba dedicar el VI encuentro de investigación, memoria y experiencias LGTBI al VIH/SIDA, aún muy presente en nuestra comunidad.

‘La ficción de un mundo inmune. Salud sexual, VIH y envejecimiento’ es el VI encuentro de investigación, memoria y experiencias LGTBIQ+, una jornada de carácter interdisciplinar organizada por la Fundación 26 de Diciembre.

Durante la jornada del día 1 de diciembre, en la sede de la Fundación, contaremos con profesionales del ámbito sociosanitario, activistas y artistas, con el objetivo de poner en común los trabajos más novedosos relacionados con el envejecimiento, la salud sexual y el VIH.

Contará con la ponencia inaugural de Vicente Estrada, y las intervenciones de Josep Maria Tomás de SuperVIHvents, José Fley de GtT. Por la tarde tendrán lugar la mesa redonda ‘Artivismo y Comunicación’, con las intervenciones de Andrea Galaxina, Daniel Cortez y Débora Álvarez y, para finalizar la jornada, se ofrecerá la lectura dramatizada de la obra de teatro ‘Dancing Queen. Amar en tiempos del SIDA’.

Para consultar el programa detallado e inscribirse en estas jornadas utiliza este enlace.

 

Qué locura enamorarme yo de ti

«Soy el pecado que te dio nueva ilusión en el amor.

Soy lo prohibido».

Dino Ramos y Roberto Cantoral

 

Hoy recomendamos Qué locura enamorarme yo de ti, de Gabriela Wiener, publicado por Continta Me Tienes.

¿Por qué dos amigas no pueden tirar, por qué no tirar con los maridos o las mujeres de los amigos, por qué no desear a quien no nos desea, por qué no amar y dejarse amar sin condiciones, por qué no enamorar sin estar enamorado, por qué no dormir sin tirar, por qué no tirar sin dormir, por qué no tener una pareja no romántica o no sexual, por qué no amar a más de una persona? Ya lo hacemos, ahora dejémoslo ser.

Gabriela Wiener escribe en primera persona esta pieza teatral en forma de retrato familiar poliamoroso atravesado por los celos, el frenesí y, sobre todo, el amor a tres devenido en cinco.

A la obra le acompañan en este volumen una colección de paratextos o relatos en los que desfilan las grandes obsesiones de su obra: la maternidad, la pasión, las rupturas y la mirada racista de su país de adopción. La autora se desnuda en estas páginas para dejarnos ver las marcas que dejó sobre su piel su esfuerzo para construir otro modelo de amor y de familia, en el que casi fueron felices.

«Cómo alivia saber que hay otras maneras, tantas maneras para el amor. Qué locura enamorarme yo de ti es un balazo de agua fresca: sincero, fuerte y conmovedor».

Samanta Schweblin

Sobre la autora
Gabriela Wiener

Es escritora y periodista peruana residente en Madrid. Ha publicado los libros Sexografías, Nueve Lunas, Llamada perdida, Dicen de mí y los libros de poemas Ejercicios para el endurecimiento del espíritu y Una pequeña fiesta llamada eternidad. Sus textos han aparecido en antologías nacionales e internacionales y han sido traducidos al inglés, portugués, polaco, francés e italiano. Sus primeras historias se publicaron en la revista peruana de periodismo narrativo Etiqueta Negra. Fue redactora jefe de la revista Marie Claire en España y columnista del The New York Times en español. Hoy escribe una columna para publico.es. Ganó el Premio Nacional de periodismo de su país por un reportaje de investigación sobre un caso de violencia de género. Es creadora de varias performances que ha puesto en escena junto a su familia. Recientemente escribió y protagonizó la obra de teatro Qué locura enamorarme yo de ti. Su libro más reciente es la novela Huaco Retrato. Junto a sus compañeras están construyendo el proyecto de residencia literaria y comunidad artística Sudakasa en Castilla-La Mancha, España.