Por Nieves Gascón, (@nigasniluznina)
Hace bastante tiempo, justo en mi momento preadolescente, que entonces no era una etapa vital ni importante ni diferente, mi madre consideró que ya debía saber sobre sexo y reproducción humana. Sin venir a cuento de nada, me dio un libro: ¿De dónde venimos? (1973) de Peter Mayle, con simpáticas ilustraciones de Arthur Robins, editado por primera vez en España en 1975, que se convirtió en un referente para la educación sexual de niños y niñas en los años ochenta. Tuve la suerte de disponer del libro el tiempo necesario para darle más de una vuelta y reflexionar. Mi madre desapareció y creo que no hablamos jamás directamente de sexo. No obstante me podía dar por satisfecha porque era una mujer moderna, capaz de adquirir y proporcionarme información sobre sexo “valiosa y contrastada”. Lo más extraño era trasladar todo aquello a algo sucedido para que yo viniera al mundo, en la intimidad de la relación de pareja de mi madre y mi padre.
En mi familia de origen éramos tres hermanas y en aquel momento, en el que terminé de digerir tanto “saber científico”, confié en que mi padre y mi madre sólo hubieran tenido sexo en tres ocasiones correspondientes a los tres embarazos de mi madre. Para entonces no tuve cuerpo ni ganas de analizar ningún detalle más. Era otro momento, en el que apenas hablábamos de prácticas sexuales abiertamente, era una cuestión ambigua que ni se abordaba en los centros escolares aún influenciados por muchos años de educación “nacional-catolicista”.
Lo sorprendente es que no hace mucho, en la Semana de la Sexualidad de 5º curso de Educación Primaria de mis dos hijas, en el colegio Lourdes (de la Fundación Hogar del Empleado, FUHEM) aún se utilizaba este libro y espero, se siga utilizando. En esa semana de encuentro entre madres, padre y alumnado volví a mi infancia y una vez más me quedó muy claro, que una publicación de calidad resulta atemporal.
Pero por el contrario, apenas contamos con otros textos o relatos que expliquen todas las formas de reproducción, siendo fiel reflejo de la actual diversidad familiar, más allá de la normativizada reproducción heterosexual. En este sentido y para esta ocasión recomendamos el álbum ilustrado Tenemos 2 mamás ¿De dónde venimos?, de Olga Ibarra y María Pérez, publicada por La Locomotora Editorial, en 2018.
Se trata de un relato en el que una niña de seis años tiene que escribir un cuento para el colegio y decide mediante este ejercicio explicar a sus compañeros y compañeras cómo es su familia compuesta por dos mamás, un hermano de ocho años y su mellizo, también de seis años. Aborda cuestiones jurídicas, como el matrimonio homosexual en nuestro país, donde es legal y está protegido a diferencia de otros lugares del mundo en los que es arriesgado tener una pareja del mismo sexo y más aún, que en una familia pueda haber dos madres o dos padres. También refiere aspectos sociales o relacionales, como la marcada diferencia respecto normas o formas más tradicionales de familia, cuestión que puede resultar discriminatoria con más frecuencia de lo que nos gustaría. No sólo te pueden mirar, o comentar al paso de tu familia “diferente”, en plena calle, sino que además te pueden rechazar, cuestión que la narradora tiene presente pero que para nada, condiciona la felicidad de nuestra protagonista y la de sus dos hermanos.
Igualmente explica de forma clara y sencilla la reproducción asistida, vía inseminación, de un óvulo fecundado con esperma de un donante anónimo, en el útero de una de las madres. Describe cómo de esta manera se puede tener un solo bebé o más de uno, como el caso de ella y su hermano mellizo.
Pero además de todas estos aspectos formales, lo más importante es que las familias están juntas porque se quieren y los hijos, hijas e hijes vienen al mundo para completarlas y llenarlas aún más afectivamente. Esto es lo más mágico de vivir en familia de forma coherente, libre y responsable.
Al final del relato, nuestra protagonista hace un guiño a todas aquellas familias que por un motivo u otro, son “diferentes”, invitándonos a hablar y explicar sobre la nuestra, igualmente mágica, diversa y “diferente”.
Esperamos que este bonito relato forme parte de las bibliotecas escolares y sea referente a partir de seis años de edad en adelante y sin límites, para el disfrute de su lectura.
No quería terminar sin hacer una especial mención a sus grandes y preciosas ilustraciones, llenas de color y dinamismo que complementan su texto.
Disfruten de este título y su cuidada edición, no sólo una vez, sino todas aquellas que sean necesarias para que tantos peques como grandes, compartiendo mucho mejor, sientan que en la diferencia y diversidad se asienta su bienestar y nuestra riqueza sociocultural.
Les deseo unas felices vacaciones.
¡Hasta pronto!
pues venimos de la naturaleza que es sabia, de donde iba a ser si no?
03 agosto 2018 | 12:21
el manifiesto contrasexual lo explica todo. tendria que ser de estudio obligatorio en todos los colegios.
05 agosto 2018 | 08:28