El genial y prolífico escritor y dramaturgo Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) es uno de los más originales humoristas literarios que ha dado el pasado siglo XX. Su agudo e inteligente concepto del absurdo, sin duda, marcó un antes y un después en la historia teatral española (no se pierdan ‘Eloísa está debajo de un almendro’, o ‘Cuatro corazones con freno y marcha atrás’, entre otras muchas).
El presente es el único poema de Jardiel Poncela del que tengo constancia (si alguien conoce algún otro, por favor, hágalo saber). Al más puro estilo gongoriano, con esta sátira a Nueva York, el autor constata que también es posible rimar con humor.
Una ciudad con dos ríos.
Chinos, negros y judíos
con idénticos anhelos.
Y millones de habitantes,
pequeños como guisantes,
vistos desde un rascacielos.
En el invierno, un cruel frío
que hace llorar. En estío,
un calor abrasador
que mata al gobernador
–que es siempre un señor con lentes–
y a los doce o trece agentes
que llevaba alrededor.
Soledad entre las gentes.
Comerciantes y clientes.
Un templo junto a un teatro.
Veintitrés o veinticuatro
religiones diferentes.
Agitación. Disparate.
Un anuncio en cada esquina.
«Jazz-band». Jugo de tomate.
Chicle. «Whisky”. Gasolina.
Circunsición. Periodismo:
diez ediciones diarias,
que anuncian noticias varias
y todas dicen lo mismo.
Parques con una caterva
de amantes sobre la hierba
entre mil ardillas vivas.
Masas con fama de activas,
Pero indolentes y apáticas.
«Estrellas», actrices, «divas»
y máquinas automáticas.
Oficinas sin tinteros:
con «Kalamazoos», ficheros,
con nueve timbres por mesa
y con patronos groseros
de cara de aves de presa.
Espectáculos por horas.
«Sandwichs» de pollo y pepino.
Ruido de remachadoras.
Magos y adivinadoras
de la suerte y del destino.
Hombres de un solo perfil,
con la nariz infantil
y los corazones viejos;
el cielo pilla tan lejos,
que nadie mira a lo alto.
Radio. Brigadas de Asalto.
Sed. «Coca-Cola». Sudor.
Limpiabotas de color.
Cemento. Acero. Basalto.
«Garages» con ascensor.
Prisa. Bolsa. Sobresalto.
Y dólares. Y dolor:
un infinito dolor
corriendo por el asfalto
entre un «Chevrolet» y un «Ford»
Seleccionado y comentado por Daniel Díaz
Este señor, Jardiel Poncela es el más grande escritor satírico que ha existido en el mundo, según mi humilde opinión y lo considero uno de mis maestros al que siempre he admirado con indecible devoción. El poema es un escrito que puede aplicarse a cualquier tiempo y hoy mismo podría estar dedicado a Madrid, Barcelona o a cualquier ciudad del planeta. Mi enhorabuena al autor; Daniel Diaz.Y como lo cortes no quita la publicidad no spammódica… Clica sobre mi nombre
12 mayo 2009 | 13:10
«el autor constata que también es posible rimar con humor». Claro Ahí está su obra de teatro, toda en verso, «Angelina o el honor de un brigadier».Y tampoco podemos olvidar a Pedro Muñoz Seca, teatro también en verso, «La venganza de don Mendo», la obra de teatro más representada del teatro español.Un saludo
12 mayo 2009 | 14:02
qué descripción tan exacta, parecía q estaba allí otra vez. Bravo!
12 mayo 2009 | 14:17
Buenas tardes,¿Sabiais que a Jardiel Poncela no se le estudia en el colegio? No es considerado un escritor importante, así como Wenceslao Fernández Flores tampoco.Si se le señala esta rareza al profesor que toque, te contesta que no es un autor relevante, ya que solo escribió comedia, lo que explica claramente la poca sensibilidad y conociemiento del profesor en cuestión. Triste.Hace poco me acerqué a una librería pidiendo un libro de este genial escritor, y me preguntaron si era pariente de Poncela, el actor (No se qué actor…) y luego me preguntaron si no sería Enrique Javier Poncela…En fín, que Jardiel tendría material para rato solo con estas dos anécdotas.Genial escritor, cuando estoy que no se qué leer, cualquier libro suyo me vale, seguro.Saludos!
12 mayo 2009 | 14:35
Que bonito! Me encantó la poesía!Si quieres formar parte de las historias mas extraordinarias e impresionantes, este blog es tuyo! Entra! Tu también puedes mandar tus historias!Gracias!Es http://aquellashistorias.wordpress.como Google: aquellas historiasPD: Esto no es spam, solo quiero que la gente lo vea. Gracias!
12 mayo 2009 | 14:46
Apostar por una obra de Jardiel Poncela es apostar a caballo ganador…Nunca defrauda..Otra visiónde NY , concretamente de,….»Manhattan»Manhattan, que nunca sueñas,que sueño tienes y nunca duermes.Una historia de sangre marcó tus fronteras.Eres Isla y no ciudad, que la ciudad confunde.Pequeña gran Babel que muchos pueblos acoge.Tus calles grises, de vapor, de luz y sombras,con cemento agresivo que amenaza con llegar al cielo,donde la riqueza y la pobreza, son vecinas.Parpadean mil colores que inundan tus calles.Donde el amanecer anuncia el díay en la noche, el día enciendes.Tus aristas, tu altura de miras, tu soberbia hermosura,tus entrañas sucias, siempre bulliciosas.Elegante, snob y pordiosera.Sucia y limpia, segura y peligrosa.Tus contrastes serán siempre eternos y atractivos.Donde nadie es extraño y sí extranjero ignorado.Donde conviven equilibrio y caos aparente.De barrios oscuros, pobres, con olor a piel caliente.Con calles que son grandes avenidasy avenidas con sabor a calle pobre.Extraña, colorista, nevada o soleada, siempre llamativa.Isla que las gentes y las razas se reparte,donde se disuelven, se soportan y conviven.Isla con corazón verde, venas amarillas y de cabeza altiva.Donde todo se acepta, donde es reina la libertad vigilada,por muchos deseada, por otros odiada,para todos, una incógnita atractiva.Una mañana apacible… sin nombre,alguien brutal, con sangre y metal, cambió tu horizonte.El humo, el polvo, el fuego y el dolor lo saben.El ruido de sirenas todavía compite y permanece.Septiembres y horizontes nuevos, tendrás siempre,porque siempre hay alguien que los busca e imagina.La tristeza y el dolor conoces y no escondesy el recuerdo de tus muertos te hace más grande.Siempre que te vi, estabas radiantey quiero, radiante, poder tocarte, volver a caminar tus colores,a ver tus sonidos y oler tus calles…¡Manhattan!¿Cuando podré mostrarte y compartirte?www,poesiahuerfana.com
12 mayo 2009 | 15:03
Leí todo Jardiel en mi adolescencia, y desde entonces lo admiro. Y cuanto a la petición de más poemas, sí, Jardiel tiene más poemas. Aprendí varias estrofas de uno, que se llama «Todo es tres», pero no lo recuerdo muy bien. Comienza así:»Apuntad esta verdadcabal entre las cabales,todo es tres, y tres iguales:la Divina Trinidad,las Virtudes TeologalesFe, Esperanza y Caridad,y las cursis inicialesque en las losas sepulcralesexpresan la eternidad.La división de los días,los meses de una estación,la edad, tres-tres, del Mesíascuando su crucifixión,las parcas, las tres Maríasy las naves de Colón.»… y sigue mucho más.
12 mayo 2009 | 15:35
Escribo desde esta ciudad de dolor, que tan bien comprendio Jardiel. Ha pasado mucho tiempo desde que ese poema fuera escrito, pero lo podria haber escrito hoy. NY es un mito creado por el Cine. Veo a turistas repitiendo siempre las mismas fotos en los mismos lugares. Oigo repetir los mismos comentarios, y yo me siento raro por no compartir la fascinacion general por esta isla.
12 mayo 2009 | 15:40
Y pararon el tiempo por quererlo quieto,por sacar de cada segundo un beneficio al sueño,al sueño de lo iluso, del deseo superfluo,dando a cada bota el brillode cada taxi su amarillo,y del betún el negroen los maletines surcando ríosa toda prisa, haciendo brisa,raudos pasos, sin parar, sin dueño,tapando luz frías cornisas,gritando libre hacia los cielos,sin ver azul, lo vertical,las nubes duermen entre cristal,y a suelo raso, pisando el suelo,durmiendo yacen sin descansar,esperanzas rotas, los herederossin tierra, sin pan, sin sal,entre huellas estrés, hollín,yaciendo en gran sombra artificial,bajo las letras rotas de noticierosa quien arropan parecen olvidar,del agua de lluvia, del frío, en invierno,en verano fuego, a toda hora, da igual,porque al tiempo lo pararon,por quererlo quieto,por hacerlo eterno en superficie de eternidad.
12 mayo 2009 | 16:29
Pues vaya, compadre, pero poner tu poesía tan cerca de la del maestro no le sienta nada bien.
12 mayo 2009 | 16:41
Pues poco conoces de Jardiel. Además de que ‘Angelina o el honor de un brigadier’ está toda en verso, hay al menos otra obra (inédita) cuyo prólogo es todo versificado:’¡Oh , París, ciudad sirena, que estás siempre junto al Sena!’. Además en el tomo VI de las Obras Completas (1971 Editorial AHR), hay una sección (‘Ultimos versos’), de la que espigo los siguientes títulos:Todo es tres, El cuerpo seguía a la sombra, Adiós, ¿Cómo fue?, Fantasmas del pasado, Crepúsculo y amanecer en la sierra y en la ciudad, Ford V8,Juventud, Diecioso años, Enero de 1950, Epístola clásica a una dama romántica, La vida, La civilización, La pregunta inútil, La lista, Señor…En fín, unos cuantos poemas más …
12 mayo 2009 | 17:13
Jardiel escribió muchos otros poemas, que están recogidos en esta página:http://jardielponcela.blogspot.com/
12 mayo 2009 | 17:58
Pues en el colegio no se estudiará pero en los noventa sí se estudiaba en el instituto, nos hicieron leer Eloísa está debajo de un almendro…A mí tampoco me sonaba ni este ni ningún otro poema.Un beso Daniel.
12 mayo 2009 | 18:03
Epitafio de Jardiel Poncela:»Si queréis ser elogiados, ..moríos», jejeje..Gracias por el enlace , Enrique Gallud. Espero que hayáis sacado los nietos el mismo sentido del humor que vuestro abuelo. Sin duda, sería su mejor herencia.Oye, Dani: prueba a publicar un poema de Cervantes, a ver si te sale un taratataratataranieto.
12 mayo 2009 | 18:30
Qué buen poema, no lo conocía. Pero de Jardiel, cualquier cosa merece la pena.Yo también lo leí casi completo de adolescente, y mi padre, que lo conoció en persona, nos legó esas primeras ediciones y ese espíritu jardieliano de «primera mano» impagable.Saludos, y gracias por esta sección.PD. Ahora no se estudia, leo por ahí, no será lo suficientemente «moderno» y acorde con la imbecilidad dominante. Era de derechas. Pues que le jodan a la «modernidad».
12 mayo 2009 | 18:55
Precioso poema, no lo conocía y yo sí le estudie en el cole. faltaría más. Me ha servido de inspiración. Un abrazoHumo de alcantarillas, chimeneas, fumadores de pipa y perritos calientes.Con rasca cielos, con rasca y gana, con rasca y pica. Donde no se juega a qué forma tienen las nubes, sino a vivir en ellas y las estrellas no se miran, se dibujan en el suelo.Donde las pisadas se confunden, los neumáticos se funden y los tacones se clavan en los dientes de cocodrilos.La ciudad que nunca duerme, pero que persigue el eterno sueño americano. La de las contradicciones y las adicciones.La de las calles pintadas de luces, la del “boogie-woogie”. La ciudad que es eterna y de usar y tirar. La de sin más ley que la de ser uno mismo. La de la quinta, la sexta, la séptima, la del infinito. Con luces de neón por vena, sudor de Coca Cola, bolsos forrados de piel y carteras desnudas.De locales de expresionismo abstracto, contenedores “Ready made”, pistolas a sangre fría y sopa caliente de tomate Campbell. Una maqueta a brochazo de bombilla desde el Empire State.Donde se desayuna con diamantes y se cena una hamburguesa, donde los escaparates compiten con Victoria Beckan, las galerías se mudan cada día de pared y un «imagine» aún resuena.
12 mayo 2009 | 21:19
Jorge,No sé cual era su ideología política, y poco me importa, aunque en «La tourneé de Dios», en el inmenso discurso que da Dios en la plaza de Las Ventas, no parece muy derechón, desde luego.lo que si es cierto es que fué un autor censurado tanto en la República como en la dictadura… está claro que ninguno de los dos bandos le consideraba «políticamente correcto».Por cierto, ¿habeis leido La Tourneé de Dios? Impresionante novela, muy, muy aconsejable.Saludos
13 mayo 2009 | 14:32
Ciertamente, Stefimola, no era clasificable, como cualquier persona inteligente y no «de partido». Ser de derechas no implica ser un reaccionario a ultranza, ni ultramontano, salvo para ciertos analfabetos adoctrinados de izquierda.Sin embargo, para mí constituyen un gran testimonio su experiencia y alivio por el resultado de la guerra, pues prueban, precisamente en las personas más sutiles, esa nausea «olvidad» por todos los desmanes, atropellos (electorales incluidos) y atrocidades cometidos por la izquierda y permitidos a sabiendas por el «desgobierno» frentepopulista.Hay que hacer un ejercicio de memoria histórica completo, no sólo de lo que pretenden los majaderos a sueldo del PSOE, como medidas electoralistas y que nada resuelven ni para los propios republicanos enterrados todavía en las cunetas.Pero bueno, áspera política aparte, no, no he leído todavía ese libro. Caerá en breve, espero.Un saludo.
19 mayo 2009 | 20:59
Bueno, en realidad sí hay otro poema. Que se convirtió en tragedia por cuanto tuvo de realidad. Hablo de:Retrato al pastel de Hojaldre.Nací armando el jaleo propio de esas escenas;me bautizó la Iglesia con arreglo a sus ritos,y Aragón y Castilla circulan por mis venasconvertidos en rojo caldo de eritrocitos.¿Cuál de las dos regiones pesa en mi corazón?Es difícil hallar la clave del misterio…Tal vez pesa Castilla cuando me pongo serio,y cuando estoy alegre, tal vez pesa Aragón.A semejanza de otras diversas criaturas,me eduqué en el temor del Dios de las Alturas;pero perdí el temor —o la fe— que es lo mismo,cuando, en años después, practiqué el alpinismo.Escribo, porque nunca he encontrado un remediomejor que el escribir para ahuyentar el tedio,y en las agudas crisis que jalonan mi vidasiempre empleé la pluma como un insecticida.Fuera de las cuartillas, no sé de otro nirvana.No me importa la gloria, esa vil cortesanaque besa igual a todos: Lindbergh, Charlot, Beethoven…Y no he ahorrado nunca, pensando en el mañana,porque estoy persuadido de que he de morir joven.
29 julio 2009 | 08:33
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08 noviembre 2009 | 17:14
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08 noviembre 2009 | 17:17
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08 noviembre 2009 | 17:19
jamas en mi vida avia escuchado un mensaje tan lindo por qe para mi ese es un mensaje que nos trata de dar
01 diciembre 2009 | 02:25