Mercado negro.
Merodeando la esquina
de Budapester Strasse.
Mercado negro.
Mirando con disimulo la esquina.
La police qui passe.¡Ven! Te enseñaré cosas que no puedes conseguir en otro sitio
¡Ven! Haz las ofertas y obtendrás tu parte.Mercado negro.
Leche en polvo por bicicletas.
Almas por cigarros.
¿Algo por los ideales fracasados? ¿Anillos de boda?¡Sh! De puntillas. Canjea tus cosas.
Te lo cambio por tus golosinas.
Algunos maravillosos productos.
Mi cámara; es chic.
Seis por nueve. Justo tu talla.
¿Quieres la figura de porcelana de Potsdam?
¿Un reloj? ¿Un submarino?
¿Un Rembrandt? ¿Salami? ¿Lencería fina de Viena?
Venderé mis productos
Detrás de la cortina.
Sin límites ni sentimientos. Una rutina cómoda.
Tu compras los artículos, son finos, chico.
Mercado negro.
Encajes para damas, chicles por besos.
Relojes de cuco y tesoros,
miles de pequeños tesoros.
Mercado negro.Ven y mira mis binoculares de esta semana.
¿Precio? Sólo seis cartones, una calada un vistazo.
Mercado negro.
Leche y un microscopio por embutido y sopa.
Echa un vistazo, tengo muchos juguetes.No seáis tímidos
Acercaos chicos.¿Te gusta esta primera edición?
Es tuya. Así soy.
Una definición simple
Tu consigues arte, yo spam*.
Para ti, por tus raciones K, compasión y quizá
un presentimiento, un centelleo o simpatía real.
Estoy de liquidación, llévate todo lo que tengo.
Ambiciones, convicciones, obras.
¿Por qué no? Disfrutad de estos artículos, chicos,
¡son un éxito!
Hace unos días comentaba con Juan Carlos, un compañero de la redacción, las rebajas de Frau Merkel, que afectarán entre otras cosas a la reconstrucción del Palacio Imperial de Berlín, que ahora no es más que una inmensa explanada próxima a la catedral y donde un día se levantó el -para mi gusto bello- Palast der Republik de la DDR.
Una cosa llevó a la otra y acabamos hablando de cine. Alemania Año cero, las ruinas, la propaganda… Mientras prometía que le grabaría A Foreign Affaire de Billy Wilder, me acordé de una de sus escenas: la angulosa cantante de cabaret de turbio pasado nazi Erika von Schlütow (Marlene Dietrich) cantando Black Market, una burlesca cantilena sobre los corrompidos negocios de los soldados aliados con los berlineses tras el derrumbe del Tercer Reich. Una escena que, como el resto de la película, no debió de sentar nada bien a las autoridades estadounidenses de la época (1948).
Black Market es Marlene Dietrich y también Frederick Hollander. Actriz y compositor, inseparables, hicieron posible algunas de las más bellas canciones de la historia del cine, empezando por Falling in love again de El ángel azul.
NOTA: Hoy he vuelto a romper con mi promesa no escrita de trasgredir el género poético. Aunque en mi defensa alegaré que la interpretación es tan sublime que asumo el riesgo de ser crucificado por impío.
*Spam: Lo podía haber traducido como jamón en lata. Spam era una famosa marca conservas con la que los ejércitos estadounidense, ruso y británico alimentaron a sus soldados durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí, lo de los Monty Python.
Nacho S. (@nemosegu)