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Nace ATRIO, el primer programa de apoyo y atención a personas LGTBIQ y sus familiares en Andalucía

@atriolgtbiq

El Programa ATRIO, de apoyo y atención integral a personas LGTBIQ y sus familias, ha dado comienzo hoy al lanzar su primera convocatoria en Málaga, Sevilla y Almería. El proyecto es pionero en Andalucía, y pretende crear una red de apoyo mutuo con acompañamiento profesional terapéutico para personas LGTBIQ de todas las edades, géneros y nacionalidades, así como para sus familiares; un tipo de servicio inexistente hasta el momento en la comunidad autónoma. El proyecto cuenta con la aportación del 0,7% del IRPF autonómico enmarcado en la Agenda Global 2030, y está impulsado por la Asociación Engloba. La inscripción para poder hacer uso de cualquiera de los servicios de ATRIO ya está disponible a través de la web engloba.org.es/atrio.

Desde hoy, y a través de un sencillo formulario alojado en su web, las personas LGTBIQ interesadas pueden inscribirse para formar parte de grupos de apoyo, o asistir a sesiones de terapia individual con profesionales de la salud mental, con el fin de crear un espacio seguro en el que poder compartir sentimientos y experiencias.

Otras de las líneas de trabajo que se ejecutaran en este primer ejercicio es la de mediación familiar, para ayudar a personas LGTBIQ y a sus familiares en los procesos de aceptación y en la mejora de la comunicación. Finalmente, también está abierta la convocatoria a personas LGTBIQ con interés en realizar voluntariado y formación para la dinamización de grupos de apoyo y el desarrollo de actividades de ocio y tiempo libre inclusivo.

Santiago Ruiz Galacho, responsable de proyectos de la Asociación Engloba, director del programa ATRIO y profesor universitario, explica que el programa centrará sus objetivos en la mejora de la salud mental y el bienestar subjetivo a través de grupos de apoyo mutuo, una herramienta metodológica de amplia validez y con evidencia científica respaldada. “Además, por otro lado, se fomentará el empoderamiento a través de la participación comunitaria, bien sea desarrollando actividades proactivas de voluntariado, bien sea creando vínculos de apoyo social a través de intereses y aficiones en actividades de ocio y tiempo libre”, declara Ruiz Galacho. ATRIO pretende ser una respuesta a las necesidades de las víctimas de discriminación LGTBIQfóbica.

ATRIO: líneas de trabajo y participación

El Programa Atrio es un programa de atención integral gratuita destinado a personas del colectivo LGTBI en las provincias de Málaga, Sevilla y Almería, que cuenta con dos pilares fundamentales:
En primer lugar, la puesta en marcha de varios grupos de apoyo mutuo (una herramienta metodológica centrada en la creación de vínculos de ayuda en torno a una misma vivencia) que se celebran de manera periódica y con miembros estables, dinamizados por un profesional y por personas voluntarias con formación específica para ello. Estos grupos están diseñados para tres colectivos diana: grupos semanales para personas del colectivo LGTBI que hayan sufrido discriminación, grupos semanales para familiares de personas LGTBI que necesiten apoyo para comprender y apoyar a sus familiares, grupos quincenales en los que podrán participar mujeres transgénero y cisgénero pertenecientes al colectivo LGTBI y que se enfocarán específicamente a la doble dificultad de inclusión social por ser mujeres LGTBI (la participación en estos grupos quincenales es compatible con la participación en los grupos semanales para personas LGTBI). Estos grupos contarán con la presencia de una persona profesional que puede brindar asesoramiento y apoyo terapéutico individual o familiar.

Igualmente, se pondrá en marcha de un plan de voluntariado que abarca, por un lado, formación para el voluntariado que apoyará en la dinamización de los grupos de apoyo mutuo; y por otro, la creación de un voluntariado de ocio inclusivo centrado en la propuesta de diversos grupos de intereses (juegos de rol, senderismo, deportes, lectura) gestionado por voluntarios; c) un programa de voluntariado con personas mayores LGTBI.

Datos de violencia sobre las personas LGTBIQ

La evaluación de necesidades que originan la creación del programa ATRIO se realiza en torno a fuentes estadísticas, y diversos estudios, que corroboran la existencia de diversas formas de violencia sobre el colectivo LGTBIQ.

Entre 2013 y 2019, los delitos de odio aumentaron un 45%, según los datos que recoge el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior. La suma de infracciones penales y administrativas pasó de 259 a 283, casi un 10% más. Estos datos muestran la punta del iceberg de las distintas formas de violencia LGTBIQfóbica, que no siempre alcanzan las estadísticas oficiales y que, según el Informe del estado de la LGTBIQfobia en Andalucía, no son denunciadas en el 65% de los casos.

Los últimos datos de la FELGTB, que aúna organizaciones sobre diversidad sexual de toda España, afirman que la mayoría de las agresiones cometidas en 2018 fueron verbales (31%), seguidas del acoso (27%) y la agresión física (17%). Además, en el 68% de los casos se producen a personas de entre 19 y 35 años, algo que puede explicarse porque es el tramo de edad que más denuncia estos incidentes, al igual que ocurre con el género (el 70% son hombres gas). Las grandes ciudades son las que concentran más este tipo de violencia, un 61% frente al 10% de las zonas rurales. Esta situación genera un clima de miedo e inseguridad con respecto a las personas LGTBIQ, afectando a su salud mental y su bienestar, así como a una vulneración de sus derechos fundamentales.
Es por ello que este programa afronta la urgencia de crear espacios seguros que permitan abordar las dificultades de inclusión social y los episodios de discriminación que sufren las personas LGTBIQ, prestando especial atención al caso de las mujeres (cisgénero y transgénero, que deben enfrentar además la discriminación estructural en torno al hecho de ser mujer) y de las personas mayores, que no sólo acusan una mayor falta de apoyo social que el resto de la población, sino que además presentan diversas dificultades para expresar sus emociones y problemáticas.

Objetivos y vías de contacto

El programa busca potenciar el bienestar psicológico de las personas LGTBI y sus familiares a través de la creación de entornos seguros en los que poder comunicarse. Así como la creación de vínculos de apoyo entre miembros del colectivo LGTBI, y la participación comunitaria a través del voluntariado. La ausencia de espacios en los que se aborde la reparación de los efectos de la discriminación pone de relevancia la importancia de un proyecto de estas características, el cual pone especial atención en las víctimas de la discriminación y en su núcleo familiar como agente potenciador de resiliencia.

Además, se presta especial atención a las mujeres y las personas mayores, pues son una parte del colectivo extremadamente vulnerable. La Asociación Engloba, que impulsa este programa, cuenta con amplia experiencia en el trabajo con mujeres y familias en situación de vulnerabilidad.
La convocatoria para participar en el programa ATRIO ya está disponible para todas las personas LGTBIQ que así lo deseen, y residan en Málaga, Sevilla o Almería.

Teléfono: +34 674093227 / Web: engloba.org.es/atrio
E-mail: atrio@engloba.org.es / Instagram: @atriolgtbiq

 

Orgullo Gai: Andalucía, 1981

Pablo Morterero (@pabloMorterero)

 

 

Hace 40 años, el Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FLHA) organizó por primera vez en Andalucía una agenda trans-provincial del Orgullo Gai, con actos en Granada, Málaga y Sevilla.

Reconstruir la historia del movimiento homosexual español en general, y andaluz en particular, es extremadamente complicado: la fragilidad de la memoria de los y las protagonistas e incluso la voluntad de olvidar de algunas y algunos, así como la falta de fuentes escritas por las más variadas circunstancias, hacen que a veces pase de ser una tarea titánica a directamente una labor imposible.

Esta incertidumbre se extiende a la celebración en nuestra Comunidad Autónoma de lo que hoy conocemos como Orgullo LGTBIQ.

Barcelona fue la primera ciudad que acogió en junio de 1977 una movilización en favor de los derechos de gais (entre los que entonces se incluían a las mujeres trans) y lesbianas, siguiendo la senda de diferentes capitales europeas que replicaron la primera manifestación del 28 de junio en Nueva York en 1970 para conmemorar los disturbios producidos un año antes en Stonewall.

Aquella primera movilización del activismo barcelonés (que se repitió en diciembre del mismo año en contra de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social) preparó la que sería la primera acción coordinada en todo el territorio nacional a través de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del Estado Español (COFLHEE) en 1978.

La COFLHEE fue la primera organización mixta (de gais y lesbianas) que aspiró a articular el naciente movimiento homosexual español, y que dejó paso a la FELGTB en los años 90.

Una de las reuniones preparatorias para dicha movilización se celebró en Sevilla en la primavera de aquel año y desembocó en la convocatoria de manifestaciones y mítines por varias ciudades españolas para el domingo 25 de junio de 1978 por el “Día Internacional de la Liberación Homosexual” ya que hasta un año más tarde no se adoptó el término “Día del Orgullo Gay” (que se convirtió posteriormente y durante pocos años en “Orgullo Gai”).

Creemos saber que, en Andalucía, solo Sevilla celebró un acto aquel 25 de junio. En concreto un mitin multitudinario (asistieron unas mil personas según distintas fuentes) convocado por el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionario (MHAR) en los locales que el Sindicato Comisiones Obreras disponía en la calle Calatrava, muy cerca de la Alameda de Hércules, y que posteriormente continuó con una concentración y finalmente una manifestación que desde la plaza del Triunfo continuó hasta el Prado de San Sebastián, donde terminaron un valiente grupo de unas 30 personas.

Al año siguiente, 1979, el MHAR celebró otro mitin en los mismos locales de CCOO con una afluencia muy inferior, y que supuso el último acto documentado de la primera organización homosexual sevillana, la cuarta organización de la entonces región andaluza.

Porque el movimiento homosexual andaluz nació en Málaga con la Unión Democrática de Homosexuales (UDU) en 1976, contándose para 1977 con al menos tres organizaciones más, además de la UDH: en Granada existía el Movimiento de Liberación Homosexual y el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR); y en Sevilla el citado MHAR. 

Y afirmamos que al menos tres, porque la prensa de 1978 recoge que en junio de aquel año existía en las provincias de Sevilla, Córdoba y Granada el Frente de Liberación Homosexual (FLH) sin que se aportara datos de cuando se constituyeron.

Esta información está en contradicción con lo afirmado posteriormente por fuentes orales y documentales del que luego pasaría a llamarse Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FLHA), según las cuales el Frente de Liberación Homosexual de Granada se creó en 1979, el Frente de Liberación Homosexual de Sevilla en 1980 y el propio Frente de Liberación Homosexual de Andalucía en 1981, en la parroquia de San Idelfonso de Granada.

Nuestra hipótesis es que los Frentes de Liberación Homosexual de Sevilla, Córdoba y Granada de 1978 (tal vez de 1977) no se consolidaron, y que posteriormente fueron refundados por activistas desconectados con el pasado. Según las fuentes orales y documentales a las que hemos tenido acceso (que no necesariamente refleja la realidad de la época) en la primera mitad de la década de los 80 el FLHA fue la única organización homosexual andaluza.

Según un folleto del FLHA de 1984, “Hace cuatro años, con motivo del Día del Orgullo Gai, aparecieron en las calles sevillanas carteles de hombres y mujeres abrazados que convocaban a una reunión – a la que siguieron otras – que puso de manifiesto la existencia de un grupo de personas especialmente interesadas por el tema de represión y discriminación homosexual.”

“Las cosas” continua el folleto “no estaban – no está – bien para los gais y creíamos – creemos – que se podían mejorar. Nos planteamos unos objetivos – inmediatos unos, a largo plazo otros – y unas bases de funcionamiento. Contamos con otros grupos existentes en Granada y Málaga y uniendo esfuerzos organizativos nacía el FLHA en mayo de 1981. Aquel año se celebró en Granada, Málaga y Sevilla el Día del Orgullo Gai con fiestas y alguna charla”.

Y es que el impulso inicial del movimiento homosexual español a finales de los años 70 (cuando las manifestaciones de Barcelona y Madrid convocaban a miles de personas) desapareció tras la exclusión del estado de homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social en diciembre de 1978. En Madrid, por ejemplo, de las 7.000 a 10.000 personas que convocó la manifestación madrileña de 1978, se pasó a unas 600 en la manifestación de 1980.

Pero el FLHA (que era miembro de la COFLHEE), a pesar de no tener fuerzas suficientes ni apoyo social para convocar manifestaciones en aquella década, sí tuvo la capacidad de organizar por primera vez una agenda regional del Orgullo Gai con fiestas y charlas en las distintas provincias andaluzas donde tenía presencia.

Cuarenta años después, debemos seguir homenajeando a aquellos valientes activistas que abrieron paso a los avances legales y sociales de los que hoy, a pesar de todas las dificultades, disfrutamos las personas homosexuales (lesbianas y gais), bisexuales, trans e intersex.

 

La política de familia en Andalucía es en singular

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Foto: EFE/José Manuel Vidal

Andalucía tiene el extraño privilegio de ser el primer territorio del estado en el que se ha experimentado el tripartito de las derechas para desarrollar una labor conjunta de gobierno. El Partido Popular y Ciudadanos formaban gobierno gracias al acuerdo de legislatura con Vox, que imponía una serie de condicionantes para posibilitar un gobierno de coalición entre las que destacan el punto 13, que avanzaba la posibilidad de implantación del pin parental en educación y que después ha sido ratificado por los tres partidos en el acuerdo presupuestario de este año, y el punto 18 que pedía la creación de una Consejería de Familia. Ambos se están cumpliendo.

Cuando se forma el Gobierno Andaluz y el Partido Popular y Ciudadanos se reparten las consejerías hubo un movimiento que alertó a la ciudadanía sobre las intenciones que se estaban urdiendo desde Génova. La Consejería de Asuntos Sociales quedaba en manos de Ciudadanos, pero el Partido Popular le arrebataba las políticas de familias, que pasó a ser de su competencia, incluyéndose en la Consejería de Sanidad, que pasó a denominarse de Sanidad y Familias. De este modo, los populares podían atender la exigencias que sobre esta materia les venía imponiendo la extrema derecha y que resultan letales para el concepto de diversidad familiar. Lee el resto de la entrada »

Pin parental: ¿dónde quedó la sensatez de Juanma Moreno Bonilla?

Por Juan Andrés Teno (@jateno_ ), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Foto: EFE

Punto 19: Se procederá a impulsar la igualdad de oportunidades en el sistema educativo que permita a las familias educar a sus hijos en libertad, sin imposiciones de ningún tipo, mediante el establecimiento de una autorización expresa de las familias para la participación de sus hijos en actividades complementarias, en base a los preceptos consagrados en la Constitución Española.

Con estas 57 palabras se introduce el pin parental reclamado por VOX en el sistema público educativo andaluz. El almibarado texto que intenta acomodar las conciencias a los preceptos constitucionales es una macabra maniobra de la extrema derecha andaluza que aparece como gran ganadora en una institución democrática. Solamente tiene un significado: el alumnado andaluz sólo recibirá formación en educación sexual si sus padres lo consienten, manteniendo el veto estigmatizador ante la sexualidad que posibilita que nuestras hijas e hijos la primera formación en relación al sexo que tengan la descubran por si mismos en dispositivos móviles y ordenadores a través de la pornografía.

Además, consigue VOX una victoria en su cruzada preconstitucional contra el invento ultraconservador de la ideología de género: intentando limitar la acción educativa de las entidades LGTBI en los centros educativos. Entidades que sólo persiguen la defensa de los derechos humanos de gais, lesbianas, bisexuales y personas trans, que, recordemos, en este país, aún no tienen los mismos derechos que el resto de la ciudadanía. Parece ser que para los promotores de la reconquista nacional aunque seas español, si no eres heterosexual y cisexual, tienes menos derechos. Ya ni merece la pena mencionar si además de ser una persona LGTB eres también migrante. Lee el resto de la entrada »

Kim Pérez: lo político de una decisión personal

Por Livan Soto (@livansoto) jurista, activista por los derechos humanos

En la imagen, Kim Pérez, activista transexual

Kim Pérez, mujer trans en huelga de hambre, asume este acto fuera de toda regularidad con responsabilidad y conciencia. Su huelga denuncia el control sobre el cuerpo de las personas trans, la amenaza al ejercicio de derechos y la posibilidad real de ser borradas del discurso político-jurídico. Defiende sus derechos, los de quienes por razón de su identidad de género y orientación sexual se enfrentan a proyectos de vida imposibles, de quienes consideramos que es un referente de lucha. Su huelga propone una reflexión abierta a la forma en que la sociedad civil (asociaciones y personas) es capaz de generar mecanismos que incidan en la vida de las personas LGBTI+.

Es el ascenso de VOX como formación política y su representación en el parlamento de Andalucía, quien hace saltar todas las alarmas al articular un discurso donde la homofobia y la transfobia se convierten en argumento políticos. Saberse y presentarse públicamente como trans, lesbiana u homosexual, supone una amenaza para quienes llevan el lema de “España lo primero”, el cual guarda cierta similitud con el “America first” que llevo a Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Esa España de tintes grises que se intenta recuperar ubica a las personas LGBTI+ en «la Casa de Campo”, “la intimidad de los hogares” y otros espacios sin banderas que les representen. Lee el resto de la entrada »

PP y Vox intentan arrebatar la dignidad de las personas LGTBI con su acuerdo

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Foto: Jorge París para 20 Minutos

El Partido Popular y VOX han alcanzado un acuerdo que posibilitará que Juan Manuel Moreno Bonilla se convierta en el próximo presidente de Andalucía. Para alcanzar el sillón del Palacio de San Telmo, los populares han firmado un documento con 37 medidas para desarrollar en los próximos años de legislatura.

En cuatro de esos acuerdos que han suscrito la derecha y la ultraderecha española se pone en peligro la dignidad de las personas LGTBI y sus familias. La redacción elegida para presentar a la opinión pública este acuerdo de legislatura enmascara una de las mayores afrentas que el colectivo LGTBI haya podido recibir en las últimas décadas y supondrá un evidente retroceso en la garantía y la protección de los derechos humanos. Conviene explicarlas una tras una y desentrañar lo que esconden.

Punto 9

Eliminar toda convocatoria de subvenciones a personas físicas o jurídicas que no cumpla evidentes fines de utilidad pública y social

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Los Obispos del Sur contra la Ley Andaluza LGBTI que se aprobó unánimemente

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Miembros de la Asamblea de los Obispos del Sur

La Asamblea de los Obispos de Sur tiene miedo. La Asamblea de los Obispos del Sur sabe que el futuro, la razón y la democracia no están de su parte y por eso son capaces de redactar una nota dirigida no solo “al pueblo cristiano”, sino a “todos los ciudadanos”, denostando, mancillando y no respetando la voluntad del pueblo andaluz que, a través, de sus representantes en el Parlamento autonómico aprobó el pasado 19 de diciembre la Ley para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía.

Si se dirigieran únicamente a sus seguidores sería un asunto interno, pero dirigen sus palabras al conjunto de la ciudadanía (porque, señores Obispos y Arzobispos, además de ciudadanos hay ciudadanas y así quieren ser nombradas), con lo cual, desde ese puesto en la sociedad, es pertinente una respuesta.

Debe esta Asamblea estar estupefacta porque todos los grupos parlamentarios hayan apoyado sin fisuras tan necesaria norma: desde Podemos, pasando por Izquierda Unida, PSOE, y Ciudadanos, hasta llegar al Partido Popular. Unanimidad en el Hospital de las Cinco Llagas, sonrisas de diputadas y diputados, fotos con el activismo andaluz, satisfacción generalizara.

Habrán estimado estos señores que una realidad sideral se apoderó el pasado mes diciembre de la desacralizada iglesia del antiguo hospital de La Sangre, porque quienes allí estaban (muchas y muchos de ellos seguidores de la fe que ellos representan) se marcaron un baile a favor de la diversidad, la igualdad y la equidad a la que no solo no les invitaron, sino del que no saben un solo paso.

Los señores Juan José Asenjo Pelegrina, Rafael Zorzona Boy, Francisco Cases Andreu, Demetrio Fernández González, José Vilaplana Blasco, José Mazuelos Pérez, Bernardo Álvarez Afonso, Santiago Gómez Sierra, Francisco Javier Martínez Fernández, Adolfo González Montes, José Manuel Lorca Planes, Ginés García Beltrán, Amadeo Rodríguez Magro y Jesús Catalá Ibáñez utilizan en más de una ocasión el término “ideología de género” cuyo origen y significado tan acertadamente desentrañó Andrea Puggelli hace unos días en estas páginas. Leánlo, es una delicia y muy clarificador.

Emplean en este escrito las palabras matrimonio y familia de manera reiterada. Y lo hacen con frases como “la vida matrimonial y familiar sólida, permanente en el tiempo, compuesta por un padre, una madre y unos hijos”. Ya teníamos asumido, en contra de lo dictado en nuestra Constitución y en el ordenamiento jurídico español, que no contemplaban como tal el matrimonio entre personas del mismo sexo; pero, atención, según se deduce de esta frase quedan excluidas también las personas que integren familias de progenitores separados o divorciados, las familias ensambladas o reconstituidas, las familias monoparentales, las familias sin descendencia e incluso aquellas que solo tienen un niño, una niña o un niñe. (Explicarle el uso de la vocal “e” a estos señores cuando aún no tiene asumido utilizar la vocal “a” se me antoja un ejercicio tan irreal que mejor lo dejamos para dentro de unos años).

Por tanto (aviso a navegantes), estos señores en su misiva han dejado fuera de la legitimidad familiar, como mínimo, al 66,2% de los hogares españoles. Esta capacidad de no salir a la calle y comprobar como sienten, viven y palpitan las familias de este país, es lo que acrecienta su temor y el hecho de que desde su masculinidad asexuada se otorguen la capacidad de juzgar los modos de convivencia de millones de personas de este país, obviando conceptos tan necesarios para el desarrollo armónico de una sociedad democrática como la diversidad. Eso sí, el resto, la mayoría, los demás son quienes intentan “deconstruir el cuerpo humano, el matrimonio y la familia”.

La realidad es muy tozuda señores Obispos del Sur. La riqueza cromática de las familias españolas es espectacular. Desde hace décadas conviven en perfecta armonía en las calles, en las plazas donde juegan sus hijas e hijos, y leyes como esta sólo pretenden que nadie arrebate a nadie su dignidad.

Andalucía ha conseguido dotarse una herramienta muy poderosa para proteger a las personas LGBTBI y a sus familias, así en plural, que familia no hay una, que hay tantas como ejemplos de convivencia puedan desarrollar personas adultas y menores. Y aunque inviten “a todos (…) a no permanecer pasivos” (¿no estarán ustedes instando a la rebelión ciudadana ante normas democráticas?) el pueblo andaluz, como el del resto del país, viene demostrando desde hace años una capacidad innata a la convivencia, a la aceptación de la diversidad, a mirar a los iguales desde el corazón y no desde el dogma y los prejuicios decimonónicos. Solo resta una minoría intransigente y adoctrinadora ante la que son obligadas leyes como la andaluza.

Estos señores se han otorgado a sí mismos la “responsabilidad de promover la vida de la familia”, aunque, en todo caso, lo hagan desde una visión teórica y no empírica. Y no son capaces de adivinar que las familias de este país  se promueven a sí mismas en el ejercicio diario de sus labores cotidianas de amor, responsabilidad, apego y crianza. Y lo hacen de manera libre, esencial, porque les nace de sus entrañas, de lo más íntimo.

No intenten ustedes ponerles puertas al campo, ya saben que no es posible. Sus cantos de sirena caen día a día en el olvido porque han perdido la perspectiva de la cotidianeidad porque no han visitado alguno de los miles de colegios donde las niñas y los niños juegan y conviven en los patios de recreo sin darle importancia a si tienen una papa y una mamá, dos papas, dos mamas, una sola mamá o papa… o ninguna de estas figuras.

Los señores Obispos del Sur tienen miedo, y mucho, cuando afirman que esta Ley “promueve el totalitarismo del pensamiento único”.

¡Que necesario es un curso rápido, básico y gratuito de los principios fundamentales de los estados democráticos!

La Ley andaluza recoge por primera vez la definición de ‘familia homoparental’

Por Juan Andrés Teno (@jateno_), periodista y activista LGTBI especializado en Diversidad Familiar

Foto: Diego Radamés Santos (vía Flickr)

La reforma del Código Civil en materia de matrimonio revolucionó la situación y la percepción del colectivo LGTB en España, por fin lesbianas, gais, bisexuales y transexuales podían casarse. Pero el legislador olvidó un pequeño matiz: si a dos personas les das la oportunidad legal de casarse hay una pequeña posibilidad de que quieran ir un poco mas allá y que, tras unirse legalmente, se les pase por la cabeza reproducirse, tener descendencia. Y he aquí que las familias homoparentales han surcado durante 12 años en un vacío legal, que ha necesitado de mucho coraje y de mucho activismo individualizado que ha ido posibilitando que se solucionen situaciones relacionadas con la filiación o  el derecho al acceso a las técnicas de reproducción asistida. Lee el resto de la entrada »

Maricón, travesti y un vaso de cristal roto en la cabeza

Saray. Foto de ATA

Por Enrique Anarte, estudiante de Relaciones Internacionales y aprendiz de periodista

Si algo nos ha enseñado la crisis es a aprender a mirar más allá de las burbujas en las que, de manera más o menos consciente, flotamos. Y no hablo de la burbuja inmobiliaria. Hablo de las burbujas desde las cuales muchos de los que crecemos y vivimos en entornos privilegiados (en un sentido u otro) somos incapaces de ver lo que ocurre más allá, en la realidad que traspasa el filtro brillante de la burbuja, que todo lo colorea en tonos más agradables (y cómodos) para la vista humana. Ciegos al sufrimiento humano, este desaparece al no ser nombrado.

Algo similar ocurre cuando nos sedentarizamos en entornos progresistas. Tendemos, quizás por optimismo, quizás por comodidad, a asumir el progreso lineal de las mentalidades al igual que asumimos el progreso material de las sociedades. Así, inmersos en círculos activistas poco permeables integrados por una ciudadanía en su mayoría «educada» y «concienciada»,  acabamos olvidando la realidad que hay más allá, fuera de las burbujas de quienes, a partir de su implicación en diversas causas sociales, han abanderado la igualdad y la libertad de todas las personas como estandarte de cada una de sus causas.

Saray pidiendo en la calle

La realidad, no obstante, acostumbra a golpear con jarros de agua fría. Y uno ha de sentirse agradecido por tener un hogar en el que digerir el shock, en el que calentar su cuerpo mojado. Saray B. S., ciudadana, transexual, sevillana sin techo, no ha tenido tanta suerte. El pasado domingo 22 de marzo fue agredida en un céntrico bar de la capital hispalense. Todo empezó con el ya tristemente clásico «maricón y travesti». De poco le valió pedir respeto o amenazar con llamar a la policía: uno de los dos acosadores le rompió un vaso en la cabeza. Afortunadamente, sobrevivió, aunque sufrió numerosas heridas y tuvo que ser atendida en el hospital.

Parece que la Ley integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía, en vigor desde julio del año pasado, no ha sido suficiente para evitar situaciones como esta. Es triste que sea la realidad, con toda su crueldad, quien tenga que venir a demostrarnos que no es suficiente. Estábamos tranquilos desde nuestros círculos educados y progresistas, pensábamos que el odio y la intolerancia habían pasado a ser historia. Craso error. Pero claro, no seremos nosotros quien lo pague.

Suele ocurrir con las personas sin techo que no tienen nombre. Una persona sin techo no participa en los debates televisivos, y si aparece en los telediarios suele ser representada de la manera más estereotipada posible. Algo parecido suele ocurrirle a las personas que desafían la norma binaria y biologicista. Sí, por fortuna conocemos nombres, pero atrévanse a preguntar más allá de sus burbujas, atrévanse a encuestar. Descubrirán que el nombre se torna anécdota, que el desconocimiento ahonda en el ruido ininteligible y que, en medio de todo ese ruido, donde no hay nombres, reina el silencio.

Nos queda el agridulce consuelo de la democracia y sus conquistas. No seré el primero ni el último que se sorprenda al recordar cómo el progreso, esa nueva religión a la que adoramos mientras cargan las fotografías que nuestros contactos suben a las redes sociales, ha ido desacelerándose desde que la igualdad se hizo ley allá por 2005. ¿O el igualitarismo? Sí, según unos investigadores norteamericanos somos el país más tolerante con la homosexualidad, ¿pero es que vamos a quedarnos ahí? Parece que desde entonces se haya vuelto tedioso oír hablar de derechos, derechos humanos. Parece como si ser feminista, o ser queer, o reivindicar la causa LGTBI, sea ser cansino. ¿Alguno de ustedes ha tenido esa sensación? Porque yo sí. Voy a explicarles por qué: It’s the economy, stupid, y ahí subsumimos todas las causas, al inextricable vaivén del «progreso» económico. Aplazamos y aplazamos, al más puro estilo leninista.

Mientras aplazamos, la realidad de desigualdad se impone a ritmos cada vez más alarmantes. ¿Cuántos debates han escuchado ustedes en este año electoral sobre la situación de las personas transexuales y transgénero? ¿Y cuántos sobre la de las personas sin techo? No entiendo de significantes vacíos, pero a mi alrededor escucho palabras vacías de significado: democracia, populismo, derechos, ciudadanía, pueblo, libertades, crecimiento… Sin embargo, nadie me habla de quienes han quedado fuera: porque la igualdad, no lo olvidemos, también tiene sus normas y sus criterios de normalidad. Y, por desgracia, sigue sin llegarnos a todos por igual.

Perdonen que insista, pero, como decía una canción, soy demasiado joven para ser tomado en serio, y demasiado viejo para creerme toda esta hipocresía.

*La primera foto es de la Asociación de Transexuales de Andalucía; la segunda, de M.C.

Adelanto electoral: retraso de derechos LGTBI en Andalucía

A Charo Alises (@viborillapicara), abogada malagueña, doctora no ejerciente y activista en general, le hemos pedido que nos comparta sus impresones sobre cómo cree que afectará el adelanto electoral en Andalucía a los derechos de las personas LGBTI. Tras este acertado análisis nadie negará que la incertidumbre se abre paso a codazos.

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Fotografía de Fabri-Olmedo

Ingobernabilidad, ruptura de pactos, estrategia electoral, cualquiera que sea el motivo para un adelanto de las elecciones, lo cierto es que las consecuencias que éste conlleva suponen una merma para los derechos sociales de la ciudadanía.

Con el Parlamento disuelto y las elecciones convocadas para el 22 de Marzo, en el tintero legislativo andaluz quedan leyes tan importantes como la de atención a personas con discapacidad, la ley de juventud, la de servicios sociales o la ley de renta básica. Todos éstos son instrumentos legales necesarios e imprescindibles en el objetivo de alcanzar mayores cotas de bienestar social para la población andaluza, que en estos momentos sufre una situación de gran vulnerabilidad social. Según datos de la propia Junta de Andalucía, hay un millón de personas usuarias de los servicios sociales en esta Comunidad. Lee el resto de la entrada »